sábado, 14 de mayo de 2011

EL TELAR FOTOGRÁFICO


EL NACIONAL - Sábado 14 de Mayo de 2011 Cultura/5
EXPOSICIÓN El pintor ahonda en las ideas conceptualistas en la serie X & Y
Eugenio Espinoza replantea sus creaciones de los años setenta
El artista incorpora sus primeras fotografías sobre telas sin marcos ni bastidores
CARMEN VICTORIA MÉNDEZ

Si Eugenio Espinoza fuera un personaje sacado de una obra de Bertolt Brecht, no cabe duda de que sería el protagonista de la ópera El negador (Der Neinsager), que se rehusó a ser sacrificado en aras de la ciencia. El artista venezolano jamás ha querido rendirse a los pies del cinetismo y la modernidad. Por eso creó el Impenetrable, en respuesta a la obra de Jesús Soto, y más recientemente, la Negativa moderna.

Sin embargo, el creador considera que las obras que exhibirá a partir de mañana en la muestra X & Y, en El Anexo, no niegan nada, sino que son una afirmación de su trabajo conceptual.

Cuestionar y negar son vías para la reflexión, dice Espinoza. "Quizás la negación sea la actitud más precaria que uno tiene a mano para analizar situaciones o tradiciones, pero en el fondo puede conducir a una verdadera continuidad o a una experiencia más original. En realidad, en las obras que integran esta exposición no hay cuestionamiento, todo lo contrario; es más bien una afirmación de lo que he venido haciendo, que es medir cosas y relacionarlas entre sí", escribe vía correo electrónico el artista residenciado en Miami.

La serie X & Y se basa en una selección de fotografías que Espinoza concibió entre 1971 y 1973, que no habían sido exhibidas anteriormente. Las imágenes aparecen cosidas sobre superficies en las que se perciben trazos que forman una especie de retícula inconclusa. En los setenta, las fotografías no tuvieron ninguna resonancia. "Por primera vez incorporo estas piezas dentro de las telas. Hoy en día me interesa su replanteamiento, que no es sólo sobre mi trabajo, sino también sobre la presencia de otras personas, de un momento muy particular y desconocido entre nosotros mismos, del espacio de una ciudad que existe claramente en los documentos de la época y de cómo esos lugares me ofrecieron respuestas a mis propias actitudes".

Espinoza ha desarrollado una propuesta conceptual dentro de un medio tradicional como la pintura. El artista es consciente de que dentro del conceptualismo es más fácil adoptar la fotografía, la impresión digital, el video o el ready-made, pero no ha querido soltar el pincel. "Creo que al menos un artista conceptual puede ofrecer las posibilidades de replantear una `pintura-no pintura’. Atreverse a buscar nuevos conceptos dentro de los límites de esta técnica es algo que requiere mucho coraje, mucho conocimiento y mucha sabiduría, y al mismo tiempo, una gran ingenuidad, pues la pintura, con su peso de tradición, fermenta todo tipo de nuevas ideas".

El creador explora el pequeño formato, pues considera que las obras realizadas en pequeñas dimensiones tienen una fuerza inmanente, el poder de revelarse sutil y ampliamente sólo ante quien la mira con una atención especial. Se trata en realidad del único formato que admite una sala como El Anexo, que forma parte de un apartamento. "Acepté la invitación de El Anexo porque ha demostrado durante varios años que tiene una línea de investigación importante y coherente en el arte contemporáneo. A pesar de sus dimensiones modestas, inspira mucho respeto por la seriedad curatorial y el ambiente reflexivo que genera. No se puede subestimar su contribución al medio cultural venezolano actualmente".

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