domingo, 30 de octubre de 2016

CAZA DE CITAS

"Debemos tener claro que toda actividad de orientación ética puede estar sometida a dos máximas antitéticas, absolutamente opuestas: puede basarse en una 'ética de la convición' o en una 'ética de la responsbilidad' "

Max Weber

("El trabajo intelectual como profesión", Bruguera, Barcelona, 1983: 132)

Pieza: Ana Tiscornia.

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Arturo Uslar Pietri. "El marxismo-leninismo". El Nacional, Caracas, 17/12/1989.
- Virgilio Tosta. "Fermín Toro y Guzmán Blanco". El Nacional, 29/12/65.
- Argelia Melet. "¿Podemos inventar otro futuro?". Últimas Noticias, Caracas, 16/03/84.
- Josefina Cedeño. "Inestabilidad militar". Clarín, Caracas, 03/11/63.

Reproducción: Asaltada la Embajada Soviética. Herido Lev Krilov, Agregado de Prensa. Quinta "Churupal", La Florida, Caracas. El Nacional, Caracas, 14/07/1948.

LADRA O MUERDE, MUERDE O LADRA

Diálogo y peña tanguera
Luis Barragán


Nadie, en su sano juicio, ignora la importancia y necesidad de un diálogo. Únicamente, quienes  tienen las armas y hasta apetitos para un nefasto negocio, pueden apostar por una guerra civil creyéndola un día de feria. No obstante, para que lo haya, el diálogo amerita de su propia institucionalización, transparencia y eficacia que parte de condiciones que, ciertamente, lo propicien y garanticen.

Imposible que haya un diálogo serio y convincente, como todo que se repute de tal, si las partes no se reconocen en pie de igualdad, no aceptan de mutuo acuerdo a mediadores de incuestionable credibilidad, no admiten las realidades que los fuerza a sentarse y no honran los compromisos adquiridos, por modestos que fuesen. Hay sobradas experiencias de sendos procesos de paz que, además, difícil de evadir, concluyeron en el enjuiciamiento de aquellos que incurrieron en algo más que defender una determinada bandera política.

Quince organizaciones de la oposición democrática, añadida en la que militamos, hicieron pública una firme postura respecto al diálogo en ciernes, sobradamente razonable. Resulta indispensable la presencia de otros organismos y personalidades internacionales, convincentemente imparciales; ha de ampliarse la representación de la oposición democrática, sumando igualmente a las sociedades intermedias y los liderazgos políticos y sociales emergentes; la liberación de los presos políticos, cesando la persecución y represión de la dirigencia democrática; detener inmediatamente las agresiones contra la Asamblea Nacional, acatada en y por toda su legitimidad; la apertura de un canal humanitario, respetada las diligencias que la oposición haga para aliviar la situación de la oposición; rechazar la interlocución de Jorge Rodríguez, responsable de los hechos de violencia contra la ciudadanía disidente e inconforme. Por supuesto, no es difícil colegir que un compromiso básico de diálogo con el gobierno, obliga política y moralmente a hacer lo propio en el seno de una oposición que, por fortuna, diversa y compleja, corre una misma suerte.

Requisitos y condiciones que autorizan a hablar e institucionalizar el diálogo, por lo que cualquier conversación preliminar y unilateral, por muy buena intención que haya, no puede serlo, a menos que festejemos la corrupción del lenguaje, fenómeno inherente al régimen, e, incluso, toleremos que éste incumpla o pueda incumplir con el propósito que ha planteado, como ocurrió en las numerosas ocasiones anteriores que deben aleccionarnos. Por lo demás,  el resultado del reciente referéndum celebrado en Colombia, es de una enorme pedagogía política: se requiere del consenso de las fuerzas democráticas, con plena participación de todas sus  corrientes y expresiones, lo cual exige de habilidades que solamente la humildad puede visar.

Incumplidas las premisas, luce inevitable calificar cualquier simulación o simulacro de diálogo, como una divertida peña tanguera que, a contracorriente, aspira a la continuidad de una situación francamente inatajable, con una insólita evasión de responsabilidades. No tratamos de ensayar una experiencia de fingida cordialidad y armonía, sino la de resolver un dramático conflicto a través del revocatorio que ha de realizarse en 2016, acordando una transición pacífica y constitucional para la reconstrucción del país, porque es el sufragio ciudadano el que decidirá si el régimen prosigue o no, aquí y ahora, cuando estamos sumergidos en una crisis inédita en nuestro historial republicano. Acotemos, en el fondo, quienes integran el poder establecido se saben vencidos y, en consecuencia, aspiran a una salida – digamos – honorable, pues, de lo contrario, vaciarían sus cacerinas, llevándose por el medio a peñeros y tangueros: morderían, en lugar de ladrar.
Ilustración: Miguel Cárdenas.
31/10/2016:
https://www.lapatilla.com/site/2016/10/31/luis-barragan-dialogo-y-pena-tanguerahttp://www.ventevenezuela.org/dialogo-pena-tanguera-luis-barraganhttp://www.entornointeligente.com/articulo/9173504/Luis-Barragaacute;n-Diaacute;logo-y-pentilde;a-tanguera
http://informate365.com.ve/luis-barragan-dialogo-y-pena-tanguera
http://www.feednoticias.com/noticias/luis-barragn-dilogo-y-pea-tanguera.html

HOJUELARIOS

De un mensaje telefónico
Luis Barragán


Distaba todavía la entronización de la antipolítica en Venezuela, cuando nos incorporamos a las luchas liceístas que, por entonces, ofrecían un escenario natural para la contestación. Tuvimos la fortuna de afiliarnos tempranamente a una corriente ideológica universal, estudiándola y debatiéndola de acuerdo a nuestros modestos alcances y, así, desde el humanismo cristiano, confrontamos – incluso – a las corrientes y grupos marxistas, convencidos y orgullosos de nuestra utopía que también sabía de dificultades en el mismo partido de adscripción.

Recordábamos en días pasados esta etapa de un gran ímpetu romántico, quizá propio de la edad, al escuchar el testimonio de un viajero a La Habana, en las inmediaciones de la Asamblea Nacional. Palabras más, palabras menos, repartían lo poco que había y, ejemplo de absoluta tranquilidad y sosiego, pudía caminar las calles de la ciudad – acaso – extrañando el asedio de la delincuencia.

Reconoció la persona amiga, alrededor de una taza de café, muy a pesar de su actual militancia en el PSUV,  la dramática realidad que padecemos, demasiada lejana a la que nos vio crecer en un aula de la secundaria, debitándola a la torpeza y hasta traición pequeño-burguesa de Maduro Moros, por lo que entendimos que la añeja vocación política del condiscípulo es ahora una resignada formalidad burocrática.  Luego de una que otra grata reminiscencia de los adolescentes que fuimos, le preguntamos qué más faltaba para que este fuese el socialismo de sus sueños, si ni siquiera podía saber cuán justo es el reparto de la miseria cubana y hasta dónde llegaba el terror cotidiano que no admite un desesperado hurto famélico, derivado del férreo control político y social que ejerce una dictadura de más de medio siglo.

No hubo tiempo para profundizar en una discusión que atascaba la anécdota de inesperada reaparición, una tras otra, riendo de la añeja rivalidad que se supuso gigantesca y decisiva por entonces, más de las veces, resuelta a golpes y porrazos en unos comicios estudiantiles que, así lo creíamos, definían el curso entero de la humanidad. Luego de un abrazo fraterno, siendo la terquedad una de sus características, nos despedimos advirtiéndole que examinara al madurato desde la perspectiva del marxismo que proclama, como secuencia lógica de un chavismo que lo concibió y acunó en el Estado Cuartel que aspiró y subvencionó todo un proyecto continental, pretendiendo saquearnos culturalmente. Valga la coletilla, deseando confiscarla, ha aprovechado la historia común para exhibirse como una  opción que saca sus consignas del peor libro de auto-ayuda o de una caja de detergentes, porque la de hojuela de maíz es para la nomenclatura.

Transcurridas varias semanas, todavía no recibimos respuesta del mensaje telefónico que le enviamos, meditando sobre la situación de los isleños, infinitamente peor ya que no supieron de gobiernos democráticos que dejaran una infraestructura hospitalaria, vial o eléctrica, aunque trastocada cada vez más en escombros. Y, peor aún, la tiranía se hizo un hábito que, sencillamente, nosotros rechazamos.
Fotografía: Pieza de Efraín Ugueto (Colección: NFL).
31/10/2016:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/28019-luis-barragan

LO QUE QUEDA DE SOBERANÍA

Asalto a la nación
Luis Barragán


El – por ahora – frustrado asalto al hemiciclo de trabajo a manos del oficialismo, puede aseverarse, no constituye novedad alguna en un país sojuzgado por el hampa. La representación popular lo refleja con toda exactitud, sometida a vicisitudes antes impensables. Empero, esta circunstancia rutinaria no implica olvidar otras dos recientes.

Consabido, el Tribunal Supremo de Justicia ha declarado venezolano por nacimiento a Nicolás Maduro, mediante una decisión que los especialistas cuestionan con sobrada razón. Y, así concordemos en que no hay Estado  de Derecho y los argumentos deben esencialmente contar con un carácter político, éste ha de incluir los elementos jurídicos que le concedan la racionalidad, hondura y coherencia, propio de un sobrio discurso democrático que lo contravenga: al respeto, es necesario dar el debate en la cámara que ayude a precisar iniciativas eficaces, pues, suele ocurrir, lo obvio no tarda en dejar de serlo.

Otra tarea pendiente, es la de considerar el tal presupuesto soberano que, nuevamente, violenta la Constitución y las leyes, haciendo caso de la preocupación que la sociedad civil organizada sostiene, profundizando de sus señalamientos. Por ejemplo, Moisés Vesga (Transparencia), tuvo la generosidad de explicarnos parte de los problemas que ocasionará un presupuesto que, en la voz de Maduro, pues aún no aparece en Gaceta Oficial,  pasa de ocho billones de bolívares y que doblará la cifra, gracias a los créditos adicionales que pretenderá que el TSJ autorice.

