lunes, 24 de marzo de 2014

COBRO DE COMISIÓN

Solemos olvidar, solemos recordar
Luis Barragán


“No necesitamos verdades que nos sirvan,
 sino una verdad a la cual servir”
Maritain


Leído cuando se pudo, por lo que habrá ocasión de comentarlo luego extensamente, Luis Salamanca publicó su interesantísima tesis doctoral por 2011 sobre el nacimiento del movimiento ciudadano, a mediados de la treintena del siglo XX.  Un dato poderoso, a pesar de las muchas décadas de dictaduras, surgió la protesta inesperada y vigorosa porque siempre estuvieron en la memoria colectiva las demandas y jornadas populares que se colaban entre las escaramuzas y guerras civiles que nos caracterizaron.

Tal consideración es oportuna, pues, en días pasados, a través de la telefonía social (las redes fundamentalmente se procesan a través de los móviles celulares),  Rafael Contreras puntualizaba en torno a lo que se dio a conocer como la Comisión de la Verdad (CV) sobre los consabidos hechos de abril de 2002.  E, incluso, fue uno de los juristas que trabajó intensamente el informe presentado por la bancada de la oposición, cuyos resultados quedaron congelados en el tiempo.

Solemos olvidarlo ahora que surge una particularísima CV que desafía los parámetros universales en la materia, designada, presidida y compuesta por el oficialismo parlamentario que ha de investigar ¿al gobierno?  Además, la verdad es tan ampliamente conocida respecto a la feroz represión de la protesta estudiantil que ha de mover y conmover los medios institucionales existentes para que rectifiquen y establezcan las responsabilidades del caso, algo que no ha ocurrido, concursando en las mentiras del poder establecido.

Inevitable, volvimos a las escenas de aquél abril, pues, abierto el fuego desde Puente LLaguno contra una marcha multitudinaria y desarmada, quedó impreso el instante en el que coincidimos con Rafael, quien de no taparse con una ballena atravesada en la avenida Baralt en fracciones de segundos … Posteriormente, al drama real y espeluznante de una agresión inimaginable se sumó la constante campaña de falsificación propagandística y publicitaria, cotizando a cineastas prestos a una versión tan arbitraria, convirtiendo a las víctimas en victimarias.

Las nuevas generaciones que elevan su voz de inconformidad militante, cuando nos dijimos en un período de “sosiego” y “tranquilidad” porque hay un receso electoral de dos años, conscientemente o no, recogen, sintetizan y expresan las batallas cívicas que hemos librado en década y media.  Sirviéndoles a una verdad profunda e imborrable, empero,  hay quienes se sorprenden de la fortaleza de la protesta (y de la protesta misma), sobrando los motivos para ello.

Fotografías: Tres, tomadas de la red; y la cuarta, específicamente de http://www.esquizopedia.com/wp-content/uploads/2008/08/2609084471_ef6cc6ee7c.jpg

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