sábado, 31 de marzo de 2012

CAZA DE CITAS








"Moral y razón plenamente entendidas son los dos pilares de la democracia, y cuando ambas o una de ellas son desconocidas, aquélla pierde su sentido".

Gregorio Peces-Barba

("Pensamiento social y político de Maritain", Cuadernos para el Diálogo, Madrid, 1972: 236)


Ilustración: Nacho Frades, "Experiment".

NOTICIERO RETROSPECTIVO









- Eugenio Montejo. "Solamente poesía". El Nacional, Papel Literario, Caracas, 04/08/96.
- R. J. Lovera de Sola. "Alejo Carpentier en Venezuela". El Nacional, 17/10/77.
- Alejandro Otero. "Los dioses de Degas". El Nacional, PL, Caracas, 15/02/98.
- Oswaldo Vigas. "Pascual Navarro colecciona muñecas". Elite, Caracas, nr. 1791 del 16/01/60.
- Luis Beltrán Prieto Figueroa. "Pido la palabra: el habla popular en Margarita". El Nacional, 21/08/79.

Fotografía: Reportaje al pintor Feliciano Carvallo, de Luis Buitrago Segura y fotos de Luis Noguera h. Momento, Caracas, nr. 185 del 29/01/60.

CONSTATACIÓN Y EVIDENCIA / EL PADECER Y LA MANIPULACIÓN


EL NACIONAL - Sábado 31 de Marzo de 2012 Escenas/2
El dolor crónico
PAISAJE SONORO
MÚSICA
YUMBER VERA

Además de acudir el año pasado al Primavera Sound en calidad de cronista, los organizadores del festival catalán me invitaron a formar parte de un panel sobre la actualidad de la música latinoamericana. Luego del encuentro, en el que me acompañaron músicos, periodistas y representantes discográficos de México, Argentina y Brasil, se me acercaron los pares españoles para ametrallarme a preguntas acerca de cómo subsistíamos en esta parte del Atlántico.

Tras la extrañeza de que me hicieran consultas tan puntuales, rápidamente comprendí que, ante la inminencia del tsunami social y económico que estaba por batuquearlos, precisaban tips para asegurar su existencia. Así que les sugerí que miraran a otro lado porque la crisis en esta región es como el dolor crónico: llega un momento en el que aprendes a convivir con él y deja de importarte solucionarlo. Especialmente en Venezuela, donde, aparte de carecer de una industria cultural sustentable, ya no nos sorprende la cifra de muertos que colman la morgue de Bello Monte los fines de semana.

Esta vez no tengo ganas de escribir sobre las nuevas tendencias musicales que deslumbran o los exponentes que están dando de qué hablar, que en la mayoría de los casos ni siquiera son venezolanos. Me parecen caprichos al momento de repasar el contexto en el que nos sumergimos. A veces me cuestiono la existencia de esta columna cuando aquí las necesidades son cada vez más básicas.

Aunque sea la cantante más buena onda y sensible del pop o de la vanguardia sonora, no creo que a Björk le interese que en este paraíso tropical nos estén matando a balazos. Ni estoy seguro de que sepa dónde está ubicada esta nación en la que fans no le faltan. Si bien no era mi pana, me perturbó el asesinato de Libero Iaizzo, manager de Caramelos de Cianuro. Lo conocía, así como a Onechot, con quien sí compartimos una longeva amistad y se transformó en otra víctima del hampa que palpita en este maravilloso y al mismo tiempo malogrado terruño. Y es que hoy ni los artistas se salvan de la violencia que sacude a este pedazo suramericano en el que se confundió la reivindicación con la impunidad.

Me conmovieron las palabras del guitarrista de Caramelos, el Enano, cuando Globovisión lo contactó y, entre lágrimas, a minutos de actuar en el festival mexicano Vive Latino 2012, expresó: "No entiendo por qué pasa esta vaina en este país". Yo tampoco. Así como nunca comprendí que la movida local de rock, un género que grita pidiendo verdad en lugar de auxilio, y que señala lo que está mal pero no exige sangre para remediarlo ­parafraseando a Pete Townshend de The Who­, no reflejara durante la última década lo que sucede y, en cambio, sustentara sus tópicos en la rumba con los panas, en la redundante e infinita pobreza, en la jeva de turno o en el existencialismo mancebo (La Vida Bohème fue lo más irreverente que conocí, a pesar de que leyeran a Jean-Paul Sartre). La música es uno de los mayores generadores de cambio de la historia del arte. Al igual que a mí, seguro que a ti te removió algo en tu estómago. Es hora de que las canciones abandonen la anhedonia, y nuevamente se conviertan en soporte para la reflexión. No hay que darle tantas vueltas a la acción.


CIUDAD CARACAS, 31 de Marzo de 2012
Los jóvenes cantaron por la vida y la paz en Miranda

A las 5: 00 pm aún no había arrancado la estridencia en la Concha Acústica del Parque Generalísimo Francisco de Miranda. Estridencia porque se trataba del tañir de guitarras eléctricas, amalgamadas de hip hop, reggeton, ska y mucha juventud. Entretanto, un Dj se encargaba de colocar música y los jóvenes iban ubicándose en sus lugares. La rumba prometía.

Y fue así. El “Concierto por la Vida y la Paz en Miranda”, en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda, organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (Minci), arrancó con Bituaya, que puso a bailar a los muchachos y obligaron a mover los pies a muchos adultos que allí se encontraban.

Bituaya, un colectivo que nació en 2009 en el Núcleo Endógeno Cultural El Valle, está integrado por Piki Figueroa (compositor y cantante), Eikilin (cantante) y Dr. F (tecladista). Ayer no vimos a Kronopio y sí a Marco Espinoza en las tumbadores, quien además es director de una banda salsera denominada Afrocódigo.

Lo cierto es que Bituaya cumplió su cometido y con su característico sonido electrónico, en el fusionar de ritmos caribeños, dejaron colar la sabrosa y extraña cumbia en su estilo, así como también algo de guajira entremezclada con el son cubano.

En verdad los muchachos dieron un buen espectáculo. Kronopio, el antiguo Dj, no estuvo en el evento porque al parecer se retiró para formar su propia agrupación.

MCKLOPEDIA

Además de Bituaya, Baroni y Oscarcito, se presentaría Mckclopedia en el programa. Fue precisamente esta última agrupación a la que le tocó el segundo turno.

McKlopedia, también conocido como Vendetta, nació en Caracas, el 18 de marzo de 1986, es famoso por su lírica inagotable e improvisación al ritmo del rap. En esta oportunidad presentó su más reciente sencillo titulado Lo que tú quieras que sea.

Mención destacada merece el vocalista de la agrupación, Ramsés Meneses, un joven que en su momento se identificó con el rap, tomándolo como filosofía y forma de vida. Influenciado inicialmente por las vivencias en una zona central de Barquisimeto y la isla de Margarita, conoce a Ice, quien se convierte en su primer mentor y en el futuro lo bautiza como “Mcklopedia”, haciendo referencia en tono jocoso a que jamás se le agotaban las palabras, lo que anoche pudimos comprobar en un alarde de destreza en el uso de la palabra, abordando con soltura y rima temas sociales de la actualidad.

BARONI ON TIME Y OSCARCITO

Lo caribeño arropa lo moderno. Prueba de ello son Baroni On Time y el mismo Oscarcito.

El primero, reggetonero de postín, hizo mover a quienes asistieron al Parque Miranda. En cuanto a Oscarcito, quien se inició en el pop, una vez más logra sacarle aplausos al público con la interesante propuesta musical, donde se pasea sobre los distintos géneros musicales urbanos.

ÁNGEL MÉNDEZ/ CIUDAD CCS
FOTO NANCY CERVANTES

AVENTURADO SUPUESTO / ACERTADA PERSPECTIVA


CIUDAD CARACAS, 31 de Marzo de 2012
Oposición evitaría llegar al 7-O con Capriles
DESDE LA PLAZA

Evitar llegar a las elecciones del 7 de octubre con Henrique Carpiles, impedir las elecciones mediante actos de violencia organizada y promover escenarios de guerra psicológica para evitar que el presidente Hugo Chávez resulte reelecto serían los tres escenarios promovidos por factores de oposición para sabotear el triunfo de la Revolución en las próximas elecciones presidenciales.

La aseveración la hizo ayer el gobernador del estado Portuguesa, Wilmar Castro Soteldo, en conversación con el jefe del Comando de Campaña Carabobo, Jorge Rodríguez, durante el programa Desde la plaza transmitido por la emisora Alba Ciudad 96.3 FM.

De acuerdo con Castro Soteldo, encargado del análisis de encuestas y develar las estrategias de la oposición en el Partido Socialista Unido de Venezuela, esta maneja tres grandes escenarios.

“El primero es la procura de un candidato que esté a la altura o que pueda hacerle una resistencia fuerte a Chávez”, explicó, al tiempo que alertó que “la intención que tiene esta oposición es que definitivamente no piensa llegar a las elecciones con su candidato”.

Indicó que el segundo aspecto tiene que ver con no acudir a las elecciones fomentando la violencia “como en efecto lo han venido demostrando”, dijo Castro.

Mencionó que la oposición está siendo asesorada por el exgobernador de Carabobo, Henrique Salas Römer, quien “tiene un alto perfil fascista y pro imperialista”.

La última fase apunta al acondicionamiento psicológico del pueblo para crear el desconocimiento de las instituciones con actos de anarquía y caos, explicó el mandatario regional. Indicó que a través de eventos de conmoción que se pudieran dar con hechos puntuales y que tienen que ver con una violencia organizada en objetivos concretos, la oposición puede llegar a justificar actos de violencia.

También describió que esperan que Chávez no llegue a las elecciones del 7 de octubre por razones de salud o por otras vías.

“En el marco de la guerra psicológica que tiene entre sus formas de lucha como arma el hostigamiento buscan sacar a Chávez del juego para que no pueda participar por alguna razón y entonces plantearse un sustituto de Chávez. Por eso su estrategia es procurar divisiones, anunciando que gobernadores van a saltar la talanquera y propiciando posibles sustitutos del Presidente y de esa manera ir sembrando la incertidumbre en la población”, dijo Castro Soteldo.

PUÑAL DEBAJO DE LA MANGA

Por su parte Rodríguez señaló que la oposición “oculta el candidato, que permanentemente tiene un puñal guardado en la manga, está pensando cuándo se va a salir del cauce democrático, para recurrir a los hechos violentos y a la desestabilización a la que nos tienen acostumbrados desde hace unos años para acá”. Denunció que la oposición “está mirando hacia el norte para acabar con la Revolución”.

Describió la conexión que tiene el pueblo con la gestión del presidente Chávez y dijo que “hay un pueblo en la calle dispuesto a defender la Revolución”.

Recordó que el partido del candidato opositor sirvió de eje político en el golpe de Estado que encabezó Pedro Carmona en 2002, a quien comparó con la hipotética presidencia de Capriles y a la que calificó de “terrorífica y experimento de bonsai”.

