viernes, 16 de junio de 2017

DEL APARENTE LABERINTO, DE LA REAL LABERINTITIS



Seguridad y defensa

Luis Barragán

Los medios reportan el nombramiento del G/D Pascualino Angiolillo Fernández, en reemplazo del M/G Alexis López Ramírez, como Secretario del Consejo de Defensa de la Nación (CODENA), quien – se dice  - no está de acuerdo con a convocatoria de la tal constituyente. Demasiado fácil colegirlo, el sustituto no sólo   hubo de estarlo, sino – además -  ha debido dar muestra de una entusiasta adhesión.    

El problema reside en el empleo partidista de una importante instancia de consulta que, además, requiere de la participación del presidente de la Asamblea Nacional para el cumplimiento de sus fines, de acuerdo a los artículos 34 y 35 de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación. Que sepamos, no ha sesionado, por lo menos, con el concurso de la irreemplazable y legítima representación parlamentaria, a pesar de la dramática situación actual que compromete severamente la seguridad y defensa de la nación.

De hacerlo, o intentado hacer, la prensa ha dado cuenta apenas de un pronunciamiento público que respondió a los inmediato intereses políticos de Maduro Moros, hace un poco más o menos de un año, pero no de los más vitales que le trascienden. E, incluso, el par de citaciones recibidas por el otrora presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, y el actual titular, Julio Borges, entendemos, revelaron una maniobra de escasas horas, caracterizada como una burda emboscada por ambos diputados.

Lo cierto es que la crisis humanitaria que padecemos, o el espinoso problema del  Esequibo que apersonó en Caracas al mediador D.H. Nylander, exclusivamente reunido con el sector oficial, mientras en Georgetown ha intercambiado pareceres con la oposición del vecino país, no ha suscitado la necesaria inquietud del CODENA. Inquietud que, para reputarla de tal, ejercida institucionalmente como es de esperarse, obliga a una mínima difusión y debate que oriente a los venezolanos en una materia que la  propia ley citada, en correspondencia con la Constitución, nos hace corresponsables de conformidad con el artículo 5 eiusdem.

Insistiendo en nuestra postura, varias veces manifestada en las plenarias de la Asamblea Nacional, el propio Maduro Moros y su equipo, constituyen una vulnerabilidad en términos de seguridad y defensa. Por ello, la renuncia en cuestión, va más allá del fraude constituyente, interpelando al sucesor.

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