Muy escasas las cifras oficiales, la estimación - implícita o explícita - entre 300/400% de inflación, evade los cálculos que, por ejemplo, realizan la CEPAL, FMI y Banco Mundial, ubicándola en 700% para 2016, pudiendo trepar de 1500 a 1800% en 2017. Luce indispensable que el parlamento aborde concienzudamente la materia y, procurando reivindicar sus competencias, denuncie ante el país, pronosticándolas, las nefastas consecuencias de un presupuesto que, valga la paradoja, acabará con lo poco que nos queda de soberanía.

Señalemos que la auto-presupuestación, indudablemente, facilitará y multiplicará la corrupción hasta traspasar cualquier límite, pues, inconcebible era el hambre que hoy padecemos y también lo es el nivel alcanzado por el asalto pausado o vertiginoso de los dineros públicos. Recientemente, lo comentaba una persona amiga: el día en que se abran los registros y notarías, entenderemos muy bien cuán lejos ha llegado el latrocinio a mano armada y desarmada de la nación.
Fotografía: Pieza de Efraín Ugueto (Colección: NFL).
31/10/2016:
http://www.noticierodigital.com/2016/10/asalto-a-la-nacion/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=49624
01/11/2016:
http://www.analitica.com/opinion/asalto-a-la-nacion

UNA CUADRA VEDADA A LA CIUDADANÍA

De Monjas a San Francisco
Luis Barragán


El - por ahora - frustrado asalto al hemiciclo  de la Asamblea Nacional,  coloca el acento en las condiciones de trabajo de la representación popular. Es necesario decirlo, como ocurre con todo dirigente político y social en Venezuela: se vive con el peligro pisando los talones.

Las condiciones de seguridad de la sede legislativa, comprobado, resultan extremadamente precarias, sumándole un personal civil desarmado igualmente expuesto a toda suerte de amenazas. Es de suponer, la Guardia Nacional debe custodiar el inmueble y garantizar la integridad física de sus ocupantes, pero – ya lo vimos – el grupete violento forzó las puertas, se apoderó del hemiciclo protocolar y pretendió agredir a los diputados en el de las sesiones ordinarias, con la absoluta distracción – por decir lo menos – de la llamada Guardia del Pueblo.

Acontece lo peor en las inmediaciones de palacio, pues, ingresar y egresar del lugar natural de trabajo se ha convertido en una proeza. Todos los flancos están cubiertos por los piquetes tarifados del gobierno, cuya impunidad es evidente, aunque – tuvimos ocasión de denunciarlo en el pasado período – los espacios adyacentes están diseñados y administrados para la agresión de todo disidente.

Hacia finales de la década de los ’90 del XX, se hizo realidad el compromiso de devolverle a la ciudadanía sus espacios vitales y, así, entre las esquinas de Monjas y San Francisco, la bulevarización permitió el tránsito peatonal con amplitud, comodidad y hasta sosiego. E, incluso, esa anchura  devuelta, fue característica de  la zona décadas atrás.

En los últimos diez años de este siglo XXI, el oficialismo se apoderó del sitió y, ajardinándolo, lo convirtió en un estacionamiento, dejando un resquicio para que la gente pase, aunque también goza de sus alcábalas. Disponiendo plenamente del sector, el alcalde menor de una Caracas que, por cierto, no sabe de él, ejerce el dominio represivo de unas esquinas que no aceptan condición alguna de ciudadanía, así se trate de diputados legítima e inequívocamente electos.
Fotografía: Tomada del grupo Caracas en Retrospectiva / Facebook.
31/10/2016:
http://www.diariocontraste.com/2016/10/de-monjas-a-san-francisco-por-luis-barragan-luisbarraganj/

EL RÉGIMEN DE 1978

La investidura
Luis Barragán


Pudimos combatir el insomnio de una de estas noches, atentos al debate suscitado por la investidura de Mariano Rajoy. En realidad, un careo entre el entonces aspirante a presidir el gobierno y sus adversarios, afortunadamente, ventilado por las redes sociales.

Naturalmente, hay diferencias entre la oratoria parlamentaria española y la nuestra. Allá hay más de espontánea conversación, colándose  - a veces – un agudo sentido del humor, mientras que, acá, a pesar del reducido tiempo disponible, la viva tentación es la del gesto grandilocuente, la palabra exaltada, carcomida la profundidad frecuentemente por la banalidad de las consignas: solemos pecar al respecto, aunque – es necesario reconocerlo – por varios lustros la normalidad se ha declarado en fuga en el Capitolio Federal.

Inexpertos en la materia, no pretendemos un análisis pormenorizado y vanidoso de la política española. Empero, luce evidente la existencia de una democracia ibérica que, al menor descuido, pueden perder.

Las intervenciones de Pablo Iglesias apuntan a la aparentemente inocente demanda de justicia social que, siendo razonable, en sus manos constituye una segura promesa de lo que acá realizaron sus financistas hasta llegar a una – antes – inimaginable crisis humanitaria, con un inaguantable saldo de muertes violentas al año. La huelga general es una oferta que dice ponerlo en solfa con una tradición de izquierda, por cierto, tan noble como villana, propia de toda tradición que se respete, confiscando un lenguaje que ya contamina, con provecho de los sentimientos autonómicos: recordemos, Chávez Frías era el campeón de los derechos humanos, civiles, laborales, ambientales, estéticos, deportivos y, en fin, hoy el costo de reivindicarlos se traduce en persecución y represión.

Inevitable referirse, por una parte, a la quiebra del PSOE, el mismo del otro Iglesias, Largo Caballero, Indalecio Prieto y Felipe González, sumergido en una crisis a la que, entre otros, Rodríguez Zapatero aportó y remató. Y, por otra, el despliegue feroz de la antipolítica que también desea hacer añicos al régimen de 1978, como le llaman, sin reconocerle un ápice de virtud.
31/10/2016:
http://www.radiowebinformativa.com/opinion/la-investidura-luis-barragan

ESCENARIO DE RIESGOS Y PELIGROS

Recordando un testimonio de coraje
Luis Barragán


Consabido, el asedio es cada vez mayor e, incluso, hubo el intento de asaltar el hemiciclo en plena sesión. Gracias a la inmediata y corajuda respuesta del grueso de los parlamentarios opositores y el desarmado como escaso personal civil de seguridad, el grupete violento retrocedió, aunque la bancada oficialista y la Guardia Nacional que, se supone, custodia la sede, no ha dado respuesta convincente alguna.

En las jornadas siguientes, la Asamblea Nacional persiste como escenario de riesgos y peligros. De difícil ingreso y egreso, paradójicamente cuando se llama a diálogo, hubo colegas agredidos más allá de la palabra. Sin embargo, tres rápidas reflexiones vienen a nuestro espíritu.

Quizá el mayor heroísmo es el que no se reconoce como tal y, siendo legítima la difusión de nuestra presencia en la cámara, como ocurrió – por ejemplo – con los parlamentarios de Vente Venezuela, dejando constancia, nadie reclama el reconocimiento con el superior acento que merece todo el pueblo venezolano que soporta estoicamente una dictadura que, apenas, muchos se permiten admitirlo ahora. Pueblo jamás resignado, espera de su dirigencia la claridad de sus orientaciones, la perspicacia de sus acciones, pero también el vivo testimonio de sus luchas.

Inevitable, el frustrado asalto nos remitió a otras situaciones del pasado período legislativo, acaso, más delicadas, graves y difíciles porque la minoría opositora debió lidiar con la mayoría gubernamental, los palcos y demás espacios repletos de sus partidarios, agentes encubiertos de cualquier ralea y una turba recurrente que siempre estuvo a la caza en las inmediaciones de palacio. La salvaje golpiza en la que salimos heridos numerosos diputados, fracturados indeciblemente María Corina Machado, Julio Borges y Américo de Grazia, en abril de 2013, no impidió sostener y profundizar en una postura firme frente al régimen.

Probablemente, el momento más dramático y del que ella nunca hizo estridencia, fue cuando María Corina resultó inconstitucionalmente destituida de la curul y, tomado militarmente el lugar por varias semanas, por cierto, se le impidió el acceso al Palacio Legislativo: lo intentó desde la esquina de Pajaritos, sitio al que llegaron prestos los colectivos armados. Acaeció mientras la Asamblea Nacional sesionó con su mayoría y su minoría de entonces, pero ella – acompañada por pocos colegas – selló un testimonio de inmenso valor que, hoy, dándonos fuerza, recordamos.
30/10/2016:
http://guayoyoenletras.net/2016/10/30/recordando-testimonio-coraje/

¿CUÁN SOLITARIOS, HOY?

Evangelio Dominical: Zaqueo
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario al Evangelio que se proclama el 31° Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo C, correspondiente al domingo 30 de octubre 2016.  La lectura es tomada del Evangelio según San Lucas 19, 1-10
"Doy la mitad de mis bienes a los pobres"

Uno encuentra obstáculos en la vida. ¿Cómo reaccionar ante ellos?
Un día un campesino llegó con su carga al hombro, vio la piedra que estorbaba a todos, dejó su carga en el suelo y, después de muchos intentos, logró echar la piedra fuera del camino.
Cuando volvió a coger su carga, vio una bolsa donde había estado la piedra. La bolsa contenía muchas monedas de oro, y una carta del rey que decía que las monedas de oro eran para el que quitara la gran piedra. Y aprendió aquel día que cada obstáculo en el camino de la vida es una oportunidad para mejorar nuestra situación>. (Félix Jiménez, escolapio)

