domingo, 3 de julio de 2011

EL OTRO 5 DE JULIO (1)


Hubo otros 5 de Julio, por supuesto. Los anodinos y los fulgurantes, los mudos y los estridentes. Sin embargo, como pocas veces en la vida republicana, el de 1999 fue de una importancia profética demoledora.

Poco se ha escrito sobre aquella ocasión y sus intimidades. No aparecen todavía nuestras notas de entonces. Acaso lo hagan en una de estas mereas de papeles en casa. Ejercíamos como Secretario de la Fracción Parlamentaria de COPEI, Congreso de la República. Y supimos de ese proceso que llevó a la designación de Jorge Olavaría como Orador de Orden.

Recordamos el final, sobre todo. La movilización chavista no se hizo esperar con la intensidad acostumbrada, en los alrededores del Capitolio Federal. Agresiva, violenta, manipulada hasta el hartazgo de quienes hoy se dan golpes en el pecho porque se le califica de turba. Los manipulados pasaron, desempleados, mientras los manipuladores preservan sus privilegios (por lo menos, en gran parte). A punto de finalizar, nos devolvimos a la sede de la Fracción y estuvimos atentos. Fue un inmenso acto de coraje. No cabe dudas.

LLegó Olavarría con su esposa en llantos y pasó a la oficina del director de la Fracción, César Pérez Vivas, a través de la nuestra. Intenso momento. El camino entre la sede administrativa de Pajaritos y San Francisco, por aquel tiempo, se hizo una odisea peligrosa. ¿Dónde estarán los pintores que, al alabar con sus pinceles a Hugo Chávez, se convirtieron en una alcabala de la agresión?, ¿por qué hoy, tomándose más de la media calle o boulevard que conduje a la esquina de Las Monjas, no permiten que la gente llegue a las rejas históricas del Capitolio como ocurría antes?.

No hay bicentenariedad, sin memoria. Algo sencillo.

LB

Ilustración: Bolívar según Ugo, El Diario de Caracas, 16/06/85: lo hemos reducido e invertido horizontalmente.

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