EL UNIVERSAL, Caracas, 31 de Marzo de 2012
Capriles: "¿Le vamos a dar seis años más a la violencia?"
Candidato ratificó en Bolívar su compromiso de dar tranquilidad al país
Henrique Capriles estuvo ayer en Tumeremo y lamentó que el país sufre a diario "un toque de queda"

"Bolívar tiene todo para avanzar, pero este es el tercer estado más violento de Venezuela en términos de delitos que se cometen por cada 100 mil habitantes, allí es donde se ve la magnitud", reflexionó ayer el candidato presidencial de la Unidad, Henrique Capriles , durante su recorrido por la población de Tumeremo, acompañado del candidato a la Gobernación, Andrés Velásquez.

Capriles estará este fin de semana en su contacto casa por casa y dijo que aprovecha la cercanía de la Semana Santa para que "los que están con el lenguaje del insulto" reflexionen y se acerquen a Dios. "El que oye a Dios nunca va a estar del lado de la violencia, siempre del lado del encuentro". El candidato presidencial de la Unidad afirmó que el país, producto de la inseguridad y la inacción del Gobierno, sufre a diario un "toque de queda". También dijo estar sorprendido por la manera cómo ha sido recibido. Destacó el potencial minero e industrial de Bolívar y se comprometió a promover el empleo, que dijo, es el clamor de todos junto con la tranquilidad.

Sobre la nueva amenaza de Hugo Chávez de cerrar bancos porque estarían financiando la campaña de Capriles Radonski, éste instó al Presidente a presentar pruebas.

"El país está cansado de las declaraciones que al final terminan generando intranquilidad y no van acompañadas de pruebas. Siempre esa intimidación y miedo. El Gobierno todos los días repite mentiras y cree que así se convierten en verdad" dijo Capriles y ratificó que él no va a caer en la confrontación.

"¿Tenemos hoy la vida que queremos? ¿Le conviene al país seis años más de promesas, seis años más de violencia? El Gobierno central ha tenido todo el poder y no ha hecho nada. Merecemos una vida mejor, sin miedo a salir a la calle, que el dinero alcance y haya empleos de calidad. Nuestro compromiso es con la vida".

Para Capriles en injustificable que en plena bonanza petrolera la vialidad agrícola en Bolívar esté destruida. Insistió en que Pdvsa es de los venezolanos y no de un partido político ni del Gobierno central de turno.

"El petróleo lo convertiremos en la palanca para diversificar la economía. Debemos utilizar el petróleo para dejar de depender de él. Tenemos tierras fértiles suficientes para desarrollar la agricultura", dijo según nota de prensa del Comando Tricolor Nacional. EG

El presidente de la Asamblea Nacional (AN), diputado Diosdado Cabello (PSUV-Monagas), aseguró estar en conocimiento de actividades conspirativas financiadas por algunos miembros de la banca privada del país.

"Hacemos una sana advertencia a los señores de la banca, ellos saben quiénes son y el mensaje es clarito a ellos (...) nosotros sabemos quiénes están detrás de actividades pseudodemocráticas", dijo desde la sede de la Asamblea Nacional luego de encabezar un acto en el Parlamento en homenaje al guerrillero Américo Silva, reseñó AVN.

Cabello aprovechó la oportunidad para señalar que la oposición actúa de manera desesperada y con acciones de violencia, ante el conocimiento de que su "candidato no levanta, no sube en las encuestas", mientras el Psuv "tiene una aceptación en las encuestas del 44%".

Sostuvo que el candidato de la Mesa de Unidad, Henrique Capriles, ante los bajos números, "se refugia en sus nuevos amigos, como (Álvaro) Uribe (ex presidente de Colombia), mientras las organizaciones políticas, como AD, Copei, Un Nuevo Tiempo, se sienten desplazadas, y ¿qué les queda a ellos? salir a decir que el Psuv esta dividido".

Explicó el parlamentario que los actos violentos cometidos por personeros de la oposición contra periodistas del Sistema Nacional de Medios Públicos, es una prueba "de lo que le va a pasar a cualquier periodista que les haga preguntas incómodas, los van a maltratar y perseguir".

Destacó que la opción de la derecha representa la violencia, mientras que la candidatura del presidente Hugo Chávez es la garantía de la paz.

En horas de la noche, elcanciller, Nicolás Maduro, denunció en VTV que se preparan emboscadas políticas y mediáticas, para tratar de generar desestabilización de cara a las presidenciales del 7 de octubre. "Nosotros conocemos el guión", puntualizó.

APOLÍTICA


CIUDAD CARACAS, 31 de Marzo de 2012
LETRA SUELTA/ La asquerosa política
CAROLA CHÁVEZ

Pasó un amigo opositor por la Feria del Libro y solo supo decir con asquito: “Mucho libro de política.” Aquello, se suponía, era una descalificación.

Cuando hablan de política mis amigos opositores fruncen la cara con grima y aclaran que ellos −¡Líbrelos Dios!− no son políticos, sino simples ciudadanos ejerciendo su derecho a opinar. Y amanecen enchufados a Globovisión, buscando una tragedia nacional, una hecatombe siempre fallida, algo que les mantenga intacto el terror. Así desayunan, almuerzan y cenan hablando, con la boca llena, mal del gobierno… apolíticamente, claro.

La política, para la gente pensante de este país, es poco menos que una obscenidad. “La política es sucia, embarra todo lo que toca”, afirma cada ladrón juzgando por su condición.

Y es que, claro, si su punto de referencia son los adecos, copeyanos sus neo partidos derivados, UNT y Primero Justicia, no pueden menos que sentirse asqueados al punto de Alka Seltzer. Pero es que en este caso estamos hablando de la degradación de la política, de su uso retorcido en beneficio del poder económico, de esa minoría siempre beneficiada que acostumbra a ganarse el pan con el sudor de frentes ajenas.

Fueron ellos los que, convenientemente, nos condicionaron a repudiar la política. Mientras más asco nos diera menos nos íbamos a meter a curucutear e inevitablemente a descubrir que la política es la herramienta matriz para la construcción de la patria.

Hoy somos un país politizado, culpechavez, por supuesto. Unos lo asumimos orgullosos y otros, tiralapiedraescondelamanomente, se distancian, con fingido pudor, de la política de guarimbas, sabotaje, guerra sucia, mentiras globotizantes: hijos no te han quitado, bombillos espías que solo dan luz, agua tóxica que no intoxica. Y el odio que no respeta ni a los muertos, y el racismo, y las pruebas por llegar de un fraude que no fue, y “se van a tener que comer las alfombras”… la espoleta…

Así, apolíticamente, se oponen a todo lo que haga el gobierno quejándose, con especial esmero, de lo que ellos llaman paternalismo de Estado, “porque eso de darle casas, educación, salud a la gente solo fomenta la flojera, no crea ciudadanos sino mendigos, aunque mi papá me dio todo, hasta mi apartamento y mi camionetota, pero mi papá no es el Estado y yo ni tengo la culpa de tener un papá con billete, o sea…” En cambio, aplauden a los gobiernos que, cual padres desnaturalizados, rescatan bancos quebrados sacando el pan de la boca a sus pueblos para dárselo a los banqueros causantes del descalabro. Es decir que el Estado solo debe ayudar a quien no lo necesita. A los demás si no los ayuda su papá, que se jodan, nadie los mandó a ser pobres. Apolíticamente hablando, claro.

Con razón el asquito…

SUPRARTICULACIONES


EL NACIONAL - Sábado 31 de Marzo de 2012 Papel Literario/3
El brío Pasquali
Nueve vibrantes ensayos articulan La comunicación mundo, el más reciente libro de Antonio Pasquali (1929), publicado en España. Imposible confinarlos a una clasificación: cargados de datos, tendencias y conceptos, de ellos puede decirse que son piezas, prismas para pensar la condición humana proyectada hacia el tiempo por venir
NELSON RIVERA

Sin calistenia, casi sin señales que adviertan sobre lo que viene, en cierto modo inesperado, apenas a unas líneas del punto de inicio, de repente, el lector se ve en medio del brío Pasquali. ¿Qué es esto del brío Pasquali? Una experiencia de lectura. Quiero decir más: una experiencia electromagnética.

Y aunque el propósito de desagregar los factores constitutivos de esa masa en movimiento que es la prosa de Antonio Pasquali luzca desaconsejable (no es posible desagregar los componentes de un pensamiento en curso), de todos modos lo intentaré, estimulado por mi deseo de compartir el goce continuo que ha sido leer La comunicación mundo.

El lector se encontrará con esto: un pensador también en estado de goce. Que paladea cada palabra. Que plasma cada frase a sus textos como quien añade un ingrediente a un plato primoroso (me han contado que Pasquali tiene una parte de su alma en el paladar). Y que elabora (cocina) una escritura abierta a muchas facultades simultáneas: capaz de portar marcos de pensamiento (Pasquali parte de la filosofía: su travesía se refiere a asuntos que debaten la condición del hombre), pero a un mismo tiempo (insisto: la simultaneidad es su signo autoral), dispuesta a cargarse de datos, de fenómenos (en Pasquali hay una asombrosa conexión con lo real, tanto así, que uno puede imaginarlo al pie de la imprenta, amargando la rutina del editor, sustituyendo un dato reciente por otro de último minuto).

A este pensamiento cuyo arco va, por ejemplo, del pensar filosófico al factor estadístico (como si esto no fuese por sí mismo expresión de un considerable vigor intelectual), hay que añadirle dos nuevas dimensiones, un múltiple arco de tiempo, donde lo antiguo (lo que tiene la falsa apariencia de lo remoto o lo obsoleto) se proyecta hacia el futuro, a menudo por los caminos menos obvios, pero bajo esta premisa: materializado en la construcción precisa, en los elocuentes giros de la lengua, en los cambios de velocidad, en la rigurosa ejecución con que Pasquali expone sus ideas.

¿Qué hace, según creo, que esta colección de ensayos mantenga sin declive, su condición palpitante? ¿De dónde su brío? Que el de Pasquali es un pensamiento en-curso, proyectado a lo por-venir. Un pensamiento en desasosiego.

Ajeno a lo extático. Tendido al horizonte. Afiliado, en abrazo irreversible, a las realidades en gestación (eludo aquí la fórmula "nuevas realidades", porque ya instauradas, ellas adquieren el estatuto de realidades a punto de ser desplazadas). El mundo de cosas al que Pasquali le sigue la pista se mueve, se despliega, se escapa, se disemina, se acelera.

Muta. Desaparece y reaparece. Y ante esa compleja explosión de fenómenos, es decir, ante la múltiple condición del presente, Pasquali nos propone un mirador. Un lugar para experimentar y pensar el mundo.

La comunicación como plataforma Pasquali lo propone, en escueto enunciado, en el prefacio del libro ("disponemos de un sólido asidero gnoseológico para asumir que todo lo humano puede e incluso debiera ser pensado, inter alia, en clave comunicacional"). Lo demuestra en la estructura y despliegue de los ensayos, donde los hechos se redimensionan como los hilos de su extenso tejido conceptual. Lo proyecta en la briosa atmósfera que persuade al lector mientras lee la sucesión de ensayos: la comunicación podría ser la plataforma necesaria, el episteme desde el cual pensar el mundo y la condición humana ahora y hacia los próximos tiempos.

El ensayo que inaugura el libro, "Los códigos", es una admirable reflexión que se inserta en dos momentos milagrosos de la civilización: la creación del código alfabético lineal fenicio en el siglo XII a.C.

