domingo, 16 de agosto de 2015

FACTORES

LA RAZÓN, Caracas.
Víctor Álvarez: “El descontento es enorme”
Enrique Meléndez

El economista Víctor Álvarez afirma que el gobierno tiene a la mano una serie de mediadas que, si son tomadas este mismo año, lograrán efectos positivos para estabilizar la economía.
En cambio, si el gobierno mantiene el régimen de cambio múltiple, “la situación económica y social se va a seguir deteriorando”, según expresa el también profesor universitario e investigador del Centro Internacional Miranda y Premio Nacional de Ciencias.
¿Está consciente el gobierno de la precaria situación que vive el venezolano, a propósito de la escasez y alto costo de la vida que se han desatado sobre la economía?
Yo creo que el gobierno tiene un cierto nivel de consciencia del fenómeno de la escasez, del acaparamiento y de la especulación y de todos estos problemas que azotan a la población y generan un creciente malestar que pudiera tener un alto costo político en las próximas elecciones a la Asamblea Nacional.
De lo que no creo que esté consciente el gobierno es de la esencia de ese fenómeno, de las causas que provocan esta problemática que le sigue atribuyendo a la llamada guerra económica, sin reconocer ningún grado de responsabilidad que tienen las desviaciones y errores de la propia política económica en todo el problema de la caída de la producción, desabastecimiento, escasez, acaparamiento y especulación que, en gran medida, son provocadas por políticas económicas que hoy lucen totalmente agotadas.
De modo que si bien yo creo que el gobierno tiene conciencia de lo que pasa, no ha logrado comprender todavía la naturaleza de la crisis y el grado de responsabilidad que tiene en su superación. El gobierno tiene al alcance de la mano un conjunto de medidas que si las aplicara este mismo año, antes de las elecciones, lograrían efectos muy positivos que permitirían estabilizar la economía y lograr, a su vez, la recuperación del bienestar social.
“Si el gobierno mantiene este nefasto régimen de cambio múltiple la situación económica y social se va a seguir deteriorando”
¿Está de acuerdo con la expresión de Aristóbulo Istúriz de que si el gobierno levanta el control de cambios lo tumban?
Yo creo que es todo lo contrario. Si el gobierno mantiene este nefasto régimen de cambio múltiple, que luce agotado por completo, la situación económica y social se va a seguir deteriorando, y la acentuación de la crisis va a provocar que el gobierno caiga por su propio peso en los procesos electorales que están por delante.
Lo que pasa es que en esas afirmaciones de Aristóbulo Istúriz, como muchas otras afirmaciones de los voceros de la política económica y del gobierno en general, uno lo que nota es que tienen la polaridad invertida; de modo que aquello que es bueno para corregir las distorsiones y los desequilibrios macroeconómicas y económicos, lo ven como malo.
Y aquello que es malo, precisamente lo que está provocando esta problemática y esta crisis que está afectando tanto a la población, eso que es malo, lo ven como bueno. Mientras se mantenga esa polaridad invertida se va a imponer la inercia, el gobierno va a continuar en la inacción y en lugar de tomar las medidas fiscales, monetarias, cambiarias, de precios y de políticas sectoriales y, particularmente de políticas agrícolas, industriales y tecnológicas, se va a seguir aferrando a una serie de controles: de cambio, de precios, de tasas de interés; de subsidios que lucen agotados, que son ineficientes y que lo que hacen es provocar la especulación y el contrabando de extracción. Esa polaridad invertida es lo que va a llevar al gobierno a esa inercia, que va a seguir socavando sus propias bases de apoyo social por el enorme malestar y el enorme descontento que hay.
En esa “polaridad invertida” de la que usted habla, tienen mucho que ver las mafias cambiarias, las mafias del contrabando, las mafias de la distribución de alimentos, a propósito del peso que ejercen sobre el gobierno. ¿O no?
“El gobierno prolonga los controles y no termina de corregir las causas que están originando el problema”
Creo que en esta polaridad invertida, que es lo que a mi juicio explica en gran medida la inercia y la inacción gubernamental, yo veo cuatro factores.
