domingo, 15 de abril de 2012

UNA VERSIÓN DE LA DERECHA


EL NACIONAL - Domingo 15 de Abril de 2012 Opinión/8
ATres Manos
Miradas múltiples para el diálogo
No a la derecha histérica
RIGOBERTO LANZ

"El ser humano no es capaz de eliminar
la muerte, pero sí es perfectamente
capaz de evitar la matanza recíproca".
Norbert Elías: Humana conditio, p. 88

Mientras usted lee este artículo relajadamente, en algún lugar --generalmente oscuro-- sectores que no creen para nada en eso del juego democrático están maquinando las maneras de adueñarse del poder. Esto se los digo no por un arrebato de imaginación hollywoodense, sino por el manejo de información privilegiada de los servicios de inteligencia. Sabemos quiénes son y lo que traman. No hay nada nuevo bajo el sol. Son los mismos grupos de siempre. Juegan todos los juegos y si las cuentas no cuadran, apelan al "plan C".

La derecha que juega limpio (con todas las precauciones de esta expresión, mire usted las fechorías de la pandilla de "los 15") sabe que es mal negocio la aventura de los caminos verdes para preservar sus intereses. No porque se haya convertido repentinamente en "santa", sino porque en cualquier hipótesis ajustarse a las reglas de juego es el único camino para que el negocio funcione. La derecha pragmática, aquella que tiene mucho dinero y pocas ideas, saca sus cuentas y al final puede dormir tranquila si no se pasa de la raya. Pero en su seno persisten los grupos que se desesperan y no atinan a acomodarse a las nuevas reglas de un país que apenas si les pide que aflojen sus pretensiones, que administren su avaricia, que no se crean los "amos del valle", que suspendan los abusos y atropellos como forma de hacer negocios. Con ese sencillo manual de urbanidad pueden fácilmente incrementar su capital en cualquier área de actividad (sin excepción).

¿Por qué cree usted que estas facciones de la derecha histérica no saben sacar cuentas? ¿Qué curioso impulso los lleva a suicidarse en primavera? No tengo la explicación, lo que sí parece claro es que tales grupúsculos existen, que están actuando en los albañales de la política, que pueden interferir la agenda de la derecha republicana y que su capacidad de hacer daño es muy grande. Esa derecha fscistoide trabaja afanosamente en la creación de climas de ingobernanza, en el bochinche inducido, en el aprovechamiento de descontentos diversos, en el encadenamiento de eventos aislados que pueden dispararse en recursividad negativa (espirales de violencia aparentemente inconexas que se vuelven impredecibles). Para ello no hay que contar con grandes organizaciones ni con demasiadas ideas. Allí lo que vale es una buena dosis de odio disociado y un buen sponsor que pague la factura. Precisamente por esta elementalidad de base es por lo que resulta relativamente fácil que ciertos grupos económicos jueguen en varios tableros: en la superficie guardan la compostura de correctos ciudadanos y en el subterráneo traman sus fechorías. Esto ha sido así desde siempre. Ocurre aquí y en todas partes del mundo. La cuestión clave es generar las condiciones para que estas facciones de la extrema derecha sean objetivamente neutralizadas. No me refiero solamente a la acción preventiva de las instituciones que de eso se ocupan. Importa mucho más el compromiso explícito de los múltiples sectores del mundo democrático por desligarse claramente de las aventuras y provocaciones de esta derecha histérica.

Cada incidente de violencia y atropellos en el marco del frenesí electoral abona de algún modo para el lado de estos grupos delirantes. Sabemos que el control de estas facciones --una vez que se desatan-- es muy costoso. Por eso es tan importante la concertación política (mucho más que la acción de marcaje de los órganos del Estado), la apuesta por las reglas del marco democrático, la neutralización política (junto con la neutralización operacional). Pero, por encima de todo, la seguridad de que las aventuras de esta derecha fascistoide conduce al derrape de todos los sectores democráticos que adversan al Gobierno. Pero la desesperación que origina los malos números electorales dispara todo tipo de alucinaciones.

La consigna podría ser: amarren a sus locos. Pero, por si acaso, es bueno saber que están pillaos.

CIUDAD CARACAS, 15 de Abril de 2012
LETRA FRÍA/ Los crímenes de la derecha
HUMBERTO MÁRQUEZ

Lo que mucha gente no puede entender es tanto crimen convicto y confeso de la derecha, sin castigo contundente y ejemplarizante. Los crímenes de Plaza Altamira, conocidos por todos, siguen en la impunidad. La confesión de parte de la derecha fue la manipulación del video trasmitido la misma noche de la matanza, presentando a Gouveia al lado del Alcalde Bernal, cuando a esa hora venía en un avión de TAP, para venir a ejecutar el encargo criminal. Los 30 años de Joao de Gouveia en prisión, no pagan lo que debe Medina Gómez, señalado por Juan Barreto en su momento. Gouveia confesó ser contratado por 35 millones para la masacre, por el general golpista. Una joyita que fue acusado por Jorge Nieves, asesinado también, de torturar campesinos cuando era comandante del Teatro de Operaciones N° 1 de Guasdualito, en la Cuarta República. ¿Dónde andará Medina Gómez?

El otro es el general Felipe Rodríguez (“El Cuervo”), uno de los militares disidentes de Altamira, acusado de atentados contra las sedes diplomáticas de Colombia y España en 2003, y del asesinato de tres soldados que aparecen muertos con heridas de arma de fuego y torturados, el 16 de febrero de 2003, en la hacienda Palo Gacho, estado Miranda. Con los occisos, se localizó otra joven herida por arma de fuego y quien sobrevivió al ataque, al parecer creyéndola muerta, que denunció como principal indiciado al general Rodríguez, conocido con el apodo de “El Cuervo,” y otros en funciones de vigilantes que registraban antecedentes delictivos.

Lo genial de toda esta historia es que el fulano Cuervo estaba pagando condena y lo liberaron por la huelga de las nalguitas blancas dirigidos por el otro asesino en potencia, Julio César Rivas de Javu, y da la casualidad que vuelven los atentados a misiones diplomáticas, esta vez más productivos para la campaña de Caprilito, porque producen dinero de los secuestros express y el robo a la residencia del embajador de México. ¿Habrá vuelto El Cuervo a las andadas?.

Eso para no hablar de los ajusticiados con tiros en la cabeza del 11-A, los dirigentes campesinos asesinados y de cuanto atentado está ocurriendo en los últimos días o ¿serán otras casualidades los crímenes de Aguilarte y el diputado Figarella?

Lo que sí está claro es que cuando esta gente se desespera, se activa en jornadas violentas incontrolables y así lo están, porque el candidadito no levanta ni con grúa y la presencia del pueblo en la calle el viernes 13, los debe tener maquinando otro golpe de estado, con la diferencia de que ahora sí es verdad que están pelando gajo del bueno, porque esta Revolución llegó para quedarse.

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