(la estructura analógica con la que la buena parte de la Humanidad ha vivido por más de tres milenios), y el código digito binario que, vislumbrado en el siglo XIX, explotó en Pennsylvania en 1946, en la forma de una enorme máquina computadora (la primera, que ocupaba una superficie de 170 metros cuadrados) que se convertiría en el momento fundacional de una era que recién comienza (la era binaria-digital, algorítmica y onmi-denotativa), cuyas consecuencias y durabilidad son quizás uno de los más grandes desafíos a la capacidad del hombre de mirar hacia su propio horizonte (arriesgaré lo siguiente: "Los códigos" podría resultar el botón de encendido de un pensamiento, su base histórica y prospectiva, histórica y social, gnoseológica y emocional, que en lo sucesivo podría incursionar en los enormes desafíos --a veces abrumadores-- del tercer milenio; en mi opinión, La comunicación mundo es el libro de un gran maestro venezolano, de un pensador de trayectorias incalculables, que nos ofrece una masa de datos y reflexiones, desde la que otros investigadores y ensayistas podrían despegar hacia nuevos objetivos de investigación).

Y es menester que me detenga aquí para consignar una poderosa corriente que impregna cada línea de la escritura de Pasquali: un hombre para el que pensar es indisociable de admirar.


La comunicación mundo es el libro de un gran maestro venezolano, de un pensador de trayectorias incalculables

En el reverso del crítico, en el impulso del hombre siempre a punto de deslizar la puntilla irónica, está el apasionado que celebra los cambios del mundo, la persona de vocación planetaria, el cosmopolita que al tiempo que disecciona, canta (diré más: en Pasquali está vivo un bien escaso: un fondo de esperanza, una convicción fundada en criterios de razonabilidad, que apuntan a la comunicación como el agente axial que podría estimular y proteger las libertades democráticas: un mundo donde receptores y emisores podrían establecer una correlación más fructífera).

La era exaflop Cuando Pasquali nos propone imaginar el volumen de información que cada quien podrá almacenar ("Nuestra capacidad de almacenamiento casero, ya del orden de los terabytes, llegará en poco tiempo a los peta y algún a los exabyte (un millón y un millardo de Gb), lo que nos permitirá almacenar en un rincón del disco duro toda la Cinemateca de Francia junto con millones de libros, fotos y discos"); cuando nos maravilla, contrariando el corporativismo de la institución educativa, que "no está lejos el día en que una nueva ciencia del hombre --en la que confluirán Educación, Comunicación Social, Bibliotecología, Informática y otras disciplinas-- se especialice en procesos de transmisión/ recepción de conocimientos, datos, valores, criterios, estilos y experiencias en general, en la cual la distinción entre enseñar y ser comunicador social perderá sentido por tratarse de procesos idénticos"; cuando, al culminar el ensayo titulado "La ciudad" (que en su sección introductoria nos recuerda los lazos indestructibles que anudan la ciudad a la utopía), nos devuelve a la virtud esencial que debe alcanzar una ciudad para hacer posible las otras artes de la convivencia ("Pero su primera necesidad infraestructural, condición sine qua non para que florezca todo lo demás, es la de recoser y empatar sus arterias, venas y capilares, reconectar las miles de desconexiones viales de hoy hasta re-democratizar el entero tablero urbano con fórmula hipodámica: todo el mundo con derecho a una calle de calidad, toda calle abierta a todas las demás"); cuando en un ensayo de lectura impostergable en la Venezuela de hoy, Libertad de comunicar, argumenta en secuencia impecable que de la noción --la consideración, la defensa-- de la libertad de expresión debemos dar el salto a la libertad de comunicación ("Antes de ser un postulado práctico de la comunicación [su desiderátum deontológico], incluso antes de ser baluarte, razón de ser y conocer la democracia --su rol político-- la libertad de comunicarse y de expresarse es la ontológica condición sine qua non de una sana relacionalidad humana, de una convivencia en reciprocidad dialogal con el otro, de una concordia intersubjetiva: nuestro nihil obstat para ingresar a la dimensión antropológica, al rango de Animal político"); cuando interroga al hombre y a su condición en estos cuatro ejemplos, Pasquali persiste en la pregunta que moviliza su libro, del primero al ensayo de cierre: se pregunta por la capacidad humana y civilizatoria de democratizar los espacios y las relaciones que conviven en el mundo.

Llega el momento de cerrar estas notas y, según me parece, todavía quedan muchas cosas por decir de este libro peculiarísimo en el contexto venezolano. Una de ellas se levanta como categoría de lo imprescindible: en su telón de fondo, La comunicación mundo es un muy cohesionado estudio de la potencia del hombre contemporáneo. Su vocación, su espíritu, mira hacia adelante. Ajeno a cualquier atajo, Pasquali asume la ardua tarea de conectar los hechos con visiones e ideas de larga proyección. En el topógrafo también coinciden el filósofo, el sociólogo, el estudioso de la historia, el perseguidor de data, el individuo con los ojos abiertos al mundo, el irónico que rechaza la comodidad de una variopinta gama de pensamientos.

He leído a Pasquali con un sentimiento creciente de fascinación. No dudo al instante de afirmar esto: se trata de una brillante mente venezolana. Y, cuando recuerdo las horas que pasé leyendo su libro, y cuando me percato del eco que sus ideas me han producido, me pregunto si hemos puesto en circulación el reconocimiento que su obra merece.

EL FONDO ESTÁ EN LA SUPERFICIE


EL NACIONAL - Sábado 31 de Marzo de 2012 Papel Literario/2
Pantallópolis
Arqueología del presente
AYMARA ARREAZA R.

Fijarse en las transformaciones y los usos que han tenido las pantallas es detenerse frente a nuestra cotidianidad. Hoy, en lugar de tratar con el diablo para proyectar inteligencia y un saber estar en el presente, debemos hacer un pacto con las pantallas. Esos dispositivos que muestran vidas: tanto de personas como de productos, o de estrellas, políticos, deportistas, están en constante producción de significados. Pero no sólo para generar sentido sobre lo que vemos, sino también para moldear sensibilidades, atrapar espectadores incautos, vender modos de vida, posicionar tendencias, organizar revueltas, entre tantos otros temas que, a ratos, se esfuman, pero que calan en nuestro imaginario.

Pantallas de teléfonos inteligentes, televisión, computadoras, tabletas... Estamos invadidos por ellas. Ocupan los espacios en los que nos movemos y gestionan las formas en las que nos acercamos a la realidad. Puede parecer una obviedad ocuparse de la presencia de estos dispositivos en nuestra vida, pero es precisamente ese simulacro el que me atrae. Y por eso me interesa el modo como la exposición Pantalla Global exhibe la evolución de las pantallas, las apropiaciones que de ellas se han hecho a lo largo de la historia.

Este despliegue de proyecciones tiene lugar en las salas del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (España) hasta el 28 de mayo, y también en la página Web que acoge la exposición virtual: http://pantallaglobal.cccb.org La propuesta es un llamado urgente a la revisión de la cultura de las pantallas, analizada en el libro homónimo de Gilles Lipovetsky y Jean Serroy, comisarios de la muestra junto con Andrés Hispano. Pero, a diferencia del ensayo del que parte este proyecto, uno de los grandes aportes de esta exposición es que invita a los espectadoresactores a ser copartícipes de la creación de los contenidos.

El marco expositivo está compuesto por dos ejes, dos caras de la misma moneda: una, la que crean los curadores con la selección de los archivos reunidos en las secciones de la muestra, y otra, fruto de las contribuciones del público, de los seguidores del tema planteado. Las pantallas se alimentan del material que se sube a la red haciendo de la exposición algo vivo y mutante. Se delinea un espacio de acción denominado "contracampo", en el que precisamente se actualizan y complementan los ángulos desde los que puede ser visto una escena. En la exhibición se pueden ver varios trabajos de venezolanos que han respondido a la invitación de intervenir como creadores y han subido los vídeos de su propia autoría.

Contracampo La primera vez que me acerqué a la exposición pensé que, en efecto, trataba sobre pantallas. Están allí, se multiplican en la sala que se convierte en un corredor infinito de proyecciones y espejos. Pero después de un rato comprendí que la apariencia no es el tema de este documento expositivo, sino la imagen global, el mundo de la imagen, la retórica del exceso. Y en la pantalla que lleva ese nombre sitúo el epicentro.

Ya no importa el relato ni la búsqueda de sentidos, sino la profusión de imágenes. Curiosamente otra referencia de Venezuela se aprecia en la muestra. En la pantalla dedicada a la política aparece el presidente Hugo Chávez en uno de sus tantos Aló Presidente. En ese apartado el argumento es el siguiente: el uso de las pantallas como herramientas al servicio del ejercicio de poder, para el adoctrinamiento ideológico. En el caso del político citado pareciera que se une todo: seducción, alardeo de la vida privada, adoctrinamiento, guión abierto a la demanda del público.

Tres tiempos: cine, televisión y pantalla múltiple Internet El paradigma visual se impone y el laboratorio que acoge el CCCB hace arqueología del presente para un público muy amplio que podrá reconstruir su propia historia alrededor de las pantallas y la sobresaturación de las mismas. Quizá ahora más que nunca haya que preguntarse cómo éstas nos condicionan y filtran nuestras interacciones con el mundo cada vez más mediado por los iPads y iPhones, los lentes 3D, las ecografías, hasta las cámaras multiplicadas en los rincones públicos e íntimos. ¿Cómo entrar en las pantallas? ¿Cómo salir de ellas? ¿Cómo representarse, cómo gestionarse en esa proyección? ¿Cómo se concilian el afueraadentro de la pantalla? La exposición es el reflejo del mundo en el que vivimos, que ha devenido en lo que llamo "pantallópolis", crea un espacio donde transitan las imágenes del presente. Y me parece que si en Venezuela atendiéramos a los flujos de nuestras pantallas, aprenderíamos tantas cosas.

ALREDEDORGRAFÍA


EL NACIONAL - Sábado 31 de Marzo de 2012 Papel Literario/1
McLuhan:la publicidad duele
La más cara obsesión de Marshall Mc Luhan parecía ser la de tratar de comprender lo que estaba pasando en su alrededor
PABLO ANTILLANO

A pesar de lo que a muchos les complace creer, la más cara obsesión de Marshall Mc Luhan parecía ser la de tratar de comprender lo que estaba pasando en su alrededor, no solamente en el campo de las nuevas tecnologías de la comunicación, sino más bien en la cabeza y las emociones de sus congéneres. Para ello utilizaba un método que descontrolaba e irritaba a otros pensadores de su generación.

Solía disparar a mansalva sobre el universo de las ideas, sin la intención explicativa que utilizaban los sistemas de pensamiento analítico de su época. Sin embargo, la perspectiva filosófica de su método vino a ser valorada años más tarde de la mano de otros autores.

Fue McLuhan, por ejemplo, el primero en "cabalgar" de manera natural, casi cómoda, sobre el encabritado concepto de intersubjetividad.

Habermas no era todavía famoso cuando McLuhan puso en práctica un enfoque teórico que dejaba atrás la idea de una cultura levantada a partir del modelo cartesiano de la subjetividad individual, como diría Nuño. Pensar no era una actividad personal e intransferible, sino el producto de una cultura colectiva construida sobre el intercambio de subjetividades, todas ellas repotenciadas y "masajeadas" por el desarrollo tecnológico de los medios de comunicación.

