sábado, 30 de julio de 2011

BITÁCORA (3)



Salimos del Foro Libertador y, como suele ocurrir, el tránsito automotor obligó a caminar hasta la avenida Urdaneta. En la plaza del BCV ("Juan Pedro López"), había un pequeño sarao. Estaba en su última interpretación de la tarde, Amílcar Briceño. Por lo pronto,de un lado, digamos que acá no ha habido un fenómeno semejante al de la "Nueva Trova" cubana y, Alí Primera, persistentemente por delante, resultan efímeras las voces que cantan a la denominada revolución bolivariana. Son pocas las que hemos escuchado de irrefutable calidad. Es lo cierto. Después de doce años, constituye un fortísimo indicio de inautenticidad del proceso. Del otro lado, creo al canta-autor de buena calidad, incluyendo una sentida canción (¿"Febreros y abriles"?), aniquilada por un sofoncante culto a la personalidad presidencial. De vez en cuando la emplean las emisoras radiotelevisivas del Estado, confiscadas por ese aparatejo gubernamental llamado PSUV. Briceño repitió la canción y, comprensiblemente, no siendo tan numerosa la concurrencia, lee exigieron la repetición en medio de los aplausos. Unos que otros solicitaron el autógrafo correspondiente. Por cierto, la bateria nos pareció muy buena. Finalmente,grito el consabido "patria, socialismo y muerte", después de dar loas al comandante-presidente, pero - con la repetición de su canción estelar - se diluyó. Creo que hubo prisa, con la cola de los carros, la obscuridad avanzando, etc. ¿Conclusión?: un tarantín propagandístico del gobierno, más que una legítima actividad cultural. "¿Usted no es 'escuálido'"?, me espetó un señor que se diluyó. Quedé estupefacto y seguí tranquilo el camino.

LB

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