jueves, 24 de octubre de 2013

¿QUÉ HACER?

EL NACIONAL - Domingo 20 de Octubre de 2013     Siete Días/6
Disolver la pesadilla
Toca esta vez al chavismo sano dar el paso al frente y (según tradición exige) deshacerse de sus Robespierre fundamentalistas
ANTONIO PASQUALI

Si en las municipales la oposición no fuere a lograr una victoria monda y lironda, impermeable a fraudes y jaqueos, la actual dictadura estaría recibiendo patente de corso para aspirar a la longevidad del peronismo (67 años discontinuos en el poder) o del castrismo (54 años ininterrumpidos). Tamaña pesadilla habrá de disolverse en un amanecer decembrino, impidiendo que el proceso chavista de intoxicación masiva alcance su punto de no retorno. De alcanzarlo, la dictadura se garantizaría largo imperio sobre una sociedad resignada, des-socializada y apolitizada, como sucedió en el helenismo con los sátrapas sucesores de Alejandro.
Disolver la pesadilla rebajando la dictadura a minoría requiere que millones de exchavistas desengañados se abstengan o voten por la oposición; un requerimiento otrora escabroso, hoy factible visto el inmenso vertedero de violaciones, robos, encubrimientos y flirteos con guerrillas y drogas, destrucciones y omisiones de esos asnos jurásicos que llevan 15 años reduciendo Venezuela a montón de ruinas sobre las que alucinan con resucitar un comunismo ya sepultado 46 veces por la humanidad. Toca esta vez al chavismo sano dar el paso al frente y (según tradición exige) deshacerse de sus Robespierre fundamentalistas, si quieren que sobreviva en Venezuela un partido de izquierda civilista y moderno.
En su ladino pilotaje al comunismo, el 26° presidente militar simuló plegarse al ritual democrático, copió a los tycoons capitalistas que si no compran depredan, y cual caballo de Troya propició la invasión del país por un ejército de cubanos.
Avanzó sin prisa, induciendo resignación y sometiendo la nación a una incansable ingeniería social de escuela soviético-cubana que tuvo su cínico clímax en los meses de su misteriosa enfermedad y muerte; el todo, con una misma y delirante meta: "América Latina....será lo que Rusia no pudo ser" (Chávez el 10-11-2005).
Sobre este desaforado proyecto (hoy lo maneja Maduro, egresado de la Escuela Superior del PC en Cuba) hemos de meditar todos, antes de que las "comunas" se nos vuelvan la antesala nada semántica de ese "comunismo" que en Rusia no pudo ser. A estas alturas, asestar al pensamiento único autocrático la humillación que se merece, más que un gesto político habrá de brotar de un sano instinto de supervivencia de la especie venezolana cuyo ADN -fortificado por 40 años de democracia- es sólidamente mestizo, pluralista, multicultural y pluripartidista.
Sólo el juche norcoreano y (masacres excluidas) el Pol Pot camboyano son comparables a la devastación Chávez-Maduro. Ingresaron al erario más de 1.500 millardos de dólares y la pobreza material y moral del país se incrementó: sextuplicaron la deuda pública ( 230 millardos, 60% del PIB) generando una de las peores inflaciones del mundo, (30% interanual), destruyendo PDVSA y Guayana y reduciendo las reservas operativas a menos de 1 millardo (Noruega, 50 millardos, inflación 0,6%); degradaron la calidad de vida a niveles cuasi-castristas, con crónica y explosiva falta de alimentos (los nacionales en menos de 60%, los importados en más 450%), de cemento, gas, medicinas, transportes, insumos industriales y... combustibles (¡Venezuela importando gas, gasoil y gasolina!); llevaron la inseguridad a figurar entre las peores del mundo, con casi 25.000 asesinatos anuales (95% impunes); propiciaron un subdesarrollo tecnológico sólo comparable al de los países sub-saharianos sobre todo en emprendimientos ecológicos y energías limpias, con graves insuficiencias en electricidad, gas, transportes viales, aéreos, ferroviarios y en tecnologías de comunicación, con desaparición progresiva de la libertad de comunicar y creciente terrorismo de estado...
¿Qué más vamos a esperar, unos y otros, para disolver en las urnas la pesadilla y echar a la basura un "sol del porvenir" que no llegará nunca; para sacar asnos, alucinados y deshonestos del poder y emprender en paz la reconstrucción de una Venezuela republicana y civilista, fraternal, desarrollada y moderna?

Ilustración: Pedro León Zapata, El Nacional (22/10/13).

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