viernes, 26 de julio de 2013

NO SE ES, SIÉNDOLO

Político ni a palos
Nicomedes Febres

* Hay dos profesiones que nunca estarán en los libros de records laborales, por un lado el de prostituta, pero que tienen su compensación monetaria cuando hay trabajo. El otro es el de político, que después de mucho afán, de innumerables riesgos e incomprensiones puede que al final no le den ni las gracias y todo sea pura pérdida. Siempre he estado cerca de la política y de buenos políticos y la he estudiado profesionalmente. Creo que es una herramienta formidable para mejorar el mundo y lo que más me detiene para ser político es mi obsesivo amor al anonimato. Les he dicho que nunca confíen en políticos surgidos en la adultez porque usualmente son unos bandidos. Les he expresado que los políticos se miden por sus amigos, los cuales deben estar incluidos en una declaración jurada al igual que su patrimonio, cuando son electos o nombrados a un cargo de relevancia. Pero lo peor de la política son dos cosas, la primera nunca poder decir la verdad, usar la ambigüedad en el discurso, porque la gente común, que es el público de verdad usualmente es majadera, cree que siempre ellos tienen la razón. Así que mientras menos definiciones, mejor. Lo otro terrible es hacer una campaña electoral. Rodeado de gente, donde cada ciudadano que conoce al político que lo saluda cree que ahora son amigos y lo va a recordar porque lo obligó a beber en un posillo inmundo el mismo café con él. Le manda después recetas para el mal de ojo, un dulcito que hacen bien en su casa y una cartica para que le bautice un niño recién nacido o para solicitarle un favor, desde pedirle que le apalanque para que el muchacho entre en la universidad o le de una recomendación para cualquier cargo sin tener las cualidades para ello. Ningún político que se respete diría lo que yo les escribo a ustedes. Incluso algunos que me siguen me recomiendan que cese la columna porque me puedo ganar enemigos gratuitos entre gente que se sienta en algún momento aludida. Me niego a ello, lo mismo a que la traslade a un diario, porque entonces se vuelve obligación. Lo hago solo y exclusivamente solo porque como médico siento mucho desasosiego entre la gente que creo reducir al explicar las situaciones que presumo interpretar.
* La foto del día es de 1910 y es del botiquin Gato Negro propiedad de un señor Carró, ubicado en el pasaje de Linares, cerca de la casa natal del Libertador. Allí se comenzaron a vender mediante vendedores ambulantes nocturnos las primeras tostadas de Caracas que tuvieron gran éxito porque eran los únicos sitios que vendían cigarrillos luego que cerraban los botiquines y "las balas frías" después de las 11 de la noche para los viandantes nocturnos. Por cierto arepa y tostada no es lo mismo.

Fuente:https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10201357884289842&set=a.2324650196458.132741.1255727869&type=1&theater

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