domingo, 13 de septiembre de 2015

MIGRACIONES

EL UNIVERSAL, Caracas, 13 de septiembre de 2015
No son tan fanáticos los musulmanes
Alejandro A. Tagliavini

Existen -está claro- musulmanes muy fanáticos, solo porque les conviene. Y también le conviene que existan estos fanáticos a los partidarios occidentales de la guerra -traficantes de armas, mercenarios, etc.- que se benefician con los conflictos que ayudan a crear.
Más de cuatro millones de sirios huyeron de la guerra. En lo que va de año, Berlín recibió más de 1.000 menores no acompañados, según Save The Children. En Suecia, calculan que cada semana llegan 700 niños "huérfanos". Al final del 2014, solo en Alemania había 17.000 niños y adolescentes refugiados sin familiares.
"Hecha la ley, hecha la trampa" dice el refrán que desenmascara el hecho de que los gobiernos fabrican "leyes" con el fin crear delincuentes. Así, la imposibilidad de entrar "legalmente" a Europa ha introducido a los "traficantes" que les consiguen, a las personas, lo que los Estados les niegan. Por caso, un adolescente eritreo de 16 años contó a Save The Children cómo los traficantes lo obligaron a trabajar en un campo en Libia, para pagar su pasaje, donde le pegaban y le rompieron un brazo.
Aunque abrieron sus puertas a los kuwaitíes cuando Hussein invadió el emirato en 1991, las ricas monarquías del Golfo -propagadoras del fanatismo islámico como Arabia Saudita que tiene una policía religiosa más violenta que la Inquisición- casi no reciben refugiados musulmanes demostrando que son fanáticos, del islamismo, solo cuando les conviene. Dicho sea de paso, si los torpes políticos de Occidente no hubieran atacado Irak y Libia el panorama sería hoy más pacífico y sus tiranos -Gaddafi y Hussein- hubieran caído por su propio peso.
Los países del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar) gastaron para Siria unos US$ 500 millones, poco comparado con su capacidad. Pero cuando los refugiados salen de los campos en el Líbano, Jordania y Turquía van sobre todo a Europa, demostrando que no son fanáticos y que prefieren la cultura occidental.
En una prueba más de su dislocación síquica con la realidad, "Llamamos a los musulmanes... a realizar la hégira (emigración) al Estado Islámico", dijo el líder de la zona de donde más huyen, el "Estado Islámico". Eso sí, Qatar y Arabia Saudita cuentan con una enorme cantidad de extranjeros, principalmente de India y Asia Central, pero musulmanes... no, gracias.
Miles de europeos dan muestras de solidaridad con los refugiados aun cuando el desempleo en la Unión Europea (UE) roza los 23 millones de personas. Desempleo que no es natural -hay muchas viviendas, escuelas, hospitales, etc., para hacer- sino creado por el "Estado de Bienestar" al imponer "leyes" como la del salario mínimo que impide que trabajen -"legalmente" - los que ganarían menos.    
Irónicamente, según estudios, la UE necesitará en las próximas tres décadas sumar 50 millones de trabajadores -que paguen impuestos... obvio- para sostener sus sistemas sociales. Y sin inmigración la población europea descendería. Los refugiados llegados -365.000- en lo que va de año a la UE equivalen al 0,06% de la población local, tienen una tasa de emprendimiento empresarial mayor y cometen menos crímenes. Y no generan desempleo: el Reino Unido incorporó desde 2004 más de un millón de polacos mientras se redujo el desempleo y subió el salario medio.
(*) Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California.

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