lunes, 9 de junio de 2014

MONTEJO (2)

EL NACIONAL, Caracas, 25 de agosto de 1997
A fuego lento con ... Eugenio Montejo
La poesía siempre tuvo su Internet
A los poetas no se les perdona nada, ni siquiera la muerte, como acertadamente lo dijo Vladimir Holan. En los tiempos que corren los vientos no están a su favor. A eso se le suma el cautivador influjo de los medios audiovisuales. Sin embargo, el fin de siglo está demostrando que el abandono vivido está por terminar. Y eso se le debe que agradecer a hombres de letras que como él, que se acercaron a la creación literaria como quien anhela las cosas profundas. Montejo fungirá desde hoy como presidente del jurado del V Premio Internacional de Poesía Pérez Bonalde
Rubén Wisotzki - Efraín Corona 

Para conversar con él es necesario pactar con la palabra. Hay que reunirse previamente con ella, decirle cuánto se la quiere y respeta, aceptar sus condiciones, saberla útil, justa. Se debe, incluso, temerla. Quien le mienta ha de saber que corre peligro en la noche, cuando la soledad es una multitud y el silencio el único ruido del lugar. El osado será castigado con tal mudez que ni el corazón podrá articular un sentimiento. Pero aquel que la trate con sinceridad verá que ella le dejará un lugar a su lado y lo colmará de metáforas, símbolos y adjetivos divinos.
Para conversar con él es necesario pactar con la palabra. Autor de libros legendarios como Terredad o Alfabeto del mundo , es el presidente del jurado del V Premio Internacional de Poesía Pérez Bonalde, galardón que se otorga en el marco de la VI Semana Internacional de la Poesía de Caracas.
Para conversar con Eugenio Montejo es necesario pactar con la palabra. Porque él ya pactó con ella.
- Al hablar de la poesía en Venezuela es ineludible el mencionar su nombre .
-Tengo 58 años, voy para los 59 ya, y estoy en esto desde los 15 años. Cuando se tiene esta edad y este trabajo, los más jóvenes suelen tomarlo a uno como una referencia. A mi entender es una cuestión de edad más que de méritos.
- ¨ Y después de tantos años qué le ha dejado la poesía ?
-Nunca me he planteado que me dé o me quite. Me acerqué a ella sin saber, como se acerca uno a las cosas profundas. Y sentí que siempre había estado allí, mucho antes de nacer. La poesía me ha dado una cierta comprensión del mundo y de los seres. Con esto digo que la condición del poeta en la vida moderna no es nada fácil. Cuando a mí se me acercan muchachos con sus primeros versos les hago recapacitar en torno a lo que están haciendo, a la vida azarosa del poeta. Hay que tener una vocación muy probada. Más que de talento estamos hablando de voluntad. Les repito siempre una frase de Vladimir Holan, uno de los grandes poetas de este siglo: ``Al poeta no se le perdona nada, ni siquiera la muerte''.
-Pareciera que están hablando de un castigo . . .
-No es tanto un castigo, es más bien un convencimiento. La poesía en este siglo no tiene el viento a su favor. Lo tuvo en otras épocas. A comienzos de siglo, por ejemplo, tuvo una audiencia mucho mayor. La fascinación de los medios audiovisuales hoy ocupa un primer plano. La poesía va quedando eclipsada. Pero eso será algo momentáneo.
- Pero ya hay poetas en CD . ¨ Cree en esa aproximación de la poesía a los nuevos medios ?
-Sí, claro. Todos esos medios serán tomados por la poesía y llegarán a la poesía. De eso no tengo ninguna duda. Por ejemplo, la televisión, esa que ahora horroriza, es juzgada muy joven. Tiene poco más de 50 años. Es demasiado pesimismo el suponer que en el futuro no servirá para otra cosa. El medio se prestará para dejar oír la palabra del poeta. Por eso hablo de eclipse. Y como digo una cosa, digo la otra: el fin de siglo nos está dando la pista de que ese abandono de la poesía está comenzando a ceder. Lo ves en las audiencias masivas de los festivales contemporáneos, algo que no se veía antes. Estoy llegando de participar en un festival de Medellín, y en un día, a la misma hora, había seis lecturas de poemas en seis salas de la ciudad, y las seis estaban llenas. El eclipse está cediendo...
