sábado, 17 de agosto de 2013

HISTORIETA +10 (1)


De +10 y una historieta
Luis Barragán


Nuestro historial independiente también se explica por el inmenso aporte de una civilidad que plantea infinitos retos de actualización, pues, celebrándolos, los 90 años de Carlos Cruz-Diez remite a la impostergable necesidad de reivindicar la libertad liberadora, la que nos hace partícipes en la creación y recreación del otro y de los otros, renovándonos espiritualmente en el esfuerzo  que esencialmente demanda.  Una fecha suscita reflexiones que hablan de la trascendencia de una obra artística que no se decreta, ni surge de la cultura oficial y de su infatigable como enfermizamente deteriorada retórica que nos descompone.

Accedimos a +10 porque se hizo consuetudinario, impregnándonos de una estética superior a la que puede conceder un decreto. Imperceptiblemente, explicó a nuestra generación que lo intuyó poderosamente, un dato principalísimo en esta dura faena del vivir que no da suficiente tiempo para argumentarlo, excepto nos ocupemos profesionalmente del asunto. Contribuyó a un contexto que atajaba las bajezas del lenguaje político, aunque la crisis se hizo – precisamente – cuando éste, omnímodo, se convirtió en excrecencia de un modo y de una naturaleza del poder establecido y ejercido, invertido los términos: la palabra no antecede y permite comprender al poder, sino que éste resulta de los hechos brutal o sofisticadamente propinados, luego reseñados por un lenguaje que es de lenguaraces.

El secreto mejor guardado es el que se hace público, y +10 expresamente señaló el itinerario que implica su obra: “Simplemente que camines hacia adelante, que no te detengas ante ella porque hacerlo, la obra muere. Mi obra se produce en el tiempo y en el espacio. Al mínimo movimiento, van surgiendo nuevas gamas, porque ese es justamente el propósito de crear una situación monocroma que va evolucionando, por cientos y cientos de matices, y termina en otra solución monocroma", según confiara a Leonardo Padrón (“Materia prima”, Santillana, Caracas, 2007).  El desafío consiste, movilizados y en movimiento, trastocar una experiencia estética en otra que, reivindicándola, éticamente nos autorice.

Quisimos reunir nuestra modesta muestra de la vieja prensa para comentar, sin pretensiones expertas, las incursiones de +10 en el mundo de las historietas, pero distintas ocupaciones – incluida la discusión de la que concebimos como la Ley del Monopolio Estatal de la Cultura – impidieron lo que hubiese sido una hazaña de aficionados. Empero, nos contentamos con ejemplificarlo, trayendo una pieza publicada en la revista Élite de 1943 (Caracas, nr. 904 del 30/01), donde – guardando el secreto para compartirlo – están los trazos precursores de un artista que, por cierto, se hizo público a tiempo y esto lo agradecemos.

Reproducción: Élite, Caracas, nr. 904 del 30/01/1943.
http://opinionynoticias.com/opinioncultural/16334-de-10-y-una-historieta

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