domingo, 13 de febrero de 2011

tutásca...


¡Viva Tutankamon!
Hermann Alvino

Talleyrand, en sus memorias publicadas en 1891, comentaba la “variante egipcia” por la cual Napoleón Bonaparte escogió invadir Egipto en vez de Gran Bretaña (donde las posibilidades de éxito eran casi nulas) para intentar debilitar el acceso británico a la India: en el tablero militar de su época, optó por atacar un lado que consideraba débil para su enemigo.

Seguramente el trío Nasser-Sadat-Mubarak, por su formación militar, conocieron dicha variante, y aunque nunca han ganado una guerra, de seguro aprendieron eso de atacar al lado débil: el pueblo, al cual, entre los tres, han maltratado durante 55 años con pobreza, desempleo, corrupción y desesperanza. Hasta las lámparas típicas para el Ramadán se importan desde China, ahora de plástico con chip de canciones para la ocasión.

Y el sufrimiento sigue, pues hasta hoy no ha habido ningún cambio de fondo: Mubarak ofrece no presentarse de nuevo a las elecciones, pero eso se sabía hace tiempo puesto que pretendía catapultar a su hijo Khaled. O sea que en el fondo no ofrece nada.

Egipto tiene un régimen militar puro, a diferencia del híbrido tunecino, por lo que las fuerzas armadas tienen un dilema mucho más nítido al tener que escoger entre el pueblo o Mubarak, un militar como ellos, uno de los suyos. Y Egipto no tiene una oposición unida con la que canalizar el movimiento popular, disponer de un interlocutor único, y por lo tanto fuerte para presentarse ante las fuerzas armadas y ante el mundo como alternativa inmediata y viable.

Nuestra variante criolla ofrece similitudes: en el tiroteo de Puente Llaguno los matones del gobierno masacraron a los más débiles, acá también hay que importarlo todo, en algún momento nuestras fuerzas armadas tendrán que lidiar con el mismo dilema (o uno de los suyos o el pueblo), y los partidos de oposición tendrán que definirse ya no solamente si ir unidos a las elecciones del 2012 sino cuándo resolver este asunto. Completando la variante criolla, el presidente ofrece sabiendo que no va a dar nada (el discurso ante la Asamblea nacional), y se limita a dar vivas a Nasser en una declaración genérica.

Nasser es considerado un héroe que en su momento devolvió el orgullo al mundo árabe y ello se demostró con los 5 millones de asistentes a su funeral, pero demócrata no era, estuvo 14 años en el poder, ilegalizó el partido comunista y de los hermanos musulmanes (ya existían en ese tiempo), encarceló miles de opositores y dejó un sustrato de autoritarismo para 11 años con Sadat, y 30 con Mubarak.

Nasser murió estando en el poder, Sadat fue asesinado en un desfile militar, durante el cual, con todo y sus cuatro anillos de seguridad, ocho guardaespaldas, y uso obligatorio de balas de salva en dichos desfiles, alguien se saltó la norma y junto a las balas de verdad añadió tres granadas que explotaron en el podio; Mubarak sigue en el poder y ha manifestado su deseo que quedarse y morir en su país. Decir “viva Nasser” entonces no es un auspicio de democracia.

Visto lo visto pues, bien se podría haber aludido a un personaje con más glamour y legado artístico con todo y haber muerto solo a los 19 años luego de diez como niño-faraón, seguramente sin haber causado a su pueblo ni la décima parte del sufrimiento de nuestro cuarteto contemporáneo: viva Tutankamon!

Fuente:
http://www.medios24.com/%c2%a1viva-tutankamon.html

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