-Puede deducirse entonces que el venezolano es muy osado, porque aquí lo que sobra son poetas : quien publica un libro ya es considerado poeta, a cualquier persona que escribe bien se le llama poeta .
-Algunas personas de otras partes han observado la generalización que aquí se hace de la palabra poeta. Mi amigo, el poeta argentino Raúl Gustavo Aguirre, ya muerto, lo observó alguna vez. A pesar de las observaciones que se le hacen a un muchacho, es algo inevitable. ``¨Tengo 16 años y quién me puede impedir que lo haga y que me crea parte de la fascinación de la poesía?'' Es el fuego que atrae. Yo pertenezco a la generación del 58, éramos muchísimos, pero, ¨cuántos perseveramos?
- ¨Pero hay tantos poetas en Venezuela ? ¨ Cuántos poetas rescata usted ?
-No se olviden que estoy presidiendo un jurado. Debo ser muy cauto en mis apreciaciones. Veo sí una continuidad muy marcada de la poesía del 18, que es la poesía fundadora de la modernidad. No podemos juzgar a los poetas de los 80, pero sí veo una continuidad muy satisfactoria en poetas que tienen 35, 40 o 50 años. Es inevitable que muchos jóvenes con los recitales y los talleres quieran escribir poesía.
- Pero usted no cree mucho en los talleres . En ``El taller blanco'' usted comenta que su único y verdadero taller fue la panadería donde trabajaba su padre, ese ambiente todo enharinado . . .
-Sí, es cierto. Pero una vez participé en un coloquio de literatura venezolana y se pusieron los talleres en la picota. Para los radicales se estaba uniformando la escritura. Lo llamaban ``la talleritis''. Para otros era algo muy bueno. Yo me incliné por algo ecléctico, no por comodidad, sino que veo que en una ciudad como la nuestra, en la que no existe siquiera la tertulia literaria, estos talleres, bien guiados, pueden suplir a la tertulia y servir de estímulo. Así defiendo al taller. Ahora bien, que un muchacho crea que por ser participante de un taller va a ser poeta o narrador, está errado.
-¨ Existe una poesía venezolana ?
-Es una pregunta difícil. Me la han hecho y me la hice muchas veces. Trabajamos dentro de una lengua y nos comunicamos con la historia de la lengua. A mí me importa tanto el castellano del siglo X y el castellano de ahora. Sé que son mis raíces y sé que dentro de eso existen familias lingüísticas. Además, nuestro paisaje es muy distinto de otro. Todas estas cosas y muchas más te van determinando. Tenemos 500 años haciendo un país y aún no nos damos cuenta de la forma que tiene.
- Concentrémonos por ahora en 58 años . ¨ Qué tiene de venezolana la poesía de Eugenio Montejo ?
-Vivo en mi lengua. Poetas como Fray Luis de León, Quevedo, los poetas de la modernidad, a todos ellos los inscribo en la poesía venezolana, en la tradición de mi lengua y, muy especialmente, en la generación del 18 como fundadora de la modernidad.
- ¨ Y qué le dio Portugal, un país tan poético, a su poesía ?
-Los portugueses tienen una escuela poética muy importante. Yo fui a Portugal con una obra en parte realizada. Y uno lo que está buscando es consolidarse.
- Buscando sus propias fronteras . . .
-Las fronteras geográficas y políticas son una, las fronteras literarias son muchas. El Premio Nobel ruso, Joseph Brodsky, en un ensayo acerca del otro Nobel, Derek Walcott, combate el criterio del centro y las periferias. Dice que con Walcott no existen las periferias, porque basta que un hombre se conecte con un idioma para que ya esté en el centro. Es algo bellísimo, ¨no? Walcott es de Santa Lucía y estudió en Trinidad, muy apartado del mundo académico inglés, pero es uno de los grandes poetas de la lengua inglesa. Es como si se hubiera conectado con sus palabras a una red eléctrica...
- Una suerte de Internet .
-Y que toda la vida existió. La poesía siempre tuvo su Internet, siempre anduvo en él.

Fotografía: Babelia / El País, Madrid.

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