lunes, 31 de octubre de 2011

FALTANDO JUEGO, TODAVÍA


(Des) bloqueo
Luis Barragán


Más del 90% de los países representados en la ONU, respaldaron la solicitud cubana para finalizar el embargo comercial, económico y financiero impuesto por Estados Unidos. Y, obviamente, por diligente iniciativa del gobierno venezolano, incluirá el oficialismo una propuesta de acuerdo en la materia y de segura consideración para esta semana, en la Asamblea Nacional.

Creemos justa la petición, no sólo porque tan radical y dramática medida ha sido inútil, sino por el sufrimiento que ha padecido el pueblo cubano por largos años. Y, todo lo contrario, se ha levantado como un formidable pretexto para una dictadura que se afianzó, recrudeció y extendió, sobreviviente gracias al sistemático subsidio de gobiernos como el venezolano, en reemplazo de la nada generosa y ya antigua contribución de los soviéticos, que también le ha permitido esconder el monumental fracaso del modelo socialista, copia exacta de aquél que se derrumbó en Europa Oriental y hoy evoluciona hacia el capitalismo en China o Vietnam.

El proyecto en cuestión, presentado por el PSUV, a modo de ilustración, habla de la pretensión de destruir el “orden constitucional” de la isla, como si fuese un secreto que su Carta Magna es una acuñación desprendida de la soviética de 1936, siendo imposible la celebración misma de libres y democráticos comicios, además del absoluto predominio y asfixia de un solo partido. Valga recordar un estupendo texto académico, necesario de reeditar, mediante el cual José Mendoza Angulo versó sobre el muy particular constitucionalismo cubano, en los años setenta, que – por cierto – retrata estupendamente el no menos particularísimo poder legislativo cubano.

Hay en el acuerdo una invocación de la “decisión democrática, libre, soberana e independiente” de los países votantes en la ONU, que muy evidentemente no se da en el pueblo cubano para decidir su destino. Existe un superbloqueo moral y político al interior de la isla que no molesta en modo alguno a los jerarcas del partido de gobierno venezolano, pero que encuentra la sensibilidad y la solidaridad de un pueblo angustiado por el futuro de sus vecinos, como el nuestro.

Creemos adivinar el impulso de un anacrónico entusiasmo por la ya agotadísima revolución caribeña, la que cándidamente estalló en 1959, aunque resultare traicionada. Contra la realidad que se ofrece, cualquier pretexto servirá al chavezato para celebrar tan demencial fracaso: a falta de bloqueo, ¿resucitará el fantasma de Fulgencio Batista para justificar una revolución cincuentenaria, inhumana, ruinosa y desesèrada?.

Ojalá el debate suscitado por el proyecto de acuerdo, con mayor sinceridad que estupidez, permita evaluar la prácticamente secreta relación entre Venezuela y Cuba. Jamás el chavezato ha permitido darlo, para aclarar muchas de las situaciones que también incumben a una delicadísima materia como es la seguridad y defensa de nuestra nación, por cierto, corresponsabilizado el Estado con la sociedad civil para tratarla y solventarla.

Fuente: http://www.medios24.com/p44678.html

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