J. Oswaldo Sanders dice en su libro De cara a la soledad: "El millonario es de ordinario un hombre solitario, y el payaso es a menudo más infeliz que su audiencia".
Quizá esto fue lo que le pasó a Zaqueo, que era pequeño de estatura, y se subió a un árbol para ver mejor a Jesús, cuando pasara.
¿Quién era Zaqueo?
Zaqueo era un supervisor de publicanos" (v. 2).
Los romanos contratan a publicanos, como Zaqueo, para recoger impuestos en pueblos o regiones particulares. Zaqueo a su vez subcontrata la recolección de impuestos a otros publicanos menores. El sistema se presta al abuso y a la corrupción. Los judíos desprecian a los publicanos y los consideran como mercenarios y ladrones.
"Y habiendo entrado Jesús, iba pasando por Jericó" (v. 1). Jericó es una ciudad de tierra caliente, adinerada y un centro de comercio. Ocupa un lugar estratégico junto a la carretera a Jerusalén y un cruce del Río Jordán. Sus habitantes exportan dátiles y bálsamo.
Zaqueo era rico, tenía poder, pero oyó hablar de Jesús. Quería ver a Jesús, ese hombre del que todos hablaban bien, que hacía signos maravillosos, que hablaba con autoridad, que era el nuevo profeta.
Quizá se sentía culpable de lo que robaba, veía obstáculos a su felicidad. Estaba insatisfecho. Le daba pena. Era un pecador público y pequeño de estatura. ¿Cómo acercarse a Jesús, que viene por aquel camino repleto de gente, que lo acompaña?
"Y corriendo delante, se subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí" (v. 4).
Pero la sorpresa de Zaqueo es que es el mismo Jesús quien lo está buscando. Porque, al llegar bajo el árbol, Jesús se detiene, levanta la cabeza y le dice a Zaqueo:
"Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que me aloje en tu casa".
¿Quién busca a quién?
Aparentemente Zaqueo es el que busca a Jesús. Pero al final Jesús también busca a Zaqueo.
Zaqueo descendió aprisa, y le recibió gozoso.
¡Qué sorprendido y honrado se debe sentir Zaqueo! Jesús es muy popular, y da categoría a cualquier hogar que visite.
¿Por qué le honraría a él, un pecador público conocido de todos?
Efectivamente, todos murmuraban de Jesús diciendo que "había entrado a comer en casa de un pecador". La gente común ve a Jesús como su amigo. Pero no quiere que él honre a un hombre considerado como su enemigo.
Pero Jesús se sienta a comer con la familia y los amigos de Zaqueo. Todos conversan.
¿Cómo reacciona Zaqueo?
Zaqueo reflexiona. La aceptación desprejuiciada e incondicional del pecador Zaqueo por parte de Jesús le habló más claramente a su corazón que el mejor discurso de Jesús.
Y Zaqueo le dice espontáneamente a Jesús:
- "He aquí, Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, lo restituiré cuatro veces más".
En otra ocasión Jesús le había pedido a un joven rico que vendiera sus posesiones y que se las diera a los pobres.
A Zaqueo sólo le pide hospitalidad; pero Zaqueo, de su propia voluntad, ofrece mucho más.
Y Jesús acepta la buena voluntad de Zaqueo, y comenta:
"Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham" (v. 9). La salvación de Zaqueo beneficia a su familia y a su comunidad, cuando da dinero a los pobres y restituye a quienes ha defraudado.
"Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido".
Ahora proclama que su misión central es buscar y salvar a los que están perdidos. Y para ello es Jesús quien toma la iniciativa.
¿Qué cosas perdidas salvó Jesús?
Lo cuenta en varias parábolas: la oveja perdida (15:3-7), la dracma perdida (15:8-10) y el hijo pródigo (15:11-32). Y cuando encontraron lo perdido, hubo gran regocijo.
Lo bueno de Zaqueo es que trató de quitarse de encima lo que estorbaba a su conciencia. Fue limpiando su camino de obstáculos. Quizá esta actitud de superar obstáculos fue lo que llamó la atención de Jesús.
Jesús nos dice: "Vengan a mí los que estén agobiados y yo los consolaré".
Y en el Apocalipsis (3, 20) repite: "Estoy a la puerta llamando y cenaremos juntos".
Despedida
Les invitamos a la Misa, a la Eucaristía, sacramento del amor. Ahí Jesús también me dice a mí: "Hoy quiero hospedarme en tu casa". El Señor está aquí, en nuestra casa, y nos trae la salvación y el perdón de los pecados, y nos da la fuerza para superar los obstáculos físicos y morales que nos impiden verlo.

Fuente:
http://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-zaqueo
Cfr.
Marcos Rodríguez: Marcos Rodríguez: http://www.feadulta.com/anterior/Ev-lc-19-1-10_MR-C.htm
Ilustración: Emily Carr.

MUTUA BÚSQUEDA

NOTITARDE, Valencia, 30 de octubre de 2016
“Caminando con Cristo”
El encuentro de Jesús con Zaqueo (Lc.19, 1-10)
Joel de Jesús Núñez Flautes

El domingo pasado hicimos la descripción de lo que era un fariseo y un publicano; de éste último decíamos que era considerado pecador público, ladrón, corrupto, era rechazado y hasta odiado por sus contemporáneos por el trabajo de recaudador de impuestos de sus compatriotas para dárselos a los romanos. Pues bien, el personaje que San Lucas nos presenta en este domingo es Zaqueo, “jefe de publicanos”, que estaba deseoso de conocer a Jesús y por eso al saber que pasaba por su pueblo y ante la multitud que lo seguía se sube a un árbol para poder ver al Señor y es allí donde se da el encuentro. Imaginemos la fama negativa que tenía este hombre al ser jefe de los recaudadores de impuestos y el rechazo del que era objeto por parte de su pueblo; de hecho dice el evangelio que la gente criticaba que Jesús fuera “a hospedarse en la casa de un hombre pecador”. Entre los que hacían estas críticas estaban los fariseos y escribas, estos últimos eran conocidos también como doctores y maestros; eran los judíos especializados en la ley o la Torá (El Antiguo Testamento). Jesús criticó siempre su proceder legalista e hipócrita, al igual que el de los fariseos. Lo más importante de la escena que nos presenta el evangelio es lo que sucede en la casa de Zaqueo, cuando éste estando frente a Jesús; sólo basto, según deja ver el evangelio, estar con Jesús para que aquel hombre dijera: “la mitad de mis bienes se la daré a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más”. Esta expresión de Zaqueo sería magnífica que muchos de los corruptos de nuestros días la aplicaran o la meditaran, porque se acabarían muchos de los problemas actuales. Zaqueo reconoce ante Jesús su pecado, su mal proceder hasta ahora, y da un paso hacia la conversión y Jesús logra aquel cambio radical. Quien se acerca a Cristo renueva y transforma su vida. Todos somos pecadores. IDA Y RETORNO: Sigamos en oración y acción por Venezuela.

Fuente:
http://www.notitarde.com/El-encuentro-de-Jesus-con-Zaqueo-Lc19-1-10-/Columnistas-del-Dia/2016/10/29/1033764
Cfr.
Isabel Vidal de Tenreiro: http://www.elimpulso.com/opinion/buena-nueva-10
Ilustración: Edgar Guzmanruiz.

ENSAYOS SOBRE LA PROCACIDAD

EL NACIONAL, Caracas, 30 de octubre de 2016
Sobre héroes y rufianes
Raúl fuentes 

Agnieszka Holland es una realizadora polaca con una interesante filmografía en su haber, de la que cabe mencionar cintas como Total Eclipse (Vidas al límite, 1995), que explora la relación homosexual entre Rimbaud y Verlaine, Europa Europa (1991), ganadora de un Globo de Oro y nominada al Oscar como mejor guion adaptado– en 1985 había sido postulada por la Academia para optar al premio de mejor película extranjera por Bittere Ernte (Amarga Cosecha) y lo fue otra vez en 2011 por In Darkness (En la oscuridad)– o la muy sui géneris Copying Beethoven (Copiando a Beethoven, 2006); también le debemos la realización de algunos episodios de las aclamadas series The Wire y House of Cards. A esta señora, que trabajo con Andrzej Wajda en Danton (1982) y Krzysztof Kieślowski en Tres colores: Azul (1993), entregó HBO la batuta para que orquestase su primera gran apuesta europea, Hořící keř, miniserie en tres capítulos que gira en torno a la inmolación de Jan Palach.
Quizá el encargo de la subsidiaria de Time Warner se fundamentó menos en el currículo de la cineasta, que en el haber sido testigo excepcional de los sucesos narrados en el drama televisual –con la licencia ficcional que suelen permitirse los guionistas de historias «basadas en hechos reales»–, pues cuando ocurrió el suicidio «a lo bonzo» del joven estudiante de arte, la Holland estudiaba –merced, acaso, de los «intercambios culturales» acordados entre los países signatarios del Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua (Pacto de Varsovia) –—, en la Academia de Cine y Televisión de Praga y, además, vivió y compartió la impotencia, estupor y frustración de los checos frente a la intervención soviética de 1968 –200.000 soldados (600.000, según fuentes occidentales) y 2.300 tanques de la URSS, Alemania Oriental, Bulgaria y Polonia– que puso fin a la «Primavera de Praga», ese período en el cual se instrumentaron esperanzadores programas de liberalización política y modernización económica liderados por Alexander  Dubček, y secundados por Ota Šik, con miras a la instauración de un «socialismo con rostro humano». La «tercera vía» (expresión acuñada por Šik, no fue producto de «desviaciones reformistas», sino de la necesidad de flexibilizar un modelo que no por bueno para los rusos debía serlo para los checoeslovacos. Por eso, contó con el entusiasta respaldo de la juventud y los intelectuales. Por eso mismo, no gustó a Leonid Brézhnev ni al PCUS. De allí las botas y blindados de la contra OTAN. Y el sacrificio de Palach. De allí también un esclarecedor ensayo de Teodoro Petkoff, Checoeslovaquia, el socialismo como problema, que cogió calle internacional y fue anatematizado por Pravda y repudiado por la ortodoxia ñángara.
Burning Bush, algo así como Arbusto en llamas, fue el metafórico nombre en inglés con el que se comercializó la miniserie. No sé cómo la llamaron en español. Antorcha humana nos parece lo apropiado.  Palach no fue rara avis; dos compatriotas, Jan Zajíc y Evžen Plocek, estudiantes como él, siguieron su ejemplo, lo que exasperó a la policía y, por supuesto, al partido comunista que lo injurió, acusándole de escenificar un «falso suicidio» que le salió mal. La madre y el hermano de Jan rechazaron tal difamación y recurrieron a una abogada, Dagmar Burešová (Con la instauración de la democracia llegó a ser ministra de justicia) –verdadera protagonista de la serie–, que intentó un juicio, dictaminado de antemano, contra un alto cargo del gobierno por deshonrar su memoria. Cualquier parecido con nuestra realidad judicial es mera coincidencia.
En Polonia, por decisión propia y con anterioridad a los checos, ardió Ryszard Sywiec en un evento en el que estaban presentes las principales autoridades del país. El hecho, silenciado entonces, salió a la luz conjuntamente con todas sus vergüenzas, miserias y horrores, cuando el comunismo se derrumbó; en Irlanda, en 1981, una prolongada huelga de hambre puso fin a la existencia de una decena de militantes del IRA.
Aquí, sin que el redentor se conmoviera, una acción similar precipitó el fallecimiento, en agosto de 2010, del agricultor Franklin Brito. Y es que cuando los autoritarismos aprietan las clavijas de la represión, solo restan medidas desesperadas. Se podría discutir si inmolarse por una causa –libertad, justicia, equidad– es gesto santo o pecaminoso, pero de manera alguna cuestionar su quijotesca heroicidad. En la República Checa, Palach es nombre eternizado en parques, avenidas y en una cruz de bronce incrustada en la plaza Wenceslao, lugar donde se encendió la llama condenatoria de la invasión.
Se preguntará el lector por qué le importunamos con este misceláneo memorial, obviando que en Venezuela ha muerto, lenta e inexorablemente, el Estado de Derecho y ha sido sepultado con un coup d'État producto de la conchupancia entre gobernadores feudatarios (milicos todos, excepto el operador político, Tareck Zaidan el Aissami Maddah) y jueces venales (sin competencia en materia comicial) con un árbitro electoral avasallado a un impresentable capitán, un rencoroso loquero y un grupete de generales bachaqueros, convenientemente apadrinados, que matizó de verde oliva la conjura para quebrantar el orden constitucional. ¿Por qué? Sí, por qué incordiamos al paciente lector con esta retahíla de encomillados y bastardillas dejamos de lado que, a pesar de la vaticana bendición, el sesgo ignaciano y los pomposos saludos a la bandera de la concordia izada en Margarita, no habrá diálogo que valga ni tiene objeto perder tiempo ensayando enderezar las ramas de un árbol ingénitamente choreto. A quien así y con justicia nos inquiera, respondemos que el cuento se nos antoja pertinente porque el canal Sony anuncia el inminente estreno de El Comandante, culebrón por entregas «basado en la vida de Hugo Chávez con una alta dosis de romance, espionaje, traición y heroísmo».
¿Serán románticas la necrofilia de su majestad el eterno y la procacidad del te-voy-a-dar-lo tuyo, Marisabel? Con su fisgonear en vidas ajenas y las delaciones y felonías con que consolidó su asalto al poder se pueden rodar millones de pies. El heroísmo, pensamos, es condición reservada al ciudadano que, «harto ya de estar harto», hace historia y se lanza a la calle porque no se cala más a su engendro. O al centenar de presos políticos, víctimas del terrorismo madurista y el fundamentalismo castrense. Pero ¿qué le vamos a hacer si los empresarios del show business no diferencian entre héroes y rufianes, mientras puedan ganar dinero con epopeyas de comiquita?

