domingo, 27 de febrero de 2011

DILEMATICOS


NOTITARDE, Valencia, 27 de Febrero de 2011
"No se preocupen por el mañana" (Mt. 6,24-34)
Joel de Jesús Núñez Flautes

El evangelio de este domingo continúa la narración del Discurso del Monte en el que Jesús presenta y pregona las actitudes básicas del discípulo para poder vivir los valores del Reino de Dios. Cristo nos dice lo que necesita ser la actitud del cristiano frente al dinero y la subsistencia material que nos otorga. Esto nos hace recordar la primera de las bienaventuranzas que Jesús propone a sus seguidores: Las de los pobres de espíritu y los pobres sin bienes materiales.

El evangelio de hoy comienza con un dilema que Jesús nos presenta: "Nadie puede estar al servicio de dos amos…No pueden servir a Dios y al dinero". La tesis que presenta Jesús es algo que se comprueba en el día a día de nuestra existencia. No se puede satisfacer de la misma forma a dos señores… Como dice el dicho popular venezolano: "Nadie puede azar dos conejos al mismo tiempo". Dios merece toda la atención del ser humano, Dios reclama el primer puesto en la vida del hombre: Desde el Antiguo Testamento se nos ha dicho: "Amar a Dios sobre todas las cosas".

Jesucristo nos ha revelado el verdadero rostro de Dios y sabemos y conocemos las razones por las cuales debemos corresponder con nuestra vida al Dios que nos ha amado primero. El dios Dinero, se nos presenta en la vida cotidiana como totalizante y cuando se hace dueño del corazón del hombre lo esclaviza y hace que coloque a cualquier otra deidad en un segundo plano, incluido el Dios amor revelado en Cristo. Ante la angustia que le puede ocasionar al hombre el dilema de si es Dios o el dinero, Jesús propone la opción de seguir a Dios con radicalidad y servirlo con amor, al Todopoderoso, al creador de todas las cosas y del mismo ser humano, a abandonarse en su providencia amorosa que no defrauda ni deja en sus necesidades al que le sigue y sirve con alegría. Jesús coloca dos ejemplos: Así como Dios cuida de los pájaros y de las flores del campo y los provee de lo necesario para vivir, con cuanta más razón lo hace Dios con el ser humano creado a su imagen y semejanza y que vale, por tanto, mucho más que cualquier criatura de la naturaleza.

Jesús, después de proponer la opción por Dios Todopoderoso y providente, hace una doble invitación que genera paz y confianza: "No se angustien por la vida, lo que haya que comer o vestir". La invitación es tanto para el rico como para el pobre. El rico a quien le sobra y puede ser esclavizado por la tentación de la avaricia y al pobre que le falta y puede ser obsesionado por la neurosis de necesidad. Dios sabe cuales son nuestras necesidades básicas y siempre nos ayuda a cubrirlas y nos provee de lo que necesitamos para subsistir. Por eso, dice el Señor: "Busquen sobre todo el Reino de Dios y su justicia, lo demás se les dará por añadidura". Esto es lo que necesita hacer el cristiano que sigue a Cristo: optando por Dios y su Reino, establecemos una jerarquía de valores fundamentales y a partir de Dios todo lo demás. La opción fundamental del cristiano tiene que ser Dios y lo demás tendrá su puesto propio y será iluminado por el amor y la presencia de Dios Todopoderoso y providente. Jesús no dice busquen sólo a Dios, sino "busquen sobre todo", sabiendo Jesús que hay otros valores, pero el primero tiene que ser Dios de donde nos viene todo y hacia el cual tendemos. Jesús sabe que nosotros no somos pájaros ni flores, que tenemos nuestras necesidades y preocupaciones, pero con Dios en nuestra y vida y corazón se hace llevadera la existencia y se evitan las angustias excesivas y enfermizas. Cristo nos quiere libres y no esclavos del dinero que hace idólatras a muchas personas que sacrifican salud, trabajo, principios, ética, familia, amistad y felicidad por estar a su disposición. Es la tentación actual del consumismo y del materialismo que crea necesidades ficticias y hace esclavos a muchas personas.
Dios nunca abandona a sus hijos, a los que no sólo ha creado, sino que también ha redimido con la sangre de su Hijo, Jesús. Dios es padre y madre a la vez, como nos lo hace ver la primera lectura de la liturgia de hoy ((Is.49,14-15). Dios nos ama, incluso más de lo que puede amar una buena madre o padre a su hijo. Confiemos siempre en su amor providente y en su poder para asistirnos en nuestras necesidades, sin olvidar nuestras responsabilidades.

IDA Y RETORNO: Seguimos exponiendo la respuesta a la pregunta ¿cómo se forma un seminarista? La dimensión comunitaria (junto con la humana y espiritual), le exigen al candidato al sacerdocio tener en cuenta: relaciones interpersonales, la responsabilidad, sinceridad, puntualidad, obediencia, servicio, iniciativa, creatividad, equilibrio en sus juicios sobre acontecimientos y personas, proactividad, sentido de pertenencia, sensibilidad por el hermano pobre o que sufre. Lo humano y lo espiritual se evalúa en la convivencia cotidiana, en el día a día. Se trata de no aparentar, sino de ser auténticos y equilibrados en lo humano y espiritual, que al final es una misma realidad del ser humano y más del cristiano.

Ilustración, Brian Major: http://www.artagentsinternational.com/Brian-Major/p7lsm_img_1/fullsize/geometric-abstract-two36x60-oil-on-slate-tile_fs.jpg

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