viernes, 29 de mayo de 2015

LIQUIDACIÓN

EL NACIONAL, Caracas, 22 de mayo de 2015
Derechos humanos en el idealismo alemán
Eduardo Vásquez

En toda la historia de la filosofía, esto es, del pensamiento humano en su nivel más encumbrado, el idealismo alemán ocupa el sitio más alto. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano transformó toda la reflexión filosófica. La filosofía política de Kant y Hegel está penetrada por esta declaración. Se toma como una declaración de derechos. En el idealismo alemán fue vista como una exposición de la libertad humana. Desde Rousseau quedó establecido que el hombre es un ser libre, nace libre, pero está encadenado. Para que la libertad sea efectiva tiene que encontrar su realización en el mundo y en sus instituciones. Así como sabemos lo que es cualquier ser, esto es, por sus determinaciones, así mismo sabremos lo que es la libertad por sus exteriorizaciones, por la manera en que aparece. Lo que se exterioriza y aparece en el derecho son las determinaciones de la libertad. Por tanto, la libertad es el fundamento del derecho. Suprimir el derecho es suprimir la libertad. El sujeto que realiza sus actos conforme al derecho está realizando su libertad.
En Hegel, el derecho sustituye a la moral. La libertad, lo que debe hacer el sujeto, no se hallará en la moral, como pretendía Kant, sino en el derecho. En el § 4 de la Filosofía del Derecho, se encuentra desarrollado lo que venimos exponiendo: “El campo al derecho es, en general, lo espiritual y su lugar próximo y punto de partida la voluntad, la cual es libre, de modo que la libertad constituye su sustancia y sus determinación, y el sistema del derecho es el reino de la libertad realizada, el mundo del espíritu producido desde el mismo como una segunda naturaleza” (Editorial Biblioteca Nueva, Madrid 2000, traducción Eduardo Vásquez). El método de Hegel es partir desde lo indiferenciado (en este caso, la libertad sin determinaciones) hacia lo diferenciado (las diferencias o determinaciones). En el § 6, Hegel explica su procedimiento: “Así mismo, el yo es el tránsito desde lo indeterminado indiferenciado hacia la diferenciación, el determinar y poner una determinidad como contenido y objeto”.
Ya en la Fenomenología aparecía ese método (partir de lo indiferenciado a las diferencias, engendradas por la negatividad). Allí nos decía Hegel que son diferencias que no son diferencias, y no lo son porque son la libertad misma en la totalidad de sus determinaciones. El derecho, por ser la exteriorización de la libertad, es lo sagrado sobre la tierra: “El derecho es algo sagrado en general, únicamente porque es la existencia empírica del concepto absoluto, de la libertad autoconsciente” (§ 30). Los gobiernos que anulan el derecho anulan la libertad de los hombres. Entre estos derechos se encuentran la propiedad privada de la tierra y de las cosas la cual es justificada como un requisito absoluto de la libertad. El derecho de propiedad es una exigencia de la razón, y no es sólo una exigencia empírica, y por eso posee un valor práctico absoluto. La llamada libertad de expresión, no es sólo el derecho de expresar una opinión; es la exteriorización de lo que es el individuo en la comunidad, el intercambio de ideas acerca de los problemas que surgen en la comunidad. Vemos, pues, lo importante que son los derechos humanos. Vulnerarlos, lesionarlos, es destruir la libertad, la cual es el derecho fundamental y el fundamento y origen de todo derecho. Como decíamos, el idealismo alemán, (Kant, Fichte, Hegel) desarrolló y profundizó esos derechos. Como ya hemos dicho, la cátedra sobre Hegel, en la Escuela de Filosofía (U.C.E.) liquidó la filosofía de ese gigante del pensamiento.                             

(http://www.el-nacional.com/eduardo_vasquez/Derechos-humanos-idealismo-aleman_0_632336923.html)

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