jueves, 23 de agosto de 2012

EXPECTATIVAS

EL NACIONAL, Caracas, 09 de Agosto de 1998 / OPINION
La revolución de las fantasías
Roberto Hernández Montoya

Uno de los inconvenientes de las fantasías es que muchas decepcionan cuando se cumplen. Muchos hemos tenido la de caminar bajo la lluvia, pero cuando las circunstancias nos obligan a ello, bueno, no a todos nos gusta.
Alguien ha dicho que todos los candidatos presidenciales, con oportunidad de ganar o sin ella, son autoritarios. Creo que tiene razón. Tal vez unos lo son más que otros, pero todos creen tener una solución para todo y parecen estar dispuestos a rescatarnos de nosotros mismos, porque saben mejor que nosotros mismos qué es lo que nos conviene. Más autoritario que eso difícil.
Pero, amigo votante entusiasmado con cualquiera de los candidatos autoritarios, es decir, con cualquiera de los candidatos: ¿Crees que el próximo presidente va a imponer disciplina solo a los demás? Es decir, ¿vas a poder seguir estacionándote donde se te pega la gana, comiéndote los semáforos, violando las colas, evadiendo impuestos, robándote cosas de la oficina, a tus vecinos o poniendo tu música a todo dar? ¿Y por qué tú no y sí los demás?
El problema va a ser cuando gane tu candidato y te encuentres con que a ti también te toca, sea lo que sea que eso signifique, y no solo a los corruptos, a los políticos aviesos, a los empresarios vividores, a los militares indisciplinados.
Está bien, las cosas andan mal. La culpa es de los que sabemos. Tu nivel de vida ha descendido dramáticamente. Pero ¿la solución es "vamos a jodernos todos"? ¿Acaso los culpables se van fastidiar de verdad? ¿No se van a ir a Miami a reírse de ti y de mí, como tantos ya se han ido?
Hace muchos años, al comienzo de su carrera, Les Luthiers nos decían a algunos venezolanos que las cosas sí podían empeorar. Pasó en la Argentina, su país, donde ellos mismos llegaron a pensar que estaban tan mal que no podían empeorar. Bueno, empeoraron. Y nos advertían que aquí también podía pasar. Y pasó. Y puede seguir ocurriendo. Lo digo sin ánimo de alarmar: esto sí puede ponerse peor. Sé que la paz no basta, aunque es ya algo, y que, como decía Primera (también llamado Primera El Bueno), "no basta rezar/para conseguir la paz". Pero si no vas a planchar no arrugues. No creo que todos los candidatos conducirán al Armagedón. En la década de 1960 un ingenioso preguntaba: "¿Y qué tal si un día dieran una guerra y nadie fuera?" No creo que sea suficiente ser un presidente guerrero y guerrerista para conducirnos a una guerra. Aunque, está bien, no es imposible. La Humanidad es lo suficientemente idiota como para ser la única especie que hace guerras.
Hace décadas Domingo Alberto Rangel escribió un libro con el mismo título de este artículo, en él criticaba la forma en que él y otros muchos se alzaron contra lo que creían injusto. Ojalá ahora no cometamos errores peores, porque, te lo aseguro, sí se puede.
http://www.analitica.com/bitblio/rhernand/


Fotografía: LB, un instante en la reordenación de libros en casa (31/03/11)

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