lunes, 4 de mayo de 2015

REPRESENTACIÓN; REPRESENTANTES, REPRESENTADOS

Transición parlamentaria o comodato institucional
Luis Barragán


La oposición democrática, convincente y organizada, debe ofrecer una plataforma de candidatos lo suficientemente representativa, balanceada, combativa y ganada para la transición, en el caso de realizarse los comicios parlamentarios este año.  Al respecto, hay severas y fundadas dudas, pues, aunque lo ordene la Constitución, privan los intereses inmediatos del poder establecido sumada la ya inimaginable docilidad del máximo tribunal de la República.

Las primarias en todos los circuitos del país, facilitan semejante plataforma. Añadida la voluntad de estudiar y pronunciarse sobre una variedad de materias, resulta indispensable que los aspirantes exhiban una profunda e inequívoca convicción personal y las destrezas políticas que implica el ejercicio de la representación nacional, desde una triple perspectiva: el compromiso, la responsabilidad y la debida colegiación de las posturas a asumir.

Que sepamos, la voluntad mayoritaria del elector en 2010 y – sobre todo – en 2015, fue, es y será la de superar al régimen por la vía republicana, pacífica y constitucional, mas no la de convivir con él gracias a una suerte de confortable comodato institucional.  La consabida deserción de los diputados del estado Miranda o Sucre, en el actual período, lejos de reivindicar la llamada objeción de consciencia tan propia de un parlamento democrático, susceptible de la genuina diferenciación, ejemplificó y extremó la cobardía, el oportunismo y el colaboracionismo que ha batido y batirá el gobierno para tentar y atrapar a una oposición que está literalmente en el otro y quizá todavía insospechado escenario de un combate duro, difícil, exigente, sacrificado y asombrosamente revanchista.

La representación parlamentaria apunta también a los representados que, luego, pudieran cuestionarla así resultare de los sufragios contados y reconocidos, a pesar de las condiciones prevalecientes. No pocas veces sentimos que, al lado del legítimo cuestionamiento, se cuela y obra también – deslizándose imperceptiblemente – la cobardía, el oportunismo y el colaboracionismo de aquellos que, supuesta o nominalmente opositores, en defensa de sus inmediatos intereses, buscan la comprensión oficial, el entendimiento con la burocracia o las simpatías de los grandes personeros del gobierno. Caso éste en el que, afectados, prefieren una relación oculta con los voceros de la oposición en la Asamblea Nacional, si fuere el caso, pero demandándoles  el sacrificio y hasta la inmolación bajo un supuesto definitivamente absurdo: las curules de 2010 se ganaron por la suerte de una caja de detergentes.

El venidero período parlamentario reclama el testimonio de compromiso, responsabilidad y esfuerzo mancomunado de los aspirantes de la oposición que tienen por elemental deber el de reivindicar a la institución, rechazando el comodato para auspiciar una transición ciertamente riesgosa y hasta peligrosa.  Vale decir, dirimiendo desde ya el dilema que cobra toda su vigencia en el contexto de una inaceptable crisis del país que tarde o temprano cobrará las acciones y omisiones de los representantes y representados.


Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2015/05/transicion-parlamentaria-o-comodato-institucional/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=1087540

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