miércoles, 15 de junio de 2011

SAMBRANO URDANETA (2)

EL NACIONAL - Sábado 11 de Septiembre de 2010 Papel Literario/2
El bellista decano
FRANCISCO JAVIER PÉREZ

Cuando en el a ño 1949 el joven profesor Oscar Sambrano Urdaneta, recién graduado en el Instituto Pedagógico, recibió el ofrecimiento de Pedro Grases para que se incorporara a la Comisión Editora de las Obras Completa s de Andrés Bello, no imaginó que el gesto del maestro marcaría su destino intelectual y, con él, las más altas tareas académicas y de gestión cultural que desempeñó durante el resto de su vida.

Sambrano llegó a Bello por la vía de la lengua.

Grases le encomendó resolver el espinoso nudo sobre la adopción de una ortografía para la edición caraqueña de la integral escrituraria del sabio. El segundo turno fue para la literatura al encargarlo de la transcripción de los borradores inéditos del largo poema americano de Bello (del que las "Silvas" de 1823 y 1826 eran sólo parte v irtuosa del precioso conjunto).

Decano del bellismo venezola no del presente, cumplió una de las tareas de investigación y proyección más meritorias sobre la vida y obra de Andrés Bello, logrando ser en el presente su más grande conocedor. Su labor sin descanso logra mantener viva la vocación bellista, la evalúa en lo que tiene de perdurable y moderna, y la a liena de entuertos críticos al proponer en cada ocasión acercamientos más nobles. Sus gestiones al frente de La Casa de Bello son reconocidas por la enorme producción editorial alcanzada y por la organización de los cuatro Congresos del Bicentenario de su epónimo.

Su labor sin descanso logra mantener viva la vocación bellista, la evalúa en lo que tiene de perdurable y moderna, y la aliena de entuertos críticos

En la Academia Venezolana de la Lengua mantiene encendida la llama bellista que heredó de tantos maestros del idioma y del verbo poético. Su bibliografía bellista es amplia: Aproximaciones a Bello (1977), Antología general de Andrés Bello (1981), Cronología de Andrés Bello (1986), El epistolario de Andrés Bello (1986), El Andrés Bello Universal. Crónica del Bicentenario de su nacimiento (1991), Ediciones de La Casa de Bello. Catálogo analítico (1978-2000) (2000), Verdades y mentiras sobre Andrés Bello (2000 y 2005), Hitos del bellismo en Venezuela (2009).

En el último de estos trabajos, con el que al leerlo en acto público se fundó en el año 2009 la Cátedra Andrés Bello en la Universidad Católica Andrés Bello, Sambrano hilvana con la certeza del especialista las facetas y etapas del bellismo venezolano, individualidades e instituciones que contribuyeron a fraguar con amorosa erudición y a divulgar con tesonera vocación lo que la figura gigante de Bello significó y significa para el país. En algunos de los momentos más capitales en esta tradición se anota el propio nombre del crítico como uno de sus más notables ejecutores: en la Comisión Editora (a la que califica de "cima del bellismo venezolano"); en la creación en 1973 de la Fundación La Casa de Bello (que dirigió a partir de 1977); en los congresos del Bicentenario; en la edición de los once volúmenes de Anejos a la Obras Completas; en el auspicio de numerosas publicaciones bellistas y en el respaldo brindado a muchos bellistas consagrados o en ciernes, prologando sus libros e iluminando las nuevas investigaciones.

Por todo ello, el nombre de Sambrano Urdaneta ha quedado inscrito ya en la tradición de los mejores estudiosos y promotores sobre el pensamiento de Bello.

Ocupa hoy, entre nosotros, el honorable calificativo de decano de nuestro bellismo, como en su tiempo lo exhibieron, entre otros, sus maestros Edoardo Crema y Pedro Grases, el bellista de bellistas.

Sambrano Urdaneta ha quedado inscrito ya en la tradición de los mejores estudiosos y promotores sobre el pensamiento de Bello

Sirvan sus propias palabras sobre el humanista, esas que anidan al final de su plausible Verdades y mentiras sobre Andrés Bello, libro de lectura tan necesaria en los tenebrosos tiempos antibellistas del presente, para comprender el alcance de la tarea de Sambrano Urdaneta: "Todo ello multiplica la imagen de un asombroso trabajador de la intel igencia, de u na mente privilegiada que atesoró conocimientos para ponerlos desinteresadamente al servicio de los demás, y que no aspiró a otro premio a sus esfuerzos que la satisfacción de haber consagrado su vida a algunas de las causas más relevantes de los pueblos de América Latina".

EL NACIONAL - VIERNES 19 DE FEBRERO DE 1999
CUENTA DE LIBROS
El Arcángel de Oscar
ALEXIS MARQUEZ RODRIGUEZ

Oscar Sambrano Urdaneta, historiador y crítico de la literatura, acaba de publicar un libro de cuentos, El Arcángel (Editorial Planeta Venezolana. Caracas; 1999). Antes Oscar había publicado algunos cuentos en periódicos o revistas. Uno de ellos, "El hombre que digo", mereció de Guillermo Meneses, autoridad indiscutible en la materia, la siguiente apreciación: "...se trata de una narración muy bien escrita, y que (...) describe una peripecia ciudadana con exacta precisión, con muy fina capacidad de observación y con ternura humana admirable". Ese mismo cuento motivó también el entusiasmo de Rafael Angel Insausti, muy agudo en sus apreciaciones literarias, y sobre todo muy parco en elogios. "Me diste una extraordinaria sorpresa con ese hermoso cuento", le escribió en una carta al autor desde París, el 10 de enero de 1962. "No es deseo de halagarte lo que hay en mis palabras. Estás empezando y ya vas lejos".

