miércoles, 30 de julio de 2014

LA HUÉSPED DE CASA


Isa

Luis Barragán

Sentimos que, frecuentemente, por el poderoso esfuerzo del régimen en crear y sostener mitos y figuras míticas que a la postre resultan débiles, perdemos un poco la correcta y oportuna valoración de aquellos que real y sustancialmente le aportaron al país.  Confundimos a héroes y villanos en el trepidar diario del proyecto totalitario que pugna por triunfar y, lo que es peor, haartos,  tendemos a la indiferencia que nos proteja de tanta intoxicación psicológica.

Hay pérdidas irreparables para un país inevitablemente múltiple, con independencia – incluso – de sus posturas ideológicas. Personalidades afortunadamente complejas y hasta contradictorias que suscitan devoción y rechazo al mismo tiempo, repentinamente desaparecen y, en su momento, nos conmueven hasta diluirse prontamente, intentando remplazarlas el gobierno por íconos que nunca cuajan.

Isa Dobles tuvo una importante trayectoria pública que no puede desecharse con facilidad y, más aún, cuando – siendo huésped permanente en los hogares – hubo generaciones que crecieron con ella a través de la televisión. En contraste con el presente, lo normal fue tener un único televisor en casa, con una oferta limitada de canales y que lograba nuclear a la familia, por lo que los grandes artistas -  una definición genérica de la profesión que impuso el medio – influían más de lo que ahora podemos imaginar en torno a valores, opiniones y conductas.

La extraordinaria comunicadora social desaparece físicamente y, a la vuelta de los días, se dirá, poco la recordarán, como a Jacinto Convit. Vale decir, se supone que, al terminar el último capítulo, la novela ya no existe y sus protagonistas serán olvidados. Empero, ejemplificado por ellos, sentimos que no ocurrirá como ha acontecido en la última década y media: pasar la página.

Superar el actual desorden establecido, significará recuperar la memoria y distinguir entre héroes y vallanos o, para evitar el maniqueísmo, apreciar que hubo la humana mezcla de tales, desafiando la herencia de un gobierno que quiso imponer a los suyos, obviamente síntesis de todas las virtudes. Esto es, valorar adecuadamente a aquellos que, de un modo otro, contribuyeron a edificar a la Venezuela que se resiste a aceptar a los héroes artificiales, como – creemos – ahora no se hace por lo menos convincentemente.

Conocimos personalmente a Isa en la frustrada campaña parlamentaria de 2005 y, en algunas ocasiones, ayudamos a su esfuerzo candidatural en el circuito que le correspondió. Nos sorprendió el trato afectuoso y cercano que dispensaba, aún en el árido terreno de la política, arriesgando su espontaneidad en las difíciles circunstancias de una promoción que chocó con la idea ya predominante e insensata de la abstención sin alternativas.

Circunstancias nada propicias para la incursión inaugural que hizo en un oficio de difícil comprensión, pues no siempre el esfuerzo goza siquiera del beneficio de la duda ajena. Y, al rendirle tributo a la huésped recurrente de la casa, cuyas ideas y planteamientos suscitaron políticamente más discrepancias que coincidencias, deseamos recordar a la tenaz mujer que también hizo este país y supo lo que significó hacer política activa a contracorriente.

Reproducción: Presidente Betancourt en el agasajo de Pro-Venezuela a las agrupaciones y colonias extranjeras, junto a Mercedes Navarro de Rivas y Maritza de Machado. Elite, Caracas, nr. 1807 del 14/05/60). Presumimos que en la gráfica también se encuentra Isa Dobles.  


Fuente:  
http://www.noticierodigital.com/2014/07/isa/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=1045114 
 

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