sábado, 5 de marzo de 2016

ARGUMENTO PUBLICITARIO DE LOS BUITRES

La otra cara de la Venezuela Saudita
Luis Barragán


Creyéndola absolutamente incuestionable, la cuña gubernamental versa sobre los bajos precios del petróleo como causante de la crisis. A ésta ya no la fatigan el especulador ni la guerra económica, por lo menos, en los roles estelares que ha vociferado Nicolás Maduro, eludiendo o neutralizando hábilmente la responsabilidad del opositor al que sabe mayoritario en el país, sino el fenómeno inevitable de los lejanos mercados internacionales. Sin embargo, la mentira tiene patas muy cortas.

Sencillamente, no hay una correlación entre el bajo precio petrolero y el ciclo recesivo de nuestra economía, como lo refirió el economista José Manuel Puente, en una magnífica exposición realizada en la reciente jornada convocada por CEDICE, donde destacaron también José Toro Hardy, Ángel Alvarado y Roberto Casanova. Probado estadísticamente el ciclo recesivo, fruto de una deliberada política económica que siempre  apostó por los elevados precios del crudo, radicalizando el rentismo, el origen del problema está en el propio gobierno.

Además, si fuese cierta la premisa publicitaria, todos los países productores, integrantes o no de la OPEP, sufrirían el mismo trance que nos aqueja a los venezolanos, algo que no ocurre, pues, gozan de sendos fondos de estabilización macroeconómica que les permiten capear el temporal. Países que, faltando poco, intentando la diversificación económica, los aqueja un resfriado, mientras que a nosotros un cáncer: para unos, se trata de un episodio circunstancial y, para otros, de los estragos de un mal estructural.

Vulnerada la independencia del BCV  y desmentido el fondo de estabilización macroeconómica, violentando los artículos 318 y 321  constitucionales, además de la creación de otros fondos libres de todo control, evidentemente el régimen dilapidó los más altos ingresos petroleros que hemos tenido a lo largo de nuestra historia, pulverizando las posibilidades para las exportaciones no petroleras. Huelga comentar sobre la pavorosa escalada de la deuda externa y la quiebra de PDVSA, quedando en el recuerdo el complejo de empresas y refinerías de las que era propietaria en el exterior, por no mencionar la entrega de la orimulsión a China.

Igualmente, apretado el tiempo que consume las difíciles labores parlamentarias y las específicas materias que atendemos, también  nos escapamos esta semana para una conferencia en la UCV que resultó tediosa y redundante, excepto la mención que se hizo de los esquistos bituminosos y la lenta o improbable recuperación de los precios a corto y mediano plazo, reincorporada – además – Irán a los mercados. Bemoles de la enfermedad holandesa, tardamos todavía en reconocer la otra cara de la Venezuela Saudita en las hormas del socialismo parasitario y campamental que se dice moralmente relevado por una infeliz cuña publicitaria.

Ilustración: http://weltmx.blogspot.com/2011/04/caricaturas-abril_17.html


07/03/2016

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