martes, 10 de mayo de 2011

UNO DE LOS TANTOS DEBATES QUE EL RÉGIMEN NO DA


Capitalismo solidario versus socialismo del siglo XXI
Luis Barragán


Afortunadamente, Emeterio Gómez incomoda a propios y extraños al interpelar constantemente las posturas oficialistas y opositoras que dicen profesarse. En "Capitalismo solidario versus socialismo del siglo XXI" (Los Libros de El Nacional, Caracas, 2007), sintetiza el esfuerzo realizado por romper el aburrido y agotador convencionalismo del debate o ˆ mejor ˆ la simulación de un debate que pudo ser duro, intenso, entusiasta e incansable, dando cuenta de un real cambio revolucionario.

La obra puede leerse - evidentemente - "por arriba" y también "por abajo", habida cuenta de las notas a pié de página que directamente punzan aalgunas de las circunstancias que atañen al régimen prevaleciente en Venezuela. El exceso de cursivas y signos de admiración acentúa sus afanes didácticos, aunque sintamos un poco más de desesperación por hacerse entender (y convencer) de mil maneras. E, incluso, a propósito de las semejanzas entre la cuarta y la quinta repúblicas, cuela su angustia por aquello de "alguien debería decírselo a Chávez" (27).

Bastaría comparar a Corea del Sur con la del Norte para aceptar la superioridad del capitalismo frente a las realizaciones totalitarias, pero el autor acierta al tratar aspectos como el de la libertad individual, la conciencia activa, el valor de cambio como básica relación social que, entre otros, se suman al útil esquema sobre el ser del mundo y de los humano (74, 85). Igualmente, acierta al juzgar el neocomunismo populista o carismático a la luz del intercambio de equivalentes, pasando por las nociones de rentabilidad, competencia, acumulación de capital y remuneración de factores, hasta no descartar la posibilidad de un capitalismo por otro (29), sentenciando que el "trueque puede ser tanto o más cruel que el intercambio monetario" (118), preguntándose si éste no generará valores de intercambio (130), para desafío de la intelectualidad "chavista" (16).

Gómez crítica fuertemente al capitalismo moderno, sus elevados niveles de exclusión, la publicidad burda de la que se vale, la exagerada confianza que deposita en la "mano invisible" del mercado, incapaz de plantearse los problemas desde una dimensión moral, espiritual y religiosa del hombre, para ˆ librándose de toda sospecha ˆ apuntar a la "tentación totalitaria de la derecha" (57, 87, 91, 131). Y, lo más importante, esboza una alternativa presta a la discusión, como es la del capitalismo solidario, el tránsito de la responsabilidad social a la moral de la empresa, el derecho existencial, el relanzamiento de la estética, afín al "clarísimo proceso de igualación" (56).

Quedan algunas interrogantes: por ejemplo, demostrada la fragilidad de la teoría de la plusvalía, ¿no hay explotación alguna en el capitalismo?, o - como lo sugiere tácitamente - ¿es el obrero el que explota al empresario (107)?. Por lo demás, recordamos, a raíz de los artículos de prensa del autor de marras por 1988, pudimos valorar el programa de gobierno por entonces planteado por la democracia cristiana venezolana, iniciando ˆ disculpen la referencia ˆ un diferente período de reflexión personal, al que tanto contribuyó el amigo Fernando Spiritto, mas ¿no es suficiente el modelo de economía social y ecológica de mercado con la vista puesta en los principios y valores de un diferente y superior orden social?, y ˆ mucho más acá - ¿renunciará Gómez a la valiosa tarea de teorizar y ofrecer otro horizonte, presto a los más inquietos y avisados dirigentes políticos, tentándole la directa actividad política?, ¿preferirá incursionar en los partidos ya establecidos para ahorrarse la molestia de fundar

Fuente: http://www.medios24.com/p32534.html
Ilustración: Ryoji Ikeda

(PD: Reposición de un artículo originalmente publicado por 2007)

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