Fuente:
http://www.el-nacional.com/raul_fuentes/heroes-rufianes_0_947905360.html

INSÓLITO AGRAVIO

EL UNIVERSAL, Caracas, 30 de octubre de 2016
Fermín Toro y el asalto al Congreso
José Félix Díaz Bermúdez

Hecho bochornoso de nuestra historia, repudiado mil veces por las generaciones patrias, hecho infamante que acusa al general José Tadeo Monagas, libertador y autócrata a la vez, fue el asalto al Congreso el 24 de enero de 1848. El vil acto se produjo para impedir el juicio de responsabilidad contra el prenombrado general a quien poco importó el carácter y la significación del Parlamento como representante y depositario de la soberanía nacional. La República fue mancillada con tan grave suceso, uno de los más vergonzosos de nuestra vida institucional.
Entre los que se opusieron al gesto de barbarie para honra de su historia ejemplar se encuentra uno de nuestros principales ciudadanos, don Fermín Toro, varón insigne de la patria, literato, diplomático y pensador político excepcional a quien Venezuela debe no solamente sus notables escritos y discursos, sino su participación decisiva en momentos trascendentales de la República.
No obstante las vacilaciones y los miedos de algunos, ese ilustre patricio expresó su rotunda condena al nefasto suceso en defensa del honor ciudadano frente a los atropellos de la fuerza, tal y como lo testimoniaron también otros hombres quienes luego de la independencia sostuvieron con sentido afirmativo los derechos irre­nun­ciables de la patria.
En sus escritos, consecuente con su vida pública, Fermín Toro sostuvo y desarrolló con propiedad la doctrina republicana destacando su carácter político y su signifi­cación histórica para asegurar la auténtica conducción de Venezuela hacia un destino de paz, civilización, democracia y progreso.
Observando la evolución de los hombres y apreciando el sentido indetenible de la historia, Toro advirtió el curso inevitable de la sociedad humana, indicando: “Sí; a los pueblos toca gobernarse” al descartar de esa manera la presencia de los personalismos y de formas políticas antiguas exaltando frente a ellas a la democracia como sistema connatural a la República, por lo cual expresó que: “el pueblo es todo”, posibilidad extraordinaria que creía entonces realizable en América.
Sintetizó de manera admirable su pensamiento político al analizar las formas de gobierno: “Ley y libertad sin poder - anarquía; Ley y poder sin libertad - despotismo; Poder sin libertad ni ley - barbarie; Poder con libertad y ley - república”, y observaba la necesidad de que nuestras jóvenes naciones se condujesen conforme a principios civilizados alcanzando la estabilidad de sus instituciones, la protección de los derechos ciudadanos, el respeto a las leyes, la sanción de los crímenes, todo lo cual constituiría: la “fuerza moral” que aspiraba obtuviesen estos países.
Como elevado testimonio de singular patriotismo y consciencia ciudadana, Fermín Toro condenó aquel deplorable atentado contra la institución parlamentaria al señalar: “El Poder Legislativo, norma de los otros poderes, fuente de la administración, y de la jurisprudencia y principio vital del gobierno representativo, ha sido atacado y violado, su independencia destruida y aniquilado su poder moral…”.
De la misma manera, profundamente crítico de los procederes del presidente Monagas, al cual encontraba: “inclinado a los aplausos del partido” y quien a su vez: “Recogió y se apoderó de las armas y pertrechos de guerra pertenecientes al Estado y la puso en manos de sus partidarios”; el general José Antonio Páez describió con horror los acontecimientos del Congreso de la siguiente forma: “…una soldadesca compuesta de la milicia de reserva armada, con la violencia de un plan preconcebido y contando con la impunidad, invadió la Cámara como si fuera ciudadela sorprendida por asalto, e hizo fuego sobre los Representantes del Pueblo”.
Orador parlamentario destacado como siempre lo fue Fermín Toro, indicó desde la tribuna diez años después de aquel agravio insólito su invariable postura: “Por desgracia, señores, hay otro símbolo; y los Monagas han simbolizado a Venezuela durante una década de oprobio. Yo he visto la larga procesión de los Monagas ocupar por diez años nuestra triste historia; en pos de ellos seguían sus llamados militares, acuchilladores dispuestos a derramar la sangre de los venezolanos a la primera señal de su señor; he visto a los gremios industriales llamando padres a los que devoraron la sustancia de los pueblos; he visto el batallón famélico de los empleados devorando las rentas nacionales; he visto los tribunales vendiéndose a sus pies la sangre del justo; y he visto los Congresos más envilecidos que los eunucos de un serrano”.
La consciencia nacional ordena una conducta honrosa, un gesto de dignidad y consecuencia, un ejemplo de verdadera rectitud y patriotismo. La patria es superior a cualquier ambición o beneficio propio porque, por encima de todo, está ella misma, sus derechos y libertades sacrosantas por las cuales ha derramado tanta sangre en sus  luchas heroicas el pueblo venezolano.

Fuente:
http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/fermin-toro-asalto-congreso_624154
Ilustración: Dumont.

FACHADA DE FACHADAS

Nuestra Asamblea
Federico Vegas

¿Cuál ha sido la edificación más revolucionaria en la historia de Caracas?
¿Cuál ha sido la que por más tiempo ha cumplido la misma función?
¿Cuál es la más necesaria en este momento histórico?
Pueden haber distintas respuestas a cada una de estas preguntas, pero hay una sola que contesta con acierto las tres: el Palacio Legislativo, sede de la Asamblea Nacional.
¿Por qué su arquitectura fue tan innovadora en su tiempo, y, a la vez, tan adecuada para dar albergue y continuidad a una asamblea a través de siglo y medio de dictaduras y democracias?
¿Qué celebra y propicia este edificio?
La celebración de nuestra democracia
Los grandes palacios de Florencia semejan fortalezas con sus altas fachadas de piedra y pequeñas puertas y ventanas. Los Palacios de Venecia son enormes vitrinas con arcadas abiertas donde ricos mercaderes se sentían seguros y dichosos de exhibirse.

Estas diferencias de estilo fueron consecuencia de una situación política. Florencia vivió siglos de luchas internas: disputas entre Gibelinos y Güelfos, enfrentamientos entre la aristocracia y la nueva élite mercantil, rivalidades entre los Albizzi y los Médici, más los delirios religiosos de Fray Jerónimo Savonarola.
En cambio Venecia tuvo la suerte de consolidar una república más estable, donde los problemas internos se resolvían con una suerte de democracia para evitar tanto las rivalidades como una excesiva concentración de poder.
¿Cómo nuestra historia política ha asumido a nuestro llamado “Palacio Legislativo”?
Fue iniciado en 1872 por Antonio Guzmán Blanco, llamado el “déspota ilustrado”. Uno de los sueños despóticos e ilustrados de Guzmán era crear, para su gloria personal, un capitolio a imagen y semejanza de las grandes repúblicas. Los medios eran escasos y al principio los tres poderes compartían los espacios del modesto palacio, pero no les resultaría fácil convivir teniendo necesidades tan distintas, y pronto el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial se marcharon dejando al Legislativo disfrutar de toda la edificación.
Es comprensible que se marcharan el presidente con los jueces y se quedaran los asambleístas. La naturaleza del lugar, con sus aperturas generosas a la ciudad y al cielo, la hace apropiada para una actividad más cívica y compartida entre iguales. Su configuración invita al encuentro y la discusión abierta, pero no va bien con los secretos y argucias de quienes ejercen el poder y emiten sentencias, instancias que requieren de resguardo y fuertes medidas de seguridad. Y ya vimos el domingo, 24 de octubre, lo fácil que es traspasar las amplias y francas puertas de la Asamblea.