En las manos de McLuhan esa intersubjetividad se expresaba en las miles de metáforas cotidianas que cada día entran en la casa de los ciudadanos.

La mayoría de sus libros más importantes contienen centenares de avisos publicitarios, cuyos titulares y textos sirven al filósofo canadiense para hacer sorna de las estrambóticas ideas colectivas que orientan al ciudadano de su tiempo.

Décadas más tarde será George Lakoff y otros filósofos de la lengua, quienes utilizarán este foco de interés, y ese método de desciframiento de las metáforas cotidianas, para penetrar el "espíritu territorial bruto".

Para desafiar las formas convencionales del pensamiento lineal, McLuhan editó sus ideas en libros híper ilustrados, de tipografías con formatos imprevisibles y cambiantes. En cada página se expresa fuertemente su inclinación dionisíaca, el culto al aforismo, a la exploración inteligente y a la fruición estética, que contrastan con las páginas organizadas secuencialmente que dan plataforma al texto lineal, rectangular, profesionalizado, de la mayoría de los libros que, a su vez, expresa una manera de teorizar y de pensar.


En la Caracas de los setenta
En la época en que McLuhan era una noticia constante, en los años setenta, trabajábamos en El Nacional y escribíamos de temas comunicacionales en la Revista Comunicaciones, que entonces lideraban Jesús María Aguirre y Marcelino Bisbal, entre otros. Veníamos de leer a Armand Mattelart y a Ariel Dorfman que arremetían muy racionalmente contra los contenidos de la cultura de masas pero también contra el poderío económico que lo respaldaba.

Querían convencernos de que el Pato Donald era un pervertido, sin familia normal, y que toda empresa comunicacional formaba parte de una inmensa red consorciada para "lobotomizar" cultural y económicamente a los buenos.

Afortunadamente leíamos también a Umberto Eco, a Guillo Dorfles, a Eliseo Verón, a Regis Debray, a los lingüistas y estructuralistas, a los autores reunidos por la editorial Tiempo Contemporáneo de Buenos Aires en la revista Proceso Ideológico, y leíamos a Dwight MacDonald, quien acuñó los términos de mass cult, midcult y high cult, y que fue un duro crítico de McLuhan.

A Caracas llegaba la colección empastada de la Revista Comunicación, en la que el editor español Alberto Corazón reunía lo mejor del debate sobre el tema que se producía en Europa, especialmente en Italia. Y de Barcelona importábamos la imprescindible colección de comunicación visual de Gustavo Gili Editores que no faltaba en los anaqueles de la naciente generación de "comunicólogos" locales.

En esa época se hizo imprescindible leer a serios críticos del sistema televisivo y de la cultura masiva en general, entre ellos a Eduardo Santoro, Marta Colomina y Antonio Pasquali, quien poco tiempo antes de la muerte de McLuhan, había publicado en Monte Ávila su obra Comprender la comunicación, y desde su cargo de Director de la Unesco, criticaba a MacLuhan porque se ocupaba más de los medios que de la comunicación.

Ya Umberto Eco nos advertía que McDonald, feroz crítico de McLuhan, se alineaba en el partido extremo de los apocalípticos en su acercamiento a la comprensión de la cultura de masas, pero el dejo de respeto semireverencial que le profesaba, el mismo que usaba con Adorno y con la Escuela de Frankfurt, nos movía a leerlo con atención. Por eso fue que causaron una suerte de shock sus opiniones virulentas contra McLuhan: Una vez escribió: "Si inadvertidamente he sugerido que Understanding Media no es más que puro disparate, permítanme corregir esa expresión. Es un disparate impuro, disparate falseado por la razón. El señor McLuhan es un pensador ingenioso, imaginativo y sobre todo fértil. Ha acumulado una cantidad de informaciones frescas e interesantes, y una buena cantidad de informaciones sosas y dudosas. Hasta hay mucho que decir de su tesis fundamental si no se la lleva muy lejos hechos distorsionados y hechos que no son hechos, exageraciones y una vaguedad retórica crónica, lo han inutilizado para las percepciones" (En Rosenthal Raymond, McLuhan, pro y contra. Monte Ávila Editores, p. 37).

Relato de un obituario
Este tipo de lecturas contribuían, en esos años, a la confusión general. Especialmente porque no éramos académicos, no era tiempo de doctorados, de precisiones conceptuales en torno a las tesis de McLuhan. Los setenta y ochenta nos agarraron en los periódicos y en medio de una montaña de lecturas apasionadas pero desordenadas e inconclusas, que alimentaban torpemente nuestros modestos artículos críticos.

La vida, sin embargo, nos jugó una partida singular que nos ha mantenido relacionados con el filósofo canadiense por más de treinta años. El día de su muerte, la noche de San Silvestre, el 31 de diciembre de 1980 nos tocó estar de guardia en El Nacional, (perdonen el uso de la primera personan aun cuando sea en plural).

Ese mismo año habíamos tenido que escribir los obituarios de John Lennon, de Jean Paul Sartre, de Erich Fromm y de Roland Barthes. Casi un especialista en biografías post mortem. Pero fue éste, dedicado a McLuhan y reproducido más tarde por Terry Jota León en una recopilación de artículos producidos en el país, que tituló "McLuhan en Venezuela"
, lo que ha hecho perdurar la idea de que sabemos algo del tema.

La verdad es que corrimos de Puerto Escondido a la casa en San Bernardino y cargamos con una media docena de libros subrayados sobre Marshall McLuhan. Escribimos durante casi todo el día, en los ratos que nos permitían las tareas de coordinar el llenado de todo el periódico y cerrar su primera página del año.

Releyendo a distancia aquellas notas, no fuimos sorprendidos al recordar que entonces nos alineamos con los defensores del filósofo iconoclasta y hayamos arremetido contra el racionalismo, el cartesianismo y esa manera de analizar el mundo académico "que teme a la imaginación y se aferra a preconceptos muy seguros".

No era de extrañar. Pertenecimos a una generación sándwich, heredera del mayo de 1968 y la renovación universitaria, inclinada al poder joven y no a los partidos, recelosa ya de las instituciones e inclinada a las vanguardias, sobre la que, por cierto, Margarita D’Amico producía un enigmático influjo con su interés por el cine súper 8, el video arte y sus encuentros con McLuhan, entre otras cosas Unos párrafos agresivos precedieron a éste que resume la emoción del momento: "Como buen profesor de literatura anglosajona, el pensador canadiense está más fascinado por los hechos que por los juicios de valor, prefiere la exploración a la consolación, la descripción a la explicación.

Los racionalismos de ninguna extirpe pueden tolerar un pensamiento cuya articulación no está orientada por el fin sino por la perplejidad que le van produciendo sus propios descubrimientos, un pensamiento tan `viciado’ como el de los poetas cuyo acceso al conocimiento circula por múltiples vías simultáneas, sincrónicas, en las que la sensualidad y la razón buscan desesperadamente una única e indisoluble comunión".

De esta declaración de afecto no fue difícil el salto a defender a McLuhan de los denuestos y ataques que provenían de la izquierda y de la derecha.

Los epítetos eran de este tenor "un brujo metafísico, con un sentido espacial de la McLuhan planteó la noción de cultura mosaico ARCHIVO
locura", "un gran creador que martilla enormes clavos, sin dar enteramente sus cabezas", "el sumo sacerdote del pensamiento pop", "el celebrante de una misa negra en el altar del determinismo histórico", "un ideólogo represivo".

La verdad es que el descrédito sobre su obra creció descomunalmente en comparación con la de otros pensadores de su época: sus enunciados anticipados sobre la muerte de las ideologías, la mordacidad que imprimía a sus aforismos y la radical amoralidad de sus observaciones reclutaron en su contra a la gran mayoría de los profesionales del pensamiento. Aunque también a su favor, se reunió un grupo importante de discípulos, a quienes no se tardó en calificar de "fanáticos", dadas las cualidades de mito que se atribuyeron al demiurgo.

Las ideas que hipnotizaron a una generación No abundaremos aquí (porque otros ponentes del evento Tecnotopías ya lo han hecho o lo harán), en los contenidos de su pensamiento, los que le proporcionaron tal notoriedad, pero sí sería justo reseñar por lo menos las cuatro ideas fundamentales que producían gran fascinación en nuestra generación:

1. En primer lugar, su intento de hacer una historia general de las civilizaciones inspirada en el desarrollo de los medios de comunicación, del alfabeto fonético, la imprenta y la electricidad. Por supuesto, un pensamiento que se ubicaba fuera de las esferas dominantes de esa historiografía, patrimonio de Arnold Toybee, de Karl Jaspers, de Alfred Weber, de Oswald Spengler, entre otros, que privilegiaban las religiones, las migraciones, los hombres de a caballo antes que los sistemas auditivos del intercambio entre los seres humanos, no podía ser sino mirado por encima del hombro y denostado.

2. En segundo lugar, producía y produce una gran fascinación su mirada sobre la naturaleza de los artefactos inventados por el hombre, a los que se considera sus extensiones.

Como todos hemos visto el desarrollo de la tecnología y de nuevas herramientas como computadora personal, los juegos de video, el wii deportivo o musical, han repotenciado este concepto de los aparatos como extensiones humanas.

3. Su idea precursora de la "aldea global", es decir, esta formidable caja de resonancia de informaciones simultánea en la que vivimos. Que no sólo se refiere al aspecto espacial de la globalización, sino el aún más fino de la recuperación de sensaciones no lineales o gutembergeanas, sino auditivas, orales, táctiles y tribales en los procesos de comunicación. Las nociones tribales han sido recuperadas y reactualizadas en nuestros días por pensadores de la talla de Maffesoli, Negri o Zygmunt Bauman, para nombrar sólo algunos

4. Y su afirmación, entonces muy polémica, aunque hoy no tanto, de que los contenidos y los discursos racionales no son lo más importante de los mensajes, sino los medios mismos por los que son trasmitidos.

Esto lo viven dramáticamente los candidatos políticos, que ellos mismos, más allá de sus promesas, son el mensaje. Son sus cuerpos y gestos los que tramiten las sensaciones de agrado o desagrado, de miedo o esperanza.

Fa sci nación produjeron también otras ideas en quienes leyeron a McLuhan con pasión, como su noción de cultura mosaico, el triunfo de la unidad sobre la fragmentación. Su idea de serendipity, la necesidad de introducir el azar en el análisis, su idea de los medios cool y cold. El impacto imprevisible de la técnica sobre la naturaleza.

La publicidad duele Y para ser responsable con la promesa del título de esta exposición, hay que referirse a lo que una vez le dijo McLuhan a Margarita D’Amico sobre la publicidad, cuando vino en 1976 invitado al Primer Seminario Venezolano de la Radiodifusión Sonora: "Cuando lees los anuncios publicitarios en los periódicos siempre hablan de buenas noticias. Te dicen: `Podemos darte un carro mejor y más barato, una venera mejor’. La publicidad siempre da buenas noticias. Y las buenas noticias golpean, hieren, te destruyen. Los periódicos compensan eso publicando las malas noticias. Es más fácil leer las malas noticias porque estas no te afectan a ti. Las noticias malas sólo afectan a otro.

