martes, 7 de febrero de 2012

ENSAYÍSTICA


EL NACIONAL - Domingo 05 de Febrero de 2012 Siete Días/6
De las "primarias" como ensayo general
A Antonio Ledezma ejemplo de resistencia a la brutalidad y de inspirador desprendimiento
ANTONIO PASQUALI

Las inminentes "primarias" trascienden con creces el nombre que le pusieron.

No son elecciones intrapartidistas, sino interpartidos; tampoco son rutina en la praxis política del país, sino decisión excepcional ante un dilema mayor: volver a un fraterno convivir, a la modernidad y al concierto de naciones democráticas, o quedar enjaulados entre ruinas, odios y "cadenas" del 26º militar en el poder, un tiranosaurio político que delira con resucitar un comunismo ya sepultado en 46 países.

También lo trascienden porque, allende el gesto pluralista y francamente admirable de escoger un solo candidato de oposición (al que en octubre habrá de votar por coherencia con tarjeta única) ellas son de facto un preestreno de su triunfo en las presidenciales sucesivas. Chávez echará mano de sus peores amenazas, bellaquerías y seducciones para eternizarse, pero será en vano: el vencedor de la insólita justa de febrero tiene altísimas probabilidades de ser, en octubre, presidente de Venezuela. Los jerarcas del moribundo desgobierno recibirán así la invitación a hacer maletas y pasar educadamente a la oposición, sin alharaca ni tiros. Olvidemos su minimizante apodo y asumamos, pues, la inminente "primaria" por lo que realmente es, una prefiguración mayor del 7 de octubre.

Al hacerlo, el país consolidará en buena hora una gran matriz de opinión acerca de un retorno a la democracia ya imposible de detener.

En las primarias intrapartidistas de otros países una votación de 12%-20% es el estándar; nuestro interpartidismo y nuestro dilema exigen del electorado un más impactante esfuerzo. Quienes se disponen a votar en octubre por sacar a Chávez de Miraflores deben adelantar masivamente su voto el próximo domingo, para no dejar flotando peligrosas incertidumbres y para que el presidente saliente entienda, si cabe, que su ventajista y deshonesta compra de votos de nada le servirá.

Los voceros del régimen, con Chávez a la cabeza, recientemente han multiplicado patéticos e infantiles esfuerzos para crear alrededor de estas "primarias" un ambiente de duda, pánico, poca credibilidad y derrota; pueriles actos fallidos todos ellos, de los que el próximo 13, al evocarlos, se reirá a carcajadas el país entero.

Su triunfante resultado le hará entender al gran narcisista de Miraflores (en su Memoria y Cuenta del 13/01 empleó el pronombre "yo" 586 veces) que su desmesurado tiempo de gracia de 13 años ha concluido, que el país (incluidos muchos chavistas, Ni-Ni y militares) está mayoritariamente harto de él y que le exige un civilizado, si cabe, e incruento pase a retiro.

Harto de sus mentiras, rimbombancias, violaciones seriales de la Constitución y miseria moral; de su polarización inductora de guerras civiles; de oírlo pervertir en lenguaje "hojilla" la moral social y los mejores valores civiles y castrenses del país; de su fetichismo seudocatólico, su armamentismo, sus alianzas con lo peor del mundo y su aislacionismo; de su manejo personalista de riquezas públicas y robo de privadas; de la violadora incontinencia logorreica que le infligió al país "encadenado" durante 4.500 horas y de la no prestación de auxilio (para no malquistarse adeptos) a una sociedad víctima de 20.000 asesinatos al año; de su impudicia en la exhibición de su enfermedad para captar adhesiones emocionales; de haber actuado de caballo de Troya (él que tanto cloquea de "independencia") para que nos invadieran casi 100.000 castristas, y de haber conducido el país a la ruina infraestructural, productiva y tecnológica; de sus himnos grotescos al amor y la felicidad mientras condena a su gente a un racionamiento disfrazado, a comer menos y peor, a ahorrar energía y sufrir de pésima asistencia sanitaria, del segundo índice de miseria más elevado del mundo y del peor índice inflacionario de la tierra.

Acabemos con eso desde el próximo domingo, en las urnas, antes de zozobrar en un acostumbramiento al horror.

Ilustración: Ugo, El Nacional, Caracas, 06/02/12.

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