martes, 30 de diciembre de 2014

UNO Y OTRO ACTO (R)

Sesión Ordinaria del día martes 08 de abril de 2014
Fuerza Armada: La distancia entre el acto administrativo y el acto de comercio

(DIPUTADO BARRAGÁN*).– 
Señor Presidente, colegas Parlamentarios:

En efecto, la solicitud de marras está destinada a la transferencia de recursos a favor de la constructora de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana: son 500 de los 1.500 millones de bolívares que ha solicitado a esta instancia legislativa el Ejecutivo Nacional para obras de ampliación requeridas en la sede de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela.

Es inevitable hacer algunas observaciones e insistir en algunas de las perspectivas que hemos sostenido en anteriores ocasiones, en relación a la naturaleza que va adquiriendo la entidad armada en el contexto del socialismo rentístico venezolano.

Es una sociedad anónima la receptora de los recursos en cuestión ¿Contratará o subcontratará esas obras? ¿Estará obligada a licitar? Son algunas de las preguntas que obviamente nos podemos hacer en relación a este fenómeno típico del socialismo rentístico ¿Cuál es el papel de la Contraloría General de la República o de la Contraloría de la Fuerza Armada Nacional?

Por ello, en una anterior oportunidad, hablábamos de la extraña dimensión pretoriano-mercantil que va adquiriendo con la constitución de estas empresas, sociedades anónimas, compañías anónimas, a través de las cuales va actuando el Estado venezolano.

Y no constituye ninguna ofensa a la Fuerza Armada Nacional, recordemos que en este mismo hemiciclo, por 1969, cuando se produjeron unas declaraciones del entonces Ministro de la Defensa, acá hubo un debate libérrimo sobre la Fuerza Armada, su naturaleza, su destino y su papel, donde los otrora parlamentarios Héctor Mujica y José Vicente Rangel, reclamaban, precisamente, que la sola mención a la entidad armada no podía constituir ofensa alguna.

Esto significa, con mayor fuerza, hoy en día, que nosotros podemos incursionar en el debate sin complejo alguno, porque versamos – precisamente -  de lo que un especialista como Luis Alberto Buttó, en un libro publicado el año pasado, llamado: El Incesto Republicano,  trata como las relaciones civiles y militares. Hablamos sobre una entidad en el marco de esas relaciones civiles y militares, desde una perspectiva resueltamente democrática y de la civilidad.

Curiosamente estos trabajos de ampliación se hacen en la sede que se construyera durante el gobierno de Pérez Jiménez, bajo la inspiración del arquitecto Luis Malaussena. Por aquel entonces no era una empresa, una sociedad anónima o una compañía anónima que realizaba los trabajos, sino el Ministerio de Obras Públicas a través de la Comisión Nacional de Urbanismo. Entonces, qué curioso es que ahora, en la versión del socialismo rentístico, las Fuerzas Armadas, a través de una entidad, una sociedad anónima, encare estas propuestas, estos trabajos y acometa esta empresa.

Por lo demás, es importante también señalar y, con esto concluyo, que hay una dramática distinción entre el acto administrativo y el acto de comercio. Hoy, en 2014, la Fuerza Armada Nacional está, por la versión de este socialismo rentístico, incurriendo en actos de comercio, mas no en actos administrativos, siendo un elemento fundamental del Estado y que está al servicio de la Nación.

Ojalá que en otras oportunidades, estamos en el mes de abril, iniciativas como estas formen parte de la Ley Ordinaria de Presupuesto. Ésta es una iniciativa que cabía perfectamente en el Ejercicio Fiscal 2014, y de nuevo nos vemos apremiados con un crédito adicional que nos orienta, precisamente, a una imagen desorganizada del Estado venezolano, la cual nosotros, venezolanos, defensores de la civilidad y de la democracia, no la deseamos.


Es todo, señor presidente, colegas parlamentarios.

Fotografía: Foro sobre el CNE, sede de El Nacional, Caracas, 03/06/14. Cfr. https://www.youtube.com/watch?v=T0b6pX4MWS0

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