En primer lugar, la incomprensión de la naturaleza de la crisis. La incomprensión de que son las desviaciones y los errores de la política cambiaria, de la política fiscal, de la política monetaria, de la política de precios, la ausencia de políticas agrícolas, industriales y tecnológicas lo que está explicando el problema. Entonces, el gobierno opta por la inercia, prolonga los controles y no termina de corregir las causas que están originando el problema. Ataca entonces las consecuencias, ataca las manifestaciones del problema a través de todas estas series de controles, todas estas series de operativos de fiscalización, pero sencillamente está atacando la fiebre y no la infección que provoca esta fiebre.
El segundo factor tiene que ver con las tendencias limitantes, los tabúes, las supersticiones que todavía pesan en el alma mental del gobierno, y el cual le atribuye a estas medidas un impacto antipopular y, en consecuencia, un costo político que tendría que pagar en las próximas elecciones y que pondrían en peligro la mayoría oficialista en el parlamento.
Incluso, aquí apuestan y juegan muchos factores de la oposición que hasta hace nada le exigían al gobierno la urgencia de sincerar la tasa de cambio, debido al enorme daño que le estaban haciendo a sus empresas, y con ello al aparato productivo nacional, al obligarlas a competir con importaciones subsidiadas a una tasa de cambio muy baja. Le exigían entonces al gobierno corregir la sobrevaluación de la tasa de cambio, para corregir el aparato productivo nacional hasta no hace nada.
También esos sectores de la oposición le exigían al gobierno sincerar el precio de la gasolina y de los combustibles para evitar el contrabando de extracción, que está desangrando a Pdvsa, así como le exigían liberación de los precios de los productos de sus empresas, ya que los estaban vendiendo por debajo de su costo.
Pero entonces resulta que el gobierno, de una manera discreta, tímida, anuncia que va a revisar las medidas. Entonces, inmediatamentem esos mismos factores de la oposición salen diciendo que el gobierno lo que está es preparando un paquete “rojo” de medidas que le van a meter por el pecho a los venezolanos.
El tercer factor es el enorme peso, la enorme influencia que tienen aquellos factores de poder que se benefician enormemente, que se lucran y se enriquecen con esta serie de controles que son el caldo de cultivo perfecto para que florezcan todas las prácticas y las manifestaciones de la corrupción; desde el amiguismo, el compadrazgo, el tráfico de influencias, hasta las manifestaciones más groseras y grotescas que tienen que ver con los fraudes a la nación, la apropiación de fondos públicos, el enriquecimiento ilícito, además de todos estos delitos que tienen que ver con la sobrefacturación de importación, subfacturación de exportaciones, las empresas de maletín y hasta los raspacupos.
El cuarto factor es el de creer que si desmontan los controles heredados de Chávez, es traicionar el legado de Chávez. Esos controles hoy en día lucen totalmente agotados, y son más las distorsiones y los problemas que generan, que lo que resuelven. Eso ya habría sido revisado. El propio Chávez habría aplicado sus famosas tres erres: revisión, rectificación y reimpulso, tal como sucedió en el año 2009 cuando ocurrió la debacle de los precios del petróleo, consecuencia del estallido de la burbuja financiera inmobiliaria internacional.
Entonces Chávez aplicó una maxidevaluación de 100%, si tomamos en cuenta que llevó la tasa de cambio de 2,15 a 4,30. Subió el IVA de 9 a 12 por ciento, redujo el gasto público. Es decir, llevó a cabo un conjunto de medidas para corregir los desequilibrios y retomar el rumbo de la economía.
El economista Felipe Pérez viene sosteniendo que con un esquema cambiario basado en un sistema de bandas y aumento de los precios de la gasolina se corrigen los desequilibrios. ¿Qué piensa usted?
El principal desequilibrio que en este momento tiene la economía venezolana es el desequilibrio fiscal, que llega casi a 20 puntos del PIB; de los cuales 11 o 12 puntos los explica el déficit de Pdvsa, y los otros ocho puntos son derivados del déficit del gobierno por el peso enorme que tienen los subsidios a la electricidad, al gas, al agua. Déficit que no genera recursos para mantener la infraestructura pública y, particularmente, la infraestructura vial por la eliminación de los peajes.
