lunes, 6 de junio de 2011

ESTRUCTURALIDAD NACIENTE


Comunas y necesidad
Luis Barragán


Consabido, las expresiones concretas del Estado Comunal violentan la vigente Constitución de la República, mas no ha sido declarada inconstitucional por el TSJ la ley que dice ordenarlas. De modo que todo el artefacto político sigue su curso, suscitando la viva o silenciosa protesta de la población, incluyendo a los integrantes oficialistas de las extintas Juntas Parroquiales, por lo menos, elegidos por votación directa, universal y secreta.

Armas decisivas, importa es el recurso económico que llega a las juntas comunales debidamente registradas por el ministerio respectivo, privilegiadas obviamente las que militan en el PSUV. El registro y la economía se juntan para adivinar con facilidad el itinerario de supervivencia de quienes que prenden incienso en el altar de las juntas, por lo demás, favorecidas por el empleo de la fuerza pública en el caso de ser resistidas, cuestionadas o desobedecidas.

Ya la clase media en decadencia o en el sostenimiento de sus difíciles equilibrios, debe apelar, adscribirse o conformar sendas juntas comunales para cubrir las urgentes necesidades que padecen, por ejemplo, los edificios que habita. Imposibilitada la importación de respuestos para sus viejos ascensores o encarecida la mano de obra técnica, por no citar la ornamentación, la pavimentación o la propia recolección de la basura en la urbanización, acude desesperada al auxilio público.

Ya no avergüenza al otrora vanidoso profesional y hasta empresario, reunirse para gestionar lo que todos los residentes juntos, el condominio en pleno, no logra. Por lo menos, el ministerio del ramo velará por las diligencias de CADIVI para ampliar la dotación, auxiliando a aquellos que ahora le tributan respeto y simpatía, porque la comunalidad se ha hecho toda una necesidad para no reducir tan dramáticamente la legítima calidad de vida que un día lejano fue celebrada conquista, siendo infranqueable la más modesta diligencia alterna.

La necesidad se hace estructural, pues, en el corazón de la orgullosa clase media que no logra afrontar la inevitable incongruencia de estatus que padece. Y asistirá, forzada a avalarlo, a la realización del Estado proveedor exclusivo de productos y servicios, pues la comunalidad no puede deslindarse del ultrarrentismo que la hace también un excelente negocio para sus propulsores.

Reparto de neveras y cocinas en los sectores populares, pintura y ascensores en los medios, parece la consigna. Políticamente, equivale a la delegación ciega del conocimiento, la especialidad y el oficio públicos, en medio de una extraordinaria incertidumbre social y económica, como a la postergación de toda consideración de la íntima realidad vivida.

Fuente: http://www.medios24.com/p35018.html
Fotografía: tomada de la red.

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