sábado, 30 de septiembre de 2017

CAZA DE CITAS

"Esta segunda especie de instigación a delinquir es considerada por algunos tratadistas como peligrosa, por la circunstancia de que puede dar lugar a que gobernantes susceptibles sancionen con severidad la simple crítica o también la burla que se haga de una o más disposiciones legales, con el pretexto de que con esa crítica o esa burla se desprecia la ley, se pone en peligro la tranquilidad pública, olvidando interesadamente que el más enconado juicio que se formule acerca de una determinada norma de derecho positivo, dista mucho de una exhortación a la desobediencia de la misma"

Andrés Grisanti Franceschi

(Sobre los delitos de instigación a delinquir, odio y apología del delito, en:  Hernando Grisanti Aveledo / Andrés Grisanti Franceschi, "Manual de Derecho Penal", Mobil Libros, Caracas, 1988: 987, nota 3)

Ilustración: Eva Vázquez para un artículo de Báltazar Garzón sobre la cuestión catalana (El País, Madrid,26/09/2017).

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- José Gabriel Sarmiento Núñez. "Temas jurídicos: Luis Loreto y la reforma procesal". El Universal, Caracas, 07/07/87.
- "Corrupción, despilfarro, malversación y caos administrativo en el CSB. Gustavo Rodríguez Amengual se defiende. Resumen, Caracas, nrs. 315 y 316 del 07/07 y y 14/07/74.
-Marconi Villamizar escribe sobre aguardiente y criminalidad. Élite, Caracas, nr. 1537 del 19/03/55.
- Ramón Urdaneta y la reforma de los símbolos patrios. El Nacional, Caracas, 19/01/89.
- JFH. "Campanario: El aguardiente y los fiscales". El Nacional, 16/12/59.

Ilustración: Pedro León Zapata. El Nacional, Caracas, 28/04/1970.

viernes, 29 de septiembre de 2017

APOGEO DEL ESTADO NO CONSTITUCIONAL

La dictadura pretende hacer una constitución según le convenga

“El problema de la tal constituyente no es el de elaborar una constitución. La misión que realmente tiene es la de reemplazar a la Asamblea Nacional, usurpando sus funciones, para aumentar el endeudamiento externo y castigar toda disidencia frente a la dictadura”.

Así lo manifestó el diputado Luis Barragán de Vente Venezuela, al interrogarle sobre la actual situación institucional del país, en su recorrido por el municipio Mariño del estado Aragua.

“Estamos en el apogeo del Estado No Constitucional en Venezuela, pretendiendo la tal constituyente relegar la Carta de 1999 para reforzar a una dictadura que se sabe confrontada por los sectores más responsables e insobornables de la oposición a los que teme. En una fase inicial, el parapeto constituyente aspira a cohabitar con la Asamblea Nacional, lográndolo en la práctica, para luego siquitrallarla una vez que haya conseguido que la banca extranjera le preste más dinero a Maduro Moros, agigantando aún más nuestra deuda, por alguna triquiñuela supuesta y meramente legal que avale el TSJ”.

Interrogado en torno al proyecto de una Ley Constitucional para la Promoción y Garantía de la Convivencia Pacífica, mejor conocida como ley contra el odio, el parlamentario aclaró que se trata de un borrador lanzado como un globo de ensayo para medir la reacción de la opinión pública ante la supuesta capacidad legislativa de la constituyente cubana, fuere de indiferencia, aceptación o rechazo, al igual que prevenir la reactivación de la calle por una oposición más decidida, como la que representa Vente Venezuela.

“No banalizamos una iniciativa que circula subrepticiamente, según acostumbra el oficialismo, ya que busca una fórmula preventiva para reprimir el descontento falsificando la misma noción de convivencia. Generador de odios, rencores y resentimientos por motivos religiosos, raciales o de género, lo que le importa a la dictadura es castigar la más modesta disidencia política, considerándola como un delito que acarreé una desproporcionada pena”.

Precisó el diputado Barragán que, a falta de la constitución que se supone fue y es el compromiso del fraude del 30 de julio próximo pasado, la propia nomenclatura empleada – ley constitucional – pertenece a otros ordenamientos foráneos, creyendo esconder un intención de fondo como es la de elaborar una constitución por entregas.

“El país reclama el cabal cumplimiento de la Constitución de 1999 por quienes, traicionándola, pretenden sustituirla para disimular la estafa política en la que todavía incurren. Y como no tienen nada para sustituirla, presionados por las realidades sociales y económicas, tantean la posibilidad de elaborarla por entregas, según cada una de las circunstancias y de los intereses que la dictadura se esfuerza por defender. A medio camino entre los supuestos actos constituyentes y de legislación ordinaria, como si de fascículos se tratara, esta vez desean castigar la rabia e indignación que naturalmente generan, convirtiendo la disidencia política en un delito inconcebible, como más adelante habrá leyes dizque constitucionales para un mayor control de los precios en una economía quebrada, la destrucción de la autonomía universitaria, nuevos y ridículos impuestos, etc. “.

Acotó finalmente: “La nuestra es una experiencia inédita respecto colapso del Estado Constitucional, como inédita será la transición democrática que lo reivindique plenamente”.

28/09/2017:
http://www.opinionynoticias.com/noticiasnacionales/30925-no-constitucional https://www.lapatilla.com/site/2017/09/28/diputado-luis-barragan-la-dictadura-pretende-hacer-una-constitucion-segun-le-convenga http://www.entornointeligente.com/articulo/199780/VENEZUELA-Diputado-Barragan- http://sunoticiero.com/diputado-barragan-la-dictadura-maduro-pretende-una-constitucion-segun-le-convenga https://www.scoopnest.com/es/user/ReporteYa/913868486564208640-29sep-diputado-luis-barragan-la-dictadura-pretende-hacer-una-constitucion-segun-le-convenga-lapatilla

Fotografía: Junto a Roberto "Chino" Sánchez y  Cecilio Moreno Prato, barrio San Luis, sur de Maracay (26/09/2017).

DE UNA ETAPA EXTENUADA

Del bonapartismo de Maduro
Luis Barragán


“… Pasiones sin verdad; verdades sin pasión;
héroes sin hazañas heroicas; historia sin acontecimientos”
(Marx: 32)

“La táctica del 18 Brumario no puede ser aplicada
sino en el terreno parlamentario. La existencia
del Parlamento es la condición indispensable del
golpe de Estado bonapartista”
(Malaparte: 109)


Término frecuente en la prensa insurreccional y en las alocuciones parlamentarias de los ’60 del ‘XX para impugnar al gobierno de Rómulo Betancourt, vuelve con demasiada timidez al presente siglo. Suele ocurrir,  a la actual dictadura venezolana no se le juzga desde la particular escuela ideológica que proclama, no otra que la del marxismo y sus variantes, bien porque no la conoce, caricaturizándola; bien porque sus opositores no la desean conocer, temiendo a la interpelación que les acarreé un mayor trabajo.

Algo más que un golpe de Estado, el bonapartismo sintetiza un fenómeno que muy bien abordaron y desarrollaron Marx y Malaparte (*), autor éste – antes, tan ampliamente conocido – de un título que los incautos suelen confundir con un manual de procedimientos.  El golpe de Napoleón Bonaparte en 1799, primus inter pares del triunvirato que incluyó al abate Sieyès, añadido el favor popular, el secuestro del parlamento y el decidido apoyo del ejército, sirvió para interpretar el que propinó Luis Napoleón en 1851, elegido como presidente de la Republica en la Francia demandante de reformas democráticas, también camino al imperio, tan inherente al Estado moderno.

Todo acto bonapartista tiende a protagonizarlo un personaje – a nuestro juicio – más grotesco que mediocre, además, de sospechosa nacionalidad, que, al empinarse por encima de todas las estructuras y  clases, devenido bienhechor universal, se convierte en el principal árbitro del juego político, para cultivo de su propia popularidad, afianzando una relación prebendaria y ritual con el ejército que lo sustenta. Latente con Lenin y real con Stalin, asumimos que la vía venezolana al socialismo del XXI, en una etapa, fue decididamente bonapartista, y, en lo otra, persistiendo inútilmente, adquiere la franqueza de una dictadura cada vez más bárbara que no logra dilucidarse en el Estado Cuartel que la realiza.

