domingo, 14 de septiembre de 2014

INTERSECCIONES

De la antipolítica y el Congreso Ciudadano (y Elio Gómez Grillo)  
Luis Barragán

Hacia 1997, tuvimos la oportunidad de propulsar y participar en un seminario internacional sobre la llamada antipolítica que, incluso, previó la naturaleza y características que alcanzó para llevar y sostener en el poder a Chávez Frías.  Consignamos dos rasgos que hoy, nuevamente, mueven a la reflexión: el pretendido divorcio entre la realidad hogareña  y la social, como el espectáculo que le sirve de soporte.

En efecto, se creyó que la vida personal muy poco o nada tenía que ver con la vida social, dependiendo enteramente nuestro destino del propio, único e intransferible esfuerzo personal. Significaba un quiebre de la responsabilidad ciudadana, departamentalizados en los problemas particulares que dependían exclusivamente de nuestra preparación y éxito profesional, las previsiones adoptadas y las habilidades innatas para sobrevivir, harto diferentes a la suerte de la macroeconomía, la deuda social y hasta de la propia producción petrolera. Sin embargo, la amarga experiencia de década y media demuestra que transitamos todos un destino inevitablemente compartido, por lo que ha de interesarnos la naturaleza y los alcances del poder político que, juramos, jamás no tocaría.

Por muy denodada que sea la faena personal, reina el subempleo y desempleo para lo cual ya de poco calibre resultan nuestros méritos académicos, estamos vitalmente desabastecidos por más recursos que intentemos ahorrar para capturar literalmente los alimentos y medicamentos básicos, y la inseguridad reinante nos convierte en personas existencialmente temerosas y resignadas, por no citar la debacle macroeconómica, el colapso de industrias ayer pujantes como la petrolera o la eléctrica, además de la represión y de la censura campeantes. Faltando poco, el gobierno nacional sólo es una experiencia del espectáculo, distrayéndonos recurrentemente a través de promesas que traiciona, y, departamentalizado en su mesianismo atroz, aún siendo el causante, se erige como la única solución posible procurando acentuar nuestra desafección política, la ruptura con todo compromiso mancomunado para superarlo, y  golpeando la básica concertación social y política para desplazarlo, a veces, con la decidida y torpe contribución de algunos sectores de la oposición que claman en contra de la … antipolítica, sencillamente haciéndola.

Por consiguiente, a objeto de atajar y revertir el proyecto totalitario en curso, se impone la necesidad de hacer política que es, en última instancia, confiar en el otro y en los otros, debatir y acordarse sobre las realidades y adoptar un camino con entera firmeza y resolución, clave esencial de las asambleas populares que desembocarán en el Congreso Ciudadano, como evento y proceso. No lo fue dialogar incondicionalmente con Miraflores para un resultado ya cantado, mientras recrudecía la represión principalmente sobre nuestras juventudes, sino lo es la tarea de repensarnos, articularnos y decidirnos por soluciones que ameritan de la experiencia y de la imaginación cívica que, faltando un detalle, están previstas en la Constitución de la República.

Ya sabemos, estamos conscientes y no existe alternativa alguna, de la ventaja de conjugar nuestras realidades mediatas e inmediatas, comprometiéndonos personal, social y políticamente en una salida por la que debemos bregar.  Mandato y sentimiento superior, la unidad opositora necesita acuerparse, adquirir la necesaria consistencia histórica como la que exhibimos en 1936 o 1958, para responder a las difíciles coyunturas: unidad viva y eficaz, inequívocamente opositora que nos permita afrontar la coyuntura que se agigantará con la renuncia presidencial, el referéndum, la constituyente, la enmienda o las mismas elecciones parlamentarias que urgen de un CNE fiablemente independiente y transparente.

ELIO GOMEZ GRILLO

De reciente desaparición física, Elio Gómez Grillo es un referente ineludible en la Venezuela contemporánea con independencia de las posturas ideológicas que le inspiraron. Extraordinario catedrático en materia penal, criminológica y penitenciaria, no temió revelar sus más caras e inmediatas inquietudes a través de la prensa diaria y ojalá haya una pronta compilación de sus innumerables artículos de opinión. Empero, representa muy bien la paradoja del decidido socialista que, al hallar la supuesta oportunidad para realizar sus ideas, fue desechado por la actual y prolongada dirección del Estado.

Por una parte, entendemos, prestó una asesoría puntual en áreas que él mismo mereció liderizar, siendo prácticamente utilizado para arribar a resultados que ni siquiera éticamente imaginamos podían satisfacerlo. La monstruosidad que ha adquirido el régimen penitenciario en Venezuela, por no citar los índices escandalosos de inseguridad personal y las modalidades inimaginables que encuentra el delito, nada abona a la larga prédica del maestro.

Por otra,  acéptese o no, Gómez Grillo perteneció a una generación que propugnó el socialismo desde la responsabilidad del estudio y de la propuesta constante. Y quienes ahora despachan el marxismo en Venezuela, tienen por radical y general característica el propio desconocimiento de la escuela, exhibiendo un atraso impensable, si fuere el caso de medirla.

Hay una tradición en el campo de la criminología que, tras década y media, luce quebrantada y quebrada por la locura gubernamental que padecemos. Tenemos la confianza en la existencia de una reserva de estudiosos, genuinos especialistas, prestos a contribuir a la eficaz transición democrática que nos espera.

Fuente:
http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/20488-de-la-antipolitica-y-el-congreso-ciudadano-y-elio-gomez-grillo

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