viernes, 11 de noviembre de 2011

LA BATUTA IMPRESA


EL NACIONAL - Viernes 11 de Noviembre de 2011 Escenas/3
LIBRO
El escritor José Pulido presenta su biografía de Gustavo Dudamel "Un niño ha tramado la esperanza que necesitaba el país"
La sinfonía del barrio, editado por Los Libros de El Nacional, se vende hoy con el diario
GERARDO GUARACHE OCQUE


No es una lectura especializada para músicos, ni un tratado sobre crítica musical. Tampoco se trata de un recorrido por las hazañas de Gustavo Dudamel, aunque todos los relatos y anécdotas conduzcan a ellas.

La sinfonía del barrio, una biografía escrita por el periodista José Pulido, es la historia de un venezolano, hijo único y adorado por su familia, con extraordinarias facultades musicales.

Pulido, quien es novelista, poeta y fue jefe de las páginas de arte de los principales diarios del país ­incluido El Nacional ­, conversó con los padres del director, Solange y Oscar Honorio; con su abuela Engracia, sus maestras, profesores como José Francisco del Castillo, compañeros del sistema de orquestas como Rafael Payare y amigos de la infancia que mantienen lazos estrechos con el músico hasta hoy.

También habló con su esposa y madre de su hijo, Eloisa Maturén, y, en el camerino del Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, compartió con el propio Dudamel.

"He querido reflejar la vida pura y sencilla, a través de la visión que dan familiares y allegados, porque lo más interesante es que de ahí ha surgido un artista genial que no se cree genial, que no se vuelve un engreído ni soberbio", indica el periodista, que reafirma que lo más grande que tiene Dudamel es su humildad. "Es tan humilde que te hace sentir vergüenza, porque es así incluso desde su actual posición".

Pulido se encontró con un chico inquieto que, mientras otros corrían y saltaban, se detenía a desmenuzar con ojos y oídos el trabajo que ejecutaba la banda que estaba en tarima.

Cuando el barquisimetano, actual director de la Filarmónica de Los Ángeles, comenzó a estudiar música, superaba los niveles a una velocidad que no era la usual. Cuenta el escritor que a uno de sus tutores, José Luis Jiménez, le insistía todo el tiempo en que quería tomar la batuta. No le bastaba con el violín. "Lo fastidiaba y él pensaba que eran cosas de niño.

Quería dirigir desde chiquitico. Un día estaban interpretando las Cuatro estaciones de Vivaldi y cuando llegó la parte de la `Primavera’ el profesor le dio la batuta y tomó su lugar en el violín. Dijo que no sólo comenzó a hacerlo bien, sino que él se equivocó en una nota y, aunque fingió que no había pasado nada, Gustavo se dio cuenta".

En el texto se rompe el mito de que fue criado por sus abuelos, pero sí se describe a padres jóvenes e inexpertos. Se dice que su abuelo fue el primero en percibir su habilidad y estimularlo con instrumentos y discos para avanzar. Se habla de que pudo haberse llamado Alan Deiter o Solange Patricia ­si hubiera nacido hembra­, pero al final la votación se inclinó por Gustavo Adolfo, aunque no por el poeta Gustavo Adolfo Becker.

"Cuando era muy pequeño, ponía un disco y dirigía orquestas invisibles. Y su público era otro niño que se sentaba a presenciar aquello. Unos años después dirigía una orquesta de carne y hueso, de madera, cuerda y metal, y su público era el papa Benedicto XVI", dice el autor de la biografía.

El libro puede ser adquirido por 60 bolívares al presentar el cupón desprendible que está impreso en esta edición del diario.

"En una época de violencia, de crímenes por gusto y por dinero, la presencia de Dudamel es la demostración de que Venezuela posee una fuente de talento, disciplina y solidaridad que todo lo transforma en cosa buena (...) Un niño ha tramado la esperanza que necesitaba el país", expresa inspirado el poeta, que anuncia una nueva faceta en la vida del director: la composición.

Fotografía: Alexandra Blanco.

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