domingo, 20 de marzo de 2011

PERSEVERACIÓN


NOTITARDE, Valencia, 20 de Marzo de 2011
La Transfiguración del Señor (Mt. 17,1-9)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

En este segundo domingo de cuaresma leemos y meditamos el pasaje de la "Transfiguración del Señor", según San Mateo, acontecimiento que también narran los evangelios de Marco y Lucas (Mc 9,1-9; Lc.9, 28-36). En los tres evangelios sinópticos este acontecimiento es precedido por el primero de los anuncios de la pasión, muerte y resurrección que Jesús hace a sus discípulos y que parte de la profesión de fe que Pedro hace de la mesianidad del Señor. Los judíos, como también los discípulos y apóstoles de Cristo (crecidos en la cultura judía), tenían un concepto político, triunfalista, guerrero del mesianismo; por eso, les resulta escandaloso lo que Jesús les anuncia camino a Jerusalén. El rechazo que hace Pedro de tal anuncio del Señor es reprendido por éste con toda severidad. Los apóstoles y discípulos estaban confundidos y no entendían las palabras del Señor.

El relato de la Transfiguración resalta cómo Jesús, subiendo a una montaña alta y escogiendo a tres de sus apóstoles: Pedro, Santiago y Juan, los que luego serán testigos de su agonía en el Huerto de Los Olivos, deja ver que Jesús busca alentarles en la fe, hacerles comprender cómo es su mesianismo y de qué forma salvará a la humanidad de sus pecados. Por eso, les muestra y anticipa la Gloria a la cual todos los hombres están llamados; Gloria que podrán conquistar gracias a su sacrificio redentor en la cruz. A pesar de todo lo visto y contemplado por los discípulos, ellos no entendían del todo y Jesús les pidió que guardaran silencio de esto hasta su resurrección de entre los muertos.

La narración de la Transfiguración se inscribe en ese género literario de las grandes teofanías (manifestaciones de Dios) en el Antiguo Testamento, entre la que destaca la del Sinaí, donde Yahvé entrega las tablas de la ley a Moisés (Ex. 19.24.34). Allí destacan elementos como la nube, niebla, trueno y voz potente. Elementos que buscan expresar un mensaje de fe. Así pues, la narración de Mateo y los otros dos sinópticos se sirven de estos elementos de las teofanías del pasado para manifestar un mensaje. Jesús sube a la montaña como Moisés al Sinaí; Jesús aparece en medio de Moisés y Elías para dejar claro que ahora Jesús es el verdadero y definitivo patriarca y profeta, el que presenta la nueva y definitiva ley del amor y proclama la Buena Nueva del Reino de Dios que es el mensaje de la salvación de la humanidad. Moisés y Elías avalan con su presencia el mesianismo de Jesús. La luz que transfigura, que ilumina aquel lugar y la voz del Padre que habla desde la nube proclaman la divinidad de Jesús, su condición de Hijo de Dios; aquel que pronuncia las palabras del Padre y que habla con la autoridad de Dios; por eso hay que escucharlo y seguirlo. Los tres apóstoles llenos de miedo y a la vez admirados por lo que contemplan, simbolizan al hombre que se fascina ante el misterio grande de Dios que se manifiesta en el mundo por medio de Jesús, el Hijo amado y predilecto del Padre que con su pasión, muerte y resurrección viene a redimir a la humanidad y abrirle las puertas de la Gloria eterna.

El mensaje de la Transfiguración es también para nosotros hoy que vamos de camino, que somos peregrinos en la vida y que muchas veces, como los apóstoles, no comprendemos los designios de Dios o vamos cansados, desesperanzados, tristes o confundidos. Es allí donde tenemos que levantar nuestros ojos y corazones a Dios, buscarlo con fe para conseguir fuerzas y saber que Él nos alienta en nuestras luchas, en esos momentos de crisis o de cruces y que nos promete no sólo la paz, fortaleza y progreso en el presente, sino vida eterna. Nosotros también, por el bautismo, somos hijos amados y predilectos del Padre y si a Jesús le tocó pasar por la cruz, por la pasión, como nos toca muchas veces a nosotros, nos consuela y fortalece la conquista de la resurrección y de la vida eterna que Él consiguió para nosotros con su sacrificio en la cruz. Jesús nos dice hoy, que no tengamos miedo, que nos levantemos y nos pongamos en camino, como se lo pidió a sus apóstoles. Escuchemos su voz y sigamos sus pasos que conducen a la vida eterna. Jesús nos acompaña en el camino de la vida hasta la Gloria; por tanto, el mensaje de hoy es de esperanza y optimismo, con Dios todo, sin Dios nada.

IDA Y RETORNO: El próximo viernes 25 de marzo, el Pbro. Luis Manuel Díaz, vicerrector del Seminario, amigo y hermano en la formación de los futuros sacerdotes, entrará a formar parte de la Academia de la Historia del Estado Carabobo, como "Miembro Correspondiente", lo cual nos llena de orgullo y habla de la preparación y nivel de nuestro clero valenciano. Lo felicitamos de corazón y le pedimos al Señor que siga guiando y fortaleciendo su ministerio sacerdotal. Dios nos siga regalando sacerdotes santos, doctos y diligentes para nuestra Iglesia venezolana.

Desde el 20 al 31 de agosto de este año, se realizará una peregrinación a Polonia, "Tras las huellas de Juan Pablo II y la Divina Misericordia", los interesados llamar a la Sra. Marielena Viso de Douaihi: 0414-4287565. 0241-8235266-8234489.

Ilustración: "Perseverance", Shawn McNulty

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