No existe un espacio donde se congreguen tantos servidores públicos elegidos por el pueblo y al servicio de todo el país. El presidente es uno solo; los gobernadores y alcaldes se deben a sus regiones; a los jueces los elige la Asamblea, pero pueden tornarse contra ella, como hoy lo demuestran pruebas estruendosas e incesantes. La Asamblea también elige a los rectores del Poder Electoral, hoy al servicio de la permanencia del Poder Ejecutivo.
Este recuento nos señala que el cuerpo constituido con la mayor cantidad de venezolanos elegidos por el pueblo es nuestra Asamblea, y, por consiguiente constituye el ente más genuinamente democrático. A esto se añade que sea la institución más recientemente elegida, lo que tiene una doble significación ahora que estamos bajo la amenaza de no celebrar elecciones por mucho tiempo.
La celebración de lo civil
Ya hemos hablado en otro ensayo (http://prodavinci.com/blogs/quince-anos-por-60-segundos-por-federico-vegas) sobre las dificultades que ha tenido la palabra civil en el castellano. Provenía de una palabra latina, civilis, que significaba “perteneciente a la ciudad o a los ciudadanos”, pero en la evolución de nuestro idioma empezó a significar “Ruin, mezquino”. La razón de semejante descenso es que lo civil se oponía estructuralmente a lo militar, y el poder militar era entonces la fuerza predominante. En Francia, Italia y Cataluña, donde los ciudadanos contaban con mejores instituciones, la palabra civil conservó su significado latino, al que se fue agregando “sociable, urbano, atento”.
Le tomó tiempo a lo civil ganar terreno en España e Hispanoamérica, y aún hoy ese significado de ruin y mezquino aparece en la séptima acepción del diccionario de la Real Academia, como amenazando con regresar al primer lugar.
Hace años, el entonces ministro Miquilena se preguntaba:
—¿Sociedad civil, con qué se come eso?
Nos estaba asomando a una amenaza que ahora se ha cumplido: en Venezuela el poder no reposa en la sociedad ni en las instituciones civiles, sino en la fuerza militar y los representantes civiles encargados de servirles.
La tercera acepción de civil en el diccionario habla de aquello “que no es militar ni eclesiástico”. Nuestro Palacio Legislativo, por su misma escala y disposición, radicalmente distintas a las de una fortaleza o una iglesia, se presta a las actividades civiles. Desde el momento en que se entra a la edificación sentimos que está dedicada a las tareas propias del ciudadano. Los uniformes y las armas, las togas negras y los birretes, no tendrían sentido en sus corredores ni en los jardines de su gran patio.
La celebración de nuestra casa tradicional
Esos capitolios grandiosos pueden ser contraproducentes. No siempre conviene que sobre espacio, pues se presta a la acumulación y la estupidez. La sede de nuestra Asamblea es modesta si hablamos de palacios, pero sus proporciones son generosas si la consideramos como una casa.
No creo que entre los propósitos del déspota ilustrado y sus arquitectos estuviera realizar una interpretación de la casa caraqueña tradicional. Debe haber sido más bien una referencia inevitable de un modelo que ya tenía varios siglos funcionando.

La tipología de casa urbana que heredamos de la colonia fue muy exitosa, de aquí su perdurabilidad. Sigue siendo una solución válida, fresca, acogedora y muy urbana. Su planta de espacios organizados alrededor de un patio viene a ser un microcosmos de la ciudad. Lo que para la casa era el patio para la ciudad era la plaza.
En los años cincuenta este sabio modelo fue abandonado y de la casa con patio se pasó, en una sola generación, a mitificar el modelo anglosajón de la quinta con jardín. Son modelos antagónicos. Uno tiene sus espacios abiertos al aire y la luz en el centro y está concebido para integrarse y formar cuadras; el otro tiene sus espacios abiertos en la periferia y está concebido para estar separado. De la casa como instrumento de integración se pasó a la casa como un medio de disgregación.

Lo cierto es que Guzmán Blanco nos dejó en herencia una extraordinaria interpretación del hogar caraqueño tradicional. Sus arquitectos ampliaron los patios y corredores de la intimidad familiar y los convirtieron en espacios propicios para que los diputados se encontraran y argumentaran sobre el destino de la nación.
El llamado Palacio de Miraflores, construido unos veinte años más tarde por Joaquín Crespo, y sede de la Presidencia de la República a partir de Cipriano Castro, ejemplifica la tipología de una quinta con jardín, montada y resguardada en una colina y separada de la trama urbana.

Leon Battista Alberti explicó en tiempos del Renacimiento cuál debe ser la relación entre la arquitectura y el urbanismo: “La ciudad es una gran casa, y la casa, a su vez, una pequeña ciudad”. Tenemos la suerte de tener en el centro fundacional de Caracas una gran casa convertida en una pequeña ciudad.
La celebración de nuestra ciudad
La Caracas de la colonia había quedado devastada con las guerras de independencia. En 1870 todavía se veían las ruinas que había dejado el terremoto de 1812 y la ciudad aún no alcanzaba los 50.000 habitantes que tenía el 19 de abril de 1810.
Después de un letargo de medio siglo había llegado el momento de dejar atrás la ciudad colonial y crear la capital de una joven y aturdida república. En la gesta que inicia Guzmán a partir de 1870, la ciudad va a ser la máxima expresión de su pensamiento político. Cada una de sus obras refleja su visión sobre un tema: el parque El Calvario señala cuál debe ser la relación entre la naturaleza y lo urbano; la plaza Mayor pasó de ser un mercado a convertirse en un jardín donde se rinde culto a Bolívar; el acueducto de Macarao y la creación de un nuevo cementerio al sur de la ciudad demuestran la importancia de la salud pública. La relación entre lo que crea Guzmán y los limitados medios de que dispone es impresionante, sobre todo por lo mucho que nos está diciendo, proponiendo, orientando, augurando.

Muchos de los nuevos edificios consisten en fachadas neoclásicas superpuestas a construcciones que ya existen y se les da nuevos usos. Más tajante es su estrategia de derribar templos y conventos para dotar a la ciudad de edificaciones civiles. Para Guzmán, la ciudad colonial estaba dominada por lo sacro y le había llegado la oportunidad a lo cívico. El caso más notable va a ser el Palacio Legislativo, construido en una cuadra donde antes había un institución religiosa.
Fue un evento y un escándalo cuando las Reverendas Madres de la Inmaculada Concepción fueron obligadas a desalojar su convento, muchas de ellas damas de sociedad que se habían recluido por sus virtudes o por sus pecados. Nada más exclusivo que un convento de clausura y más inclusivo que una asamblea. El término “exclusivo” lo hemos convertido en una cualidad cuando implica excluir. Yo prefiero los espacios incluyentes, como los mercados y las plazas.
La manera en que el Capitolio se implantó donde antes estaba el convento fue para los caraqueños una sorpresa mayor que el desalojo de las reverendas. Hasta entonces las edificaciones se ajustaban a los límites de la cuadra creando un sistema de muros continuos con portales y ventanas, pero ahora el edificio se retiraba con entrantes que regalaban jardines a la calle. El damero dejaba de ser una camisa de fuerza y los edificios podían generar en su perímetro bulevares, nuevas experiencias urbanas. La noción de espacio público ya no se limitaría a las plazas.

Cuando Ricardo Razetti realiza su plano de Caracas en 1897, ya Guzmán Blanco había sido derrocado y vivía en el París de sus sueños y principales referencias, pero Caracas sigue siendo la ciudad que él había reinterpretado. En este plano podemos ver el impacto del Capitolio, su esplendida oferta a los que están dentro y fuera del edificio.
Los arquitectos que trabajaron con Guzmán van a estar sometidos a mucha presión. Luciano Urdaneta y Hurtado Manrique deberán manejar diversas técnicas, desde elementos metálicos prefabricados hasta muros de adobe. Otra exigencia era la prisa. La parte sur, donde están los espacios para las sesiones de la Asamblea, se construyó en menos de cinco meses, un tiempo récord para entonces e imposible de lograr hoy en día.
El espacio que más me asombra y disfruto es el patio central. Su misma proporción, mayor a la usual en las casas de entonces y de ahora, debe haber asombrado a los caraqueños del siglo XIX tanto como hoy a los del siglo XXI. Una de las fotos que tomé en mi última visita podría ser de las playas de Morrocoy o de un bosque en Barlovento. Es hermoso y emocionante encontrar en el corazón del recinto un homenaje a nuestra naturaleza.

El patio fue un descubrimiento tan fundamental como la rueda. Permitía en las enormes extensiones del campo crear una suerte de pequeño espacio urbano y en la ciudad dar presencia al verde en los hogares. En Caracas se ha convertido en una especie en extinción. La familia venezolana que dependió del patio para vivir y congregarse, ha logrado eliminarlo en pocas décadas. Esta nueva condición, con implicaciones creo que antropológicas, me lleva a pensar que uno de los mayores aportes de nuestro pequeño palacio y gran casa sea ese gran patio que es también una pequeña plaza. Los niños que lo visitan se sienten desconcertados al principio y muy felices minutos después.
La celebración de nuestra alma republicana
No hay sede de gobierno con más historia que la casa de nuestra Asamblea Nacional, ni con más presencia en la memoria colectiva. Todos sabemos donde está y cómo funciona.
El Palacio de Miraflores, en cambio, es cursi y estrambótico; la sede de los jueces está disgregada en varios lugares; las rectoras electorales se reúnen en no sé que pisos del Centro Simón Bolívar.
Aparte de la ubicación de estos poderes, está la imagen que surge al preguntarnos cómo diablos funcionan. Del presidente y sus ministros hemos visto alguna vez una larga mesa; de los rectores solo un rostro cansado frente a un micrófono; de los jueces bastante menos, algo en su misma naturaleza los hace remotos y ocultos.
Los congresistas, en cambio, son actores continuamente expuestos y acosados por cámaras y micrófonos al estilo del programa “Gran hermano”.

