domingo, 12 de junio de 2011

CUERPO SOCIAL


San Juan, 20: 19-23

En su homilía de hoy, el Padre Alvaro Lacasta (SJ) comentó que el domingo de Pentecostés recoge todas las alegrías de la resurrección de Jesús, portador de la paz para quien carecía de ella y de la esperanza esperanzadora.

Todas las personas y cosas, están tocadas por el Espíritu Santo. Ocupa todo lugar y espacio, presente ennuestro interior y todos los acontecimientos, con un amor sin vacaciones por todo el género humano. Provoca carismas y dones, habita por la fe en el corazón de todos, en la más íntima intimidad. Ofrece la paz en el corazón. Y ha de convertirnos en instrumentos de paz, tarea y misión de alegría y esperanza.

La Iglesia que somos todos, necesita de un nuevo Pentecostés, más que en otras etapas: fuego en el corazón, palabras en los labios, profecía en la mirada. Volver a sentirse como poesía en nuestras dichos y hechos, si queremos que el mundo cabie, recuperar la fe y la certeza de la verdad. Espíritu Santo, ven que te necesitamos.

Martialay, Pino y Velasco

De acuerdo a nuestros apuntes, el Padre Roberto Martialay (11/05/08), aseguraba que somos el cuerpo social de Cristo, todos tenemos el Espíritu Santo que nos da la elocuencia y también la moderación y el consuelo. En la misma fecha, el Padre Jesús Pino (SJ) apuntó a la fiesta grande de la Iglesia, preparándonos desde la Cuaresma para este momento. Resurrección: retomar la vida de una manera distinta. La iglesia - prosiguió Pino - está también en crisis. Hay un mercado de iglesias muy grande, ofertando la salvación (recuperar la salud, por ejemplo). Tenemos muchos miedos, temores. La Iglesia es dinámica. Dejemos que nos conduzca el Espíritu de Dios que nos llama. Plena confianza, celebrando el Pentecostés.

El Padre Braulio Velasco (31/05/09), recordó que hasta Pentecostés, la Iglesia fue cobarde y mediocre. Dios no excluye a nadie, como lo hacemos nosotros. ESpíritu Santo pridujo unidad.

Ilustración: Carlos Cruz-Díez

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