lunes, 19 de septiembre de 2011

SABERSE AL LADO DEL OTRO


San Mateo, 20: 1-16

Interactuada, en su homilía de ayer el Padre Numa Molina (SJ) apuntó a la iqueza de las palabras de Jesús. Esta vez ejemplifica con el propietario de una viña, como pudo serlo de una finca de un cultivo de café, maíz o papas de las que se dan en los Andes. En Israel también había explotación. Concuerda con la feligresía en que el Reino de Dios que, a veces creemos luego de la muerte, habla de una sociedad más juista, equitativa, solidaria, ni excluyente, donde se perdone y ame. Construirlo provocará diferencias. Acaso, unos pdirán cacao más de la cuenta, dinero, etc.

El pago de la jornada al atardecer, empezando por los últimos. Recuerda el último párrafo de Isaías (55, 6-9), pues "así como aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos a sus pensamientos". Tenemos una mirada viciada, mercantilista, del "cuánto hay pa'eso". Tratamos de un dios bodeguero: me das, yo doy. Además, todo el día y toda la vida sin trabajar, egoísmo. No hacer nada por los demás. Nadie nos contrata o invita. Y es mucho lo que puede hacerse, como el trabajo comunitario, dar una clínica deportiva o taller de pintura. La raíz latina del verbo "educar", significa sacar lo mejor que tiene dentro una persona. Hacer algo, despertar en el otro.

¿Cómo motivamos a los demás?. No importa los pecados de la vida, llegar tarde. Importa la intensidad. Más vale un acto intenso que mil remisos, con pasión antes que salir del paso, parafraseando a San Ingacio de Loyola. Mateo habla un poco de su experiencia, pues no era ninguna joyita, cobrador de impuestos, ni siquiera formado. San Agustín de Hipona tenía treinta años de edad, y San Ignacio bastante adulto al escuchar el llamado de Dios.

El Padre Molina recuerda a un campesino que descubrió que podían evangelizar a la aldea y fue criticado, pues sus cultivos estaban ya lleno de malezas, tenía muchas deudas. Al final, le fue mejor con la cosecha. En otra ocasión, recogió a un herido y la policía lo apresó. Le decían que por pendejo. No pasó nada. Lo tuvieron como dos horas preso. Y si sufrir es hacer el bien, ¿Cristo no sufrió?.

La lógica de Dios es de la gratuidad. El Evangelio invita hoy a purificar la mirada, ver lo positivo y no negativo de los demás. También a la Iglesia le ha hecho mucho daño no conocer lo positivo de los demás. Hay una lógica de Dios y otra del mundo. Necesario leer los Evangelios y ver cómo actuaba Jesús, la esencia verdadera y la santa religión. Libertad, entrega, generosidad, no excluye a nadie, la importa los que más sufren.

Por cierto, en el momento de dar la paz, el Padre Molina recomendó que la feligresía se reconociese entre sí, saber uno del otro, de dónde se viene. Más aún cuando la Iglesia de San Francisco es una encrucijada de los cuatro puntos cardinales de la ciudad. Recordó lo dicho por una mujer evangélica que dejó el catolicismo, asumiéndolo como un club donde se va, comparte una mesa con los más cercanos. El propio Padre Molina recordó que, al asistir como uno más a misa, la persona que tuvo al lado no lo le dio la paz optando por una persona amiga que estaba más allá, siendo algo triste. La IGesia es un luga de encuentro entre hermanos.

Fotografía: LB, detalle de "Negra Hipólita" de Alexis Mujica, Galería de Arte Nacional (Caracas, 27/08/11)

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