Por un prurito de legalidad que no, de juridicidad, lejos de eliminarlo, conserva, transforma y deforma la institucionalidad parlamentaria para apelar constantemente al pueblo, contrastándolo, reprochándolo y escarmentándolo, en un proceso de radicalización del centralismo estatal con el que ha de entenderse la sociedad, sofocada en todas sus expresiones.  Tamaña concentración de poderes, unido el extraordinario ingreso petrolero de la centuria con las reiteradas habilitaciones presidenciales y el Estado de Excepción permanente, derivando hoy en un fraude constituyente que aspira a la conveniente cohabitación con una Asamblea Nacional subordinada, requiere más de las naturales habilidades personales, trastocadas en cumplidas destrezas políticas, ausentes en el sucesor de Chávez  Frías que, faltado poco,  lidia con las contradicciones y rivalidades al interior de la alianza de poder.

Elemento fundamental, no se explica el bonapartismo huérfano del lumpemproletariado parisino que Marx tuvo a bien catalogar, calificándolo como hez, desecho y escoria de todas las clases.  Canalizado en el XIX mediante las secciones secretas de la Sociedad 10 de Diciembre, dirigida por un general afecto, so pretexto de una entidad de beneficencia, hizo de sus dádivas y favores inmediatos, una experiencia de persecución y apaleamiento de los republicanos y de otros oponentes, con apoyo y auxilio policial, que no dista mucho de los círculos bolivarianos, colectivos armados o grupos paramilitares que, ya sincerados, gozan del auspicio, protección y entusiasmo de Maduro Moros.

Malaparte, reportando la novedad de la táctica insurreccional trotskista, enfatiza el desorden de la ciudad como un factor clave para el efectivo control técnico de sus servicios, con el descuido deliberado de la situación general y de sus consecuencias en el orden político, económico y social. Siendo cada vez más difícil trastocar una táctica en estrategia o, peor, en régimen, sólo la más brutal respuesta dice responder a los límites materiales que la yunta cívico – militar trata de obviar, luego de sumergir al país en una pavorosa e inédita crisis humanitaria, cuyas implicaciones no logra contener la represión, censura y bloqueo informativo.

El actual e inevitable período post-bonapartista, agotadas todas las posibilidades de reanimación de una herencia ya  perdida, remite al fin de la polarización social e ideológica y a las demandas de libertad y democratización, afectando la misma autorrepresentación de las fuerzas de la oposición.  Camino a una vulgar dictadura (a secas), contaminada la propia noción del Estado que experimenta un dramático retroceso, paradójicamente agigantado, la Asamblea Nacional – de sobrevivir -  tiene un inmenso papel  histórico para recuperar, al menos, una normalidad desconocida en casi dos décadas del siglo que nos tiene por precarios inquilinos.

(*) Carlos Marx [1852] “El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”, Editorial Progreso, Moscú, s/f; y Curzio Malaparte [1931] “Técnica del golpe de Estado”, Editora Latino Americana, México,  1957.

25/09/2017:

Reproducción: Curzio Malaparte, en una edición de Élite (Caracas, nr. 1684 del 04/01/1958). Antes, de amplísima fama, ahora es difícil dar con una imagen aceptable del autor, en las redes.

EN LOS CONFINES DEL CINISMO

De la tal ley contra el odio
Luis Barragán

Circula, más o menos, subrepticiamente, el proyecto de una Ley Constitucional para la Promoción y Garantía de la Convivencia Pacífica.  El borrador, atribuido a la tal constituyente, obedece a la ya vieja costumbre del oficialismo de no presentar sus propuestas legislativas con la formalidad, profundidad, claridad y anticipación requeridas, trastocándolas en herramientas de exploración y manipulación, susceptibles de posteriores modificaciones que puedan sorprender a sus oponentes o, jamás seriamente planteadas, logren distraerlos.

De entrada, empleando una nomenclatura propia de ordenamientos jurídicos foráneos, luce redundante el título, pues, se supone que toda ley  debe desarrollar la Constitución excepto, de un lado, los tales-constituyentistas deseen confundir a la opinión pública al exponerla como acatamiento y realización de la Carta de 1999. O, peor, del otro, elaborando al detal la Constitución pendiente, prospere el eufemismo de una ley constitucional que responda a la inmediata coyuntura: vale decir, insólitamente, ensayarán una Constitución por entregas, recogida cada coyuntura en un fascículo de inmediata vigencia y aplicación. 

El proyecto en cuestión, conocido como ley contra el odio, desde su primer artículo levanta toda suerte de sospechas. Refiere el primer artículo: “La presente Ley Constitucional tiene por objeto contribuir a generar las condiciones necesarias para promover y garantizar el reconocimiento de la diversidad, la tolerancia y el respeto recíproco, así como para prevenir y erradicar toda forma de violencia política, odios e intolerancias, a los fines de asegurar la efectiva vigencia de los derechos humanos, favorecer el desarrollo social, preservar la paz y la tranquilidad pública y proteger a la Nación”.

No faltaba más, la tal constituyente pretende crear una tal Comisión de Convivencia, decidiendo hasta su propia composición (artículos 7, 8, 9), y obligando a todos los entes y órganos del Poder Público, personas jurídicas de naturaleza privada y al resto de la sociedad para contribuirla (artículo 12).  Permitiéndonos citarlo in extenso, el artículo 13 versa sobre los hechos punibles por motivos de odio e intolerancia: “Quien públicamente fomente, promueva o incite al odio, la discriminación o la violencia contra una persona, en razón de su pertenencia a determinado grupo racial, religioso, político o cualquier otra naturaleza, basada en motivos discriminatorios, será sancionado con prisión de diez a quince años (…) Será considerado como un agravante de todo hecho punible que la conducta típica sea ejecutada en razón de la pertenencia de la víctima a determinado grupo racial, religioso, político o de cualquier otra naturaleza basada en motivos discriminatorios. En estos casos la sanción aplicable será el límite máximo de la pena establecida para el hecho punible correspondiente”.

Interesadamente circunscrito a un solo aspecto del fenómeno de la convivencia, amplísimo e inevitablemente sistémico, cabe advertir que la legislación actual ofrece respuestas, por imperfectas que fueren. Soslayando el enredijo de las leyes dictadas en los últimos años que, de un modo u otro, tocan la materia, refiere el artículo 286 del vigente Código Penal: “El que públicamente, excitare a la desobediencia de las Leyes o al odio de unos habitantes contra otros o hiciere la apología de un hecho que la ley prevé como delito, de modo que se ponga en peligro la tranquilidad pública, será castigado con prisión de cuarenta y cinco días a seis meses”.

Contrastando la extensión de la norma proyectada con la sencillez de la norma vigente que, por ello, no se hace exigua, aquélla – aparentándola – no profundiza en las especificidades de la conducta incriminada y las propias circunstancias de atenuación y agravación, rompiendo el vínculo efectivo con delitos afines, como el de la instigación a delinquir, la apología del delito, la intimidación o terrorismo psicológico, la organización de grupos armados, el sabotaje de actividades pacíficas y constitucionales, la estigmatización proveniente del poder y de sus aparatos especializados, por no abundar en las emociones humanas que gozan de generalizadas o ya vagas valoraciones tan necesitadas de concretar como delito. Por lo demás, tamaña complejidad no se ve retratada en la pretendida propuesta, pues, sólo recoge y simplifica principios y valores constitucionales que no actualiza y desarrolla, siendo una práctica recurrente del oficialismo que, so pretexto de legislar, salvo el dato burocrático, calca la norma constitucional, como ocurrió – a guisa de ilustración – con leyes orgánica como la de los Estados de Excepción y la de Seguridad de la Nación.

Penalidad aparte (artículos 8, 9 y 10 del Código Penal), sugerida la actualización de las ordenanzas municipales, si fuere el caso, el artículo 13 del borrador de la tal constituyente, ausente una básica precisión de la convivencia, odio e intolerancia, deja la materia a la libre o libérrima interpretación de los jueces – sobra decir – tan cuestionados en la presente centuria. De acuerdo a las circunstancias de neto interés político, ensancharía los elementos de culpabilidad que únicamente evitará el favor personal que pueda dispensar el poder establecido; y, en fin, al legislar en materia penal muy antes de contar con la Constitución prometida, usurpando las funciones de la Asamblea Nacional, luce evidente el encaje político del delito de odio e intolerancia.

Nadie, en su sano juicio, niega la perentoria necesidad de actualizar el delito en cuestión, vinculado a las creencias, condiciones e identidades por motivos de religión, raza y etnia, sexo y orientación, enfermedad y discapacidad, nacionalidad, o político-ideológicos. No obstante, lejos de un normal desenvolvimiento de la vida pública, objetivamente es reconocido el descomunal abuso en el que ha incurrido el poder en Venezuela al promover, ejercer y aplaudir el odio sistemático, la descalificación personal permanente, la ridiculización enfermiza de sus oponentes, relacionados y familiares, constatable en cualesquiera discursos presidenciales o en la acostumbrada programación radiotelevisiva en la que el periodismo tarifado o la mera divulgación de sendos informes de inteligencia someten al desprecio y escarnio público al resto de los venezolanos que se les antoja.

