viernes, 18 de diciembre de 2015

GIROS

Algo de estrategia básica, a quien pueda interesarle (o sea, a la próxima AN)
Hermann Alvino 

1- Todas las trincheras chavistas han caído, menos una:
– Las cosas no serán tan sencillas como muchos suponían: ¿acaso alguien que de verdad conozca al chavismo podía esperar que esa gentuza aflojara dócilmente el poder?…porque eso implicaría que la avalancha de leyes que se aprobarán les haría perder toda su inmunidad para seguir su latrocinio, y llevarlos directo a la cárcel.
– Ellos siempre lo han sabido, por eso es que –usando el mismo lenguaje que tanto gustaba al extinto barinés- su primera trinchera fue la Constitución, con cuya pala cavaron el segundo frente defensivo, que fue el vaporizar la separación de poderes, primero con sus focas en la AN y luego controlando el CNE, la Fiscalía, el  TSJ y la Contraloría.
– Secuestradas todas las instituciones, lo siguiente fue hacerlas permeables para que las FFAA y los cuerpos de seguridad participaran del festín, asegurándose así su complicidad -no fuera a ser que el proceso pudiera sufrir algún retroceso por alguna circunstancia, como por ejemplo la baja de los precios del petróleo…
-A continuación vino la expoliación de los medios de comunicación para asegurar la alienación de su gente.
– Pero lo que no estaba previsto era que la avalancha de votos en contra por parte del mismo pueblo chavista fuese la diferencia para que aquel diabólico algoritmo de adjudicación de diputados que ellos mismos diseñaron para mantener el control de la AN funcionase al revés.
– El hambre entonces fue capaz de superar dicha alienación, siendo la conquista de esa trinchera mediática el primer retroceso objetivo del chavismo.
– Pero lo que tampoco estaba previsto era que las FFAA de repente fueran a declararse respetuosas de unos resultados que ya sabían iban a ser adversos, tanto para el régimen como para todo el legado militar que el país entero conoce, incluyendo el dictado cubano dentro de los cuarteles –incluyendo haber aceptado a un colombiano como su Comandante en Jefe-; un reconocimiento que indicó la caída de la segunda trinchera.
– A partir de ese momento se catalizó el proceso de desactivación de cada una de las líneas defensivas restantes cuyo remate de la faena aún está por verse, aunque la próxima AN -que es y representa al poder legislativo-, con sus 2/3 ahora compactos tenga atribuciones para reponer con sensatez la separación de los otros poderes, nombrando gente decente, preparada profesionalmente para esas responsabilidades, y con el debido fundamento ético en el TSJ, Fiscalía, Contraloría y CNE.
– Venezuela volvería a tener un poder judicial y un poder electoral independientes y no sujetos a los caprichos del poder ejecutivo; eso lo percibe cualquiera, incluyendo los jerarcas del chavismo, sus focas y sus chulos internos y los vivarachos de otros países -comenzando por los Castro.
– Por tanto al chavismo solo le queda aquella primera línea de defensa -la Constitución-, que ahora paradójicamente representa su última trinchera para ganar tiempo.
2- La Constitución como última trinchera chavista:
– La Constitución chavista fue mal concebida y peor redactada por una camada de ineptos que ni siquiera se sabe expresar correctamente en Castellano; el problema es que la suma de todos esos defectos permite coladeros para interpretarla de muchas formas, como sucedió con el caso del “revenido” y lo de la falta absoluta y temporal del barinés; y quién sabe si a Escarrá y afines les toque revivir un tiempo dorado en materia de hermenéutica de ese texto “magno” -si cabe el término- antes de que alguien nos aclare cuáles fueron las proporciones entre la mencionada ineptitud y la mala fe que le dieron forma final.
– Porque por ejemplo, la atribución presidencial para disolver la AN -Artículo 236, Ordinal 21- es absurda, ya que en nuestro sistema presidencial ningún poder debería prevalecer sobre otro, a diferencia de aquella instancia consensuada por encima de los poderes públicos para actuar en consecuencia -y solo en circunstancias y limitaciones establecidas por la Ley- como los monarcas en varias democracias europeas. Puede argumentarse que esa potestad presidencial se activa solamente por “La remoción del Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva en tres oportunidades dentro de un mismo período constitucional, como consecuencia de la aprobación de mociones de censura” y ”por una votación no menor de las dos terceras partes de los integrantes de la Asamblea Nacional“ –Artículo 240-; pero ¿por qué tres mociones y no cinco, o una?, y ultimadamente ¿qué tiene que ver una moción de censura de un funcionario designado con la disolución de un organismo compuesto por representantes electos por los ciudadanos?
– Lo anterior es solo un pálido reflejo de los conceptos erráticos del texto. El resto del articulado es un campo minado de interpretaciones que será el recurso con que el régimen intentará sortear esta ola de desamparo popular, salvo optar por un golpe militar seco, o animado.
3- Los coletazos del régimen -que no necesariamente reflejan su desaparición.
– El chavismo hará todo lo posible para ganar tiempo, porque supone –y con algo de razón- que dentro de varias semanas esa escasez y hambre que seguirán atribulando al país  -dado que el gobierno no cambiará de rumbo-, al igual que todos los problemas que solviantaron a la gente en su contra, impulsará a esa misma ciudadanía a quitarle el piso político a los diputados de la AN, por ahora representantes  de  una esperanza cuya materialización sería casi imposible sin la colaboración del gobierno; y estos años de barbarie indican que el régimen preferirá extremar el hambre y la crisis con tal que ese piso político opositor se fragmente lo máximo posible.