Hace pocos días visité por primera vez el salón de sesiones y me impresionó su escala. Me sentí como cuando visité el colegio donde estudié primaria y todo lucía más pequeño. Otra referencia que vino a mi mente fue el corral de la comedia en Almagro, y ciertamente se han dado interesantes comedias en nuestra Asamblea. Pero también tragedias. El asalto al congreso de 1848 que provocó ocho asesinatos no ocurrió en el actual Palacio Legislativo, pero el aura de esos hechos sí se siente, especialmente después de este domingo, cuando fue asaltado por una turba. No es casualidad que en 1848, tal como ahora, se estaba considerando enjuiciar al presidente de la república.
De nuevo con la acuciosidad de un episodio de “Gran Hermano”, vimos largas y exhaustivos videos de los asaltantes, sus paroxismos y muecas mientras esperaban a que milagrosamente los viniera a reconducir, esta vez hacia la salida, el alcalde Jorge Rodríguez.
El dantesco zafarrancho fue positivo. La escena toda solivianta la viva presencia que la Asamblea tiene en nuestra psique. Sabemos bien dónde están nuestros diputados, cómo actúan, a qué presiones y riesgos están sometidos, la valentía y sacrificios que su vocación les exige, y esa misma observación obsesiva nos hace partícipes, protagonistas y dolientes de lo que está en juego. En este pertenecer y estar presente reside la esencia y el sentido de la democracia.
Es paradójico que un lugar tan importante no esté protegido y que sus entradas, insisto, sean tan francas e invitantes. No existe una edificación pública más transparente. Podemos ver a través de sus puertas y su patio desde la calle este hasta la calle oeste. ¿Qué sentido tiene entonces que la mayor y más variada concentración de elegidos se encuentre en un lugar tan abierto, tan frágil? La respuesta es que allí está el alma de nuestra democracia y el alma nunca debe estar acorazada ni escondida.
Más temprano que tarde toda nación comprende que debe proteger su alma, el espejo donde todos necesitamos reflejarnos. La fuerza con que sintamos este deber y este derecho es en definitiva la única garantía de su permanencia.

Fuente:
http://prodavinci.com/blogs/nuestra-asamblea-por-federico-vegas/
Gráficas en orden sucesivo:
* Vista aérea.
* Izquierda: Palazzo della Signoria, Florencia; derecha: Palazzo Ducale, Venecia.
* Entrada Este del Palacio Legislativo.
* Izquierda: Palacio legislativo en la Habana; derecha: Palacio de la legislatura en Buenos Aires.
* Izquierda: Casa de patio; derecha: Quinta con jardín.
* Vista del Palacio de Miraflores en 1909.
* Palacio Legislativo en Caracas. Patio interior.
* Fachada norte.
* Fachada sur.
* Plano de Caracas por Ricardo Razetti, 1897.
* Chaguaramos en el patio. Fotografía de Federico Vegas.

Breve nota LB: Magnífico texto que nos permite recordar que, a finales de septiembre del presente año, le propusimos al historiador Sócrates Ramírez (Asamblea Nacional), realizar un foro sobre la sede legislativa, sugiriéndole ls nombres de Hannia Gómez, María Sigillo y Nicomedes Febres. La idea surgió a raíz de una reproducción de una de las fachadas del Capitolio bañada por consignas subversivas, en 1968 que no distan de las actuales agresiones a la edificación. La fecha del evento (un coloquio), fue postergada por un viaje de Hannia. No hemos recibido noticias sobre el evento, aunque resulta obvio que las actuales circunstancias impiden el normal desarrollo de las actividades.

sábado, 29 de octubre de 2016

PARECE UN LUGAR COMÚN

Monagas no fue el único
Jose Alberto Olivar

Las violentas imágenes de grupos armados asaltando el recinto parlamentario, hicieron recordar a varios, a un tal Monagas y los sucesos del muy lejano 24 de enero de 1848. ¡Oh Monagas, siempre Monagas! No hay duda que su impronta nefasta quedó grabada para siempre en los anales de la accidentada historia institucional de Venezuela.
Pero aquel no fue el único en acometer embestidas contra la institución que por excelencia constituye el principal foro político de la República, léase el Poder Legislativo Nacional. Otro mandamás, aspirante a inscribir su nombre en la larga lista de dictadorzuelos que han plagado esta tierra, hizo lo suyo para cercenar de un tajo la incómoda faena de lidiar con un parlamento contrario a sus intereses. Ese fue el Dr. Raimundo Andueza Palacio, presidente de la República entre 1890 y 1892.
Certeramente calificó el historiador Ramón J. Velásquez, como “la gran crisis de 1892”, el choque de poderes que padeció Venezuela aquel turbulento año. Andueza Palacio se había empeñado en reformar la Constitución vigente de la época, para prolongar su estancia en el solio presidencial. Sus amigos en el Congreso, maniobraron para complacerle el antojo, pero ante la negativa contundente de una fracción cada vez más creciente de Senadores y Diputados, Andueza Palacio mostró su enfado y amenazó con no separarse del cargo al término de su período presidencial, que de acuerdo a la letra constitucional fenecía el 20 de febrero de ese año.
Ante aquel abierto desafío, los parlamentarios opuestos al presidente Andueza Palacio, levantaron la bandera del legalismo y exigieron respeto a la alternabilidad republicana, conminando a los partidarios oficialistas a dejar en entera libertad al Congreso para cumplir sus funciones y designar a un nuevo Presidente de la República. A medida que pasaban los días, la situación se fue agudizando, hasta que Andueza Palacio hizo publicar una proclama en la Gaceta Oficial en la que participaba a los venezolanos “… que se veía en el deber de permanecer en el ejercicio de la Presidencia ante una tenebrosa conspiración de la impenitente oligarquía”. De igual modo dio la orden de apresar a los parlamentarios de oposición, con lo cual disolvía de hecho el Congreso.
Los periódicos antigubernamentales fueron clausurados y la represión tomo cuerpo en todo el país. La dictadura mostró su rostro sin ambages.
En vista del descarado autogolpe, los magistrados del Poder Judicial se rehusaron a reconocer al usurpador Andueza Palacio y declararon suspendidas las actividades tribunalicias, hasta tanto no fuese restablecido el orden constitucional. La guerra había estallado y al frente estaba el senador y ex presidente, general Joaquín Crespo, quien salió en defensa del malogrado Congreso, blandiendo su espada para derrocar a Andueza y su séquito de adulantes.
Entre tanto en el palacio de gobierno, bullía la improvisación, dado que Andueza Palacio jamás había comandado una campaña militar, por lo que quedó prácticamente prisionero de los jefes militares que decían respaldarlo. La tensión fue in crescendo en medio de altibajos que pronto menguaron el aparente poderío del gobierno.
De manera que comenzó a tomar fuerza en el seno del oficialismo, la idea de solicitar la renuncia del presidente Andueza Palacio. Este se negó hasta el último momento, pero ante la contundente exigencia de su Ministro de Guerra y Marina y del jefe del Ejército Nacional,  Andueza Palacio se separó de la presidencia y tomó el camino del exilio.
Parece un lugar común, pero ese, es tarde o temprano, el final de los dictadores. Tamaña lección nos da la Historia para vernos en el espejo del presente y sacudirnos el yugo de la indolencia  y el colaboracionismo.

Fuente:
http://www.lapatilla.com/site/2016/10/24/jose-alberto-olivar-monagas-no-fue-el-unico/

INICUA

EL NACIONAL, Caracas, 29 de octubre de 2016
La FAN y su responsabilidad
Emiro Rotundo Paúl 

En el lamentable proceso de desmantelamiento global del país, que lo afecta en la economía, la política, la seguridad ciudadana, el sistema democrático, la constitucionalidad, el orden social y la moralidad republicana, la responsabilidad mayor corresponde a la Fuerza Armada Nacional (que ese es su verdadero nombre, según la Constitución, sin ningún otro apelativo adicional). Esa responsabilidad se evidencia, no solo por el hecho público y notorio de que el pensamiento antidemocrático y totalitario del chavismo surgió de su seno, sino fundamentalmente porque su puesta en práctica por parte de los regímenes de Chávez y Maduro solo ha sido posible por el apoyo incondicional y cómplice de la camarilla militar que sustituyó en el mando a la oficialidad institucional y democrática que fue defenestrada por exigir la renuncia de Chávez (la cual aceptó) por su participación en los sangrientos sucesos del 11-A del año 2002.
En 1992 el presidente Carlos Andrés Pérez afrontaba una situación difícil. Luego de los grandes aumentos de precios petroleros decretados unilateralmente por la OPEP en los años 70, los mismos habían caído en la década siguiente, y pese a que todavía eran muy superiores a los que regían antes de la acción de la OPEP, los desajustes que los inmensos ingresos públicos adicionales habían causado a la economía nacional eran irreversibles. El gasto público se multiplicó, el país se endeudó, no pudo ajustarse a las nuevas condiciones y se originó un enorme déficit fiscal acompañado de una relativa escasez de productos y un proceso inflacionario. El presidente Pérez, asistido por un equipo de jóvenes profesionales partidarios de las nuevas corrientes del pensamiento económico liberal, intentó corregir la situación con su política del Gran Viraje que, por un sistema alternativo, pretendía sustituir el modelo populista y rentista que había imperado hasta entonces (los del gobierno, que intentaron tumbar a CAP en el 1992 por querer cambiar el rumbo. Dicen hoy que eso, precisamente, es lo que debe hacerse).
CAP tuvo una oposición generalizada (la “conspiración de los náufragos”, la llamó una periodista en un libro suyo titulado así, el cual vale la pena leer porque contiene información de interés sobre el tema). Las medidas de CAP fueron denominadas por los opositores, especialmente por la izquierda marxista, el “paquetazo neoliberal”, pero lo cierto es que para 1992, cuando se intentaron dos golpes militares (uno de ellos encabezado por Chávez), las medidas de CAP estaban dando buenos resultados y Venezuela tenía uno de los índices de crecimiento más alto de la región. Era, como quedó demostrado posteriormente, el camino correcto a seguir y si en vez de rechazo el presidente Pérez hubiera tenido el apoyo necesario, las cosas serían hoy muy diferentes y desde luego mucho mejores.
Chávez gobernó al país como militar, con uniforme y boina roja, e impartiendo órdenes como en un cuartel: “exprópiese, métanmela presa (a una juez) y denle 30 años de cárcel, expúlsenlo del país, muévanme un batallón a la frontera, cada pescador o pescadora del Orinoco debe cargar un fusil en su espalda”, etc., etc. Politizó los mandos militares y los obligó a saludar con el puño en alto y a vocear consignas políticas a favor de la revolución, del gobierno y del partido, todo ello en flagrante violación a la Constitución Nacional que establece la imparcialidad de la FAN (Arts. 328 y 330). Asignó funciones administrativas a oficiales de alta graduación en proyectos en los que se manejó mucho dinero sin control, acentuando la corrupción que ya existía en la FAN.
Pero donde más se observa la actuación inicua de la FAN y su falta de lealtad con la Constitución y al país es en la etapa posterior a la muerte de Chávez, cuando el diosdado-madurismo, colocándose al margen de la ley, comienza a realizar toda clase de atropellos utilizando como ariete a los otros poderes del Estado sometidos a su dominio, con el apoyo absoluto de la institución castrense. La FAN ha pisoteado sus banderas y ha prostituido su misión, porque las armas de la República no pueden ser utilizadas para sostener a un régimen ilegítimo que desconoce la Constitución y gobierna en forma dictatorial.
La FAN ha sido, no solo el principal sostén del sistema, sino su agente más activo, con mayor grado de responsabilidad que Chávez, Maduro, Diosdado, el CNE, el TSJ y demás dinamiteros de la República. Esto no puede ser olvidado. El profundo daño infligido al país por la FAN debe ser tomado muy en cuenta cuando se lleven a cabo los profundos cambios que tendrán que hacerse en Venezuela una vez superada la devastación chavista.