Las noticias buenas te afectan a ti solamente".

"Las noticias malas no te cambian nada. Si tú quieres vender publicidad tienes que vender buenas noticias. La publicidad siempre trata de buenas noticias y eso duele, duele, duele. Por lo tanto, cubren el golpe con noticias malas que te hacen sentir mejor. Las malas noticias son como las tragedias, eufóricas. Uno dice `él murió, gracias a Dios yo estoy vivo’. En la publicidad aunque te están dando buenas noticias, te hieren porque están diciendo: `ese carro tuyo no es bueno, mira este que es mejor, estás malgastando tu dinero’.

También en varios sitios McLuhan, que se detiene a descifrar las metáforas de centenares de avisos publicitarios, demostraba ya en los setenta que los contenidos de la publicidad no son el mensaje, sino que las noticias que portan y su formato. Como elementos de un medio, constituyen el mensaje orientado a una comprensión más global del entorno.

¿Cómo no íbamos a estar entonces fascinados por las ideas de este sacerdote pop?



NOTA Este texto fue leído en el evento Tecnotopía. Ecos del Pensamiento de Marshall McLuhan, organizado por el Postgrado de Comunicación Social de la UCAB para conmemorar los 100 años del nacimiento del filósofo canadiense.

REFERENCIAS

Nuño, Juan. Paradojas de la Comunicación. Artículo en la Revista Video Forum, Ciencias y Artes e la Comunicación Visual. No 3. Caracas, Venezuela, p.7.

McLuhan, Marshall. La cultura es nuestro negocio. Editorial Diana.

México, 1974.

Lakoff, George y Johnson, Mark, Metáforas de la vida cotidiana. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.) Madrid, 2009.

GÉNERO-SIDAD


EL NACIONAL - Sábado 31 de Marzo de 2012 Papel Literario/4
Manuel Felipe Sierra: todas las historias, la historia
¿Qué categorización darle a esos universos de dos o tres cuartillas de Manuel Felipe Sierra?
ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA

Lo bueno, si breve, dos veces bueno" escribió Baltazar Gracián, maestro de brevedades. Lohe recordado al sumergirme en ese sorprendente calidoscopio del que hace maestría Manuel Felipe Sierra. Que me hiciera recordar, asimismo, la maravillosa alegoría del Aleph, ese especular artificio inventado por Jorge Luis Borges por el que desfilan en una sucesión vertiginosa todos los hechos y figuras, batallas, conmociones, descubrimientos y hazañas de los hombres desde el comienzo de los tiempos.

¿Qué categorización darle a esos universos de dos o tres cuartillas con que Manuel Felipe Sierra se adentra en la vida y milagros de personajes y hechos de nuestra contemporaneidad? Cada uno de esos breves capítulos deja entrever la aventura de una novela y cumple a cabalidad con el arte de la brevedad que dignifica al cuento. Todos con unos comienzos narrativos arrolladores, precisos, breves como un suspiro pero filosos como una puñalada.

Para describir una parábola que culmina con la puntilla: un final perfecto, como en un gran cuento. "Largo el nombre y largo el apellido: José María de la Concepción Apolinar Vargas Vila Bonilla" comienza su ajustado y diáfano perfil del grande colombiano.

Página y media después destila su verdad como una maldición que cae del cielo: "Allí, en el panteón masónico que guarda sus restos se lee: Vargas Vila". Eso fue todo.

He disfrutado Las fábulas de carne y huesos de Manuel Felipe. Arrastrando tras cada uno de los mini capítulos de esa gran novela del mundo el desgano de no poder continuar por la senda entreabierta.

Una perspectiva infinita de una imaginaria línea de fuga de la que se nos entrega en anticipo la esencia, como en una alquimia de saberes. Son novelas de novelas condensadas para la lectura cómplice, vertiginosa como su misma escritura pero profunda por el espíritu de ilustración, de veracidad, de enseñanzas que encierran. Dotadas, además, de un conocimiento de las fuentes tan enciclopédico, tan acucioso y tan vívido que vuelven a recordarnos la inmensa credibilidad deque disfruta el autor. Sin duda, una de las cumbres del periodismo venezolano.

Desfilan por el calidoscopio de Manuel Felipe Sierra los personajes más emblemáticos de nuestro siglo XX y de esta parte de siglo que aún se despereza. Una conmovedora semblanza de Salvador Allende, el tribuno; José Domingo Perón al desnudo; Chapita Trujillo, el tirano de los hermosos asesinatos que no sobreviviera al mejor de todos ellos, el suyo. El Gabo, Vargas Llosa, los Castro, Rómulo, Batista, Somoza, Carlos Andrés, nuestro inefable tirano de dolores y quebrantos que nos devolviera al siglo XIX en gloria y majestad, y muchísimas otras primeras figuras, junto con el universo de sus paniaguados, sus secretarios, los tinterillos de la modernidad.

Nada parece escapar de la curiosidad y el escalpelo de este gran narrador. Panorámica de sucesos, de hechos, de acontecimientos que escapan de toda superficialidad, esa maldición persecutoria que a veces nos abruma en tratados de miles de página convertidos en best sellers precisamente por su incapacidad de destilar alguna esencia. Va Manuel Felipe al grano desde la primera línea.

Urgido por las nuevas normas de estilo impuestas por la tecnología de la comunicación instantánea. Esa que escribe la historia en 140 caracteres.

Un gran libro de un gran periodista.


Chapeau!

viernes, 30 de marzo de 2012

UN PASSO


Referido antes, luego de la remoción de papeles y libros en casa, hallamos algunas viejas obras de John Dos Passos, parte de una antiquísima fiebre lectora. Todos los ejemplares ya están comprometidos con Abraham Quintero. No obstante, antes de entregarlas, las releímos y, con sobrada razón, nos atrajo antes el autor.

Tiene una forma particular de estructurar las novelas, por entonces, según los expertos, innovadora. Las noticias de la época, los modismos, los grandes mitos, corren paralelamente a la historia de sus personajes. Y éstos, tan bien realizados que, a veces, poca novedad reportan, pero el estilo, el modo de abordarlos, los hacen atractivos. Incluso, cortando escenas, adelantándose a otras secuencias, pues, repentinamente, nos dice de un accidente automovilístico, dando ocasión a otros desarrollos, o - simplemente – los ahora para anclarse en el que le interesa, como aquellos de realizar por algunos meses un viaje a Europa para volver – automáticamente – al momento que desea destacar, aunque definitivamente no se queda en las escenas sexuales que – apenas – enuncia y, como en una película, da por hecho.

Mencionada una entrega anterior, dos títulos de la trilogía USA persisten en el “esquema”. Significando el punto central de las tormentas que corren hacia el este del territorio estadounidense, aproximadamente el paralelo 42 de latitud que indica una obra especializada del siglo XIX, está – precisamente – “Paralelo 42”, desfilan Mac, Janey, Joe, Ward, Eleanor, Charley…., entre Washington y Nueva Yotk, preavisando la primera guerra mundial. En “1919”, Joe, Richard, Eveline, Ben, Nena…., cabalga Nueva York y el viejo continente en guerra y la entre - guerra que concluye.

Desarrolla los personajes en una novela para que, luego, unos u otros, confluyan en los capítulos finales, ya avisados o rasgados en las otras obras. Importa la forma, pero también el fondo. Algo que no suele ocurrir con frecuencia ahora, hay historias, cuenta cortas y largas anécdotas y vicisitudes, realmente atractivas. Novela, pues, el otro lado de una guerra demasiado bestial – por entonces – tal y como la retrató en “1917” (creo que la leímos en una vieja colección de Salvat): nos quedó – por ejemplo – aquellas escenas de las trincheras gaseadas y mordientes, tal como hoy están ancladas otras de Vietnam gracias a la filmografía consabida.

LB

OTRO PASSO


Enunciamos algunas constantes en ese retrato de Estados Unidos en guerra y en el período de la entreguerra. El patriotismo a ultranza y el pacifismo asediado, desertores y oficiales exitosos, la guerra naval y las calamidades de los marinos mercantes.

La presencia de organizaciones como el YMCA, el despliegue de la Cruz Roja (algo tan caro para el novelista), la segregación racial y la acentuación sobre las individualidades de origen judío, hay una cierta liberalidad en la conducta sexual femenina, la supervivencia y también la estafa, el apostador bursátil y la exitosa actriz del cine mudo que pasó un trago amargo en Cuba, las casas de transcripción e impresión que justifican oficios femeninos en boga como la dactilografía, taquigrafía y mecanografía tan competidas. Sin embargo, haciendo acreedor posteriormente a Dos Passos de un cupo en la cacería de brujas de la que supo Estados Unidos, el gran tema, el trasfondo, está en las expectativas de una revolución socialista, vista la experiencia tan distante de Rusia, y la represión sindical.

No quisiéramos olvidar otra extraordinaria impresión: la sociedad de masas, la sociedad de consumo. Mientras que en este lado del mundo predominó el atraso material, la ruralidad y sus usos y costumbres. Dos Passos nos retrata la gran ciudad estadounidense, llena de automóviles, con su metro, con sus taxis accesibles, oficinas y grandes edificios y comercios, y no sé por qué se ofrece iluminada, muy bieniluminada. E, incluso, con buenos servicios, porque aplazar una cita de almuerzo supone también el telegrama, aunque se trate del poco tiempo que media en un mismo sector urbano.

Lo anterior nos recuerda aquella película de Buster Keaton y el Yankee Stadium de los años ’20, repletísimo en la impresionante arquitectura de un deporte que gozó de un gran mercado, por no mencionar que las llamadas ligas negras también prosperaban. En la Venezuela de entonces resultaba inimaginable el lugar y habría que averiguar cuándo llegó a nosotros por vez primera el film y las reacciones que produjo…

LB

NOTICIERO RETROSPECTIVO







- Pablo Ramos Méndez. "La lengua en salsa: el lenguaje de los políticos". El Universal, Caracas, 29/05/98.
- Ramón Hernández. "El país como oficio: Aníbal Romero". El Nacional, Caracas, 21/07/86.
- Diego Bautista Urbaneja. "La sociedad civil internacional". El Nacional, 02/05/90.
- Carlos Rangel. "El cuento de la dependencia". El Nacional, 10/07/73.
- Andrés Cañizález. "Hegemonía oficial, medios y pluralismo". SIC, Caracas, nr. 695 de 06/07.

Fotografía: Almuerzo de despedida del Presidente Betancourt a los periodistas que asistirán a un seminario de la Universidad de Columbia, promovido por la Asociación Norteamericana de Venezuela. Momento, Caracas, nr. 189 del 26/02/60.

... TODO LO CONTRARIO !!!


Ni izquierda ni derecha
Alexis Márquez Rodríguez
Viernes, 30 de Marzo de 2012 06:39

Nunca he creído que los conceptos de izquierda y derecha están hoy superados, y que no existen tales posiciones en el mundo contemporáneo. Me parece que es una coartada para no comprometerse. Y en la declaración de que no se es ni de izquierda ni de derecha creo percibir un tufillo a oportunismo, pues tal confesión permite colocarse cada vez en la posición que más convenga.

