viernes, 15 de marzo de 2013

GEOMETRÍA SENSIBLE

EL NACIONAL - Martes 12 de Marzo de 2013     Escenas/2
Víctor Valera
ESTO ES LO QUE HAY
ARTES VISUALES
LORENA GONZÁLEZ

El pasado martes una terrible noticia acompañaría la conmoción que sacudió al país frente al fallecimiento del Presidente de la República. Este anuncio fue la muerte de nuestro querido Víctor Valera. Oriundo de Maracaibo, nació en 1927 y se inició como pintor en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas.
Durante los años cincuenta viajó a París para relacionarse con las tendencias europeas de la abstracción geométrica. Al regresar a Venezuela, comenzó una labor cuyo aporte fundaría nuevos espacios dentro del arte venezolano. Su trabajo con el hierro como material formal logró expresar todo ese nuevo imaginario sobre el que se agitaba lo moderno.
Siempre dispuesto a buscar nuevos caminos expresivos, su propuesta escultórica y pictórica ha respirado bajo el clamor del hierro, el acero y el aluminio, ha transitado por la figuración y la abstracción, se ha integrado a la arquitectura y se ha dejado penetrar por la luz, el color y la vibración de nuevos espacios.
Conocí al maestro Valera en pleno cambio de siglo, cuando apenas iniciaba mi experiencia laboral en el área de educación del Museo Alejandro Otero. En aquel momento la exposición El muro como soporte nos enlazó; en ella presentaba un valioso recorrido contemporáneo en el que confluían pintura y escultura, y en el que el muro, al tiempo que funciona como soporte, se transformó en la metáfora de una presencia conmovedora: espacio donde el artista inserta sus habilidades e inquietudes para forjar los riesgos y logros de una pregunta interminable. Como parte de los programas educativos escribí una guía de estudio sobre la escultura en Venezuela en compañía del maestro, quien, además de ser una de las principales referencias de las transformaciones estéticas durante el siglo XX, también era un hombre con una conciencia lúcida y amorosa, con una personalidad irradiante y profundamente humana, con una generosidad infinita capaz de asentar afectuosos vínculos y de compartir a sus anchas todas las aristas del conocimiento.
Revisando algunas páginas de aquella experiencia, recordé dos momentos capitales: el primero, unas palabras que me regaló en medio de los intercambios que tuvimos: "Manejo el hierro bajo el concepto de una geometría sensible. El hierro es una lámina que se va transformando. El escultor tradicional construye una obra. Al tallar o modelar como lo estoy haciendo la situación cambia, porque realizo un ejercicio destructivo del volumen para obtener la forma". El segundo, fue el eje curatorial que Ruth Auerbach le daría a aquella gran retrospectiva asumiendo un recorrido crítico en el cual se destacó el tránsito evolutivo por la creación insospechada de formas, ritmos, volúmenes y colores que partían del punto como núcleo primigenio para confluir en la penetración escultórica del espacio. En la propuesta museográfica, el punto, desde la pared, se desplegaba y crecía, se dejaba invadir por el color, se desdoblaba geométricamente en la sala y se multiplicaba para generar armónicas figuras que desde el muro dialogaban con el espectador.
Premio Nacional de Escultura en el año 1958, artista clave en el proyecto Integración de las Artes en la UCV, investigador incansable de un lenguaje estético que revolucionó la escultura en nuestro país, Valera es uno de los creadores más significativos de nuestra historia visual. Esperamos que en su repentina ausencia nuestras instituciones culturales sepan darle el reconocimiento y el debido homenaje que su labor merece.

Fotografía: Pieza de VV en Punta de Piedra, Isla de Margarita, en: http://sieim2007.blogspot.com/2012/07/escultura-del-maestro-victor-valera.html

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