Fuente:
http://www.el-nacional.com/emiro_rotundo_paul/FAN-responsabilidad_0_947905376.html

ADEMÁS, INCOMPETENTE

Sobre la nacionalidad de Nicolás Maduro y la declaración de la Sala Constitucional
José Ignacio Hernández G.

Cuando existen dudas sobre la nacionalidad de una persona, es preciso efectuar una investigación detallada y seria. Y si la nacionalidad es un asunto de controversia judicial, son varias las pruebas que deben ser conocidas.
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia tomó un camino distinto. Apenas nueve días le bastaron para concluir que el “Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, es, en efecto, ciudadano venezolano por nacimiento que no posee otra nacionalidad”.
Con ello, la Sala Constitucional pretende cerrar para siempre el asunto de la nacionalidad del Presidente. Por ello, debemos preguntarnos: ¿cuál es la verdadera consecuencia de esa decisión?
Una demanda para salvar la paz de la Nación
Los hechos sucedieron así: el 19 de octubre de 2016 Nicolás Maduro solicitó a la Sala Constitucional la interpretación de la Constitución, a fin de aclarar “las actuaciones desplegadas por algunos ciudadanos, dirigidas a señalar falazmente el supuesto incumplimiento, por parte del Presidente de la República, del requisito constitucional referido a ser venezolano por nacimiento, sin otra nacionalidad”. La demanda se basó además en la necesidad de evitar perjuicios a “la estabilidad democrática de la República, de la paz de la Nación y de los valores que, en general, sustentan el orden público constitucional”.
Es decir, que las dudas existentes en torno a la nacionalidad de Nicolás Maduro —y las investigaciones que en tal sentido adelanta la Asamblea Nacional— fueron consideradas un atentado a la estabilidad democrática.
La paz de la Nación parece depender, así, de un asunto de nacionalidad.
Una sentencia sin juicio
Tal demanda era improcedente. La Sala Constitucional, si bien puede interpretar las normas sobre nacionalidad aplicables al Presidente, en modo alguno puede declarar cuál es la nacionalidad de Nicolás Maduro, lo que es un asunto civil o, en su caso, electoral.
Sin embargo, la Sala Constitucional consideró que sí podía conocer de la solicitud formulada por Maduro. Para ello, la Sala calificó a tal solicitud como una demanda. Y toda demanda, para ser sustanciada, requiere un juicio.
Pero la Sala Constitucional resolvió esta demanda sin juicio. No permitió, así, que quienes mantienen una opinión distinta pudiesen intervenir para presentar los alegatos y pruebas correspondientes.
La Sala intentó justificar la ausencia de juicio en dos líneas: el asunto de la nacionalidad es un asunto de mero derecho, o sea, una decisión basada solo en la interpretación de la Constitución que no requiere pruebas.
Determinar la nacionalidad de Nicolás Maduro es un asunto de hecho, no de derecho: la nacionalidad es un hecho que solo puede acreditarse mediante pruebas, y las pruebas requieren un juicio.
Con lo cual, nos encontramos ante una sentencia sin juicio.
¿Qué dijo la Sala Constitucional?
La propia contradicción de la Sala Constitucional se aprecia en las primeras líneas del Capítulo de la sentencia en la cual analiza los fundamentos de su decisión. Pues allí la Sala analizó las pruebas que, a su decir, acreditan la nacionalidad de Nicolás Maduro.
Con lo cual, no se trataba de un asunto de mero derecho, sino por el contrario, un asunto de hecho que requería por ello de un juicio, que la Sala se negó a sustanciar.
¿Cuáles fueron las pruebas que la Sala examinó, sin permitir que nadie más tuviese acceso a esas pruebas? Por un lado, una copia “debidamente certificada de documento oficial contentivo del acta de nacimiento del ciudadano Nicolás Maduro Moros, remitida por el Consejo Nacional Electoral (CNE), signada al dorso con el número 2823, en la que se deja constancia que el ciudadano Nicolás Maduro Moros, nació en la ciudad de Caracas, para entonces, Departamento Libertador del Distrito Federal, parroquia la Candelaria, el 23 de noviembre de 1962”.  Además, la Sala también examinó “copia certificada de otro documento oficial, a saber, de la tarjeta alfabética que reposa en el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), en el cual se ratifica que el ciudadano Nicolás Maduro Moros, titular de la cédula de identidad N° V-5.892.464, nació en la ciudad de Caracas, para entonces, Departamento Libertador del Distrito Federal, parroquia la Candelaria el 23 de noviembre de 1962”.
Luego de afirmar que Nicolás Maduro nació en Venezuela, la Sala Constitucional desestimó la posibilidad de que Maduro tuviese otra nacionalidad, en concreto, la colombiana. Para la Sala Constitucional, pareciera que la doble nacionalidad requiere un acto voluntario: no es suficiente que una persona tenga, además de venezolana, otra nacionalidad por nacimiento. Para la Sala, sería necesario que esa otra nacionalidad haya sido voluntariamente asumida, pues “no existe el deber de adoptar otra u otras nacionalidades”.
Con este razonamiento, la Sala Constitucional cerró el paso a cualquier duda sobre si Nicolás Maduro, incluso habiendo nacido en Venezuela, tenía —por nacimiento— otra nacionalidad.
Una afirmación sostenida, incluso, interpretando la Constitución de Colombia. Específicamente, la Sala consideró que los hijos de padre o madre colombianos, nacidos en el extranjero, tendrán la nacionalidad colombiana si “luego se domiciliaren en territorio colombiano o registraren en una oficina consular de la República”.
¿Qué quiere decir esto? Que asumiendo que el padre o madre de Nicolás Maduro tengan la nacionalidad colombiana, por ese solo hecho, Maduro no tendría esa nacionalidad, pues para ello sería necesario haber fijado su domicilio en Colombia o haber sido registrado en una Oficina Consular.
La Sala, por supuesto, no entró a analizar ninguno de esos hechos, pues más bien se limitó a limitar el concepto de la doble nacionalidad, para negar —sin fundamento de hecho alguno— que Maduro no tiene doble nacionalidad.
Una amenaza
De paso, la Sala Constitucional advirtió que las investigaciones adelantadas por la Asamblea Nacional sobre la nacionalidad de Nicolás Maduro son infundadas y temerarias. Tales investigaciones, además de vulnerar “su honor y reputación”, quebrantan el Poder Público y el Estado en general, afectando además la “estabilidad económica y social de la nación, en perjuicio de todo el pueblo venezolano”, todo lo cual “podrán acarrear las correspondientes consecuencias penales, civiles, administrativas y, de ser el caso, disciplinarías, mediante la activación de los procesos respectivos por parte de las autoridades competentes, en correspondencia con los postulados de supremacía constitucional, legalidad y autonomía de los órganos del Poder Público (arts. 7, 136 y 137 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela)”.
Para la Sala Constitucional, entonces, toda la estabilidad del país depende de la nacionalidad del Presidente de la República.
¿Qué efecto práctico tiene esta sentencia?
Ninguno.
No se me pasa por alto que la Sala Constitucional recordó que su sentencia es vinculante, ordenando además su publicación en Gaceta Oficial. Sin embargo, también es cierto que la Sala Constitucional no tenía competencia para analizar un asunto de hecho, como es la nacionalidad de Nicolás Maduro. Y mucho menos podía declarar sobre ese hecho sin un juicio.
De otro lado, la Asamblea Nacional siempre podrá investigar sobre aquellos asuntos que considere son de interés nacional. Incluso, para contradecir una conclusión afirmada por la Sala Constitucional, como en el pasado ha sucedido.
Más allá de ello, y como ya expliqué aquí en Prodavinci, lo cierto es que ni la Asamblea Nacional ni la Sala Constitucional pueden emitir alguna decisión relevante en torno a la nacionalidad del Presidente. La Sala Constitucional no tiene competencia para dictaminar sobre cuál es la nacionalidad, y la Asamblea Nacional solo puede investigar sobre tal nacionalidad.
¿Y qué entiendo por una decisión relevante? Una conclusión que, además de determinar la nacionalidad de Nicolás Maduro, pueda conducir a afectar jurídicamente su condición de Presidente de la República.
Pues el único órgano que podría decir algo relevante en tal sentido es la Sala Electoral, en el supuesto que alguien demande la nulidad de la elección de Nicolás Maduro como Presidente de la República, invocando que tal ciudadano no cumplía los requisitos necesarios para haber sido electo Presidente. Así, solo la Sala Electoral podría anular la elección de Maduro considerando que este incumple los requisitos de nacionalidad.
Con lo cual, la sentencia comentada de la Sala Constitucional no es más que una decisión declarativa que, en la práctica, es irrelevante, aun cuando contiene diversas amenazas para tratar de eliminar, del debate público, el asunto de la nacionalidad del Presidente.