Por supuesto que la polarización entre izquierda y derecha no opera hoy igual que en el pasado. Los cambios ocurridos han hecho que en los asuntos políticos existan hoy variantes que no se daban antes. Además, en las posiciones políticas hay un elemento más importante de lo que a primera vista pareciera, que es el estilo con que se ejercen las posiciones que puedan adoptarse. Ser de derecha o de izquierda supone un estilo, que no es lo único que define la posición que se tenga, pero que tiene gran importancia.

Sin embargo, hay circunstancias en que el esquema derecha-izquierda debe dejarse provisionalmente a un lado. Y eso es justo lo que actualmente tenemos planteado en Venezuela. La actividad política siempre se desarrolla en función de ciertas prioridades. Y son estas las que determinan el curso que deben seguir los acontecimientos.

La prioridad absoluta que en estos momentos tenemos los venezolanos es de tal naturaleza, que la misma se presenta como una sola para izquierda y derecha, lo mismo que para quienes se mueven al margen de estas posiciones. Se trata de restaurar la democracia, rescatando las instituciones del secuestro a que hoy se hallan sometidas por un régimen autoritario, personalista y militarista, que de continuar unos años más nos llevarán a la aniquilación total. El desastre actual convoca a todas las fuerzas interesadas en la salvación del país, sean de izquierda o de derecha.

Esa suspensión provisional de la pugna natural entre izquierda y derecha ­con los matices, por supuesto, de centro, centro-derecha y centro-izquierda­, esencia todo ello del sistema democrático, es lo que da sentido y oportunidad a la unidad democrática tal como se ha logrado de cara a las elecciones del 7 de octubre.

Aunque tímidamente, en los meses previos a las primarias del 12 de febrero apuntó un poco la oposición entre izquierda y derecha. Afortunadamente no pasó de ser un amago, y una vez conocido el resultado de esas elecciones imperó el sentimiento de unidad, por encima de las diferencias ideológicas. Hoy lo menos importante es si el candidato de la unidad es de izquierda, de centro o de derecha. Lo importante es que la prioridad absoluta del pueblo venezolano es hoy derrotar el chavismo en todas sus formas reales o posibles.

Fuente: http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/11386-ni-izquierda-ni-derecha

CÓDIGO GENÉTICO


EL NACIONAL - Viernes 30 de Marzo de 2012 Opinión/10
Caricaturas
ÁLVARO G. REQUENA

La caricatura, como medio de expresión artística, es muy antigua. Quizá los egipcios no practicaron ese arte, pero los griegos y los romanos sí. ¿Qué caricatura más brillante que ese dios campestre llamado Sátiro? Tanto, que terminó siendo sinónimo de crítica, censura, mordacidad, ironía, sarcasmo y alegría festiva.

El humor satírico es compañero fiel de los humanos. La risa en su origen es temor, y al perder la inmediata impresión de amenaza se convierte en rictus que pasa a risa franca y se acompaña de actitudes y pensamientos alegres.

Si el estímulo se logra a través del comentario jocoso o el dibujo grotesco de la representación imaginativa del suceso y sus actores, mejor, pues más apreciación habrá del suceso y de los sujetos.

La burla no necesariamente destruye, también endereza al torcido y finalmente terminamos considerándola como crítica mordaz con intención satírica.

A medidos del siglo XIX, en Inglaterra y Francia, aparecieron publicaciones periódicas como Charivari y el semanario Punch.

Éstas y las muchas otras que desde entonces han sido fueron muy exitosas, pero Punch instituyó la costumbre de publicar semanalmente una caricatura que, usualmente, tenía que ver con el consabido tema político, pues la comunicación oficial, siendo escasa e insuficiente, obligaba a los artistas a pintar los sucesos y sus protagonistas; y cuando, uno u otro o ambos, se ponían a tiro, se les disparaban balas de humor satirizado para regocijo y solaz de lectores y mirones.

También servían las caricaturas para que criticados o burlados y quienes actuaban igual se diesen cuenta de su inadecuada y risible actitud. Siempre bajo el concepto de que todos lo actos humanos son calibrados dependiendo del ángulo desde el que nos toque mirarlos.

Los caricaturistas son, por lo general, magníficos dibujantes, con gran habilidad para captar y desarrollar los rasgos más conspicuos de una persona.

Así, como Quevedo escribe de un hombre a una nariz pegado, el caricaturista lo plasma en el cartón.

Ambas expresiones son igualmente risueñas y la imaginación crea la figura en nuestras mentes con la misma definición que el pintor. Son verdades que no necesitan comprobación. No es necesario probar científicamente que la nariz es grande ni de qué tamaño es. Nadie ríe de la nariz de Cyrano y sus poemas nos llenan de romántica emoción, pero una caricatura de Cyrano puede llevarnos a la hilaridad y si sus poemas son leídos con sorna y cierto dejo de chiste, pueden causarnos risa. El buen humor, zumbón, burlón y satírico, nunca hará más daño que el suceso que lo provocó.

Por supuesto, señores del oficialismo, la caricatura se sigue nutriendo de la política, pero sobre todo de los políticos y sus grotescas propuestas, como la de denunciar a los caricaturistas por ser políticos. ¿Y qué más?

Ilustración: Presupuesto. Elite, Caracas, nr. 1809 del 28/05/60.

REEDIFICACIONES


EL NACIONAL - Jueves 29 de Marzo de 2012 Opinión/10
Campaña encuestoral
COLETTE CAPRILES

En la campaña electoral de 1998, el candidato Chávez comienza a figurar en primer lugar de las encuestas para el mes de mayo. Cualquiera diría, a la luz de los resultados, que tal era una predicción "irreversible". Pero si se reconstruyen los hechos, y aconsejo el ejercicio mirando el archivo digital de los periódicos, lo que volvió exitosa a esa candidatura fueron los terribles errores políticos cometidos por sus adversarios desde entonces hasta pasadas las elecciones regionales, en noviembre del mismo año. No los recapitularé, pero sí diría que se resumen en que terminaron provocando un vacío político que fue desde luego llenado por quien estaba dispuesto a hacerlo.

Como hoy, lo que estaba en juego entonces era, cómo decirlo, un cansancio. Y una tensión tremenda entre continuidad y cambio. Sólo que el presente es como un espejo invertido del pasado.

Quien otrora quedó favorecido con tan sólo resultar consistente (en abierto contraste con ese valse de los adioses que ponía a bailar a los demás aspirantes a la Presidencia en una especie de carrusel que apenas daba vueltas sobre sí mismo), se ve ahora instalado en el más pastoso statu quo, inmovilizado, reducido a gobernar por voz y a experimentar espasmódicas tácticas que, vistas en conjunto, gritan la falta de estrategia, mientras la deriva del país pone en evidencia el vacío.

Y es la hora de las encuestas porque una de esas tácticas, por cierto repetitiva porque, como afirma Ricardo Sucre en su blog politicaconsentido.blogspot.com, la hemos visto aparecer en otras campañas, y consiste en una especie de "ciclo encuestoral" con perdón del idiolecto, que se inicia bastante antes del evento con sondeos que muestran paridad o equilibrio entre Gobierno y oposición, para dar lugar luego a una brusca "brecha" a favor del Gobierno (generalmente unos meses antes del lance electoral) que los resultados, en definitiva, desmienten.

Así ocurrió en 2007, 2008, 2010...

Remito al texto que ha escrito Ricardo Sucre para un análisis pormenorizado, pero a mi modo de ver lo crucial es esto: las encuestas miden algo pero sobre todo provocan ciertos efectos en el contexto de un metabolismo político muy particular que es el nuestro.

El régimen se empeña en crear una atmósfera de "irreversibilidad" que, junto con la promesa o amenaza de que la única estabilidad posible es la que ofrece 6 años más de esto, generaría una preferencia "por defecto" hacia el presidente-candidato. Que no hay nada irreversible a 180 días de esta o cualquier elección no necesita argumentación. Pero lo importante es que falta, esencialmente, la otra parte de la ecuación: ese vacío que permitiría la consolidación del clima que busca crear el Gobierno. Porque así como ocurrió en 2007, en 2008 y en 2010, cuando la voluntad unitaria ha ocupado el espacio político, la opción de cambio se impone. El vacío amenaza ahora, por el contrario, a aquel que invadía todos los espacios.

Mirar hacia atrás es una forma de inoculación ante las toxinas de esta campaña asimétrica. Hay lecciones y advertencias que sacar de aquel lejano 1998 (recomiendo especialmente la reseña del viaje del candidato Chávez al Reino Unido y sus declaraciones al asistir a una sesión del Parlamento en la que se hallaba presente Blair, donde vio funcionando por fin a una "verdadera democracia", entre otras curiosidades menos pintorescas) y de los éxitos de la alternativa democrática. Los números, que hablen de lo que es; lo que será depende de los aciertos de la unidad.

jueves, 29 de marzo de 2012

CAZA DE CITAS


Un poema de amor

Todavía
un amor de «lo amo»,
de «usted», de «bien quisiera,
pero es imposible»... De «no podemos,
no, piénselo usted mejor»...
Es un amor así,
es un amor de abismo en primavera,
cortés, cordial, feliz, fatal.
La despedida, luego,
genérica,,
en el turbión de los amigos.
Verla partir y amarla como nunca;
seguirla con los ojos,
y ya sin ojos seguir viéndola lejos,
allá lejos, y aun seguirla
más lejos todavía,
hecha de noche,
de mordedura, beso, insomnio,
veneno, éxtasis, convulsión,
suspiro, sangre, muerte...
Hecha
de esa sustancia conocida
con que amasamos una estrella.

Nicolás Guillén

Ilustración: Santos Rute, "Meditando" (2012)

¿POPULISMO DE TRAICIÓN?


EL PAÍS, Madrid, 29 de Marzo de 2012
TRIBUNA
La política de la intimidación punitiva
Los Presupuestos de Rajoy pretenden salvarnos a costa de condenarnos por nuestro propio bien
Enrique Gil Calvo

Este título es un homenaje a Michael Oakeshott, el filósofo conservador que rompió con los tories tras el giro neoliberal adoptado por Thatcher, pues su testamento intelectual publicado póstumamente, aunque escrito 50 años antes, se titulaba La política de la fe y la política del escepticismo. Y parafraseando su opúsculo, podríamos decir que la retórica contemporánea del poder fluctúa entre la política de la esperanza, típicamente progresista, y la política del temor, más propia del pensamiento conservador. La política de la esperanza nos ilusiona con la oferta de promesas estimulantes mientras que la del temor esgrime riesgos y amenazas por venir. Y esta ambivalencia se da en las dos orillas del espectro ideológico: la socialdemocracia ha pasado de ofrecer más y mejores derechos sociales a alarmar a los asalariados con el próximo derrumbe del Estado de bienestar, mientras que los neoliberales han dejado de tentar a las clases medias con burbujas especulativas para pasar a atemorizarlas con el miedo al desclasamiento social.

