domingo, 14 de diciembre de 2014

CERCANÍA

NOTITARDE, Valencia,14 de diciembre de 2014
“Caminando con Cristo”
Testigos fieles y alegres (Jn. 1,6-8.19-28)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

Estamos en el tercer domingo de adviento, llamado el domingo de la “alegría”  (Gaudete in Domino), porque ya está cerca la llegada del Mesías-Niño que porta consigo la justicia, la paz y el amor. Se aproxima la Navidad que nos invita a rememorar el Nacimiento del Enmanuel, del Dios con nosotros que nos trae la salvación, la Luz. En este tercer domingo resalta la figura de Juan el Bautista, el precursor del Señor, el último de los profetas que tiene el privilegio de ser el puente entre el Antiguo y Nuevo Testamento, porque fue escogido por Dios para “preparar el camino del Señor”, para señalar en medio de los hombres al “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, para anunciar y testimoniar a aquel que todavía no conocían ni eran capaces de ver los jefes religiosos del pueblo judío. Juan es aquel que llega a decir “yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias”, refiriéndose a Cristo y el mismo Señor llega a decir de él que “es el hombre más grande nacido de mujer”, realmente un gran elogio dicho por la boca de Nuestro Señor, que habla de su elección y nacimiento milagroso (recordemos que sus padres eran ancianos y su mamá estéril antes de concebirlo) y él mismo San Juan Bautista es consciente del para qué lo eligió Dios; es capaz de comprender que su papel es el de anunciar y testimoniar ante la sociedad judía de su tiempo que el Mesías había llegado, que Dios mismo en persona ha venido para rescatar al hombre sumergido en el pecado, por eso apela a la profecía de Isaías y se llama a sí mismo: “la voz que grita en el desierto” e invita al pueblo a convertirse de corazón, a dejar la vida de pecado y seguir al Señor.
En el evangelio se lee como el pueblo y las autoridades judías de la época del Juan el Bautista estaban a la expectativa de la llegada del Mesías, por eso se acercan a él viendo los signos que hacía para preguntarle si él era el Mesías que tanto esperaban. Juan lo niega y dice claramente que él no es el Mesías esperado, sino que habla de Él, que no lo conocen, que él ha venido para dar testimonio de la Luz que es Jesucristo, para dar a conocer a aquel que bautizará con Espíritu Santo, el Hijo de Dios.
Juan Bautista es ejemplo para el cristiano y el hombre de hoy que ocupa un lugar público, que es visto, oído y seguido por multitudes o por grupos de personas; es ejemplo para los obispos, sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos que también hemos sido elegidos por Dios de una manera especial y estamos invitados a tomar conciencia del para qué Dios nos eligió, cuál es la misión que nos ha encomendado. Pudiéramos resumir el ejemplo de Bautista en estos rasgos: 1. Sincero y fiel: Él declaró sin reservas que no era el mesías y fue capaz de morir por la verdad que predicaba (denunció el pecado de Herodes y no tuvo miedo a la muerte). 2. Humilde y de buen juicio: El no cae en la vanidad de darse importancia, no cae en el narcisismo, no se deja embriagar por el aplauso o las honras de la masa. Él sabe muy bien cuál es su puesto, sabe que su persona y servicio están en segundo plano con respecto a Aquel que es Dios y Señor, al que proclama en medio del pueblo. 3. Testigo-misionero: Juan sabe que el vino para dar testimonio de la Luz que es Cristo, que tan sólo es la “voz que grita en el desierto” y busca preparar los corazones de sus contemporáneos para que reciban al Mesías, a  Aquel que todavía no conocen ni siguen.
El cristiano católico necesita vivir alegre, con la convicción profunda que su Dios y Señor está en medio de los hombres. Está invitado, como Juan el Bautista, a dar testimonio de esta verdad, a proclamar al mundo a ese Dios-amor cercano a cada hombre. Ésta es la alegría del cristiano y la noticia de la Navidad. Ante un mundo triste, plagado de odio, violencia y muerte, el cristiano-testigo será siempre una interrogante ¿por qué su alegría y esperanza? Porque sabe que su Dios está cerca, junto a él.
IDA Y RETORNO: Agradecido con el Equipo Navegantes del Magallanes por el apoyo al Domingo Familiar del Seminario. Como Capellán de “La Nave” conozco de la fe y sensibilidad social de los muchachos y de su apertura a ayudar. Dios nos siga bendiciendo y nos ayude a seguir adelante, llevando alegría y unidad.

Cfr. José Martínez de Toda (SJ): http://radioevangelizacion.org/noticia/reflexion-al-evangelio-dominical-juan-bautista-0
Fotografía: LB, Nacimiento de Rosa de Sigillo (Caracas, 13/12/2014).

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