sábado, 6 de mayo de 2017

PATENTE DE CORSO

EL UNIVERSAL, Caracas, 6 de mayo de 2017
Los ataques armados
Francisco Olivares

Durante la noche del jueves volvieron a salir los colectivos armados, o paramilitares del Gobierno en Naguanagua, estado Carabobo, y en algunas urbanizaciones de Barquisimeto en donde se presentaban protestas. Esta vez los ataques han sido más directos, con disparos de armas de fuego contra la población civil y las residencias.

El destrozo de propiedades y vehículos, robo y el ataque seleccionado contra manifestantes ha venido ocurriendo casi diariamente como el ocurrido en El Llanito, La Urbina y El Paraíso en Caracas. Pero los ataques directos con armas de fuego indican la escalada armada de estos grupos que actúan sin ningún impedimento legal de parte de alguna autoridad que pueda frenar sus ataques indiscriminados.

De acuerdo al recuento que hemos realizado sobre la represión que se ha desatado contra las manifestaciones desde el 4 de abril al 3 de mayo encontramos que hay 16 fallecidos que han sido asesinados a manos de grupos armados desconocidos o colectivos oficialistas que operan con resguardo de autoridades militares y policiales.

Pero lo que hay que destacar es que ningún miembro de alguno de estos colectivos armados ha sido imputado por homicidio a diferencia de siete guardias nacionales y 3 policías uniformados que se encuentran imputados o en proceso de investigación.

Si bien en los últimos días la represión oficial uniformada ha sido más severa, con disparos de escopeta a “quema ropa” contra manifestantes y ataques a jóvenes que ya están heridos tratando de escapar de la represión, el asesinato directo ocurrido especialmente durante las noches, proviene de estos grupos armados que actúan con total impunidad.

Ello revela cómo el Gobierno se deslinda de los asesinatos, por un lado imputando a algunos uniformados en casos abiertamente evidentes y por el otro utilizando a grupos armados no identificados ante los cuales ocultan su responsabilidad directa.

Se trata pues de un mecanismo que les permite atacar a la población civil a la vez de deslindarse de cualquier homicidio que pueda ser considerado una violación a los derechos Humanos en un juicio internacional.

Como lo ha descrito el criminalista Mármol García: “es pueblo contra pueblo y no uniformados contra población civil”. Y cuando hay exceso pues se sacrifica a unos cuantos uniformados.

Es de destacar que los colectivos armados atacan principalmente durante la noche en urbanismos donde suele haber protesta y en donde los llamados “cooperantes” han suministrado información sobre líderes de la comunidad u opositores residentes en esos condominios.

Los cooperantes actúan diariamente dentro de las manifestaciones, identifican y se mezclan entre los opositores y transmiten esa información a sus jefes. Por ejemplo en la plaza Altamira y en otros sitios emblemáticos opositores de varias ciudades del país suelen pasar el día vigilando e interactuando con opositores, utilizar la gorra tricolor y en general no son estudiantes, son jóvenes de poco nivel cultural.

Fuente:
http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/los-ataques-armados_651333

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