Importa añadir que los tales constituyentes, inventado por las armas un tal poder originario, pueden arrollar principios tan universales como el de la duda que ha de favorecer al reo o el de la irretroactividad de la ley penal, con su sola omisión de acuerdo al canon. De modo que, a la postre, serán los creadores de otro delito: el del revanchismo, pues, el oficialismo ha insistido n que todas las víctimas de la recia represión que ha ejercido en presente, como en otros años, transmutan en feroces victimarios.

Aceptemos, el régimen se ha esforzado por traducir todo sentimiento en resentimiento, procurando que el conflicto adquiera visos muy distintos a los de clase. Toda una ironía, por marxista que se diga, pues, obviando el reduccionismo sobre el cual versan los intelectuales que en otras latitudes tratan de actualizar la escuela, lo prefiere de tintes políticos, probando regularmente con los raciales, porque la lucha de clases, tan difícil de juridizar, arriesga demasiado a una nomenclatura rentista que se escuda en el término generoso de la yunta cívico-militar.

A muy pocos ensaña la retórica de una ley dizque constitucional que nos hará todos imputables por el único hecho de cuestionarla, así sobren las razones jurídicas. Huelga comentar,  la tal constituyente no goza de legitimidad ni de autoridad alguna para dar lecciones de convivencia: el colmo, los  agentes del odio, por la súbita inspiración perversa de algún leguleyo de ocasión, idean un arma a su medida y conveniencia para combatir el … odio. 

25/09/2017:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/30895-de-la-tal-ley-contra-el-odio
Post-data LB: Por casualidad, el mismo día publicó Alberto Arteaga Sánchez un texto  alusivo al proyecto en cuestión: https://lbarragan.blogspot.com/2017/09/un-proyecto-de-siembra.html

SAN FRANCISCO DIXIT

Una terca tempestad
Luis Barragán

Transcurren los días de espera para el celebérrimo Cordonazo de San Francisco, en el centro del país. Acunado en la tradición caraqueña, serán horas de una prolongada tormenta que, añales muy atrás, por avisada que fuese, desbordaba El Guaire, sumergiendo en el caos a la ciudad, hasta que cerramos el siglo XX con las obras necesarias para un mejor control de la situación.

Se dice de un fenómeno propio de la convergencia intertropical, concentrados los vientos alisios que acostumbran a viajar desde el oriente del país debido a las bajas depresiones atmosféricas. Por cierto, algo curioso, ocupando un segmento estelar en los noticieros foráneos, alguna vez nos familiarizamos con la jerga gracias a los famosos espacios dedicados al  tiempo o clima que, por una inexplicable decisión de los ejecutivos de las televisoras locales, desaparecieron.

Acontecimientos tan naturales, incluso, por más anunciados que fuesen, siempre nos sorprenden en esta nueva centuria por el gigantesco deterioro que, indolente a todo trance, quizá calculado el aprovechamiento delictivo de las emergencias que acarrean un gasto desordenado, no tiene otro responsable que el gobierno nacional. Privilegiadas las inversiones en armamentos y equipos antimotines, el pago de la deuda, como la propaganda y la publicidad oficiales, indiscutido todo presupuesto público, no se sabe de las cifras destinadas al ámbito de la defensa civil y, mucho menos, de la existencia de un control eficaz.

La tragedia de Choroní y la que ya está avisada en torno al Lago de Valencia, ilustran muy bien la desidia y burla gubernamental, convertida la calamidad en un absurdo escarmiento a la población que razonablemente lo protesta. Tememos mucho a la eventualidad de un sismo aún de medianas proporciones, pues, Maduro Moros, como su antecesor, no es ni será previsivo y diligente ante la suerte de los venezolanos, como lo es respecto a la de los pueblos extranjeros que auxilia inmediatamente con los millones de dólares que nos niega,  en medio de una objetiva e inédita crisis humanitaria.

Una vieja caricatura de Zapata, tomándole declaración a San Francisco,  aseguraba que la Caracas de 1977 no estaba preparada para un cordonazo, mas no “condonazo”, según lo creen ahora muchos jóvenes y adultos. Además de remitirnos al imaginario social de entonces, suponiéndonos un país ahogado en la crisis, permite constatar que hubo libertad de prensa para quejarse, y contrastarlo con un presente ciertamente asfixiante:  la dictadura trata de neutralizar desesperadamente las percepciones suscitadas por una crisis real y escandalosa, procurando la censura y el bloqueo informativo, creyendo domesticable a la misma naturaleza por la vía de un par de decretos.

25/09/2017:
Ilustración: Pedro León Zapata )El Nacional, Oct. 1977).

SOBRE LA TAL CONSTITUYENTE

Una ilusión óptica
Luis Barragán

Nos preguntan sobre la renuncia de Earle Herrera a la tal constituyente (TC),  y su inmediata reincorporación a la Asamblea Nacional (AN).  Luce obvia la inquietud a sabiendas de la situación anómala generada por la dictadura, la misma que ceja por acabar con el parlamento.

Entendemos, Herrera renunció a la AN para integrarse a la TC, separándose apenas de la presidencia de una de sus numerosas comisiones. Que sepamos, los diputados oficialistas formalizaron la renuncia a aquélla, en una demostración de total confianza hacia Maduro Moros, como la exigió Chávez Frías  a sus diputados y senadores en 1999, por lo que parece inútil disertar al respecto. No obstante, vale la hipótesis en el supuesto que haya quedado alguno agazapado, con deseos de guarecerse en la AN.

Abandono de cargo aparte, en el  supuesto de que algún miembro de la TC deseé volver a la AN, excepto se trate de un hecho político, no podrá hacerlo. Salvo mejor opinión,  el ejercicio de la diputación es a dedicación exclusiva y la sola postulación, proclamación o firma efectiva del control de asistencia a la primera sesión de la TC, acarrea la pérdida automática de la investidura parlamentaria.

Así las cosas, negado el doble ejercicio de funciones, habría que indagar en relación a los diputados del gobierno que no renunciaron a la AN y, aunque no asistieron más a sus sesiones, teóricamente siguen ocupando una curul que el cuerpo ya calificó, correspondiéndole un trámite riguroso y engorroso para declarar la vacante absoluta. Cierto, quedan muy pocos, siendo Cristóbal Jiménez el de mayor experiencia,  al tratarse – creemos – de su cuarto período legislativo consecutivo, porque buena parte de los sobrevivientes, en lugar de la TC, ya tienen responsabilidades de gobierno, perdiendo la investidura, una obviedad que no lo será de acuerdo al habitual e interesado criterio del actual Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Escasa significación política tienen ya los restos de la bancada gubernamental en la AN, demolida por decisión de Maduro Moros que ni siquiera pensó en dejarla  como una suerte de reserva o de garantía en el caso de fallar la TC, aunque los interesados puedan recurrir al TSJ y a su arbitraria jurisprudencia, para salvar el pellejo político. Por consiguiente, empecinado también en demoler a la AN, es una ingenuidad la de pensar que, por el propio instinto de supervivencia de la bancada oficialista, ella puede salvarse, más aún cuando los superviventes no encontraron cupo seguro para la TC: luego,  la fórmula para lograrlo no es otra que la de superar la dictadura, reivindicando al parlamento. No hay otra, lo demás es una ilusión óptica.

El asunto, presuntamente baladí, nos lleva a otra hipótesis: la del propio desinflamiento de la TC que, como cualquiera puede apreciar, afectada por un fraude evidente, muy poco o ningún impacto ha  logrado en la población. Ésta, no se siente en lo más mínimo representada por ella, así recurra a ese ya antiguo eufemismo – acaso, de mayor éxito por confuso – como es el tal poder popular.

Fácil de constatar, media una distancia astronómica entre Luis Miquilena y Delcy Rodríguez, por citar un ejemplo, siendo la experiencia de 1999 cualitativamente distinta a la de 2017. Las rivalidades internas del poder establecido, silenciosamente estridentes, favorecieron al equipo emergente de cuño enteramente madurista, relegados Diosdado Cabello, Francisco Ameliach o Pedro Carreño, a roles secundarios, mientras que Isaías Rodríguez sólo afianza con su experiencia el desempeño de la directiva.

Dinámica inútil la de la TC, justificada nada más como un ciego recurso de apoyo al régimen, ni siquiera los empresarios o los más jóvenes encuentran una ocupación política real, pues,  más allá de la notoriedad cada vez más relativa, los unos apena reforzarán sus negocios directos o indirectos con el Estado, mientras los otros esperarán a que sean intervenidas las universidades públicas para alcanzar las posiciones que electoralmente ya no pueden.  Además del respaldo operativo a las faenas gubernamentales, solo queda embellecer (Maduro Moros dixit – la carta constitucional que, demasiada presunción, justificó a la TC.

