lunes, 16 de diciembre de 2013

RESULTADOS EXISTEN CUANDO HAY DEBATE

Bolívar,  breve balance parlamentario (y coletilla)
Luis Barragán


“Y, claro, como es natural en estas
historias,  las cosas que no se sabían
se sabían demasiado”
Ernesto Mestre (*)


Un nuevo aniversario de su muerte, lo convierte en un insólito tropiezo y no sólo porque, independientemente de su valor arquitectónico,  surgió en Caracas -  arbitrario y arrogante -  el Mausoleo (¿nombre definitivo?), sino por el utilitario, abusivo, oportunista y agobiador uso que se hace de su nombre.  Y es que, en lugar de fluir con los tiempos, actualizándose, con Bolívar se permiten devolvernos a todos al siglo XIX, exacta y sólo exactamente donde arrancó el despotismo que lo capturó como pretexto.
Además, idearon una distinta iconografía incapaz de confrontar el trazo supuestamente científico con la más amplia historiografía en la materia, ya que el interés fundamental estuvo y está en una insólita segregación retrospectiva, saturada de las veleidades políticas del presente. Inútiles fueron los esfuerzos de legos y especialistas por debatir la tan inédita decisión presidencial de versionarlo: “El manejo es ideológico y sobre todo divisionista, perpetuando las viejas categorías de las guerras civiles de independencia”, refiere Miguel Angel Perera (“Venezuela ¿nación o tribu? La herencia de Chávez”, UCV, Caracas, 2012: 100).
El Bolívar de la puerta franca, dinámico y transparente,  se ha convertido en una espesa y alta muralla que escuda – aunque no protege suficientemente – a sus especuladores. Prófugos del siglo XXI, todavía no logramos la reflexión compartida que es necesaria para derrumbar toda la parafernalia oficial que se agota en la consigna y en el ceremonial de ocasión.
UN BREVE BALANCE PARLAMENTARIO
Resulta difícil incorporar todas y cada de las circunstancias que hicieron la legislatura de este año,  la que aparentemente no ha culminado cuando escribimos estas notas. Unas, apuntan a la debilidad de un importantísimo órgano del Poder Público, y, la otra, a una inevitable referencia personal.
Por una parte, la bancada democrática de la oposición dio un cabal testimonio de  resistencia y  empuje, frente a la sistemática agresión gubernamental que incluyó la literal  golpiza de sus miembros en el desarrollo de sendas sesiones plenarias, añadido el micrófono convertido en certero proyectil frente al orador que los incomodó.  Nunca antes, por más dura que fuese la faena política, había pasado algo semejante, emblematizando el extravío ético y político de un gobierno que desea vehementemente a la Asamblea Nacional como una burda sucursal de sus caprichos.
Presuntos herederos del marxismo de décadas anteriores que tanto reclamaba por la independencia parlamentaria, el respeto a las inmunidades y una ineficacia que la perspectiva histórica revela como falsa de realizar el debido contraste, hoy son los capitanes de una demolición que anteriormente imputaban a otros. La vieja prensa que la desean deteriorada y desaparecida, ofrece sobrados testimonios que apuntan a la vigente y confesa inmoralidad del oficialismo actual, el que vela obstinadamente por el silenciamiento de toda diferencia que golpeé los tímpanos del poder establecido.
Por otra,  la inmunidad parlamentaria como institución indispensable, recibió una artera y extravagante puñalada, no sólo por el allanamiento de Richard Mardo y María Aranguren, sino por la severa amenaza que todavía  pesa sobre la disidencia. Consabido, también el allanamiento sirvió para la habilitación legislativa de Nicolás Maduro, so pretexto de su presunta cruzada anticorrupción, por no mencionar la imposición inconstitucional de un Plan de la Patria en sí mismo inconstitucional, pues,  el pleonasmo habla de un rango legal con ausencia del correspondiente procedimiento, igualmente sin precedentes en nuestra trayectoria republicana.
Aguas abajo,  el inmovilismo de las Comisiones Permanentes, excepto las llamadas Especiales que acatan la táctica gubernamental de persecución rondando la ridiculez, como aconteció con la citación de un popular cantante, las confina como oficinas pendientes de no molestar o irritar a los altos funcionarios del Estado que desatienden hasta la llamada telefónica de los diputados oficialistas. A mediados de agosto del presente año, la Gaceta Oficial reportó una profunda  transformación administrativa de la Asamblea Nacional que, desapercibida,  consagra un monopolio presupuestario, funcional y funcionarial merecedor de una mayor atención.
Finalmente, emergió una inédita iniciativa como La Movida Parlamentaria para la coincidencia de las curules de un diverso cuño político e ideológico,  recuperando la confianza del electorado propenso a la desilusión.  La tragedia de Amuay, la doble nacionalidad de Maduro, la defensa del Esequibo, la identificación con las luchas de los trabajadores de Guayana, el colapso eléctrico, el retiro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y  la campaña municipal, entre otros aspectos, supieron de una activa presencia en la calle como escenario natural de las denuncias y propuestas.
Mencionemos inelegantemente, nos correspondió ocupar la curul de Mardo en los instantes que emergía el Proyecto de Ley Orgánica de Cultura, trabajada intensamente en la Comisión Permanente, entre otras iniciativas que esperan.  Modestamente, proseguimos la labor que realizábamos, desmintiendo – incluso – una repentina campaña  twittera de descalificación, como si fuésemos epígonos del oficialismo, que los hechos sencillamente derrumbaron.
COLETILLA INEVITABLE
No hay resultados, sin un análisis; no hay análisis, sin el debate realmente compartido; luego, para que lo sean, los resultados necesitan discutirse. E, integrantes de La Movida Parlamentaria, ya dimos una larga y fructífera discusión respecto a los aludidos comicios, enunciando importantes tareas en el marco de la ineludible crisis que vendrá.
Únicamente observamos que, con más habilidad que franqueza, el poder central se plebiscitó como no logró hacerlo una oposición que, a pesar de encarnar las grandes mayorías, optó por el surtido de los problemas locales.  Además, para aquellos que partidístamente claman por el número de plazas conquistadas, olvidando el compromiso unitario, deben reparar entre el número real de postulaciones y el efectivo triunfo de las toldas: ahora, alcaldes y concejales afrontarán un inmenso desafío, pues saben inconstitucionales el Plan llamado de la Patria, los gobiernos paralelos y la negación de los recursos por Miraflores o La Planicie.
(*) “La rumba de Lázaro”, Tusquets Editores, Barcelona, 2001: 37.

http://www.noticierodigital.com/2013/12/bolivar-breve-balance-parlamentario-y-coletilla/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=1005429
Reproducción: Fantonches, Caracas, 24/12/1937, nr. 610.

No hay comentarios:

Publicar un comentario