lunes, 7 de octubre de 2013

CULTURA POLÍTICA

Del limpio jugar
Luis Barragán


Antes de concluir la temporada regular de las Ligas Mayores de Béisbol, el venezolano Henderson Álvarez -  Marlins de Florida – nos dio la inmensa satisfacción de un no-hit, no-run. Y el país que no lo conocía, agobiado por los renovados problemas ya de vieja data, celebró naturalmente la hazaña y al hazañoso.

Inevitable, los medios oficialistas se hicieron inmediatamente eco del asunto, pues, dando un respiro a sus propios usuarios, exaltaron al estelar pitcher, aunque más tarde volviesen con esa intensa campaña para explicar nuestros problemas por obra de una conspiración satánica de la derecha lacaya del imperialismo. El atleta copó merecidamente la pantalla de todas las emisoras y nos dio gusto verificar que un grupo de niños, en una mesa cercana a la nuestra, dieran cuenta a sus padres de los antecedentes: Wilson Álvarez, Aníbal Sánchez, Carlos Zambrano, Johan Santana y Félix Hernández, según la nómina reconfirmada por la “tableta” que los convocaba.

Que sepamos, Álvarez no incurrió en deslealtad alguna para conquistar su objetivo, ni despotricó de los bateadores dispuestos a cumplir con su deber.  Jugando limpio, con miles de fanáticos como testigos, con reglas previas y claras, coincidió el talento natural con las ganas de hacer,  la inteligente destreza con la voluntad de soñar despierto, como el respeto hacía sí y hacia el otro dentro y fuera del campo.

En definitiva, es posible, necesario y urgente jugar limpio en todos los ámbitos para garantizar los resultados que satisfagan nuestras expectativas. El béisbol ofrece un buen ejemplo, pues, como todo, no siendo perfecto, el fracaso no está ligado a la antipatía que nos condena, al rencor de un tercero, al sabotaje que es más grande cuando no logra explicarse, a la enfermiza conspiración que no corroe, al abandono del amuleto (ex) viviente. Y las victorias dependen de nuestra entereza, prestancia, empeño, talento, integridad: logramos algo distinto cuando procedemos de un modo diferente, señaló en su homilía dominical el Padre Ramírez Meza (Redentorista).

La posibilidad, necesidad y urgencia es la del reaprendizaje. Es demasiado costoso, incómodo, amargo y suicida el de hacernos grandes y pequeñas triquiñuelas, estafándonos con una versión de la realidad que nos conduce al despeñadero.

http://opinionynoticias.com/opinionnacional/16902-del-limpio-jugar

No hay comentarios:

Publicar un comentario