Más de quinientos integrantes, unos de origen funcional y, otros, territorial,  imposibilita el concurso independiente y creador del trabajo político, alineados preventivamente en un esquema de poder que, obvio, les es ajeno. Frecuentemente, demostrando la lejanía miope de sus habilidades políticas, la presidente de la TC dedica un tiempo precioso para fustigar a la AN por la precariedad o inexistencia del quórum, tildando a sus miembros de vagos, pero – abandono parlamentario aparte, en relación a los suyos – a nadie le consta la asistencia verdadera a las sesiones tal-constituyentistas, diciéndose que, por lo regular, no pasa de doscientas personas; por cierto, algo nada difícil de creer, pues, el aforo del hemiciclo protocolar – entendemos – es de apretadas 430 individualidades.

Nada curiosa la nota, probada la escasa rotación, Maduro Moros ha nombrado a la tal-constituyente Érika Farías, como ministro sustitutiva de la tal-constituyente Carmen Meléndez, destinada a alcanzar la gobernación del estado Lara, sin que ambas pierdan la condición concedida el 30 de julio del presente año. Superfluo sería discutir si ambas tienen o no suplentes, porque notable estriba en la propia naturaleza que va adquiriendo el modelo político post-bonapartista, improvisado e impredecible, que esboza la fusión del PSUV – al fin y al cabo, es su congreso permanente – con lo que queda del Estado, presumiendo – ciertamente – de un parlamento paralelo a la medida de sus conveniencias que ni siquiera alcanza determinadas formalidades de la herencia soviética, perfeccionada en Cuba.

La TC no tiene otra bomba de oxígeno que Miraflores, por lo que, nada representativa, sumadas las pocas destrezas políticas de quienes encabezan el amplísimo aparato, puede resultar prescindible en los amagos de Maduro Moros por  sobrevivir a cualquier precio. El resto trata de un histrionismo reiterado y tedioso, acuñado por las frases acostumbradas, siendo una tarima más que una plataforma de presentación para el supuesto  liderazgo emergente de la tal revolución.

24/09/2017:

LA REALIDAD QUE PERSISTE

Un par de casualidades
Luis Barragán

Pocas veces reparamos,  banalizada toda circunstancia por algo más que el gobierno, en las respuestas que va arrojando ante sus propias dificultades. Pocas veces nos percatamos, ensimismados en una oposición que, ahora, naturalmente, tiene las suyas, porque se trata de un régimen, en la posibilidad  de aguijonear esas respuestas.

El 14 de septiembre del presente año, preocupados por un plazo que se agota, llamamos modestamente la atención sobre el Esequibo (https://www.lapatilla.com/site/2017/09/14/diputado-barragan-sobre-el-esequibo-nos-dejaran-sin-territorio-hasta-para-soportar-el-hambre-que-masificaron), y, al día siguiente, en cadena nacional, Maduro Moros no sólo refirió el asunto, sino que reveló la presencia en Caracas de D. H. Nylander, el representante del Secretario General de la ONU para dilucidar el asunto entre Guyana y Venezuela. Obviamente, reaccionamos al respecto (https://www.lapatilla.com/site/2017/09/16/barragan-maduro-deja-el-problema-del-esequibo-en-manos-de-comisiones-fantasmas/).

Siendo tan ajenos a los hechos que protagonizó, dimos una temprana y humilde campanada de alerta ante un caso de desaparición forzosa, como el que padeció el capitán Juan Carlos Caguaripano  (https://www.lapatilla.com/site/2017/08/31/diputado-barragan-la-an-debe-ocuparse-de-casos-como-el-de-baduel-y-caguaripano; y https://www.lapatilla.com/site/2017/08/27/lovera-baduel-y-caguaripano-por-luis-barragan). En nuestra intervención en la Asamblea Nacional, a propósito del drama que sufre el colega parlamentario Gilber Caro, hicimos mención del caso Caguaripano, quizá siendo la primera vez que se cita en una sesión plenaria (https://www.lapatilla.com/site/2017/09/20/luis-barragan-con-el-caso-del-capitan-caguaripano-la-dictadura-renueva-la-vieja-modalidad-de-las-desapariciones-forzosas), y,  quizá simultánea o más tarde, o más tarde permitieron que sus familiares más cercanos lo viesen personalmente en La Tumba.

Un par de casualidades que, lejos de especular – trivialmente – sobre nuestra intervención, avisa de una dinámica inalterable de las realidades que no logra atajar la dictadura, por más que diga hacerlo. Por los momentos, entendemos que hay problemas fundamentales que, inescapables, siguen su curso, siendo necesario pulsarlos día tras día; al igual que, por muy maltrecha que se encuentre, existe una opinión pública a  la que mínimamente todo gobernó ha de responder, incluso, para aliviar las inquietudes que existen en su seno.

Tarea más de los historiadores que de los analistas políticos del mero instante, habrá ocasión de registrar todas las reacciones de los voceros más calificados de este gobierno, el mismo en todo el siglo XXI,  a objeto de descubrir ciertas regularidades o constantes. Aludimos a aquellas que, imprevistas, están fuera de las matrices de opinión y que, aún planteadas, no suelen modificarla sustancialmente en beneficio de materias más y menos relevantes.

25/09/2017:
http://www.ventevenezuela.org/par-casualidades-luis-barragan
Cfr.
Discurso LB / AN: 19/09/2017:  https://www.youtube.com/watch?v=QOs46lWERRc&t=277s


LA BUENA NOTICIA DE LA PARÁBOLA

Evangelio Dominical: Los últimos
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario dialogado al Evangelio que sed proclama el 25° Domingo del Teimpo Ordinario, Ciclo A, correspondiente al domingo 24 de septiembre de 2017.  La lectura es tomada del Evangelio según San Mateo 20, 1-16.
¿Sorpresas tiene la vida?
A veces las sorpresas son tan grandes que gritamos: "No es justo". He aquí algunas:
Nuestra primera reacción ante muchas situaciones de la vida es gritar:
-"No es justo. ¡Vaya fraude!". Y quizá llevemos razón. Vivimos en un mundo de injusticias, y somos muy sensibles a ellas.
Pero veamos también sorpresas causadas por el amor inconmensurable de Dios:
-Jonás anuncia en Nínive su destrucción por ser pecadora. Nínive se arrepiente, hace penitencia, y Dios la perdona. Y Jonás exclama: "¡No es justo!".
-El hermano mayor del hijo pródigo, al ver la fiesta en honor de su hermano, grita también: "¡No es justo!".
Efectivamente, el amor y la bondad de Dios rompen todos nuestros esquemas rígidos y egoístas, aunque nosotros los llamemos 'justos', sólo porque son nuestros. En la parábola de hoy los obreros gritaron: "¡No es justo!". ¿Es realmente Dios injusto en este caso?
¿Qué dice la parábola?
El dueño de una viña sale temprano en la mañana, y contrata obreros por un denario al día. Aunque tiene un mayordomo (v. 8), va él personalmente a la plaza. Durante el transcurso del día vuelve cuatro veces a la plaza para contratar más obreros, prometiéndoles alguna paga: a las 9:00 a.m., al medio día, a las 3:00 pm, y a las 5:00 pm.
La sorpresa viene a las seis de la tarde. El propietario manda a su administrador que a todos se les pague lo mismo, es decir, un denario: lo correspondiente al sustento del día.
Y que les pague primero a los que llegaron los últimos. Y así se hace.
Cuando llega el turno de los que habían trabajado todo el día, ellos reciben también un denario. Y se quejan: no pueden recibir lo mismo que los que trabajaron menos.
Y el dueño le responde a uno de ellos:
-Amigo, no le hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Tome lo suyo y váyase. Quiero darle a este último igual que a usted. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O va usted a tener envidia porque yo sea bueno?
Parece que el señor de la viña se fija sobre todo en lo que necesitan los trabajadores. Ellos necesitan aquel sustento diario, hayan trabajado mucho o poco. Los quiere tratar como seres humanos, no como máquinas, a las que se les da lo mínimo justo para que me funcionen.
Quizá los últimos trabajadores estuvieron todo el día esperando a ser contratados. ¿Qué es peor: un día de trabajo remunerado o un día sin sustento por estar desempleado?
¿Cuál es la Buena Noticia de esta parábola?
1.El dueño de la viña representa a Dios (Is 5,1-7). En el reino de Dios las bendiciones y recompensas se reciben por la bondad y el amor de Dios, y no según el mérito o el tiempo de servicio.
Los trabajadores mañaneros no comprenden la generosidad de semejante patrón.
Están acostumbrados a los tiburones del mundo real, que explotan y ni dan lo que merece el trabajador.
2.El dueño no se cansa de buscar trabajadores necesitados.
Dios viene a buscarme. Tiene un plan para mí. Como diría Sta. Teresa:
-"Vuestra soy, para vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí?"
3.Y así los últimos se convierten en primeros por la bondad de Dios; y los primeros se convierten en los últimos por su ambición.
Los trabajadores que reciben ayuda especial del dueño son los más pobres, los más necesitados, quizá los que tienen menos ganas de trabajar, los pecadores, los empobrecidos.
La sorpresa viene, porque no conocemos a Dios ni el Reino de Dios.
¿Cómo funciona el Reino de Dios?
Es muy distinto de cómo funciona nuestro mundo.
Los trabajadores de la viña son miembros de esta sociedad despiadada. En ella valen por lo que pueden aportar. Son individuos aislados sin relación entre sí, donde cada uno se preocupa sólo de sí. Para ellos el trabajo es un asunto comercial y de negocio. Se basa en el contrato: un día de trabajo por un denario.
Nuestro mundo se caracteriza por la rivalidad, la competición. Los que mejor lo pasan son los más fuertes.
Pero en la parábola los últimos no hacen contrato. Se fían del dueño, hay confianza... como en una familia. Así es el Reino de Dios: como una gran familia.
Para Papá-Dios somos una familia, la gran familia de Dios.
Y para una familia lo más importante es que cada miembro tenga su sustento cada día, trabaje o estudie mucho o poco.
La familia se caracteriza por la cooperación y la solidaridad, antes que por la competición.
Los trabajadores de la viña se quejan, y en cambio no se quejan los hermanos en una familia campesina.
En una familia campesina al hijo mayor se le exige que trabaje más que al niño pequeño. El hijo mayor está de madrugada en el campo con su papá sin desayunar, mientras que los niños duermen aún, y al despertarse tomarán su gran desayuno.
Y si los niños mayorcitos irán al campo a trabajar, su rendimiento será menor.
Y al cenar, ninguno exigirá una mejor ración porque trabajó más.
Armando Reverón decía: "No pinto para vender". No quería ser una máquina de producir dinero. No se puede valorar una obra de arte solamente por lo que cuesta. Así se deforma el arte.

