viernes, 28 de febrero de 2014

! A QUE NO ME RECONOCES !

Días de carnaval
Nicomedes Febres


• Paradojicamente en carnaval, que es cuando se puede usar careta, es al mismo tiempo cuando estas más se caen. Desde las “negritas” que en los sitios elegantes de antes, a cuenta del “a que no me conoces” se soltaban el moño a discreción, o la permisividad de usar la esquina de Monjas de la Plaza Bolívar de Caracas como sitios de trasvestis de la comunidad gay en esos días de desenfreno a comienzos del siglo XX, mientras el resto del año eran perseguidos como brujas; hasta este espectáculo envilecedor del pueblo montado por maduro y su combo. Personalmente debo tener una magnífica colección de fotografías relativas al carnaval y lo he estudiado, pero no creo que escriba nada sobre él, porque siento una profunda aversión por el mismo. Admiro a monseñor Diego Antonio Diez Madroñero, obispo de la provincia de Caracas que durante su guía pastoral durante diez años entre 1760 y 1770 hizo del carnaval un tiempo de rezo del rosario en familia y de reflexión. Gracias a su intolerante esfuerzo, ha sido el único hombre que metió en cintura a la sociedad de su tiempo y de esa disciplina férrea surgió la generación de la Independencia de Venezuela. Adolfo Hitler usaba este recurso de liberación moral durante su régimen nazi bajo el argumento de “La fuerza por la alegría” mientras sus críticos lo llamaban “la alegría por la fuerza” y lo hacía para degradar al pueblo y hacerlo sentir culpable el resto del año. En conclusión, que maduro por una coyuntura política difícil alimenta el ocio, el caos social, la guchafita para decirlo en buen criollo, amén de la improductividad, el incremento de los accidentes por carretera y muchas lacras sin saber, por lo precipitado de la decisión, si los hospitales están bien dotados de recursos para resistir esa situación de caos. Y de eso puedo hablar con propiedad cuando recuerdo los días de guardia en el Puesto de Socorro de Salas donde llegaban borrachos hombres con fracturas de todo tipo y heridos por armas de fuego y blancas. En ese entonces era Salas el único puesto de emergencia en la ciudad. En aquél entonces las dotaciones se triplicaban y el frenesí orgiástico hacía de las suyas desde el viernes en la noche hasta el lunes de carnaval que era el peor de todos. Los heridos hacían cola para ser operados.
• La foto del día es un templete de carnaval en una esquina de Caracas en 1901. Se generaban batallas campales entre los que estaban arriba y los que estaban debajo de la estructura para ver el paso de las carrozas y para aprovechar las bebidas gratuitas. Dos hombres influyeron positivamente en la manifestación del carnaval popular, el de sucio, azulillo y orina para bañar con ellas al transeúnte. Ellos fueron Guzmán Blanco y Pérez Jiménez.
http://opinionynoticias.com/opinionnacional/18417-dias-de-carnaval

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