lunes, 9 de enero de 2012

BIBLIOTÉQUESIS


EL NACIONAL - Lunes 09 de Enero de 2012 Escenas/2
Acosar libros
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ

Treinta años no le bastaron a Flann O’Brien, el escritor irlandés del que el año pasado se conmemoró el centenario de su nacimiento, para promediar una visión de la estulticia humana en las regulares entregas de su columna para The Irish Times. La editorial Nórdica libros alimentó el festín publicando un conjunto de títulos: El tercer policía, Crónica de Dalkey, La boca pobre, En Nadar- dos-pájaros, La vida dura y La gente corriente de Irlan- da. Para hacer que el festejo llegara más lejos se ocupó de reunir Lo mejor de Myles, los magníficos textos periodísticos firmados bajo la protección de seudónimo de gaélico sabor "Myles na gCopaleen", en una separata de escasas 20 páginas que las librerías españolas han prodigado durante el año celebratorio entre sus clientes y relacionados.

El precioso ejemplar se ocupa del mundo de los libros y, específicamente, del relato de poderosa ironía sobre los "manipuladores de libros", especie de trabajadores a destajo cuyo oficio es satisfacer los requerimientos de una persona que quiere hacer ver a sus familiares y amigos que él ha leído todos los libros que posee en su biblioteca.

El procedimiento deviene en salvaje maltrato material al objeto y en bochornosa desintegración espiritual del prodigio.

Se distinguen cuatro categorías: manipulado popular (manoseado íntegro, 4 páginas dobladas en las esquinas y un billete de tranvía como marcapáginas), manipulado de primera (manoseado íntegro, 8 esquinas dobladas, un pasaje subrayado en rojo en 25 volúmenes y un folleto en francés de obras de Hugo como marcalibro), manipulado de lujo (manoseado íntegro de forma salvaje, lomos dañados, un pasaje de cada volumen en rojo, programas de teatro como marcapáginas, exclamaciones o interrogaciones en los márgenes, 30 libros con manchas antiguas de café o cerveza, 5 volúmenes con firmas falsificadas de los autores) y manipulado superior (manoseado de 550 horas, no menos de 50% de pasajes subrayados, cartas antiguas como marcalibro, frases convenientes en los márgenes: "¡Basura!", "Sí, pero véase Homero, Od., III, 151", "Tonterías" y dedicatorias falsarias).

Las categorías también lo son de tipos humanos: funcionarios, estudiantes de literatura, trabajadores sociales, directores de banco, agrimensores, comerciantes y gente ridícula en general.

La última categoría hace pródigo al autor. Crea una liga de trabajadores de la manipulación de los libros, dada la alta demanda y los complejos retos. El más capital, impedir la piratería del oficio: ocupar a profesionales en tareas elementales (doblar páginas, etcétera), denunciar a imprentas que editan programas falsos o naipes medievales; una lucha contra las patrañas y los fingimientos.

Elogia las acciones más nobles: "Hay libros que han sido salvajemente atacados con cuchillos, dagas, manoplas, hachas, tuberías de goma, pomos con cuchillas de afeitar y todo artilugio para asaltar del que se tenga noticia en los bajos fondos. Se sabe que ciertos manipuladores nocivos, desconocedores de que las marcas de dientes en la cubierta de un libro no se aceptan como prueba de que su dueño los haya leído, han adiestrado a perros a acosar un libro como harían con una rata".

Hurgar debajo de la imagen será el riesgo que cada quien deberá correr.

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