18 son los cuentos de este libro. El texto se abre, muy cortazarianamente, con unas "Reglas de juego", que demuestran en el autor la veteranía del lector de narraciones y del crítico literario. Estas son sus reglas: "Primera. En estos cuentos, como en muchos otros, nada comienza ni nada termina. Segunda. En ellos se entrelazan historias propias y ajenas, episodios reales y ficticios, sucesos verosímiles y fantásticos, lo que no pasa de ser maña vieja en el arte de narrar. Tercera. Son también ejercitaciones verbales solitarias, en alguna medida lúdicas, que permiten el desahogo de alguien que fue tocado por la vida y le proporcionan al mismo tiempo el placer millonario de contar". Toda una poética del cuento, represada, con admirable capacidad de síntesis, en pocas palabras.

Entre estos cuentos los hay brevísimos, como el de apenas cinco líneas con que se cierra el volumen, y más extensos, de varias páginas. En todos dominan ciertos rasgos comunes, que le dan unidad al libro. Uno es la ironía, muy fina y sutil, de ésas que casi imperceptiblemente arrancan en el lector una leve sonrisa, pero jamás la risa. Es la expresión de un sentimiento y de una apreciación ante la vida, ésa que, como dice el mismo Oscar, alguna vez lo "toca" a uno.

El otro es la nota, igualmente sutil, de lo fantástico. Hay en estos cuentos, al menos en varios de ellos, una textura finamente fantasiosa, pero no la que nace de una imaginación exacerbada, a veces patológica, sino más bien de una peculiar observación de la realidad. Es lo real tratado de una manera especial, hasta trasmutarlo en fantasía. En otras ocasiones hemos dicho, y ésos cuentos nos permiten ratificarlo, que la realidad y la fantasía no son antinómicas, sino los extremos de una línea en que lo uno se va convirtiendo en lo otro, en un proceso gradual. Con admirable habilidad, Oscar toma unos hechos absolutamente reales, personajes y situaciones cotidianos, domésticos, de implacable veracidad, y mediante un manejo inteligente y laborioso los va despojando de su encarnadura real, hasta llevarlos a la trasparencia fantasiosa. El resultado de ese proceso es que el lector percibe y goza lo fantástico, pero sin dejar de sentir que aquellos seres y situaciones son perfectamente reales.

Hace unos días, Sambrano cumplió 70 años. Con ese motivo, él ha dicho que ya puede, a tal edad, correr el riesgo de publicar estos cuentos. Todo libro, sea que se escriba a los 20, a los 40, a los 60 o a los 80 años, es una aventura. Y a la aventura todos tenemos derecho. En este caso hay algo evidente; la frescura que emana de sus textos. Ninguno de estos cuentos tiene 70 años, ni nunca los tendrá. La obra de arte es intemporal, no es joven ni vieja. Sencillamente, "es". Puede pasar de moda. Pero cuando es auténtica, siempre "será". Y lo que mejor define estos cuentos de Oscar Sambrano Urdaneta es su autenticidad.

El Nacional - Viernes 05 de Mayo de 2006 B/10
Tres venezolanos se incorporan a la Academia Cubana de la Lengua
ARMANDO COLL

La Academia Cubana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española, eligió en días recientes como Miembros Correspondientes Hispanoamericanos a los venezolanos Oscar Sambrano Urdaneta, presidente de la Academia Venezolana de la Lengua; Alexis Márquez Rodríguez, vicepresidente, y Luis Pastori, tesorero.

“Los académicos cubanos tuvieron en cuenta los méritos de sus colegas venezolanos elegidos, que los hacen acreedores a la alta distinción”, reza un comunicado oficial. “En Oscar Sambrano Urdaneta, entre otras cosas, se consideró su dilatada labor como teórico y crítico literario y como docente de literatura; su fecunda labor como presidente, desde su creación, de la Fundación La Casa de Bello, hasta su reciente desaparición, y su actuación como presidente de la Academia Venezolana de la Lengua.

“En el caso de Alexis Márquez Rodríguez se valoró su también larga labor de docente de literatura y en las áreas de la teoría y la crítica literaria; su empeñosa actuación en pro del mejoramiento del uso del idioma castellano y, sobre todo, su dedicación al estudio crítico de la obra del cubano Alejo Carpentier.

“Luis Pastori fue reconocido especialmente como uno de los poetas más valiosos y fecundos de su generación, además de su larga trayectoria académica y su consecuente trabajo en el campo de la animación cultural, puesta de manifiesto en diversas actividades y como ministro de la Cultura en el gobierno de Luis Herrera Campins”.

La designación de estas tres personalidades de las letras venezolanas podría causar sorpresa. Como es sabido, forman parte de una junta directiva que en 2003 fue impugnada por un grupo de académicos manifiestamente partidarios del oficialismo, por lo que el enfrentamiento de los numerarios pronto siguió el derrotero de la polarización política. Entre los nuevos miembros correspondientes de la Academia Cubana, hay dos que ocuparon cargos señeros en gobiernos anteriores, y el tercero es un hombre de izquierda, que desde su perspectiva considera que “el chavismo es un fraude que no tiene nada que ver con socialismo”. Se trata de Alexis Márquez Rodríguez, que hace unos años enviara una carta al influyente escritor cubano Roberto Fernández Retamar.

“En el caso mío hay un problema bastante delicado”, comentó Márquez Rodríguez. “Todo el que me conoce sabe de la relación de amistad que tuve con la intelectualidad cubana. Y a partir de la carta que le escribí a Fernández Retamar, pues me gané la enemistad de varias de sus figuras.

No así con otras, con quienes conservo excelente relación. Este nombramiento es una prueba de ello, aparte del reconocimiento desinteresado a tres académicos venezolanos, en el que prevaleció la trayectoria de cada uno por encima de lo político”.

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