miércoles, 31 de diciembre de 2014

HAMPA, PRECARIEDAD, OLVIDO



Sesión Ordinaria del día martes 18 de noviembre de 2014
Sonoridad urbana

(DIPUTADO BARRAGÁN).– Señor Vicepresidente, colegas Parlamentarios. Esta solicitud  tan particular de un crédito adicional que, incluso, contempla la sustitución de ranchos por viviendas, cuando, luego de 15 años, década y media de un mismo gobierno, no debería de haber ranchos; la rehabilitación del sistema eléctrico del estacionamiento del Complejo Residencial de Parque Central, cuando el Estado es el mayor deudor del condominio de dicho complejo. Incluso, en la Caracas que suena por el hampa y por el deterioro, para reasfaltar la ciudad cuando –a confesión de parte relevo de pruebas– no hay el debido mantenimiento a pesar de contar con los recursos indispensables, necesarios para ello Llama la atención y suscita una reflexión, sobre todo, por el aspecto de lo que llaman espacios y lugares de alto valor patrimonial.

Estamos de acuerdo en la necesidad para preservar la memoria de la ciudad, en la necesidad inmensa de restaurar aquellas obras que enorgullecen a los venezolanos y a los caraqueños en particular, pero a la vez nos preocupa que no parte de un planteamiento, de un plan, que pretenda, globalmente, preservar esa memoria, ensancharla y profundizarla.

Hay una evidente distancia entre la restauración y la remodelación, como la hay entre los términos utilizados en el informe de la solicitud, entre recuperación y rescate.

Se habla de este propósito de la solicitud de marras, cuando, muy cerca del Palacio Legislativo o Capitolio Federal, está la vieja sede de la Corte Suprema de Justicia en un estado deplorable. Se habla  en este informe de recuperar aquellos lugares o espacios de alto valor patrimonial, cuando la vieja sede de la Biblioteca Nacional, que también está cerca de este foro parlamentario, se encuentra en una situación lamentable.

Allí opera también, y es necesario observarlo, el descuido de las instancias gubernamentales que administran estos inmuebles, porque se observa la acumulación, en el tiempo, de este deterioro; el derrumbe ante la vista de todos los caraqueños, de todos los venezolanos, y esperan hasta última hora para un crédito adicional que es, conceptualmente, contingente para hacer un negocio que es el del rescate y de la recuperación, mas no la restauración necesaria que abona a la memoria histórica de la ciudad y del venezolano.

Permítame señalar también que cerca de esta sede legislativa está el viejo inmueble que sirve de sede al Saime. En los años ‘50 el diseño de ese inmueble obedecía a un conjunto armónico con el entonces novedoso complejo del Centro Simón Bolívar. Hoy es un farallón publicitario vergonzoso que, precisamente, traiciona la intención que hubo del urbanista de los años ‘50.

Hablábamos en este Hemiciclo hace poco, por ejemplo, del Castillete de Macuto, y hablaba, con muchísima razón, el colega parlamentario Guerra, del “Genio de la Luz” Reverón, pero he allí un ejemplo significativo: 15 años después de la tragedia de Vargas es que este gobierno se interesa por obras de transcendencia inocultable, ineludible, irrefutable, en la historia artística y arquitectónica del país. Por supuesto que el genio de la sombra está en el Gobierno Nacional, en Miraflores, y el genio de la luz contemporáneo no es otro que Jesse Chacón.

Finalmente, hago un llamado para que revisemos esta materia del patrimonio arquitectónico de Caracas y de las principales ciudades del país, porque es importante actualizar la Ley del Patrimonio Histórico. El “Toki Eder”, que queda hacia el este de la ciudad, la única muestra que queda de arquitectura neovasca, está en peligro. Por cierto, eso lo denunciamos hace dos años en la Comisión Permanente de Cultura: ese es un inmueble insostenible.

La solución no está solo en que el Estado expropie y pague cuando se le ocurra, la solución está en preservar esos inmuebles de diseño irrepetible, que no atenten contra el patrimonio familiar de quienes tuvieron la fortuna de heredarlo.

Es importante que esta Asamblea Nacional considere con mayor sobriedad y profundidad el tema patrimonial, porque resulta un chiste, una mala humorada, que lo planteen en el contexto de una ciudad que suena, que suena por el hampa y que suena por el deterioro y sus innumerables huecos; eso no lo podemos aceptar.

Es todo, señor Vicepresidente, colegas parlamentarios.

BREVE NOTA LB: No participamos en la discusión del otro crédito adicional relacionado con lo que se llamó "Caracas Suena", una inversión asombrosa para el festival musicalde la acaldía de Caracas, pero no podíamos pasar por alto el dato.

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