martes, 1 de marzo de 2016

TERGIVERSACIÓN

De la Guanábana al Socialismo del Siglo XXI
Claudio A. Briceño Monzón

Desde la década de los años cincuenta del siglo pasado, nuestro país se encuentra con una sociedad cargada de una serie de conflictos socioeconómicos que afectan a la mayor parte de la población, desde la pobreza extrema, la marginalidad, el desempleo, hasta la problemática de la inseguridad. En la historia reciente de Venezuela desde mediados del siglo XX, se proyectan y enuncian políticas para una realidad que no termina de comprenderse, de donde parten la debilidad esencial del diagnóstico en los procesos de planificación.
De 1958 a 1998, se desarrolló en Venezuela el periodo conocido popularmente como la Guanábana (fruta tropical venezolana, que es verde por fuera y blanca por dentro). Copei (verde) y Acción Democrática (blanco). Amabas toldas políticas monopolizaron la sociedad civil, ya que se constituyeron en los promotores de la denominada democracia representativa, de la sociedad rentista petrolera venezolana de los últimos 40 años del siglo XX.
Este período finalizó con la tendencia generalizada en la población venezolana de un impresión de rechazo – desprecio, de ambos partidos políticos, como consecuencia de la mala gerencia de la riqueza petrolera, lo que trajo como resultado: una economía estatizada, el incremento indetenible de la corrupción administrativa, el aumento del desempleo, políticas clientelares, control de precios, devaluaciones y el incremento en la década de 1990 del célebre paquete neoliberal, implementado por el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1993), en esta gestión se desarrollaron una serie de acontecimientos, que hicieron colapsar el modelo de la denominada IV República. Entre los acontecimientos más relevantes de caída del gobierno de Pérez tenemos: el estallido popular incitado por un brusco aumento de la gasolina, el 27 de febrero de 1989 y las dos intentonas golpistas del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992, estos dos alzamientos militares sepultaron un mito de 30 años.
En esta perspectiva, aquí les dejo una reflexión del historiador Germán Carrera Damas, en su ensayo de Visión de un Siglo, que expresa:
“El militarismo decimonónico, brutal e ideologizado, ha sido el adversario a vencer en una sociedad en la cual los sectores socialmente conservadores hace mucho que abandonaron todo proyecto político autónomo organizado. Conscientes de esta situación, quienes en 1958-1959 dirigían los tres partidos principales convinieron en el llamado Pacto de Punto Fijo, cuyo objetivo primordial no declarado fue comprometerse los tres partidos a no aliarse con sectores militares para asaltar el poder, cerrando así el ciclo abierto en octubre de 1945. Los acontecimientos han demostrado lo acertada de esta visión, corroborada igualmente por las denuncias del llamado puntofijismo, hachas hoy por los representantes del militarismo y los deudos del socialismo autocrático, involucrados en los intentos militar-civiles de asaltar o sorprender el poder. Para desacreditar la previsión política implícita en aquel acuerdo fraguado en el exilio, se ha querido desvirtuar el Pacto de Punto Fijo presentándolo como un convenio para repartirse el usufructo del poder, en beneficio de dirigentes políticos y sindicales que mucho más tarde abandonaron la concepción pedagógica del ejercicio del poder público, substituyéndola algunos de ellos por el aprovechamiento personal del mismo".

Fuente:
https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=10153561008574353&id=530479352&comment_id=10153561010864353&notif_t=comment_mention

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