En todo caso, esa es la situación, ese es el principal problema del déficit fiscal que se ubica en unos 20 puntos del PIB: 12 puntos de Pdvsa y 8 puntos del gobierno. Ahora, ¿qué causa ese déficit de Pdvsa? Sencillamente que a la compañía petrolera, que es la que genera el 95% del total de las divisas que ingresan al país, se le obliga rematar esas divisas a un bajo precio de 6,30 y 12 bolívares por dólar.
A tasas de cambio tan bajas Pdvsa no logra recoger suficientes bolívares para pagar una nómina de 143 mil trabajadores, para honrar las deudas que tiene con proveedores y contratistas, y por eso es que vemos que hay tomas todos los días de Pdvsa en La Campiña, vemos tomas de Pdvsa en el interior del país por parte de trabajadores tercerizados, quienes le reclaman a la estatal que le pague a las empresas donde ellos trabajan, para que, a su vez, la empresa les pague a ellos.
“El propio Chávez habría aplicado sus famosas tres erres: revisión, rectificación y reimpulso, tal como sucedió en el año 2009”
Esas tasas de cambio tan bajas no le permiten entonces a Pdvsa levantar tantos bolívares para seguir transfiriendo aportes a las misiones sociales. Incluso, ni siquiera Pdvsa puede tener al día sus pagos con el Fisco. De modo que Pdvsa se ve agobiada por un permanente déficit y no tiene suficientes bolívares para cumplir con todos estos compromisos, y se ha visto entonces obligada a endeudarse con el Banco Central de Venezuela.
Por eso emite toda esta serie de pagarés que le entrega al Fisco o que le entrega al BCV, para que el BCV le dé los recursos que necesita. Ahora, ¿de dónde saca el BCV esos recursos? Bueno, de realizar esas desmesuradas emisiones de dinero sin respaldo; en la producción que le entrega a Pdvsa y que Pdvsa inyecta a la economía, al pagarle a la nómina, al pagarle a los contratistas, al transferir recursos a las misiones sociales, y la gente cuando recibe esa plata y se lanza al mercado a buscar los bienes, a buscar los servicios que necesita para satisfacer sus necesidades, resulta que no los encuentra.
Así que allí vemos que ese déficit fiscal, financiado a través de emisiones de dinero sin respaldo, termina siendo entonces el disparador, propagador, de este proceso inflacionario. De modo que si se sincerizara la situación cambiaria, se abandonara este régimen de cambio múltiples y se fijara una sola tasa de cambio a un nivel que exprese la verdadera productividad de la economía nacional, se estarían saneando en gran medida las finanzas de Pdvsa al corregir este déficit que tiene, toda vez que al precio de la divisa le alcanzaría para cumplir con todos sus compromisos.
Ya no se vería la industria obligada a endeudarse con el BCV. Al unificar el tipo de cambio y resolver el déficit de Pdvsa, a su vez se eliminaría la enorme presión que se ejerce sobre el BCV para que financie a Pdvsa a través de estas emisiones de dinero sin respaldo, y se resolvería en buena medida la principal causa de la inflación.
Si adicionalmente se sincera el precio de la gasolina, que supone un costo de oportunidades en torno a los doce mil millones de dólares anuales, no solamente es que contribuye a terminar de sanear las precarias finanzas de Pdvsa, sino que se eliminaría el principal incentivo al contrabando de extracción y a todas estas mafias que se han tejido en torno al negocio del contrabando del combustible, que aprovechan el enorme diferencial de los combustibles que hay en Venezuela, en comparación con el precio que tiene el combustible en los países fronterizos.
De modo que esas dos decisiones de unificar la tasa de cambio y de sincerar el precio de la gasolina, prácticamente corregiría el 85% del déficit de Pdvsa, y al sanear las finanzas de Pdvsa se resuelve entonces el problema del desbalance monetario también, y se erradicarían estas presiones inflacionarias.

Fuente:
http://www.larazon.net/2015/08/11/victor-alvarez-economista-el-descontento-es-enorme/

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