Aquí me voy a centrar en la política del temor, de larga tradición en la retórica del poder, para sugerir que estaríamos asistiendo a un giro copernicano en su metodología argumental. Según creo advertir, hemos pasado de la vieja política xenófoba, típica del populismo sectario, a la nueva política de la intimidación, que está ocupando su lugar en la actualidad. El populismo lucha por el poder (y lo ejerce) mediante la siembra del miedo y el odio a los otros (a los extraños, al adversario), según la matriz originaria del nazismo hitleriano. De ahí que podamos definir su retórica sectaria como política de la fobia. Mientras que el conservadurismo actual, ejemplificado por la canciller Merkel, gobierna mediante lo que denominaré política del amedrentamiento, empleada para imponer la austeridad fiscal como terapia contra la crisis. Y esta otra política intimidatoria ya no se basa en infundir el miedo a los otros como presuntos culpables sino en despertar el temor a nosotros mismos. Veamos esquemáticamente sus contrapuestas estrategias políticas.

La retórica populista de la fobia se funda (como frame o marco de encuadre) en la dialéctica del amigo y el enemigo de Carl Schmitt. Su objetivo principal es dividir al demos (la comunidad política) generando hostilidad y antagonismo para provocar la confrontación polarizada entre nosotros y ellos. Y sus objetivos derivados son dobles. Respecto a nosotros, se busca enardecer y movilizar a las clases populares para poder cohesionar la fidelidad electoral de las propias bases sociales. Y respecto a ellos, se trata de aislar a los adversarios reprimiendo la disidencia y excluyendo a las minorías. En cuanto al método, la política de la fobia se basa en la invención de algún enemigo del pueblo al que poder culpar de todos los males reales o imaginarios. Puede ser cualquier enemigo exterior, como imagina el nacionalismo populista, pero también un enemigo interior, ya sean agentes infiltrados o castas parásitas e impopulares, tanto si son castas impuras (los parias, los inmigrantes) como corruptas (la banca, la oligarquía). Finalmente, la política de la fobia exige la persecución y castigo selectivo de los enemigos designados como culpables, a fin de sacrificarlos como chivos expiatorios. Y buenos ejemplos recientes de esta retórica son la imputación a los PIGS en Europa y al PSOE en España como presuntos culpables de la crisis.

Lejos de amansarse, nuestras clases populares parecen dispuestas a resistir

En cambio, la retórica del amedrentamiento utiliza como encuadre el marco del padre estricto de George Lakoff (popularizado en su libro No pienses en un elefante), aunque quizá deberíamos llamarlo en nuestro caso el frame de la matriarca punitiva, si tenemos en cuenta que en Europa continental lo está imponiendo Angela Merkel. Su objetivo principal es unificar al demos para igualarlo borrando sus diferencias de clase, identidad o status, buscando generar así un consenso unánime o al menos mayoritario que pueda traducirse en apoyo electoral al poder. Así se genera una espiral del silencio que permite desmovilizar, inhibir y acallar a todos por igual, imponiéndoles una estricta disciplina simbólica capaz de dominarlos moralmente. Y todo ello con objeto de obtener de buen grado su conformista consentimiento por unanimidad.

Y su método parte de la invención de algún pecado común que actúe a modo de caída original (“todos somos culpables de haber vivido por encima de nuestras posibilidades”), distribuyendo por igual la responsabilidad por los males que sufre la comunidad. Es el caso del síndrome de la deuda soberana (tanto pública como privada) a la que se erige en causa última de nuestras desgracias. Y esta presunta culpa colectiva constituye una amenaza de tal magnitud que condena a todas las clases (tanto medias como asalariadas) a sufrir un merecido desclasamiento social, con pérdida del paraíso prometido por la movilidad ascendente. De ahí la exigencia de sacrificio y penitencia generalizada como única forma de expiar las culpas colectivas en busca de redención moral. De esto se encarga la política de austeridad punitiva dictada por el poder, que no hace más que reforzar aún más el castigo indiscriminado en forma de pobreza, desigualdad y desclasamiento general, de modo que parezca que en el pecado se lleva la penitencia. Y un ejemplo de este círculo vicioso lo tenemos en los Presupuestos de Rajoy, que pretenden salvarnos a costa de condenarnos por nuestro propio bien.

Por supuesto, estas dos estrategias retóricas, la de la fobia y la del amedrentamiento, que representan las dos caras de la política del miedo, no son incompatibles entre sí. Por el contrario, suelen esgrimirse con ambivalencia, bien alternándolas sucesivamente o bien aplicándolas de forma simultánea, la una con mano izquierda y la otra con la diestra, de modo que se complementen y equilibren entre sí. Así, la política de la fobia se usa para culpar y castigar selectivamente a ciertos enemigos designados: como los inmigrantes, los griegos o los sindicatos. Mientras que la política de la intimidación se usa para culpar y castigar indiscriminadamente a todos por igual mediante la política de la austeridad punitiva, buscando de este modo el consentimiento unánime: mal de muchos consuelo de todos. Y eso de acuerdo al refrán rescatado por Toni Domènech para esta infausta ocasión: “Lo poco espanta, lo mucho amansa”. Pues el sacrificio expiatorio de los griegos, espanto de unos pocos, representa una lección ejemplar que amansará a muchos más, a fin de obtener lo que realmente se pretende: el sometimiento general. Una sumisión que la derecha española está lejos de lograr, visto el resultado electoral del domingo y la huelga general de hoy mismo: lejos de amansarse, nuestras clases populares parecen dispuestas a resistir.

Enrique Gil Calvo es catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.

ESPECIALIDAD: BLINDADOS


EL PAÍS, Madrid, 29 de Marzo de 2012
LA CUARTA PÁGINA
Elogio del 'think tank'
Estos núcleos de pensamiento en un mundo presionado por la globalidad son hoy más necesarios que nunca. La fortaleza de la sociedad civil y de sus organizaciones, más que suplir, refuerza el papel del Estado
Gustavo Suárez Pertierra

Hemos avanzado bastante. No hace aún mucho tiempo, al utilizar esta expresión que no tiene traducción al español (literalmente, tanque de pensamiento), era necesario aclarar su significado. Hoy se sabe más o menos que el empleo de esta locución inglesa alude a centros de pensamiento, instrumentos al servicio de la sociedad para generar conocimiento en diversas materias o, incluso, si queremos decirlo de manera supuestamente más culta, a los llamados laboratorios de ideas o gabinetes de estrategia. Los think tanks son, en efecto, instrumentos de la sociedad. Seguramente uno de los mejores indicadores de madurez del tejido social —la llamada sociedad civil— es el conjunto de capacidades de conocimiento que puede aportar. Este potencial de saberes, que luego se convertirán en concreciones de diverso orden a través de mecanismos de difusión e influencia, será el que permita a las sociedades enfrentar los problemas derivados de la aparición de nuevos fenómenos y reaccionar implementando las soluciones que se requieran.

Se ha venido diciendo al respecto que España no ha desarrollado adecuadamente esta trama social y no hay que extrañarse por ello: hemos pasado demasiado tiempo mirando hacia adentro, tanto que hay una gran falta de costumbre para ver globalmente los problemas. Tampoco está del todo clara la distribución de tareas entre los poderes públicos y la sociedad civil y en ocasiones, más de las debidas, se instala en los espacios oficiales la desconfianza hacia el trabajo de las organizaciones sociales, quizá porque resulta muy difícil canalizar y controlar su proyección externa. En alguna medida ha pasado lo mismo en el campo de los agentes privados, porque en ocasiones no disponen de estructuras que permitan aprovechar los resultados que vienen del exterior de sus propias organizaciones o acaso no desean interferencias en la adopción de sus decisiones de negocio.

Pero es un hecho incuestionable que conocimiento es igual a progreso. Y si creemos que es necesario aportar saberes e información, movilizar a la opinión pública, impulsar la acción o recomendar soluciones a los problemas en presencia, estamos ante la necesidad de crear este tipo de instituciones.

España cuenta ya con una plataforma razonablemente sólida de pensamiento civil

Con todo, de un tiempo a esta parte se ha producido en nuestro país un desarrollo de los centros de producción de conocimiento verdaderamente notable. Sin que esta afirmación signifique que estemos al nivel de otros países, especialmente los del área anglosajona (hay casi 2.000 centros de este tipo en EE UU), sí hay que decir que en este momento España cuenta con una plataforma razonablemente sólida de pensamiento civil, hasta el punto de que lo que se empieza a echar de menos es, por una parte, el trabajo en red que permita aprovechar mejor sinergias y capacidades cognitivas y, de otro lado, la conexión entre el mundo de las ideas y el de las decisiones.

Nuestros think tanks o centros de pensamiento y análisis han desarrollado diferentes formatos. Algunos de ellos son generalistas, otros están especializados por materias o por áreas geográficas. Unos tienen mayor componente académico. La Administración ha constituido en ciertos ámbitos sus centros de análisis, mientras que los grandes partidos políticos han creado también sus propias sedes de producción de ideas. Hay organizaciones que parten de un posicionamiento ideológico concreto o se acercan a los asuntos de debate desde la perspectiva de interés de grupo. En fin, unas entidades piensan más en estudios estáticos y otras organizaciones se sitúan mejor en el terreno de las propuestas de actuación o en la acción misma a través de la definición de programas. Es frecuente en nuestro panorama encontrar varios o algunos de estos componentes en la naturaleza y objetivos de los centros de análisis y reflexión.

Fuera de la teoría, estos núcleos de pensamiento son hoy más necesarios que nunca. El papel del Estado se ha venido debilitando en las últimas décadas. A las cesiones de soberanía que requiere la adquisición de masa crítica suficiente en el escenario internacional, se une la presión de la globalidad, porque las decisiones ya no son autónomas, porque las tendencias son globales, porque las fronteras se difuminan. En este momento la fortaleza de la sociedad civil y de sus organizaciones, más que suplir, refuerza el papel del Estado.

Es preciso fijar objetivos que nos identifiquen como país y trasciendan políticas concretas

Aún más, en este momento y con más importancia que nunca, hay que tomar decisiones estratégicas, que no valen nada si no se fundamentan en sólidas plataformas de conocimiento de la realidad y en el análisis de las grandes variables que condicionan el futuro del planeta.

Estas decisiones estratégicas, para las que la contribución de los think tanks resulta imprescindible, se configuran como la creación de una verdadera estrategia país. En otros momentos históricos teníamos clara la hoja de ruta. En la transición, nuestras opciones pasaban por la consolidación de las libertades, la modernización económica y social, la ruptura del aislamiento internacional y la convergencia europea. Pero hoy las circunstancias han cambiado. A pesar de la crisis, sigue intacto nuestro potencial, que se basa en la ubicación estratégica, el tamaño medio de nuestra economía y la adecuada combinación entre el hard power o poder duro (economía, defensa, comercio) y soft power o poder blando (lengua, cultura, investigación, valores), en terminología de Joseph Nye. Sin embargo, la globalización ha podido con la geopolítica, porque las zonas de influencia ya no tienen el mismo significado. La multipolaridad pide planteamientos globales, porque los intereses de una potencia media como España ya están en todas partes. La evolución del mundo exige, a su vez, la reformulación de objetivos, tanto en el desarrollo social cuanto en la transmisión de la propia identidad nacional.

