martes, 7 de febrero de 2012

DESCUBRIENDO A AMÉRICA


EL NACIONAL - Martes 07 de Febrero de 2012 Opinión/7
Tiempos de cambio
¿Fuerza Armada chavista y pesuvista?
VLADIMIR VILLEGAS

Decir que la Fuerza Armada Nacional es chavista es admitir que nuestro país va palo abajo en materia institucional. De ser cierta la aseveración del comandante presidente, la institución armada dejó de ser de todos los venezolanos para pasar a convertirse en una parcela ni siquiera de la mitad que respalda a Hugo Chávez sino una parcela personal.

Esta aseveración presidencial es a todas luces contraria no al espíritu sino a la carne y hueso de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en cuyo articulado queda claramente establecido que nuestra Fuerza Armada es una institución que no puede estar al servicio de parcialidad política alguna. Y si tiene prohibido constitucionalmente pertenecer a un partido mucho menos puede pertenecer a un caudillo.

Y así quedará evidenciado tarde o temprano. Imagino lo que estará pasando por la cabeza de miles de los integrantes de la FAN cuando escuchan que ahora forman parte de un contingente armado que responde al interés de un líder y su grupo, y no del país.

En el pasado hubo generales, coroneles, contralmirantes y vicealmirantes adecos y copeyanos. Eso era un secreto a voces. Y uno los veía en el viejo Congreso en la antesala de las oficinas de la Comisión de Defensa prestos a hacer las carantoñas que les aseguraran o les consolidaran el chance de un ascenso, merecido o no. Y seguramente los senadores y diputados ante quienes se hacían estas antesalas también se sentían sobrados, pensando que a todos los militares de alto rango y de niveles medios los tenían comiendo en la mano, gracias al bozal de arepas que ellos administraban. Tal vez nunca pensaron que se produciría un 4 de febrero o un 27 de noviembre. ¿Cuántos de esos oficiales que eran tenidos por adecos y copeyanos no estaban asqueados ante la corrupción y el manejo de los ascensos como meras cuotas partidistas? Y volviendo a nuestros días, ¿cuántos de los actuales oficiales de la FAN no estarán en la misma situación, tragando grueso, aceptando a regañadientes que los pesuvicen, y guardando la debida obediencia ante el comandante en jefe y ante sus superiores, sin poder hacer otra cosa que desahogarse en solitario o ante sus más cercanos familiares o allegados? ¿No le pasó lo mismo a usted, señor Presidente? Me imagino que sí. Hasta que un día se decidió a no aguantar más una situación que consideraba indigna. Pues bien, en la FAN de hoy también hay corazones ardientes, y le aseguro que no apuesto ni apostaré por que uno o varios oficiales asuman la misma conducta que los participantes del 4-F o el 27-N. Pero nadie puede garantizar que nunca más habrá motivos para que ello ocurra.

Así que, como le gusta decir a usted, señor Presidente, deje quieto lo que está quieto...

Lo democrático y verdaderamente constitucional es mantener a la Fuerza Armada Nacional como una institución de todos los venezolanos, que además está obligada a respetar la voluntad popular, y a reconocer como su comandante en jefe a quien el pueblo elija, llámese como se llame. El peor servicio que se le puede hacer a la FANB es degradarla a la condición de ejército particular de un líder o de un partido, y contribuir a que la mitad, y cuidado si la mayoría de los venezolanos, la vean como una parcela partidista de la cual hay que desconfiar. Y culmino esta nota con un extracto del discurso de Francisco Arias Cárdenas cuando se postuló como candidato presidencial de las fuerzas opositoras, en el año 2000: "...No está de más insistir en la necesidad de rescatar el rol institucional de la Fuerza Armada Nacional, como garante de la seguridad y defensa de la nación, alejándola de la intervención en tareas cotidianas, evitando su politización y haciéndola partícipe de la noble misión de defender nuestra democracia".

No hay comentarios:

Publicar un comentario