lunes, 19 de diciembre de 2011

PREGONERÍAS


EL NACIONAL - Lunes 19 de Diciembre de 2011 Escenas/2
Lexicografía oriental
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ

La fragmentación dialectal venezolana ha permitido asentar diferencias significativas entre las regiones del país y proponer zonas de agrupación lingüística con características suficientemente resaltantes como para que sean señaladas en el mapa de nuestra geografía lingüística. Como hitos capitales de formas específicas de hablar, las palabras y las expresiones de una región, en compañía de las diferencias fonológicas y de entonación y con unos pocos asuntos de morfosintaxis, resultan siempre los tópicos definitorios de los más agudos contrastes entre las regiones (una clara reproducción a lo interno de lo que postula el español de las distintas zonas hispanohablantes frente al español general; una entelequia inventada para auspiciar mejores comprensiones del español de cada ámbito geográfico). En otras palabras, el léxico y siempre el léxico sienta cátedra de identidad entre la multiforme extensión de la lengua española.

Estas y otras reflexiones son las que surgen en presencia de una obra como Expresiones idiomáticas orientales (Gráficas Magenta, 2010), de Julián Osca-Soriano. Sin pretensiones científicas de ninguna naturaleza, pero con una notable conciencia de la lengua real y de su autenticidad, esta obra reúne, como reza en su subtítulo, un conjunto de "frases de las expresiones idiomáticas y del vocabulario utilizado por el pueblo margariteño y en general por el pueblo oriental de Venezuela". Su objetivo, sobradamente logrado, es mostrar peculiaridades del habla del oriente venezolano (estados Anzoátegui, Delta Amacuro, Monagas, Nueva Esparta y Sucre), con el ánimo de divulgarlas por el resto del país como patrimonio lingüístico de originalidad, de relación entre lenguas y de penetración cultural.

En sintonía con la lexicografía vocacional venezolana, una forma muy extendida de descripción de nuestro léxico y modalidad de gran valor, especialmente en el renglón de la recolección, este libro recupera muestras generales, formas ideolectales y familiares (trompa de pote, sapo-fruto, nariz de conorico, color solferino), anglicismos y galicismos de uso (posicle, belinsú, gua- chicón, masalá) y fauna y flora regionales (caracare, chacaca, guareca, morique- te, parape, tocucho, yarey, zocato), junto con ámbitos temáticos de sugestivo interés y de significativo valor tipológico: adjetivos utilizados en peleas entre mujeres (arboraria, bolera, farota, lanceta, playera, zagaleto- na), expresiones sobre la muerte (chinigua, la que te conté), voces para llamar al diablo (diantre, demontre, ñalinga, zapirongo) y léxico insultante para los homosexuales (amarisquiao, jurelete, macuco, maluco, mariolo). Como en toda lexicografía regional, se recogen eventualmente aquí, como orientalismos, algunas unidades conocidas en el resto del país.

Los aportes de este trabajo discurren en la dimensión de un léxico desconocido para amplias regiones del país (especialmente para las que sucumben ante el radio caraqueño) o apenas observado con desconocimiento y rareza. Se declare o no, la obra establece una sintonía con empeños clásicos como los de José Marcano Rosas (Historia y habla popular en Marga- rita), para el estado Nueva Esparta, y Juan José Ramírez (Diccionario folklórico ilustrado), para el estado Monagas.

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