Es preciso, pues, fijar unos objetivos que nos identifiquen como país, que trasciendan las políticas concretas y que permitan el apoyo comprometido de la sociedad civil en colaboración con los poderes públicos. Esos objetivos son las líneas generales de implantación de un modelo social. Educación, bienestar, innovación, competitividad, tratamiento de los recursos naturales, instrumentos de cohesión territorial, tolerancia, cultura de paz y sociedad abierta, son elementos que identifican nuestro modo de comportarnos.

Este planteamiento trasciende las políticas de imagen de marca y no está tan ligado al ejercicio de la influencia en el exterior cuanto a la necesidad de que se nos sienta presentes, con una naturaleza propia, en el escenario internacional. Esta es una de las enseñanzas del Índice Elcano de Presencia Global, que está a punto de publicar su segunda edición. El problema no es ya la dimensión comercial, que es tan sólo una faceta de la imagen de un país. La cuestión de fondo es la construcción de una identidad como país, porque solo desde ella se puede proyectar al exterior un modo de ser propio. Esta identidad debe asentarse sobre bases sólidas definidas por una estrategia que comprenda la coherencia de los planteamientos, la planificación de las acciones, la presencia homogénea y la política de comunicación. Todo ello constituye la formulación de una diplomacia pública que desde el Real Instituto Elcano hemos intentado desarrollar.

Para toda esta labor los think tanks son hoy imprescindibles. Lo han visto hace tiempo aquellas sociedades que están más vertebradas que la nuestra. Pero esta percepción se está abriendo paso en España. Hay que aprovechar, porque no nos sobran los recursos, a estas instituciones que con voz propia y desde diferentes perspectivas que enriquecen el conocimiento, elaboran análisis de la realidad que se proyectan al futuro, sirven de punto de encuentro a los actores sociales, son cauce de un debate que hay que mantener abierto a los cambios vertiginosos que se suceden hoy y comprometen a la sociedad en una idea compartida.

Gustavo Suárez Pertierra, exministro de Educación y Ciencia y de Defensa, ha sido hasta ayer, 28 de marzo, presidente del Real Instituto Elcano.

Ilustración: Eva Vázquez

¿Y ESE TAL NUÑO?


Juan Nuño (1927-1995), por Ibsen Martínez
Ibsen Martínez | 28 de Marzo, 2012


“La nostalgia es otra forma de la utopía”. Esto escribió Juan Nuño en una de sus columnas del El Nacional, a mediados de los años ochenta.

No recuerdo a punto cierto “de qué iba” la columna; sólo sé que la frase se quedó conmigo hasta el sol de hoy, cuando lo más veraz que cruzó por mi cabeza tan pronto comencé a escribir este artículo fue ese aforismo nuñiano y como es muy cierto que las ideas vienen con el lenguaje, y no al revés, es nostalgia lo que asocio a la palabra “Nuño” y, sin más, me entrego a ella.

Esta semana, conmemorativa de lo que habría sido su cumpleaños número 85, comenzó el domingo pasado con una entrega especial del “Papel Literario” de El Nacional. Para hoy miércoles se anuncia un acto en la UCV en el curso del cual me hallaré en muy buena compañía, con gente muy de tejas arriba, casi toda ella del mundo académico venezolano, gente que como yo, también fue amiga de Juan Nuño mientras anduvo por el mundo dando guerra.

Me honra sobremanera que se haya pensado en mí y me alegra burda poder allegar una palabra o dos de evocación apreciativa a los eventos pautados por la Asociación de Profesores de la UCV y la Escuela de Filosofía de esa casa de estudios, porque, en verdad, Juan Nuño y yo fuimos amigos y lo primero que cuento como muy singular de esa amistad es que nada estaba dispuesto en mi vida para ser amigo suyo. No éramos contemporáneos, no ibamos por los mismos andurriales; hacer amistad con Nuño estuvo entra las cosas más improbables y chéveres que pudo pasarme en aquel tiempo que hoy nostalgio.

[Debemos a Alberto Barrera Tyszka el verbo “nostalgiar” que encuentro muy apto para aparejar este articulo.]

Nostalgia primera : Un día de entre los días de aquellos remotos años ochenta, me enzarcé en un muy feo intercambio de pesadeces con el politólogo Anìbal Romero en el curso de algo que hubiera debido ser polémica “de altura” si yo no hubiese cedido a mi intemperancia con un barriobajero artículo francamente injurioso y perdonavidas del que todavía no alcanzo a avergonzarme lo bastante. Como Aníbal no es pendejo, me asestó un gancho de contragolpe ― un gancho barquisimetano, saquen la cuenta ― y yo, encarajinado, me aprestaba a la escalada cuando sonó el teléfono. “Es Juan Nuño”, dijo mi hijo al pasarme el teléfono.

Ahora bien, Nuño y yo nos conocíamos como suele decirse de “quihubo quihubo” y una cortés cabezada al cruzarnos en la redacción de El Nacional donde compartiamos página con tipos tan lerdos como José Ignacio Cabrujas y Manuel Caballero. Yo lo admiraba mucho, desde luego, desde los tiempos en que él escribía la reseña la cronica de cine de la desaparecida revista Suma,otra nostalgia. Pero ¿una llamada de Nuño?

Cuando me puse al habla, Nuño saludó muy cortésmente y enseguida me dijo : “Oigan, paren eso, parecen dos chiquillos.” No era un regaño, era un reclamo amistosísimo. Lo que siguió fue una frondosa y cordial reconvención, trufada con encomios para Aníbal y este servidor, destinados a encarecer la idea de que “dos tipos como ustedes no pueden estar a la greña”. Y añadió algo que sonó a afectuosa amenaza: “No voy a permitirlo”.

Como Nuño era, a su castiza manera, anglófilo , creo que al tono de su voz y a su amigable fraseo les cuadra muy bien la palabra inglesa “avuncular”. Total de la vaina que el profe se ofreció a juntarnos en una cena en su casa para hacer las paces y de sólo imaginar a Juan Nuño puesto en el desagradable trance de pedirnos que nos dejásemos de vainas y nos diésemos la mano me irrigó la cara una roja ola de vergüenza.

Soy muy bueno improvisando y al bote pronto le dije que de ninguna manera, que como yo habìa empezado la gresca me tocaba ponerle fin y ofrecer las excusas del caso. Todo lo que necesitaba era el número de teléfono de Aníbal. Si un cuento es breve es dos veces bueno: Nuño me dio el teléfono de Aníbal, ofrecí excusas, Anibal las aceptó y el caso es que a estas alturas ni él ni yo recordamos porqué fue que agarramos piedras del piso.

El episodio tuvo para mì el valor de una lección en civilidad y respeto por la opinión ajena y me sirve hoy para fechar el momento en que dio inicio nuestra amistad porque aquel rifirafe con un amigo suyo fue el pasadizo por el que, para fortuna mía, terminé yo siéndolo también.¡Y ya basta de remembranza querendona!

Termino recomendando el que acaso sea su libro mejor : “Los mitos filosóficos” que debe leerse inmediatamente antes de “La filosofía en Borges”. Y para los sibaritas, “La veneración de las astucias”.

Nuño. ¡Vaya si ha hecho falta todos estos años!

Fuente: http://prodavinci.com/2012/03/28/artes/juan-nuno-1927-1995-por-ibsen-martinez/

CAZA DE CITAS








"Suponiendo que salgan vencedores, ¿cómo podrían los más moderados impedir que el vértigo victorioso exija otras demostraciones de fuerza para obtener nuevos avances?"

Leo Hamon

("Estrategia contra la guerra", Guadarrama, Madrid, 1969: 272)


Ilustración: QUAN EL SOL CAU DINS EL MAR Montserrat Olivé Balletbó

NOTICIERO RETROSPECTIVO


El Nacional - Jueves 29 de Diciembre de 2005 A/6
Respuestas a dos preguntas
Eleazar Narváez

A dos preguntas que me formulara la periodista Maribel Dam en una entrevista para la revista Visión Ucevista, publicación editada por el Rectorado y la Dirección de Información y Comunicaciones de la UCV, me permití responder en los siguientes términos.

¿Es posible una universidad ajena a un proyecto de país?
¿Encaja la universidad en un proyecto socialista?
Si estamos hablando de la universidad venezolana es pertinente la pregunta: ¿De qué proyecto socialista se trata? Yo aún no sé cuál es el perfil y el contenido de eso que el Gobierno llama socialismo del siglo XXI. En todo caso permítame decir lo siguiente: Cualquier proyecto de país no puede prescindir de la institución universitaria, si en verdad quiere alimentarse y apoyarse en los avances del conocimiento y en un pensamiento y una acción independiente, reflexiva, plural y crítica. Y si es un proyecto de país concebido en la democracia y para la profundización de la democracia como modo de vida, entonces, más aún, sería un contrasentido y una grave equivocación apartar a un lado a una institución que busca precisamente afianzar los valores trascendentales del hombre y se inspira, como lo expresa la Ley de Universidades, en un “definido espíritu de democracia, de justicia social y de solidaridad humana”. Y viceversa, la universidad no puede colocarse al margen de la responsabilidad que tiene el Estado de diseñar y desarrollar las políticas públicas mediante mecanismos de concertación democrática con los distintos sectores de nuestra sociedad.

Lo que no podemos permitir es que la universidad sea secuestrada para apuntalar un determinado proyecto político ideológico, sea bolivariano o de otro signo. Eso es otra cosa.

¿Hasta qué punto el sector universitario ha establecido un diálogo con el Gobierno nacional para definir puntos de encuentro en materia de formación y actividad profesional en programas sociales como, por ejemplo, Barrio Adentro?
El diálogo es un elemento fundamental para solucionar los conflictos y un ingrediente siempre presente en todas las situaciones donde existe una verdadera comunicación humana. Nuestro equipo rectoral, en un poco más de un año de gestión, con el liderazgo del rector Antonio París, ha dado muestras inequívocas de que cree firmemente en el diálogo para afrontar los retos de la universidad. Hemos dicho que estos desafíos son tan grandes y complejos que exigen un permanente y sostenido esfuerzo para establecer vínculos estrechos con todos los sectores de la sociedad. En esta línea de comportamiento hemos conversado con diversos representantes del Ejecutivo Nacional y de otras instancias gubernamentales en la búsqueda de acuerdos para la solución de distintos problemas de interés público: en salud, en educación, en seguridad, etcétera. Algunas respuestas favorables se han obtenido por la vía de varios convenios firmados.

Sin embargo, en lo que respecta específicamente a Barrio Adentro, al Programa Samuel Robinson, a la Misión Sucre, por ejemplo, si bien ambas partes hemos mantenido una actitud seria y respetuosa en las conversaciones, desafortunadamente, los resultados no han estado a la altura de nuestras expectativas.

NOTA LB:

Atentos a otra información de aquellos años, por casualidad hallamos lo referido por Eleazar Nárvaez. Oportuna la cita, por tres circunstancias: 1) las posturas en defensa de la universidad venezolana no son de ahora, sino que responden a una consecuencia de la que, por años, se ha mantenido en contraste con las posiciones cómodas y nada arriesgadas de algunos "críticos" de esta hora; el marasmo ha empeorado, siendo IMPÚNEMENTE AGREDIDA la universidad; y, aunque no media relación personal alguna con el destacado profesor, por las referencias mil veces escuchadas, comenzando por María F. Sigillo, lo creemos una opción válida, firme y seria para el el rectorado de la UCV.