miércoles, 2 de mayo de 2018

¿QUIÉN ERA BONAPARTE?

EL MUNDO, Barcelona, 2 de mayor de 2018
EL RUIDO DE LA CALLE
Napoleón y la ONCE
Raúl del Pozo

Tenemos tanta información sobre Napoleón que no sabemos si sus mariscales trajeron a España en la mochila las luces o la opresión. Cuando el Papa se enfrenta con el corso, éste habla sin parar y Pío VII le dice: "¡Comediante!". Napoleón se encoleriza y Pío VII le dice, simplemente: "¡Tragediante!".

No sabemos si Bonaparte era un actor con manto imperial y corona o un guerrero a la altura de Julio César. Hace 210 años, seis abuelos y 50 perros, aproximadamente, Madrid se alzó contra el invasor. Carlos Marx describe la hazaña de los españoles como un cotilleo: "Godoy, favorito de la reina, firmó el Tratado de Fontainebleau, que permitió que las tropas francesas ocuparan España y provocó una insurrección popular en Madrid". Añade: "Murat aplastó el levantamiento matando a cerca de mil personas. Debe subrayarse que el levantamiento estuvo protagonizado por el pueblo, mientras las clases bien se habían sometido tranquilamente al yugo extranjero".

Napoleón Bonaparte durmió a una pedrada de donde yo duermo. Estuvo alojado en el palacio de la madre del Duque del Infantado -hoy, sede de la Fundación ONCE, en el Paseo de la Habana, 208, Chamartín de la Rosa, una aldea de pastores y jornaleros-. Napoleón no tenía un pase; juró no pisar Madrid, donde "una chusma de aldeanos dirigida por una chusma de frailes" se había enfrentado a sus gloriosas tropas siete meses antes. Anduvo por este barrio con su capote gris y su mano en el estómago. Dirigió la venganza contra Madrid, que el día 2 de mayo había asaltado las armerías y había luchado casa por casa en la Puerta del Sol y la Calle Mayor. Goya, que vio a los fusilados de noche, con un farol, dio cuenta de la carnicería.

El ejercito napoleónico también actuó con ferocidad en Barcelona. Después de Madrid se sublevó Manresa. Un mes después, las tropas del general Schwartz tomaron el Bruch. El tamborilero obligó a retroceder al enemigo. Cuenta la leyenda que la reverberación del sonido del tambor al chocar con las paredes de Montserrat hizo creer a los franceses que el número de españoles era más numeroso. En el Bruch se erigió una estatua al niño del timbal, en la que se lee: "Viajero, para aquí, que el francés también paró. El que por todo pasó, no pudo pasar de aquí".

Los historiadores del 'procés' han desmontado el heroísmo de los catalanes diciendo que Bonaparte redibujó los límites de los imperios y que el Principat de Catalunya pasó a la administración gala. "Los nuevos funcionarios franceses -escribió Marc Pons-, ilustrados y revolucionarios, sustituyeron a la vieja administración española, inquisitorial y casposa". Y Barcelona fue convertida en la gran capital del Midi, dice.

Ilustración: Ulises Culebro.
Fuente:
http://www.elmundo.es/opinion/2018/05/02/5ae8a51522601d77618b45d2.html

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