domingo, 17 de abril de 2011

TRADICIÓN Y FE


EL NACIONAL - Domingo 17 de Abril de 2011 Caracas/2
CULTURA Por segundo año consecutivo fue restringido el acceso a la montaña
Los abuelos Palmeros de Chacao quieren que se conserve la tradición
Los más antiguos herederos de la tradición de Semana Santa observan con preocupación las restricciones impuestas
MAOLIS CASTRO

Ramón Delgado lleva a cuestas 68 años recorriendo el cerro Ávila. Sus días favoritos son los anteriores a Semana Santa.

Lo hace por tradición, acompañado de su grupo: los Palmeros de Chacao.

Él y otros dos hombres son los abuelos Palmeros, los más antiguos sobrevivientes del ritual que comenzó en 1770 en Caracas. "Vimos cambiar la ciudad desde el Ávila. Observamos la sustitución de haciendas por grandes edificios. Conocemos la historia del país por el Ávila", explica.

Si los abuelos quisieran ufanarse expondrían que fundaron en 1985 la Sociedad Palmeros de Chacao, emblema de Semana Santa en la ciudad y patrimonio cultural del país.

Sin embargo, los creadores del grupo son modestos.

"Sólo tratamos de conservar valores, luchar por mantener viva esta cultura", indica Tomás Ramón Reyes, integrante de la asociación.

Reyes, de 80 años de edad, se unió a la tradición hace 72 años. Lo impulsó su hermano mayor y amigos de la antigua hacienda San Felipe en La Castellana, municipio Chacao.

"Al principio, mi papá Marcelino Reyes se oponía, pero luego entendió mi pasión, que todavía se conserva intacta".

El rito se inició con la promesa de un cura. "Cuentan que la plegaria fue erradicar el brote de fiebre amarilla en el país.

Como se cumplió, los habitantes de la ciudad debían simular la procesión de Jesucristo en el Ávila, recolectar la Palma Bendita y repartirla entre los pobladores. Ya nosotros no lo hacemos como antes, pero están cientos de seguidores que sí", aseguran.

Se acorta la travesía. Los abuelos Palmeros de Chacao previeron que llegaría la vejez y escogieron el asentamiento llamado Dormitorio del Elefante, en el sector Sabas Nieves del Ávila.

"Los más viejos subimos hasta allí en Semana Santa, pues las condiciones físicas no permiten recorrer completamente el cerro. Somos como los elefantes: seleccionan su aposento cuando están viejos", relató Delgado. El resto del recorrido es realizado por Palmeros y Palmeritos de Chacao.

No obstante, la vejez no es la única limitante del grupo. Son varias las oportunidades en que se ha limitado la tradición debido a condiciones poco favorables para la caminata. Sin embargo, esta semana se restringió, por segundo año consecutivo, el acceso. "Inparques aplicó limitaciones y esa decisión nos tiene tristes", indicó Delgado. El viernes en la noche, finalmente, lograron subir con las limitaciones impuestas por los funcionarios al Dormitorio del Elefante. Pero no es como lo hacían antiguamente, porque hubo control de las palmas podadas.

El permiso fue limitado, entre otros motivos, debido a la inestabilidad climática. Pero los Palmeritos pudieron pernoctar en el hotel Humboldt.

Señalan que en otras oportunidades recibían aproximadamente a 2.000 niños, pero este año se conformaron con 90. "Ellos pidieron permiso en sus escuelas para conocer la naturaleza y, luego, enseñar a sus compañeros de clases.

Quisiéramos que puedan propagar esta tradición", afirmó Delgado.

Ilustración: tomada del diario El Nacional, Caracas, 17/04/11.

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