– Para lograr ese objetivo es que Maduro activó el Parlamento Comunal –contemplado en la Ley Orgánica de Comunas, pero inexistente en la Constitución- el cual tendrá vida y dinerito a través del respectivo ministerio al menos hasta que la AN -cuando toque revisar el presupuesto anual- decida cortarle alas a esos indignos recursos. Amanecerá y veremos.
– Paralelamente, el chavismo intentará enredar el papagayo con los nombramientos forzados del TSJ y de todo lo que implique atascar a la AN a partir de Enero 2016.
– Así mismo el régimen renovará el ataque mediático, asunto que al igual que la entelequia comunal solo duraría hasta que en el presupuesto anual la AN acabe con la financiación de decenas de instituciones y parásitos que sirven de caja de resonancia al chavismo, sea audiovisuales, impresas o digitales –por ejemplo Telesur, Correo del Orinoco, Aporrea, etc.-. A partir de entonces, quienes deseen hablar de chavismo desde organizaciones no contempladas por la Ley para obtener financiamiento deberán hacerlo con sus propios recursos.
– Resumiento: ganar tiempo y enredarlo todo, para que la gente se le voltee a la oposición. Pero el riesgo es enorme, ya que durante el  lapso largo de inestabilidad institucional que se avecina, el que la oposición y la AN pierdan apoyos no implica necesariamente que ello revierta en beneficio del régimen; y si ni uno ni otro tiene un mínimo de apoyo entonces cualquier otra salida es factible, con lo que se reconfirma la mala fe de esta gentuza.
4- Las opciones de la nueva AN:
– Hay que asumir que que la AN no será tan insensata como para siquiera activar una sola vez el proceso de censura VP, no vaya a ser que los diputados chavistas sumen sus votos para asegurar esa censura y darle a Maduro la ocasión para disolverla.
– Mientras el régimen gana tiempo la AN deberá apurarse para aprobar y reformar un mínimo de leyes que motiven e impulsen al sector privado para generar bienes y servicios, y sobre todo crear empleo, recordando que además de saboteo declarado del gobierno, el principal obstáculo legislativo será el desenredar el entramado de leyes chavistas, cuyo impacto por la sinergia entre su ineptitud jurídica y sus deseos de controlarlo todo es estremecedor.
– Paralelamente a la labor legislativa, los partidos que respaldan a esa mayoría de la AN deberán realizar un trabajo de calle que hará palidecer al realizado durante la campaña electoral, dado que éste –al menos durante un tiempo- será el único canal de comunicación directo con el ciudadano para mostrar el avance de la labor legislativa y los primeros frutos en beneficio de todos que puedan ir emergiendo.
5- ¿Qué pasará entonces cuando se materialice el choque entre los dos poderes?
– Si la batalla por el TSJ culmina con nombramientos adecuados por parte de la AN, entonces solo habrá dos poderes públicos en abierta confrontación, con el TSJ como instancia última y confiable; pero si el enredo chavista logra estirar su influencia en dicho TSJ entonces serán dos contra uno por algún tiempo. Para el país, peor imposible.
– Por otra parte, ¿qué pasaría si el gobierno decidiera ignorar a la AN?, por ejemplo: que los ministros y presidentes de empresas estatales no acudan a las interpelaciones en la AN, que el dinero de PDVSA se siga canalizando a capricho del régimen, que el régimen se niegue a la liberación efectiva de los presos políticos, que la AN limite las salidas de Maduro al exterior a menos de cinco días y éste no acate, etc…
– Obviamente que los venezolanos no lo tolerarían, pero no hay que olvidar que en este sistema político venezolano quien tiene los instrumentos para hacer cumplir la Ley es el poder ejecutivo mediante los diversos cuerpos de seguridad quienes –de acuerdo a lo comentado al inicio- siguen aliados al festín, y cuya lealtad a la Ley –y por tanto a lo que vaya aprobando la AN- o su desacato -para seguir en complicidad con el régimen-  será lo que decida si el país se desatasca o continuará así hasta que reviente por algún lado.
– En este sentido la AN deberá tener presente que no dispone de un poder fáctico físico para obligar a quienes incumplen su mandato a entrar por el aro; y es aquí donde emerge en toda su ironía y crueldad esa faceta injusta de la vida, cuando percibimos que aquellos esbirros y cómplices de tiranías y totalitarismos seguirán siendo necesarios durante la democracia: solo se requiere que cambien de casaca para que ahora estén al servicio del nuevo sistema político, y que limiten sus actuaciones al nuevo marco que de alguna manera constreñirá su arbitrio y crueldad.
– Porque ¿de donde vamos a sacar esos miles de venezolanos para hacer cumplir las leyes, si no es del repositorio mismo del sistema podrido que intentamos defenestrar?
– Ése será entonces en reto inmenso de la nueva AN: hacer cumplir la Ley, y tragar grueso mientras se vea obligada a apoyarse en mucha gente deleznable; una vivencia que será desagradable ciertamente, pero que al menos se podrá mitigar si se les aguanta con firmeza la mirada
– Disponer así aunque sea de un número mínimo de funcionarios con el poder para hacer cumplir la Ley, aunque ello implique una mezcla entre aquellos que tienen un pasado algo oscuro y otros de digna actuación, es parte del realismo político que todo dirigente sabe que deberá aceptar en algún momento de su vida. El truco está en no resignarse y perseverar para que todo mejore.
– Una última referencia es hacia las FFAA, porque si éstas como institución –pasado oscuro aparte y sujeto al juicio de las instituciones y de la Historia- el 6D optaron por sumarse a la decisión popular, entonces la AN. cual reflejo de dicha voluntad, no deberá dudar en llamarlas como aliados fácticos e institucionales en esa misión protectora para hacer cumplir la voluntad del legislador.

Fuente:
https://vivalapolitica.wordpress.com/2015/12/17/algo-de-estrategia-basica-a-quien-pueda-interesar-o-sea-a-la-proxima-an/

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