sábado, 24 de marzo de 2012

NUÑO (2)


EL NACIONAL - Sábado 24 de Marzo de 2012 Papel Literario/2
De Borges, Juan Nuño y King Kong
Entre lo mucho que se ha escrito acerca de la relación de Borges con la fi losofía, sin duda el presente libro de Juan Nuño ocupa un lugar preeminente.
No impone conclusiones ni convierte a Borges en el profesor de fi losofía que no fue ni pretendió ser pero ofrece con perspicacia y un punto de ironía todas las pistas especulativas que siguió
FERNANDO SAVATER

A Borges lo han leído alquimistas que se empeñaron en hacerlo alquimista; y los místicos, y los partidarios del espiritismo y los entusiastas de las cargas de caballería... Todos, todos se han apresurado a apuntarlo en sus registros, en sus nóminas, en sus cuadros de honor. Esta voluntad de forzoso alistamiento forma parte del "enigma Borges". Como fluye inasible, a la vez ajeno y engañosamente próximo, cada partido no puede refrenar la tentación de tender la mano y llevarlo a su orilla. Pero en cuanto parece que ya forma parte de aquel o este regimiento, es notorio que las mangas del uniforme le vienen largas y desfila con el paso cambiado. No cuadra, rechina: deserta. Antes de poder enorgullecernos de que sea de los nuestros, ha vuelto a ser de nadie y nadie, como Ulises.

También los filósofos --quiero decir: los profesores y los aficionados a la filosofía-- hemos intentado reclutarlo. Y con más abundantes inicios que muchos otros, porque Borges no cesa de hacer guiños filosóficos, bromas filosóficas, sombras chinescas filosóficas. ¡Caramba, si no fue filósofo, resulta patente que al menos pretendió serlo o aspiró a que lo tomaran por tal! ¿O no? Quizá sencillamente comprendió que los problemas filosóficos encierran un nódulo esencialmente poético, porque nada es más propio de la poesía que cantar los anhelos y trabajos de amor perdidos de la pasión imposible. ¿Acaso hay algo más apasionante y más imposible que resolver el enigma del tiempo, del infinito, de la identidad humana, de los arquetipos de la razón? Es imposible olvidar los temas filosóficos: tan imposible como resolverlos satisfactoriamente de una vez por todas. En ellos están las intrigas más duraderas, y todos los libros de filosofía son libros de desasosiego, como el magnífico compuesto por Pessoa. Por eso Borges recurrió a la filosofía como fuente de argumentos narrativos poéticos; también por eso aclaró que su interés por los sistemas metafísicos era estético, no académico.

La melancólica y estimulante estética del fracaso irrenunciable...

Entre lo mucho que se ha escrito acerca de la relación de Borges con la filosofía, sin duda el presente libro de Juan Nuño ocupa un lugar preeminente. No impone conclusiones ni convierte a Borges en el profesor de filosofía que no fue (¡por suerte para él!) ni pretendió ser (¡por suerte para todos sus lectores!), pero ofrece con perspicacia y un punto de ironía todas las pistas especulativas que siguió, así como los altos y eternos temas entre los que merodeó con tanta gracia de estilo como imaginación.

Esta obra explora filosóficamente las de Borges con minuciosidad y erudición, pero sin agobio. No esteriliza explicativamente al poeta, sino que más bien lo realza.

Conocí a Juan Nuño en México, durante los actos conmemorativos de los setenta años de nuestro común amigo Octavio Paz. Después lo traté en Caracas, cuando fui durante un trimestre profesor en su Universidad. Hablamos mucho de Borges, claro está, pero también de Bertrand Russell, al que ambos admirábamos, y una noche, con bastante pisco de por medio, de King Kong: le confesé que era mi película favorita y Juan me regañó largo y tendido por ello, aunque sin decidirme a la apostasía...

Ahora le recuerdo y recuerdo aquellos días, con nostalgia y gratitud. Me alegra suponer que hoy quienes ignoran en España la figura de ese profesor transterrado e indócil tendrán la oportunidad de conocerlo, al menos en parte, gracias a la reedición de este estudio lleno de incitaciones, esclarecimientos y preguntas.

Madrid, febrero de 2005.

NOTA Este texto es la nota introductoria a Juan Nuño, La Filosofía en Borges. Reverso Ediciones, Barcelona, 2005.

No hay comentarios:

Publicar un comentario