Fuente:
http://prodavinci.com/blogs/sobre-la-nacionalidad-de-nicolas-maduro-y-la-declaracion-de-la-sala-constitucional-por-jose-ignacio-hernandez/

MÍSTICA

La batalla simbólica
Nicomedes Febres Luces

* Solo Dios en su infinita sabiduría sabe lo que lamento no tener 20 años y regresar a las barricadas en la lucha por la libertad en el tiempo presente. Fui feliz allí conviviendo con el riesgo, con la fraternidad que da el combate, con la pasión del amor a la democracia y la libertad, es sentirse vivo y sentirse útil. Una generación puede llegar a ser mucho más que la melodía de una canción o el uso de una moda o una jerga. Los que nunca lucharon por la causa que creían jamás conocerán sus propios límites ni habrán vivido su juventud a plenitud. Han pasado los años y los que fuimos la vanguardia entonces, así seamos de bandos contrarios, nos reconocemos como una misma generación, y en medio de recuerdos, chanzas y precisiones históricas, somos de una u otra manera el testimonio vivo de nuestro pasado. Hoy tirios y troyanos somos amigos y recordamos juntos. Siento un inmenso respeto y afecto por mis adversarios que dejaron allí sus ilusiones y perdieron, a título personal, hechos significativos de la vida porque su sacrificio fue en balde. Hoy todos esos hombres y mujeres que lucharon por sus ideales y que yo sin vacilaciones ayudé a combatir, son gente de un profundo talante democrático y cívico y lo han demostrado en estos largos 17 años. Esto que estamos viviendo es una perversión de lo que ellos a lo mejor soñaron, y en vez de acomodarse y dejarse querer como próceres, al contrario de lo que hace cualquier boliburgués, crápulas entre los crápulas, ellos desde sus inicios han combatido a este régimen verticalmente, y los he visto llorar y sufrir esta tragedia que nos acogota a todos. Eso habla de su integridad moral. Leer que sargentos de tercera categoría se atribuyen la épica personal de cualquiera de mis amigos es duro para el que lo vivió de verdad en carne propia. Por eso es que este régimen es un régimen de tercerones, de mediocres, de farsantes, sin pasado digno, así ellos quieran engañar a los incautos y a los jóvenes; como esos chavistas nuevo ricos que compran cuadros de retratos viejos para decir que son sus ancestros, y así justificar su riqueza súbita y su origen. De ese tamaño es esta farsa. Antier, oyendo los himnos marciales de la guerra civil española, de bando y bando, me percaté de la pobreza simbólica de este tiempo que vivimos. Imágenes hay por millares y eso habla bien de nuestros fotógrafos y llevo un registro de las obras de arte dedicadas a la lucha por la libertad y la democracia y sé que pronto veremos esa gran exposición en los museos venezolanos, cuando esta costra infecta salga del poder. Como este tiempo ha sido invadido por lo político, el arte de este tiempo también tiene mucho de político, y no se llamen a engaño, porque una obra de arte se debe a su sociedad y a su tiempo. Pero símbolos de este tiempo no son tantos, ni del gobierno ni de la oposición y debemos asumir nuestra cuota de deber. Ni el difunto es un ícono, así lo quieran reiterar hasta la náusea, y ello no pasa del culto a la personalidad, ni el Bolívar zambo tampoco. Que nuestros músicos escriban los himnos que nos movilizarán mañana a la reconquista de la libertad, y que cuando se oigan, nuestro cuerpo se electrice de emoción por esa música que honre nuestra gesta, la gesta de todos ustedes; ese es el deber del músico en esta lucha, que nuestros poetas escriban también sobre esta epopeya nuestra, que nuestros artistas plásticos sinteticen en una imagen estos años heroicos, y que las generaciones venideras acudan a esos textos, a esas imágenes y a esa música para que cuando ya no estemos aquí, esta lucha no caiga en el olvido y los venezolanos del mañana no repitan esta desgracia histórica y ese es el deber actual de los creadores. Esa es la batalla simbólica que también hay que ganar especialmente a Cronos, el Dios del Tiempo. No porque lo heroico haya abundado, deja de ser épico y esto debemos recordarlo. Por eso me he dedicado con denuedo a guardar la memoria histórica de nuestro pasado social para también usarlo simbólicamente y dar a conocer la verdad de nuestros ancestros, que es el pasado verdadero de los venezolanos. Los que hoy apoyan al régimen, no pasan de ser unos traidores a la Patria y están en el lado oscuro de la Historia y la memoria. Y nuestra lucha es testimonio de su indignidad. Vivimos tiempos heroicos y hemos sido del tamaño del compromiso, de allí la urgencia de reconocernos y honrarnos a nosotros mismos, porque honrar honra.

Fuentes:
https://www.facebook.com/nicfebres/posts/10210264367306351
http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/28010-nicomedes-febres-

CAZA DE CITAS

"Peligra la verdad. Un gobierno mediático no puede ser sino víctima del postmodernismo de las mediaciones. Lo que pasa es que a este gobierno no se  le puede acusar de mentiroso o de hipócrita: sobre todo ha de acusársele de ficcionar incansablemente los hechos. Aquí no ha nada oculto: todo es reinventado y maquillado"

Colette Capriles

("La revolución como espectáculo", Random Mondadori, Caracas, 2004: 118)

Ilustración: Dumont. El Universal, Caracas, 18/10/2016.

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Rafael Caldera. "El mito de Sísifo". El Universal, Caracas, 22/07/1987.
- Descubren plan para asesinar a Diego Arria. El Nacional, Caracas, 08/08/74.
- Carlos del Vecchio, el liro de Petkoff y los elogios de Canache Mata. Tribuna Popular, Caracas, 09/10/69.
- Marcelino Bisbal. "Lo que ya no será jamás como antes". El Diario de Caracas, 07/04/89.

Reproducción: José Rafael Pocaterra niega la censura de prensa por entonces prevaleciente. El Nacional, Caracas, 28/02/1950.

viernes, 28 de octubre de 2016

IMPRESIÓN INICIAL

TSJ y la nacionalidad de Maduro (*)
Vicente González DeLa Vega

1.- Como algunos lo saben desde hace tiempo he advertido de las complejidades del asunto de la supuesta doble nacionalidad de Maduro.

2.- De una primera y rápida lectura de la sentencia historico.tsj.gob.ve/decisiones/sco… veo varias inconsistencias de orden procesal e interpretativo.

3.- Lo expuesto en la sentencia, lejos de aclarar el panorama lo obscurece a niveles de hacer que cualquier sospeche.

4.- Es sospechoso, que siendo la Sala Constitucional muy prolija en "citar" hasta a @lapatilla en sus sentencia, no transcriba la partida.

5.- La Sala omite descaradamente citar el contenido de la partida de nacimiento de Nicolas Maduro, ni siquiera la identifica correctamente.

6.- Si la Sala Constitucional indicare el No., Tomo, fecha y lugar de inserción de la partida, así cualquiera la pudiera solicitar. Lo omitieron.

7.- La Sala hace una interpretación parcial de sentencias colombianas sin explicar por qué lo hace.

8.- La Sentencia omite hacer siquiera referencia a los nombres y nacionalidades de los padres de Maduro, elemento que no analizaron.

9.- La Sala Constitucional omite deliberadamente hacer un análisis de Derecho Internacional Privado ratio temporis, grave error.

10.- La sentencia de la Sala Constitucional, lejos de resolver el tema, le ha hecho un flaco favor a Nicolás Maduro. Es realmente un BODRIO.

11.- Que la madre de Maduro sea colombiana no lo convierte inmediatamente en colombiano a el, pero eso NO lo analizó la SC-TSJ. ¿Por qué?

12.- Yo sigo teniendo mis reservas sobre la supuesta nacionalidad colombiana de Maduro, pero esa sentencia levanta muchas sospechas.

13.- La Sala si aborda el tema de la "prohibición de la doble nacionalidad" tema que he explicado bastante, pero muy superficialmente.

14.- La Sentencia también aborda la diferencia entre tener una nacionalidad de manera efectiva y tener derecho a ella, pero lo hace muy mal.

15.- Esa sentencia deja más dudas y cabos sueltos que problemas resueltos. a Nico no le hicieron ningún favor con ese bodrio.

16.- Las omisiones y pésimas interpretaciones de la Sala Constitucional en esa sentencia dejan sobre el tapete que algo se oculta. ¿Por qué?

17.- Increíble que es una sentencia sobre nacionalidad no se use ni una sola vez la expresión "ius sanguinis".

(*) Comentarios inmediatos.
Fuente:
https://www.facebook.com/vicente.gonzalezdelavega?hc_ref=NEWSFEED&fref=nf
Decisión:
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/octubre/191597-907-281016-2016-16-1017.HTML

Post-data: Precisa en las redes sociales VGV:
"Tengo aún mis dudas sobre la tesis de la doble nacionalidad de Maduro como elemento para anular su elección por violación de los requisitos para ser Presidente de la República; pues la determinación contenciosa de dicha doble nacionalidad implicaría ir a un proceso judicial donde habría que producir una serie de elementos probatorios que no se tienen a la mano y que por otra parte del análisis de esos documentos, puede inferirse que Maduro efectivamente no tiene doble nacionalidad. Al momento de su nacimiento, las constituciones de ambos países prohibían la doble nacionalidad y solo después de 1991 en Colombia y 1999 en Venezuela lo permiten. En el caso que efectivamente la madre de Nicolas Maduro haya sido colombiana, es factible concluir que dicha nacionalidad no la adquiere Maduro de manera automática.
Es necesario distinguir entre poseer una nacionalidad y tener el derecho a reclamarla, y en tal sentido en la República de Colombia hay legislación para que aquellos interesados en reclamar o recuperar la nacionalidad colombiana después de la Constitución de 1991 lo hagan, es decir, opera un procedimiento administrativo constitutivo indispensable mediante la manifestación de voluntad. En ese sentido para decir que Maduro tiene nacionalidad colombiana habría que probar que cumplió con dichos tramites.
Dicho lo anterior, llama poderosamente la atención, que la Sala Constitucional, haya omitido deliberadamente indicar la nacionalidad de los padres de Maduro y si cabría la necesidad de interpretar jurídicamente si a este le correspondía tal nacionalidad y explicar los puntos que señalé en el párrafo anterior.
Esta sentencia es de pésima factura y hace sospechar que no fueron evaluados todos los elementos necesarios.
Además la Sala utilizó un procedimiento totalmente ajeno a la naturaleza de la causa y lo resolvió como un asunto de mero derecho, cuando era un tema abierto a pruebas".

El autor completa sus observaciones: http://ciudadanosvenezolanos.blogspot.com/2016/10/sobre-la-sentencia-que-otorga.html?spref=tw&m=1