Fuente:
Ilustración: Brent Borup.

PARÁBOLA CON DESTINO

NOTITARDE, Valencia, 24 de septiembre de 2017
“CAMINANDO CON CRISTO”
Dios es bueno y justo (Mt.20, 1-16)
Joel de Jesús Núñez Flautes

La parábola del evangelio que se lee este domingo se puede titular “parábola del jefe bueno”, porque relata la historia de un dueño de una viña que contrata obreros para trabajar en ella y a los primeros que contrata les ofrece un determinado pago, los cuales aceptan, y a los últimos que contrata y llegan más tarde a su viña les paga lo mismo en signo de bondad, generosidad y misericordia; los primeros protestan, pero el jefe de la viña no les estaba haciendo ninguna injusticia, porque había pactado con ellos en ese salario. Por eso concluye la parábola de hoy con la pregunta que le hace el jefe de la viña a los primeros obreros contratados: ¿Vas a tener tu envidia porque yo soy bueno?

En la parábola el dueño de la viña representa a Dios generoso, la viña es su servicio, los trabajadores son los hombres, la humanidad y el denario o la paga representa el Reino de Dios que se da a todos por igual. La justicia del jefe de la parábola  está en que a los primeros obreros contratados le dio lo que se había acordado y la generosidad está en que a los últimos les dio igual que a los primeros, pensando que no tendrían lo suficiente para mantenerse ellos y sus familias. Así que el jefe que representa a Dios en la parábola hace justicia, es bueno y generoso a la vez.

La parábola está dirigida a los fariseos y a la multitud que seguía a Cristo. Históricamente, los primeros convocados a participar en el Reino de Dios fueron los judíos, como pertenecientes al pueblo de la Alianza; pero en tiempos de Jesús, los grupos religiosos de entonces (fariseos, saduceos, escribas), se creían los únicos herederos de tales promesas y que fuera de ellos ningún otro podría salvarse ni ser merecedor de la esperanza mesiánica (lamentablemente esto nos recuerda algunos grupos protestantes fanáticos de hoy en día que pregonan un mensaje parecido). Dios es amor y misericordia.

IDA Y RETORNO: Oremos y trabajemos por Venezuela.

Fuente:
Ilustración: Ary Scheffer.

Y FALTA AGUA POR CORRER, DEBAJO DEL PUENTE

El Nacional, Caracas, 18/10/1977.

PERSISTENTE "C"

El Universal, Caracas, 26/10/1967 (!También cuadraron los textos! LB)

ESPIRITUALIDAD Y LITERATURA

El Nacional, Caracas, 07/10/1977 (!Por vez primera, logramos cuadrar los textos! LB)

DEBATE PÚBLICO

El Nacional, Caracas, 08/11/1965.

BÚSQUEDA DE UN BASAMENTO

Tribuna Popular, Caracas, 14/04/1989.

UN CAPÍTULO DEL INTERVENCIONISMO

El Nacional, Caracas, 02/03/1978.

UNA TEMPRANA REFLEXIÓN

El Nacional, Caracas, 02/07/1978.

NOSTALGIA

El Nacional, Caracas, 02/10/1977.

UNA CURIOSA RELACIÓN

El Nacional, Caracas,23/09/1963.
(Habrá que repetir la impresión electrónicas, pues, aún ampliado el texto, es poco legible)

PROCESOS DE MOSCÚ

Intentan la muerte civil de Teodoro Petkoff
El juez Aris La Rosa tomó una decisión para la cual no tiene facultades en una clara muestra de abuso de autoridad, publica TalCual
Xabier Coscojuela

“El juez Aris La Rosa Álvarez declaró la muerte civil de Teodoro Petkoff al declararlo, sin proceso legal, incapaz o entredicho. Su capacidad jurídica como ser humano quedó limitada a lo que apruebe su tutor provisionalmente designado. Esto es lo que los romanos llamaban la muerte civil de sus ciudadanos”, afirmó categóricamente Humberto Mendoza D´Paola, abogado defensor del editor director de TalCual.

La decisión fue tomada entre gallos y medianoche, después de que el referido juez realizara una visita a Petkoff en su residencia acompañado de médicos y siquiatras forenses además de guardias nacionales ­fuertemente armados- a finales del mes de agosto, sin notificar a los abogados de la defensa. “La decisión sobre las competencias civiles de Petkoff solo la puede tomar un juez con competencia en lo civil y La Rosa no lo es”, precisa Mendoza, para quien La Rosa se excede en sus competencias por lo que la decisiones “están viciadas de abuso de autoridad y extralimitación de funciones”.

El referido juez, también decidió que Mendoza D´Paola cesaba como abogado defensor de Petkoff, pues había sido sobreseído de las dos causas incoadas contra éste por Diosdado Cabello, por razones de la salud del editor director de este medio.

Sobre la base de esa decisión, Mendoza señala que “los exámenes de los dos médicos y de la psicóloga se limitaron a entrevistar a Petkoff, revisar los informes de sus médicos privados y observar, a simple vista, exámenes de imágenes complejas como TAG, RMG, escaneos cardiovasculares. La presión sobre los forenses fue tal, que ni siquiera les permitieron que recibieran de la esposa de Petkoff, los informes y exámenes médicos para leerlos al menos con los instrumentos apropiados”.

Los referidos médicos consignaron un informe, el pasado 5 de septiembre, en el cual concluyen que Teodoro Petkoffr padece de “”demencia vascular sin especificación”, y que su condición física no era apta para afrontar un proceso penal sometido a medidas, como lo había venido soportando desde febrero de 2014″, precisa Mendoza.

Para la defensa todo el proceso seguido contra Petkoff y los directivos de este medio Manuel Puyana, Juan Antonio Golia y Francisco Layrisse está plagado de irregularidades. En esta ocasión la visita al domicilio de su defendido no fue solicitada por nadie ni notificada a la defensa.

Se hizo en pleno período de vacaciones judiciales, el expediente se mantuvo bajo llave pero “los abogados de Diosdado Cabello se presentaron al tribunal (cerrado para el resto de los mortales) y previa solicitud de habilitación, solicitaron el sobreseimiento de la causa”, rememora Mendoza.

