lunes, 18 de abril de 2011

DÉFICIT PARA UN DIÁLOGO NECESARIO


Fe y reflexión, reflexión y fe. Inevitable meditar en torno a nuestras creeencias, más allá o más acá de nuestros inmediatos sentimientos. Compartimos aquello de una extrema religiosidad que se hace de preceptos, enmascarándose. No obstante, también podemos andar el camino de la razón.

Fe que busca explicarse, sin traicionarla. Explicación que es perfectible, sin pretender reemplazar la fe.

El acto más sencillo e ingenuo, puede inscribirse en ese camino. Desde el púlpito se asoma igualmente una dimensión que debeos tocar, en este mar de complejidades que es la vida diaria.

Descubriendo, incluso, escuelas o perspectivas. Emerge acá la teología y sus distintas expresiones (analítica, política, liberadora y hasta - se dice - posteológica).

Hemos andado poco a poco, un "pequeño" texto de T. W. Manson (Ediciones Cristiandad, Madrid 1975). Probablemente superado (aunque es difícil asegurarlo en el terreno teológico, como el filosófico), el autor trata de Cristo en la teología de Pablo (cristiano y teólogo, y significación cósmica, como Salvador y en la Iglesia de Cristo). Luego, Cristo en la teología de Juan, más extendidamente (el amor en el judaísmo tardío, el judaísmo helénico y rabínico, el agape, contenido de la salvación, la obra salvífica, cristología jónica, Logos).

En apenas 211 páginas, en un volumen con formato de bolsillo, se extiende Manson con una profundidad y concisión admirable, capaz - incluso - de realizar las debidas precisiones filológicas que completan el retrato de un sabio, como suele ocurrir en estos menesteres. Valga la coletilla, al adentrarse con sobriedad a la ateria, muchas personas podrán hallar lo que tanto buscan y quizá niegue la literatura de auto-ayuda.

LLamado final, en el país de los rigores cambiarios, las obras teológicas escasean y se encarecen aún más. Ojalá exista la disposición pastoral de llevarla a la feligresía, dándole un giro importante al diálogo eclesial.

Hay un déficit, pues, que registra el intento de una avanzada reflexión para el diálogo. O, digamos, ¿renunciamos a tal inquietud?.

LB

No hay comentarios:

Publicar un comentario