domingo, 14 de agosto de 2016

¿AHORA, INDEMNES?

Algo más que un estereotipo
Luis Barragán


Aceptemos, por menos de lo que ha hecho este régimen con el país, otro hubiese caído. Circunstancia ésta que no ha ocurrido, por los fabulosos ingresos petroleros que perfeccionaron la estafa política, una cruda represión y decidida censura: acaso el mayor logro, una  campaña propagandística y publicitaria defensiva que no ha escatimado en recursos y perversiones que convierten a los psicólogos sociales empleados en la clave de bóveda de una ya larga supervivencia en el poder.

En la década final del siglo pasado, cualquier intento de reforma, corrección y relanzamiento del modelo económico supo de una rápida y exitosa estigmatización. Comenzando por los ilustradores de diario oficio, el “paquete” adquirió una significación demoledora que facilitó la oposición férrea a las medidas gubernamentales de entonces, convirtiéndose – por ejemplo – el propio ministro Petkoff, libre de toda sospecha liberal, en un destacado “paquetero”.

Tiempo más atrás, en la década multipartidista de los sesenta, la influyente labor de los ilustradores hizo del político todo un camaleón que, deshonesto, relevaba al opinante de toda referencia al terrorismo guerrillero. Además, si era ministro, el político disfrutaba de una etapa superior de vagancia.

Digamos, sendos estereotipos que facilitaron el ascenso al poder del llamado chavismo y que éste no ha conocido ni padecido en el siglo XXI.  Incluyendo las torpezas de adversarios y opositores, la aludida campaña defensiva ha impedido que los ajustes francamente inhumanos que ha implementado Maduro Moros sean identificados como “paqueteros” o cualesquiera términos equivalentes, y que el dirigente oficialista por excelencia, encumbrado y satisfecho por los gustos pequeños-burgueses consumados, reciba una mirada: hay ministros que nunca dieron ni dan explicación alguna por sus actos, yéndose o continuando en funciones con un intacto “rabo de paja”, como no pudieron hacerlo los ministros de la anterior era que debían agotar su tiempo en largas interpelaciones parlamentaria, como lo reseña Mirtha Rivero en “La rebelión de los náfragos”.

Se ha desmoronado lenta, pero inexorablemente, esa campaña de autoprotección. Y, aunque no haya todavía otro  latigazo verbal que sintetice la situación, el  sentimiento y la convicción apuntan hacia la dictadura, algo más que un estereotipo.

Reproducciones: Economía Hoy, Caracas, 16/04/1996; El Nacional, Caracas, 02/04/1980 y 16/04/1968.
15/08/2016:
http://www.noticierodigital.com/2016/08/algo-mas-que-un-estereotipo/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=40062

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