Después de una serie de diligencias ante el tribunal para obtener copia de todas las actuaciones del juez La Rosa fueron solicitadas por la defensa, las mismas fueron negadas, pero “el verdugo preparó con sus patrones la gran respuesta. En primer lugar no dar copia de las actuacioens alegando que estaban bajo el secreto médico. En segundo lugar que por haberse tomado la decisión como base para el sobreseimiento de la causa la presunta demencia vascular sin especificación, al no poder discernir Petkoff, sus defensores perdieron la cualidad de tales y que mientras se tramite el proceso de interdicción, la cónyugue de Petkoff pasaba a ser su tutora”.

A Mendoza este tipo de decisiones le recuerda lo que ocurría en la Unión Soviética, en los países bajo su órbita o en la Cuba fidelista, cuando los disidentes perdían todos sus derechos políticos y civiles por decisión de un juez al servicio del poder.

Fuente:
https://www.lapatilla.com/site/2017/09/29/intentan-la-muerte-civil-de-teodoro-petkoff
Fotografía: Miguel Gutiérrez (EFE).

PÉRDIDA DE TIEMPO

¿Hasta cuándo Padrino?
Nicomedes Febres

* Hay que ir por la calle para ver cuantas necesidades y dificultades andan sueltas en Venezuela, uno se detiene en un kiosco a comprar un botellita de agua mineral o un chocolate y de la nada aparece una pordiosera entrada en años pidiendo que le regalen un ponquecito para comer, o una bolsita de cheese tris. Si te detienes en un semáforo, surge a tu lado un niño rogando que le des algo para comprar comida, y el sufrimiento y la miseria se extienden por todos lados. Gente antaño acomodada que quiere vender cualquier cosa por algún dinero porque la necesidad aprieta y como me educaron que el que progresa a costa de la miseria ajena es un muérgano, lo que me ordena el corazón es sentir compasión y tratar de ayudar al necesitado, porque si algo me enseñaron en mi hogar fue a ser solidario con los que sufren. Si vas al automercado, cuando sales te espera un rosario de indigentes pidiendo dinero o ayuda, y si vas a la farmacia es una señora pidiendo que le completes para comprar una medicina o un pote de leche o avena. 
Por otro lado, cuando entras al mercado los precios te pasman, el kilo de tomate a 21 mil Bs, el frasco de aceite a 60 mil, o la lechosa a 16 mil Bs. por decir tres, pese a que recuerdo que cuando estaba joven y sentía que me iba a comer el mundo, me espeluznaban algunas esposas de mis amigos médicos porque solo hablaban de sus conflictos con el servicio o del precio del jamón o del queso y eso siempre me parecía fuera de sitio y pavoso, y eso que entonces yo pelaba más bola que el fugitivo porque ganaba solo mil quinientos bolívares. Es terrible ver la miseria y el sufrimiento de la gente de trabajo y seria en este país, porque no se trata de la miseria del flojo o el pícaro que son capaces de cualquier ignominia con tal de no trabajar. Ver niños muriendo de mengua, o enfermos que no pueden ni pagar una medicina o conseguir un tratamiento, parte el alma. Yo lo que quiero saber es hasta cuando el general padrino y los militares van a tolerar que estos malandros que gobiernan sigan en esta guachafita de evitar contarse y retrasar una salida democrática a esta tragedia que vivimos, hasta cuando un gobierno agotado, sin imaginación ni capacidad para resolver los problemas de la gente se va a aferrar al poder de las armas de los militares para evitar buscar soluciones a esos problemas. Por eso, hasta cuándo vamos a seguir perdiendo el tiempo con esta pendejada. Vamos a seguir con estas correderas de arrugas si el país no va a ningún lado con maduro y los socialistas. Ya está bueno de estar jodiendo.

* Antier estuve trabajando todo el día y en la mañana estuve conversando largo y tendido con mi entrañable amigo Jacobo Borges, incluso lo hicimos sobre la Laguna de Catia, zona de sus afectos, al igual que de su padre afectivo Aquiles Nazoa. Hablamos de sus correrías por el oeste de la ciudad junto con fraternos amigos comunes como Antonio García Ponce quien para entonces era secretario de organización del partido comunista en Caracas, y decir organización política es hablar de gente que se conoce como la palma de su mano a la ciudad. En la tarde estuve trabajando con Juan Toro, el sensacional fotógrafo que es un verdadero suceso artístico al decir de los expertos.
* En la foto, un aviso de 1922 de un cocktail party en La Laguna de Catia y una foto del mismo sitio y de la misma época. Esa Caracas era otra cosa y las imágenes hablan por sí solas. En nuestra Historia, toda desgracia comienza con una invasión de tierra seguida de un “pobrecito, tengamos comprensión pero el problema lo solucionaremos con la educación”. Así, con vaselina, se ha ranchificado todo el país.

Fuente:

jueves, 28 de septiembre de 2017

UN PROYECTO DE SIEMBRA

¿Una ley “constitucional” contra el odio?
Alberto Arteaga Sánchez
Como arma de retaliación política ante hechos de pretendida intolerancia, reclamos o crítica, el gobierno ha sacado a relucir un “proyecto de ley constitucional para la promoción y garantía de la convivencia pacífica”.

Sin duda, un valor fundamental que debe restablecerse en Venezuela, hoy dividida como nunca en dos bandos calificados como de buenos y malos, patriotas y traidores, escuálidos y revolucionarios, burgueses y “pueblo”, es la prédica y la práctica de una auténtica tolerancia que nos reúna como hermanos, a pesar de las diferencias, como ocurrió en una época que ya nos parece muy lejana, perdida en el tiempo y en el espacio.

Desde el poder, en estos últimos veinte años, se ha fomentado la violencia bajo la fórmula más perversa de la retórica del amor, en el contexto irreconciliable de una revolución “pacífica, pero armada” y la afirmación rotunda de que lo que no se obtiene con votos se puede lograr con las armas.

Pero, además, de las palabras y discursos se ha pasado a los hechos y se ha recurrido una vez más al fetiche legalista como efectiva amenaza contra la libertad de los disidentes, recurriendo a viejas normas penales ya cuestionadas por su amplitud, como la que consagra el tipo delictivo de la instigación al odio, inaplicable a los líderes oficialistas que hacen uso de la libertad de expresión cuando pronuncian sus discursos incendiarios y aprobándose en 2005 una retrógrada reforma del Código Penal que, entre otras cosas, repotenció los delitos de desacato o de ofensas a los altos funcionarios públicos, incrementó las penas para la difamación e injurias, incluyó la sanción expresa por los “cacerolazos” y, como trofeo reformista, aprobó el “terrorismo mediático” para castigar con prisión de dos a cinco años a “todo individuo que por medio de informaciones falsas difundidas por cualquier medio impreso, radial, televisivo, telefónico, correos electrónicos o escritos publicitarios cause pánico en la colectividad o lo mantenga en zozobra” (art. 296-A).

Ahora, la propuesta de “ley contra el odio, la intolerancia y la violencia”, se ha planteado castigar con pena de prisión de 10 a 15 años a “quien públicamente fomente, promueva o incite al odio, la discriminación o la violencia contra una persona, en razón de su pertenencia a determinado grupo racial, religioso, político o cualquier otra naturaleza, basada en motivos discriminatorios”.

Con esta norma, viciada en su origen y de manifiesta e inconstitucional apertura típica que permitiría sancionar cualquier expresión considerada ofensiva contra los representantes del régimen, se castigará “hablar mal de un funcionario”, criticar sus actuaciones o reprochar sus acciones, permitiendo o considerando peligrosa cualquier manifestación contraria a la “moral socialista”, a la cual se refiere el Código Penal de Cuba.

Sin embargo, ya en el seno de sus proponentes se ha alertado sobre la no aplicación retroactiva de la ley y, tal vez, el propio ex fiscal general Rodríguez recuerde que impugnó la reforma de 2005 por considerar que la mayoría de las “nuevas normas” eran fórmulas abiertas contra el principio de legalidad y violatorias de derechos como la libertad de expresión.

Finalmente, no puede escurrirse el bulto y evadir la responsabilidad por la siembra de odio durante tantos años, lo cual hoy nos proporciona los frutos amargos que el sentir venezolano rechaza, apelando a una ley penal que no emana del órgano legislativo ni se ajusta a las exigencias garantistas del derecho penal.

Fuente:

CLAVE DE INTERPRETACIÓN

EL NACIONAL, Caracas, 27 de septiembre de 2017
Síndrome del ex radical
Carlos Blanco
 
Los radicales venezolanos de hoy buscan salir del régimen de Maduro lo más pronto, sin desviarse de los objetivos del 16 de julio pasado. Su radicalismo no los hace salir con fusiles, sino defender una posición firme frente a otras más –digamos– pausadas. Los radicales de hoy esgrimen una posición política sin violencia, a diferencia de los alzados en armas hace más de medio siglo. Estos mataron y murieron en combates; fusilaron a los blandos o “traidores” y numerosos fueron víctimas de tortura, algunos asesinados. Ellos desataron la lucha armada de la década de los sesenta.

La democracia incipiente derrotó en toda la línea a esos radicales armados. Comenzó la pacificación cuando gobernaba Raúl Leoni y tuvo un punto de excelente culminación con el primer gobierno de Rafael Caldera. La mayor parte de los radicales de la época, alzados en armas contra la democracia, tuvieron luego una entrada al escenario democrático, derrotados sin apelación, pero no humillados. Algunos grupos quedaron rezagados, llegaron después a la paz, y unos pocos desperdigados se quedaron como hampa común hasta su extinción.

Los más prominentes de los alzados representaron dos hechos significativos: negociaron su entrada en la lucha democrática desde una derrota total; y, segundo, por haber sido autores de la violencia más cruel, adquirieron un recelo al borde del pánico a aventuras, a impromptus mesiánicos y, en general, a audacias juveniles. Llegaron a la democracia por la puerta de atrás; unos cuantos no superaron esa huella. Muchos de esos líderes forjaron una corriente cultural más que política, lo cual drenó hacia una porción de la generación siguiente que los veneró. Así se tiene una corriente zurda, más o menos progre, izquierdosa, que conserva dos características de sus mentores: negocian, cuando de negociar se trata, desde una actitud derrotista en vez de hacerlo desde posiciones de fuerza, cuando las tienen; y son extremadamente conservadores: cualquier intrepidez es aventura; lo que no esté escrito en los manuales, es locura.

El peso de esta cultura conservadora forjada desde la derrota ha permeado con mucha fuerza el ambiente político de hoy, y puede ser lo que explique la disonancia no solo entre los radicales y los ex radicales, sino que muchos líderes mundiales vean con estupor cómo bajo esa “sensatez” se ha abandonado el mandato del 16 de julio en pos de un diálogo tramposo y unas elecciones cuyo problema es que desvían de los objetivos aprobados por 7,6 millones de venezolanos. Parece el suicidio de los “prudentes”.

Fuente:

ORWELL

EL NACIONAL, Caracas,28 de septiembre de 2017
Derecho humano comunicacional
Ovidio Pérez Morales
 
La violación permanente y sistemática de los derechos humanos es una característica del actual régimen. La ejerce de manera muy patente y universal con el derecho a la comunicación.

Ya de entrada precisemos que hablar de libertad en el campo comunicacional, va más allá de lo que se entiende por libertad de expresión, de información, de medios y otros semejantes, por cuanto comunicación, en cuanto concepto bipolar, comprende enviar y recibir. Arropa a emisores y receptores, e integra la creciente diversificación de instrumentos y modos de interrelación que la creatividad humana logra progresivamente.

Ante el cierre de una planta televisora, de una emisora de radio o de un periódico, lo que ordinariamente salta primero a la vista y desencadena reacciones es el derecho de propietarios y comunicadores. No tanto lo que resulta más grave, a saber, el derecho de la comunidad de ser informada y de disponer de medios para comunicarse. No es, por tanto, un problema de “otro”, sino de uno mismo. Y lo que se dice de información se aplica igualmente a formación y entretenimiento.

Este régimen ha sido prolífico y efectivo en cierre de medios, asumiendo esa tarea como política de Estado; también en saturación del espacio comunicacional con la abusiva utilización y multiplicación de medios oficiales, los cuales, siendo del Estado –los ciudadanos los pagamos–, gobierno, partido se los apropian descaradamente. En actuación de la misma política se crean organismos represivos como Conatel, se aprueban normas con miras a criminalizar toda disidencia y discrecionalmente se toman medidas contra todo aquel que se atreva a discrepar del “pensamiento único” oficial. Y la autocensura es tan eficaz o más que la censura.

Las dictaduras suelen hacer esto, pero los totalitarismos –el socialismo del siglo XXI se inscribe en esta línea– van, más allá, ya que buscan no solo el control político, sino el económico y el cultural, es decir, la totalidad de la persona y de la comunidad. ¿Objetivo? La completa hegemonía comunicacional en función del proyecto político-ideológico del régimen. Para los totalitarismos ciencia y tecnología son manejados cuidadosamente para “lavar (expropiar) cerebros”, masificar gente y militarizar espíritus. En Venezuela una forma preferida de adoctrinamiento son las cadenas presidenciales en donde el Hermano Mayor descarga toda su omnisciencia y omnipotencia con su “verdad oficial”.

Recojo de nuevo la insistencia de Antonio Pasquali en que “el derecho a la comunicación pertenece al grupo de derechos humanos primigenios y orgánicos, como aquel sin cuyo pleno disfrute se vería el ente racional impedido de acceder a la socialidad en tanto que animal político, de seleccionar el modo de estar-con-el-otro que más le plazca y de garantizarse el mayor grado posible de reciprocidad” (18 ensayos sobre comunicaciones, p. 45).

Existir es comunicarse. El derecho a la comunicación está íntima e inmediatamente vinculado al derecho a la vida. Tiene, por tanto, un carácter primario, generador. Integra muchos otros como el de expresión, les señala su fundamento, sentido y horizonte. El derecho a la comunicación es englobante; se abre en círculos cada vez más amplios. ¿Qué es la democracia sino una convivencia de libre intercomunicación ciudadana; la educación, un compartir de verdades y valores, y la cultura, una dinámica y plural red de diálogo social? Descartes (siglo XVII) dijo: “Pienso, luego existo”; hoy podríamos traducirlo así: “Me comunico, luego existo”. Al fin y al cabo, el ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios, que no es soledad sino Trinidad, compartir, amor.

Objetivo monstruoso de dictaduras y totalitarismos es el obstruir, monopolizar la comunicación humana. Tarea obligante de los constructores de una nueva sociedad es la de promover y asegurar una con-vivencia libre, plural. Dialogal. Sin hegemonías y fundamentalismos.

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DE LA ESTRUCTURA DE INCENTIVOS

Cuando le dejamos el camino libre a los políticos
Alejandra Martinez 

La sociedad civil abandonó la política y ha dejado el camino libre a los partidos políticos. En la oposición al régimen dictatorial que hoy sufre Venezuela, convergen un sinfín de tendencias de todo el espectro político, cada una con mayor o menor fuerza: desde la izquierda trotkista, el revisionismo crítico del régimen, la centro-izquierda y la socialdemocracia, la democracia liberal e incluso, una minúscula derecha nacionalista. Sin embargo, entre tantas tendencias políticas e ideológicas  ? muchas incluso opuestas y enfrentadas entre sí  ?  no se ha logrado siquiera una alianza táctica o un frente amplio en contra de la dictadura, lo que ha hecho que la oposición política sea una suerte de archipiélago, que la dictadura aprovecha a su favor. Los políticos de la MUD, el sector mayoritario de la oposición, parecieran estar en una contradicción permanente con respecto a lo que dicen y a lo que hacen: entrampados en la incoherencia y en un discurso que en algún momento exageró las expectativas de un electorado y de la opinión pública prometiendo varias veces la salida definitiva del régimen dictatorial, pero que al final terminó suplicando las migajas que les ofrecieron los esbirros de la dictadura en una negociación, hasta hoy infructuosa, y que gran parte de la ciudadanía interpretó como una traición.

Para nadie es un secreto que la MUD, los partidos y dirigentes que la componen, han cooptado por completo a todo el movimiento opositor, despojándolo incluso del peso determinante que otrora (hablamos antes del surgimiento de la MUD, en 2008), tuviera la Sociedad Civil, conformada por Fedecámaras, la Corporación de Trabajadores de Venezuela, en algún momento el tren gerencial de PDVSA, las universidades autónomas y privadas, el movimiento estudiantil y medios de comunicación como Globovisión y RCTV. Esta aniquilación de la sociedad civil en la toma de decisiones políticas, fue parte de un plan deliberado de los partidos políticos por re-capitalizar al electorado y constituirse como una verdadera opción electoral, después de más de una década de anti-política y bajísima participación en las urnas, que el país venía arrastrando desde inicios de los años 90 hasta inicios del nuevo milenio.

Ahora, desde la distancia de los años, puede ponderarse que este fue un cambio de estrategia válido y acertado para el momento, después de los fracasos estrepitosos del golpe de abril de 2002, el paro petrolero y el desmantelamiento de PDVSA, la abstención en las legislativas de 2005 y el cierre de RCTV. Tampoco puede negarse que los réditos de este “resurgimiento” de los partidos políticos en la vida pública venezolana a finales de la década pasada   ? específicamente a partir de las regionales de 2008 ?  consolidó una opción electoral que poco a poco fue creciendo hasta lograr el éxito rotundo de 2015, cuando se ganó por una mayoría abrumadora el Poder Legislativo de la república.

Muchos tuvimos claro que una vez consolidada una mayoría electoral de la oposición, el régimen tendería a la radicalización y al afianzamiento del modelo comunista de sus mentores cubanos y que, por ende, sus costos de salida aumentarían. Otros, dentro de esta “oposición institucionalizada” pensaban ingenuamente que con sólo tener una mayoría electoral, el régimen se vería obligado a negociar un consenso para alternarse el poder y enrumbar el país hacia una transición democrática que comenzaría con las elecciones presidenciales de 2019.

Pero la dictadura venezolana entiende perfectamente la estructura de incentivos bajo la cual funcionan los políticos de la MUD: con premios de consolación a corto plazo. El político de la MUD, por definición, no piensa en el largo plazo sino en lo que puede tomar ahora, aunque le termine costando su propia existencia (inhabilitaciones, prisión y exilio). Por esa razón, un curul, una gobernación, una alcaldía, una concejalía, etc., a pesar de no ser poder real, representan otorgamiento de recursos y la posibilidad de seguir construyendo liderazgos (el eufemismo es “conquista de espacios”). Desde las negociaciones de 2004, con la implantación de la tesis del “apaciguamiento”, la oposición institucionalizada se ha conformado con el “second best”, que no son más que ciertos espacios de existencia concedidos por la dictadura, lo cual en un momento se justificó bajo el argumento de no tener una mayoría electoral ni apoyo internacional, pero que ahora revela una inexistente vocación de poder y una incapacidad para enfrentar a la dictadura cada vez que sus costos de salida aumentan. En ese sentido, como estos políticos son la voz cantante dentro de la oposición y hablan en nombre de todas sus fuerzas vivas, necesariamente la estrategia es dictada por ellos y obedece directamente sus intereses.

Quien crea que la oposición venezolana actúa por el único fin de la libertad en Venezuela, ve la vida de una forma inocente. En la oposición venezolana confluyen muchísimos intereses: tantos intereses, como individualidades la componen. Es por ello que nuestro reto como sociedad civil no es imponerles un fin único (eso es una práctica totalitaria), sino lograr de la mejor forma posible la articulación de todos esos intereses con los menores costos a largo plazo. Para ello, es completamente necesario que existan pesos y contrapesos que contrarresten y coordinen todas esas voluntades. En todas partes del mundo, los contrapesos naturales de los partidos políticos son los empresarios, la academia, los medios de comunicación, los sindicatos, las ONG y fundaciones, la Iglesia e incluso la administración pública. Los intereses del burócrata que quiere mantener su cargo el mayor tiempo posible, frenarán los intereses del político que piensa siempre en las próximas elecciones y estos, a su vez, estarán enfrentados a los empresarios y buscadores de renta que desean mantener sus empresas a flote, como también se hallarán opuestos éstos a los sindicatos de trabajadores y a los lobbys que manejan la opinión pública. De manera que, cada decisión se ejecutará tomando en cuenta todos los intereses involucrados y se tratará de buscar la vía del consenso entre todas las fuerzas vivas que son parte del movimiento.

Así las cosas, es completamente necesario que como ciudadanos hagamos parte de la vida pública y de las decisiones estratégicas para que la dirigencia no vaya en contra de nuestros intereses ya que esto es lo que pasa cuando, como sociedad civil, abandonamos la política y se la dejamos exclusivamente a los políticos.

Fuente:

PRONTITUDES SATURADORAS

EL UNIVERSAL, Caracas, 26 de septiembre de 2017
Pensar en vivo y directo
Alirio Pérez Lo Presti
  
La contemporaneidad abre trochas inimaginables con respecto a la presencia del hombre de pensamiento. Si no fue el primero, Theodor Adorno fue, por lo menos, el más destacado de los pensadores que comenzaron a reflexionar sobre un fenómeno profundamente actual y contemporáneo: los medios de comunicación de masas y las posibilidades que tienen, tanto para lo malo como para lo bueno.

Los grandes medios de comunicación, que son tan pujantes e importantes, lo mismo pueden servir para manipular conciencias e imponer consignas, o para difundir temas educativos y culturales. Adorno, testigo presencial de la revolución rusa y dos guerras mundiales llegó a decir que escribir poesía después de la existencia de los campos de concentración se había vuelto imposible, porque la “alta cultura” no puede estar por encima de las vicisitudes materiales e históricas; rematando con la sentencia: ¿Cómo hacer un poema acerca del ruiseñor o de la rosa después de haber vivido un horror como el de Auschwitz?

Esa tradición va a continuar con hombres de un impacto avasallante en la cultura occidental como es el siempre recordado Jean-Paul Sartre, quien se convirtió en el filósofo como referente político por antonomasia. Independientemente que no se compartan sus ideas políticas, Sartre fue y sigue siendo el ejemplo de cómo el hombre de ideas se puede llegar a fusionar con lo más pedestre de la existencia, que es a fin de cuentas el arte de la política.

Esta línea de filósofos va a desembocar en Michel Foucault y lo que muchos consideran “una nueva manera de hacer filosofía” en la cual ciertas poblaciones son asumidas desde la necesidad de reivindicar sus derechos como el caso de los homosexuales, los presos y los enfermos mentales, llegando a un punto en el cual estos temas, hasta ese momento marginados, se terminaron convirtiendo en bibliografía casi obligatoria en cualquier universidad del planeta. Para Foucault la identidad social se construye perversamente y se establecen políticas de exclusión que afectan al individuo etiquetándolo como manicomial, hospitalario o carcelario y lo vuelve asunto central tanto de su obra como del debate de los filósofos que tradicionalmente excluían estos asuntos. Lo importante no es intentar conquistar el poder sino establecer la pura posibilidad de resistencia. No pudo ser más cruel la vida con Foucault, quien termina convirtiéndose en un enfermo de Sida y muere por esta condición.

Esta relación entre el hombre de ideas y su tiempo deviene en la Venezuela del siglo XX con la presencia de Arturo Uslar Pietri y su insólita relación con los medios de comunicación, convirtiéndose en un caso único del gran pensador que sale al ruedo de la vida pública tanto a través de la política como con el uso de los medios de comunicación audiovisual, particularmente la televisión y sus infinitos alcances.

Pero la contemporaneidad da para más y a esta saga de hombres de carácter mediático y abrumadoramente cultos se acopla Fernando Savater,  y va a hacer de lo audiovisual el instrumento para la difusión de las ideas a escala planetaria, siendo un espectáculo deslumbrante el escuchar sus siempre atinados y sobrios planteamientos acerca de múltiples filósofos y temas propios de nuestro tiempo.

De los hombres de ideas que siguen dando qué pensar, Mario Vargas Llosa no deja de impresionar por sus espectaculares artículos de prensa tan eruditos como insuperablemente escritos. Vargas Llosa tal vez sea el último gran pensador latinoamericano de alcances universales, en quien se acoplan el dominio a la perfección de un arte como la literatura con la disquisición filosófica y la posición política sin ambages, la cual agradecemos.

El descomunal esfuerzo que significa ser un pensador en el controvertido mundo de hoy no solo es algo que se reconoce con vehemencia, sino que nos lleva a un asunto que induce que nos hagamos la interrogante de por qué aparecen figuras tan notorias como Theodor Adorno, Jean-Paul Sartre, Michel Foucault, Arturo Uslar Pietri, Fernando Savater o Mario Vargas Llosa, y la respuesta puede ser llana: precisamente es el conflicto personal que cada uno de ellos ha establecido con el tiempo que les ha tocado vivir lo que los ha llevado a cultivar sus ideas, pero más interesante aún, la presencia de carácter mediática o su interés en los medios masivos de comunicación es lo que los ha catapultado a tener una visibilidad y una presencia en la sociedad que no sería posible sin la existencia de las más novedosas tecnologías y los nuevos medios.

El siglo XXI pareciera depararnos sorpresas más intensas y de un carácter absolutamente original, en donde el hombre de ideas, lejos de desaparecer, será parte de las nuevas y tormentosas formas de expresarnos, en donde como suele ocurrir con los grandes fenómenos de multitudes, serán pocos los que podrán vanagloriarse de haberse salido triunfadores, para hacer un lugar un tanto mejor este extraño planeta que habitamos.

Fuente:
Ilustración: Dumont.